Mis experiencias en la bodega – Parte I : Espiando a mis compañeros
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Drakodian.
Una vez que descubres las satisfactorias experiencias del sexo, es en lo único que piensas luego. Sé que anteriormente hable sobre mi primera experiencia pero hoy quiero hablarles sobre otra muy excitante que me sucedió cuando tenía 16 años. Sé que lo que leerán sería considerado tanto en mi país como muchos otros como violación o abuso sexual a menores, pero todos en este relato lo hicieron con pleno consentimiento de su parte.
Para la época de fin de año del 2006 yo estaba graduándome de preparatoria, por lo que conseguí un empleo de medio tiempo mientras decidía a que universidad ingresar para continuar estudiando. Por suerte puede encontrar un empleo de medio tiempo muy cerca de casa, tanto que la mayoría de veces no tomaba el autobús sino caminaba para llegar, aproximadamente un kilometro y medio, el trabajo era pesado pero pagaban bien a pesar de ser medio tiempo, era un empleo de organización e inventario de bodega de medicamentos de una red de farmacias nacionales. Comencé ese año en el área de bodega y hacia todos los trabajos de estibación de productos que se puedan imaginar, la bodega era de tamaño considerable unos 80mt de largo por 50mt de ancho con dos niveles, el inferior con la mayoría de productos estibados y la parte superior con las oficinas administrativas. No tarde en notar que necesitaría mucha fuerza para hacer esa labor; si bien para esa edad ya no era el niño de de 14 años, un poco débil hasta cierto punto, la pubertad ya había hecho su trabajo, y mi altura era aproximadamente de 1.78mt, tenía la fuerza de cualquier joven saludable de esa edad pero para hacer bien mi trabajo debía levantar pesos bastante considerables.
Esa idea se arraigo en mi cabeza, y más aun cuando conocí a mis compañeros de trabajo, éramos diez hombres y dos mujeres, una de ellas nuestra jefa, una mujer de cuerpo y apariencia débil pero con un carácter fuerte. Mis demás compañeros hombres, quienes para efectos de comprender la historia solo describiré a dos, Steve quien era el segundo más jóvenes con 17 años, era un muchacho con un estilo muy particular, muy moderno y a la moda pero sin perder su masculinidad, tenía su cuerpo muy bien definido por las sesiones en el gimnasio y por el trabajo en la bodega, su estura era de 1.72 mt piel morena clara parecida a la mía, me hice muy amigo de él puesto que siendo los más jóvenes nos gustaba la misma música por lo que charlábamos mucho mientras trabajábamos.
El otro a quien describiré es a Ángel un hombre de 25 años, alto con 1.80mt de estatura un cuerpo majestuosamente definido y unos brazos marcados tanto que las camisas que usaba parecían estrangularlos, era muy masculino todo un macho rudo como podrán imaginar, el solo hecho de ser estibador de bodega nos hace pensar en un tipo rudo, musculoso, sudoroso, etc. Pues en efecto él era así.
Pero bien, debido a esto decidí ir al gimnasio para mejorar mi condición física y adquirir resistencia y fuerza para hacer mi trabajo más fácil, mi turno comenzaba a las 8 am y terminaba a las 2 pm, Steve tenía el mismo horario que yo ya que también trabajaba solo medio tiempo. En cambio Ángel tenía un turno completo de 8 am a 6 pm y muchas veces debido a lo pesado del trabajo hacia horas extra y se quedaba hasta tarde. Yo iba al gimnasio más cercano que estaba solo a unas calles de ahí, y fue Steve quien me recomendó el lugar por lo que a veces salíamos juntos del trabajo y nos íbamos al Gym. A los seis meses de ir y debido al trabajo en la bodega gane un poco de masa corporal en mis músculos y se definió un poco mi cuerpo, me sentía muy bien.
En el trabajo los primeros seis meses transcurrían sin novedad entre cajas, productos, jornadas pesadas, bromas entre los compañeros y conversaciones que muy seguido rozaban el tema sexual, Steve y Ángel en especial hablaban de sus novias, las conversaciones entre los descansos eran algo muy interesante puesto que me daba mucho morbo escuchar como hablaban hasta en tono vulgar de cómo lo hacían con sus novias y amantes (mujeres), y el ambiente se ponía interesante puesto que éramos solo hombres hablando de sexo. En una ocasión en que una de esas conversaciones estaba especialmente interesante y gráfica puesto que Ángel solía hacer eso, contar esas historias con lujo de detalle y resaltaba su ego machista de satisfacción hacia la mujer diciendo que duraba tanto que su novia tenia multiorgasmo y cosas como esas, y en esta ocasión Steve y otros dos compañeros le escuchaban atentamente mientras soltaban carcajadas burlonas debido al alarde que hacia Ángel al contar sus experiencias sexuales, me acerque a escuchar y el estaba diciendo que su novia gemía mientras la penetraba. La conversación llegaba a su fin sin nada que no supiera ya, cuando vi que Steve quien estaba sentado sobre unas cajas de madera con su pantalón un poco ceñido, llevaba su mano hasta la entrepierna se toco disimuladamente y pude notar que tenía una erección pero dada la situación rápidamente se levanto y camino hacia una parte un poco obscura de la bodega y continuo trabajando. El hecho me pareció extraño y excitante, puesto que jamás pensé que el solo hecho de hablar de sexo lo excitara tanto como para tener una erección. Desde ese momento Steve llamó más mi atención.
Cerca del octavo mes, nuestra jefa anuncio que entraría a la bodega un pedido especial que contenía medicamentos nuevos para lanzar al mercado y que necesitaría ayuda para organizar los pedidos de las sucursales de venta que están fuera de la capital, y que tendríamos que hacer turnos nocturnos en grupos de cinco. Como Steve y yo estábamos asignados a la misma área estuvimos en el mismo grupo y Ángel fue asignado como director de nuestro grupo dado que tenía experiencia y era uno de los que ya tenían años trabajando en la bodega. Y así comenzó una jornada que duro seis semanas y hacíamos turno nocturno una noche si y otra no.
Las primeras jornadas trascendieron sin nada extraordinario, trabajábamos desde las 8pm hasta cerca de las 2am sin descanso excepto por alguna breve pausa ocasional de no menos de 5 minutos. Llegadas las 2am o a veces hasta las 3am Ángel decía:
– ¡Es suficiente por hoy! A descansar majes*
(*Esta palabra es un coloquialismo, para quienes no saben significa amigos, compadres, etc. Tiene un tono ofensivo, a menos que tengas confianza con alguien, en mi país es común entre amigos).
Dicho esto mis compañeros iban al área de descarga, fumaban, conversaban un rato y luego extendían unos colchones que permanecían en el armario y se acostaban en ellos y descansaban hasta cerca de las 6am hora a la que nos retirábamos cuando los primeros camiones de carga interdepartamentales arribaban.
Cuando dormíamos por lo general poníamos los colchones con bastante distancia, incluso entre los estantes de la parte posterior de la bodega. Hasta Steve se alejaba de mi para dormir, charlábamos un rato y luego dormíamos pero el siempre ponía su colchón alejado del mío. Ángel subía a las oficinas y desde donde yo dormía podía ver la luz que escapaba por las ventanas, él dormía ahí puesto que no bajaba hasta las 6am.
La cuarta noche que nos quedamos en la bodega, la jornada terminó rondando las 2:30 am, esa noche los otros compañeros colaron un six-pack de cervezas el cual bebimos una cada uno y la sobrante la guardaron en el congelador, al terminar la jornada, hablamos por un rato y luego todos a dormir como siempre. Todo estaba normal hasta que cerca de las 3:30am me despertó un pequeño ruido, suelo tener el sueño ligero, me senté y observe a mi alrededor, vi que alguien caminaba entre los estantes de estibación, reconocí que era Steve puesto que vi como brillaba el reloj análogo que portaba en su muñeca izquierda, al ver que era él me tire en el colchón de nuevo pensando que quizá se levanto para ir al baño. Pero para mi sorpresa camino en silencio hasta las escaleras que llevaban al segundo nivel, las subió y lo perdí de vista, pensé ¿Qué está haciendo? Pero el sueño me vencía y no quería seguirlo, luego pensé que en el segundo nivel también había baños y quizá prefirió usar esos que son mucho más cómodos y limpios. Dado eso el sueño se me quito, pero pasaron más de quince minutos y Steve no bajaba, mi curiosidad comenzó a hacerme cosquillas al punto que decidí subir a ver si estaba bien o le sucedía algo.
Camine sigilosamente y subí las escaleras en silencio camine por el pasillo que se iluminaba por una tenue luz que provenía de las lámparas que iluminaban la calle aledaña, camine hasta la oficina del fondo que estaba contigua al baño donde pensaba que estaba Steve pero antes de llegar un curioso y familiar sonido cautivo mi ser, y escuché que en voz baja decía:
– ¡Así hazlo! Sabes que me gusta así…
La puerta estaba entre abierta y una tenue luz color amarillo emanaba de una pequeña lámpara de mesa al fondo de la oficina. La voz provenía de un cubículo, no podía ver lo que pasaba pero escuchaba casi todo, claramente escuchaba los quejidos y gemidos:
– haa… haa… haa… así… si… haa…
Era muy obvio lo que sucedía detrás del cubículo, están follando, y los únicos que podían estar ahí eran Ángel y Steve. Toda la escena era tan excitante, escucharlos, ese sonido de golpe que hacían sus cuerpos al chocar y los gemidos me provocaron una erección instantáneamente y aun más saber que eran mis compañeros de trabajo me ponía a mil. No aguante y baje la bragueta de mi pantalón metí mi mano y acaricie mi verga que estaba súper erecta pero aprisionada por mi ropa. Permanecí ahí unos minutos escuchándolos, hasta ese momento no sabía quién penetraba a quién no distinguía los tonos de voz ya que hablaban en vos baja, hasta que escuche claramente decir a Ángel:
– Que rico culo tienes… te cogería toda la noche.
Eso me puso a mil, y mientras escuche eso sentí como mi verga palpito de la emoción de saber que Ángel ese hombre tan masculino gustaba de penetrar chicos menores que él y disfrutar del placer que un culo joven ofrece, sentir lo apretaditos que son es lo mas delicioso del mundo, además de imaginar la virilidad con que Steve estaba siendo penetrado. Yo me masturbaba a través de mi ropa interior, hasta que de repente escuche como Ángel y Steve se movían, me escondí mas tras la puerta y vi como Steve quien estaba totalmente desnudo camino fuera del cubículo y se tiro sobre el escritorio del fondo. Su cuerpo lampiño iluminado con esa tenue luz amarilla dejaba ver un abdomen bien definido y una figura espectacular, una verga de tamaño normal unos 16cm mas o menos y estaba totalmente erecto puesto que se alzaba totalmente horizontal y rígida, pero lo mejor era su trasero que era redondito y bien paradito digno de dar una follada bestial. En seguida que se tumbo en el escritorio boca arriba se acerco Ángel del que no pude ver mucho puesto que me dio enseguida la espalda dejando ver su trasero que también parecía muy trabajado, el era mucho más voluminoso y alto que Steve y su espalda tenía esa masculina forma de triangulo que era ancha en la parte superior y más delgada en la parte baja, pude notar a pesar de la escasa luz que tenía mucho vello incluso en sus nalgas, en su pecho y piernas, el caminó y note que tenía sus pantalones abajo pero no se había quitado las botas, e inmediatamente reanudo la acción penetrando a Steve por lo que no pude contemplar su verga. Steve estaba acostado en el escritorio con sus piernas alzadas formando una V y Ángel se coloco entre ellas mientras permaneció en pie y apoyaba sus manos en el escritorio inclinándose un poco hacia el rostro de Steve, y lo penetro mientras Steve dio un gemido muy ahogado puesto que procuraban no hacer mucho ruido.
La actividad se prolongaba, la penetración hacia un sonido magnifico cuando la pelvis de Ángel chocaba con la cola de Steve, el mete y saca era uniforme y no variaba en intensidad, entonces recordé los relatos que hacia Ángel de cuando follaba con su novia y decía que duraba mucho antes de acabar, ahora veía que no eran farsas pues habremos pasado ya casi veinte minutos, desde que los descubrí sin contar el tiempo que tarde en decidirme en subir a ver qué sucedía. Mientras tanto yo no soporte lo incomodo que estaba con la verga presa en mi ropa interior, empuje mis bóxers y la deje salir por mi bragueta y acaricie su longitud con una apabullante pasión inspirada por ver a estos machos cogiendo tan deliciosa y clandestinamente y yo era testigo de tal acto tan viril, lo disfrutaba, escuchar esos tímidos gemidos de placer que daba Steve cuando Ángel hundía su verga ese culo tan lindo que tenía mi amigo.
Pasaron cerca de diez minutos más cuando comencé a notar que Ángel amento el ritmo del mete y saca es cuando supe que el orgasmo se acercaba, y en hora buena puesto que yo no aguantaba más al punto que tenía que soltar mi verga para evitar terminar antes que ellos. El primero en acabar fue Steve quien solo dijo un ahogado:
– ¡¡hoo si!!
He inmediatamente supe que su orgasmo había llegado, no puede constatarlo puesto que la espalda de Ángel me obstaculizaba la vista de Steve. Luego de eso, los embates de Ángel se volvieron más agresivos e intensos y al cabo de solo un par de minutos más el emitió un sonido suave pero liberador que indico que su orgasmo era placentero:
– ¡hooooooooo! Gimió Ángel en vos muy baja mientras frenaba lentamente sus movimientos entre las piernas de Steve.
En ese momento y en el silencio más profundo pero placentero eyacule un chorro de semen que se impacto en la puerta de la oficina seguido de tres más que fueron a parar a la alfombra, me moví y me recosté en la pared fuera de la oficina junto a la puerta, levante la cabeza impulsado por el profundo placer que recorría mi cuerpo cerré los ojos y mi mente se quedo por un breve segundo en blanco, suceso característico de un profundo orgasmo. Tuve que volver de mi éxtasis rápidamente pues escuche que Ángel y Steve se incorporaban luego de su faena, ni siquiera intente ver que sucedía y decidí en ves caminar veloz pero sigiloso hacia las escaleras, caminaba rápido intentando meter mi verga dentro de mis pantalones pero se me dificulto hacerlo puesto que aun la erección era suficiente como para impedirlo. Baje las escaleras y camine hasta mi colchón me tumbe en el y ahí me acomode la verga dentro de mi pantalón.
En unos minutos observe hacia las oficinas y vi la luz de una lámpara de mano que inspeccionaba el lugar, era Ángel quien en efecto apuntaba con una lámpara de mano todo el lugar cuando apunto cerca de donde yo estaba me hice el dormido para no levantar sospechas. Seria hasta después que me daría cuenta del porque de ese raro comportamiento. Luego de eso Steve bajo y camino hasta donde estaba su colchón.
Esa noche cambio todo en la bodega ya jamás podría ver a esos dos de la misma manera, hasta ese momento yo sabía que ellos tenían sexo, pero no sabía que iban un paso delante de mí.
En la próxima entrega les contare porque, y de cómo ellos se dieron cuenta que esa noche los espiaron y compartieron con un tercero sin saber, todo ese el placer que experimentaron ellos dos.
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