Mis encuentros con Jimmy
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, comenzaré este relato diciendo que me llamo Rafael , soy venezolano, de una zona rural del estado Vargas, y cuando estas acciones se llevaron a cabo, yo contaba con unos 12 o 13 años, en aquellos tiempos era muy común que los varones jugáramos poniendo el sexo como prioridad, ya que estábamos floreciendo a aquellos temas. Yo no recuerdo desde cuando me integré a esos juegos, pero puedo decir que tendría unos cuatro o cinco años.
Esto porque frecuentemente los chico más grandes seducían a los más pequeños. Y yo no escaparía a esa forma de vida. Mi relato cuenta lo que me sucedió una tarde que visitaba una casa vecina donde vivían unos niños y niñas. El mayor de los varones tendría unos 10 u 11 años Jimmy, delgado de unas nalgas redondas no tan grandes. Unos días antes, en una de mis acostumbradas visitas (aún que yo iba por la niña mayor que era un año menor que yo), Jimmy se encontraba solo con su papá, quien era una persona tosca y acostumbraba a tirarse al suelo a dormir la siesta. Ya era costumbre que Jimmy se sentara en mis piernas y me sobaba la verga con sus nalgas, aquel día yo estaba decidido a avanzar más allá de lo acostumbrado. Ya que la hembra no me hacía caso. Llegué y ya su papá estaba durmiendo cual puerco en el piso.
En la puerta de entrada a esa casa había un escalón alto donde siempre había una silla de mimbre puesta. En esa silla me sentaba yo para poder ver si alguien venía hacia la casa y me diera tiempo de ocultar mi erección. Esa tarde Jimmy comienza con su ritual, se sienta sobre mis piernas y comienza a menear sus nalgas sobre mi pene, siempre se me paraba y él se estregaba mucho más, pero aquella tarde, yo le sugerí al chico que se bajara un poco el short que yo me sacaría mi guevo, claro si él quería, a aquella sugerencia no se reusó, yo saque mi pene por el cierre de mi pantalón y él se bajó el short solo hasta donde quedaría a disposición el orificio de su culito, las nalgas de Jimmy eran blancas y redonditas a pesar de su delgadez, yo estaba muy excitado y la cabeza de mi guevo brillaba, le puse algo de saliva y lo apunté a su hueco, aquello fue una explosión de sensaciones, mi corazón latía a millón, no sé si por el susto de saber que lo cogería o por el temor a ser descubiertos, lo cierto es que pude sentir la cabeza de mi pene en toda la entrada de aquel culo, que estaba calientico, tomé de la cintura al chico y comencé a moverme para lograr entrar en su gruta, al primer intento se me corría hacia sus bolas y luego lo volví a colocar en posición y fue cuando comencé a llegar a la gloria, la cabeza de mi guevo entró con algo de dificultad en aquel agujero
Sentí como Jimmy apretaba las nalgas y pude notar que su piel se erizaba, parecía carne de gallina, como decimos aquí en mi país, él dejó de moverse pero no lo sacó, lo dejó donde estaba, seguramente solo pasaba el dolor, yo no le decía nada, lo dejé actual por si solo. Al rato comenzó a moverse nuevamente y yo empujaba hacia dentro, que rico sentir el calor interior de aquel chico en mi pene. Así estuvimos un rato, yo le comencé a decir al oído que fuéramos al baño para hacerlo mejor y él acepto, pero cuando nos levantamos para ir al baño, fuimos sorprendidos por un primo de él que vivía a unas cuantas casa y el mismo se estaba masturbando viendo lo que nosotros hacíamos. Jimmy al verlo se puso a llorar y él le decía que se callara que despertaría a su papá. Nos hizo señas y salimos a la parte atrás de la casa que daba a una pared alta y un barranco. Ya fuera de la casa nos dijo “Jimmy quieres Rafa te lo siga metiendo, él chico gemía y le decía que no, a lo que Chicho, así le decían al primo, respondió, no te preocupes que yo no diré nada. Ya mi verga se había bajado del susto y chicho me dijo, sigue cogiéndolo que después quiero hablar contigo, con cierta inquietud me volteé a Jimmy y ya él no lloraba, lo monté en unos ladrillos para poder llegar a su orificio, puse nuevamente saliva en su culo y en mi cabeza y volví a ponerlo en su hueco, hice presión y mi pene entró a su gruta, cuando yo estaba dentro de él me olvidé de su primo y comencé a darle por su culo mi pene para ese entonces tendría unos 14 cms, en la actualidad mide 18 cms y es grueso
Ya en aquel entonces yo era del grupo uno de los más dotados. No tomé en cuenta a Chicho que estaba detrás de mí y sentí cuando puso su tremenda verga entre mis nalgas, sin penetrarme y me amenazó diciéndome, si no vienes a mi casa esta noche se lo digo a mi tío y te meterás en problemas, se frotó en mis nalgas hasta que sentí que se chorreaba su esperma por mi raja y mis piernas, aquello me excitó aún más y aceleré mis embestidas dentro de <Jimmy quién jadeaba mientras se agarraba de la pared. Exploté dentro de él y al sacar mi guevo de su culo, traía algo de caca y un pequeño hilo de sangre. Chicho se fue y me dijo que recordara lo que me había dicho. Jimmy ni se enteró de lo que él me dijo.
Luego de aquel día, Jimmy y yo teníamos encuentros en su casa, yo salía de vez en cuando con sus papas, de paseos por la montaña y cuando nos quedábamos rezagados él me tocaba el pene y yo lo cogía rapidito, a veces salíamos por la parte atrás de su casa donde había una cantera y decíamos que íbamos a cazar pajaritos y lo cogía en cualquier lado. Así estuvimos mucho tiempo, crecimos juntos y después nosotros nos mudamos a otra ciudad y no vi más a Jimmy. De su primo es otra historia, la contaré en otra ocasión.
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