Mis dos amigos y yo disfrutamos haciendo un tres para tres.
Tres amigos que se encuentran aburridos, y sin poder tener sexo con una mujer, por falta de dinero, se ponen de acuerdo para realizar una tres para tres..
Hace unos meses, mis dos mejores amigos, y yo, estuvimos bebiendo, y buscando alguna puta, pero la verdad es que no teníamos dinero suficiente, por lo que nos fuimos a mi casa, para seguir bebiendo y fumando.
No sé realmente, qué nos sucedió a los tres, esa noche, ya que, hasta ese momento, ninguno de los tres, teníamos gustos raros, ya estando en casa, aprovechando que mis padres estaban de viaje.
Nos pusimos a hablar de mujeres, luego inevitablemente de sexo, hasta que los tres nos dimos cuenta, de que estábamos tan deseosos de tener sexo, que cuando, uno de ellos, dijo algo de hacer un tres pa tres, a ninguno nos pareció una idea tan descabellada.
Los tres estábamos tan deseosos de tener sexo, que poco nos importó que lo hiciéramos entre nosotros, por lo que, a medida que seguimos bebiendo, y fumando a los pocos minutos, ya nos estábamos quitando toda la ropa, y una vez completamente desnudos, después de darnos otro trago, sin complejo alguno, nos comenzamos acariciar poco a poco.
Una cosa nos llevó a la otra, y cuando nos dimos cuenta, ya mutuamente los tres nos estábamos besando y acariciando entre nosotros, así que como ya dije, una cosa llevó a la otra, y en algún momento mientras yo le mamaba la verga a uno, al mismo tiempo le estaba dando por el culo al otro.
La experiencia fue tan rica, que además de que también nos pusimos a mamar, cuando no era que gustosamente daba, o recibía un iracundo beso negro, dentro de mi culo.
Esa noche, a medida que seguimos bebiendo y fumando, mis amigos, y yo nos hicimos de todo, me clavaron, los clavé, me la mamaron, se las mamé.
En fin, no hubo cosa, que los tres no hiciéramos, gustosamente, en cierto momento uno de mis amigos, parecía un lechoncito a la vara, ya que mientras me mamaba mi verga, el otro lo tenía ensartado por el culo.
Cosa que mis amigos, a mí también me hicieron en cierto momento, mientras que gustosamente yo movía mis caderas, y sacándome la verga de uno de ellos de mi boca, le pedía al que me daba por el culo que me diera más duro.
Al día siguiente, cuando nos vinimos despertando, algo avergonzados, no hablamos de nada de lo sucedido, la noche anterior.
Pero en el caso, uno de mis amigos me confesó posteriormente, que todo lo que hizo, y le hicimos, le gustó tanto, que estaba deseoso que llegara la próxima ocasión, de compartir íntimamente, de nuevo entre los tres.
Lo que yo no le dije en ese momento, fue que al igual que a él, a mí también me encantó todo lo que hice, y lo que ellos dos me hicieron.
A la siguiente semana, mis dos amigos y yo nos volvimos a reunir, pero a diferencia de la semana anterior tanto mis amigos, como yo habíamos cobrado, pero en lugar de salir a buscar putas, nos volvimos a reunir en mi casa.
Y después de estar bebiendo y fumando por un buen rato, no me acuerdo precisamente a quien se le ocurrió hacer nuevamente un tres pa tres, la cosa es que ni a mis amigos ni a mí nos pareció una mala idea, y de inmediato comenzamos a desnudarnos.
Así que mientras los tres nos dábamos un buen baño, comenzamos a mutuamente a enjabonarnos, y a medida que lo fuimos haciendo comencé a sentir entre mis nalgas, la parada verga de uno de mis amigos, la cosa es que a los pocos minutos yo me encontraba siendo ensartado por el culo y la boca a un mismo tiempo, disfrutando de todas las atenciones de mis dos amigos.
A diferencia de la vez anterior, luego de que salimos de la ducha, en lugar de irme a la cama con ellos dos, me dirigí al cuarto de los cachivaches, donde busqué en una caja la ropa que mi madre ya no usaba.
Por lo que cuando me presenté en la puerta de mi cuarto, con un ajustado vestido de mi mamá puesto, además me encontré una frondosa peluca rubia, y tras ponerme todo eso, me dirige a mi cuarto, donde encontré a mis dos amigos besándose, ellos al verme vestido y actuando como una mujer, prácticamente me han saltado encima, y en dos por tres me han vuelto a dar por el culo y ponerme a mamar sus vergas.
Así que a medida que fui sintiendo como la verga de uno de ellos entraba y salía una y otra vez de entre mis nalgas, mi otro amigo me hacía lo mismo, pero por mi boca.
Los tres nos hemos seguido reuniendo, cuando no es en mi casa, es en la casa de uno de ellos, y cuando no podemos encontrarnos en una de nuestras casas, supuestamente nos vamos de camping.
La cosa es que en ocasiones yo soy el centro de atención de mis dos amigos, en otras uno de ellos dos se convierte en el centro de nuestra total atención, el detalle es que nunca discutimos ni peleamos por eso, solo lo disfrutamos.
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