Mis experiencias en la bodega – Parte II : Sexo Oral con Steve

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Drakodian.
Después de lo que sucedió aquella noche, yo seguí hablando con Steve y Ángel como si nada hubiese sucedido, y ellos actuaban de igual manera, durante las horas de trabajo bromeaban entre ellos como ya era costumbre, pasaron cerca de 3 semanas antes que el asunto resurgiera, pero en mi mente esas imágenes resurgían con solo verlos mientras trabajábamos en la bodega, recordaba constante mente sus gemidos, las majestuosas formas de sus cuerpo unidos mientras Ángel penetraba a Steve con tanta virilidad, la experiencia fue tal que me masturbe muchas veces recordando lo que sucedió.

Durante todo ese tiempo y desde aquella noche Steve y Ángel no tuvieron acercamientos a escondidas por lo menos no en la bodega, yo vivía pendiente de sus movimientos, y luego de terminar los inventarios nocturnos no había mucha oportunidad de hacer algo en la bodega, al punto que pensé que todo terminaría ahí. Sin embargo el destino me dio un chance, así que lo aproveche.

Eran finales de Julio, y aquí en el país en la primera semana de agosto la capital y el país entra en festividades en honor al patrono de la ciudad capital El Salvador del Mundo, por ende es una fecha de asueto nacional, por lo general esos días no se trabajaba en la bodega, pero debido a la demanda nuestra jefa decidió que permanecería abierta para surtir a las salas de venta de la capital que permanecerían abiertas, nadie quería sacrificar sus días de asueto trabajando, así que se hizo un rifa para ver quien trabajaría el 6 de agosto que es el día principal de la celebración, se decidió que para suplir de productos de emergencia ese día solo se requería a dos personas así que se realizo la rifa. Para mi suerte el primero en salir fui yo, pensé –¡¡rayos!! Que suerte la mía- , pero para mi sorpresa mi compañero seria Steven, quien también se quejo y dijo que ya tenía planes, finalmente se resigno y me dijo:

-Bueno man a hacerle huevos para trabajar-

La ansiedad por que llegara ese día creció, solo pensar que estaría solo en la bodega con él me hacía pensar en lo que había visto, recordaba su cuerpo definido y como se entrego apasionadamente a Ángel, inmediatamente tenía una erección.

La semana transcurrió lenta por la ansiedad que sentía, pero el día llego, yo llegue temprano como siempre, marque mi tarjeta y salude a los vigilantes quienes permanecieron en la recepción todo el día. Un par de horas luego llego Steven, entro y me saludo como ya era habitual, el día comenzó a avanzar mientras trabajábamos preparando los pedidos de emergencia, nos dimos prisa y logramos terminar varias horas antes de finalizar el turno y ambos fuimos a las escaleras que conducían al segundo nivel, y ahí nos quedamos charlando, por un rato. Hablamos mucho y la conversación llevo de una cosa a otra a hablar sobre el ejercicio en el gimnasio, y me comento que estaba trabajando para definir más su abdomen:

– Ahorita ya trabaje para definir pectorales y brazos pero quiero definir mas mi abdomen- me dijo.
– Ok yo igual, y ¿qué tanto quieres definirlo?- le pregunte.
– Bueno mira como lo tengo ahorita- me contesto mientras se ponía de pie y se levantaba la camisa.

Dejo expuesto un abdomen un poco definido del cual alrededor de su ombligo brotaban unos vellos finos y negros que bajaban por el abdomen hasta perderse entre sus pantalones, al verlo rápidamente mi mente trajo los recuerdos de cuando Ángel lo penetraba salvajemente y el disfrutaba de eso. Sentí como mi verga comenzó a crecer y a incomodarme atrapada dentro de mis pantalones. Intente calmarme pues el notaria mi excitación si continuaba así.

Yo respondí diciendo: – pero ya se te ve marcado ¿no sé qué más quieres?
-Quiero que se me marquen más, como los tiene Ángel…- me contesto Steven.
-y tu ¿Cómo sabes cómo los tiene él?- le pregunte suspicazmente.

El se sonrojo un poco y me contesto rápidamente:
-Aaah es solo que ya había hablado de esto con él y me mostró los suyos-
-Aaah a saber que más te ha mostrado ¿verdad?- le respondí con una sonrisa pícara y él se sonrojo mucho mas e intento cambiarme el tema mientras retrocedía y aparentaba concentrar su atención en los productos que aun faltaba estibar. Fue entonces cuando decidí arriesgarme y usar la carta del chantaje.

– Yo creo que ya te enseño más de lo que dices…- le dije mientras lo miraba, admito que me dio vergüenza decirlo pero quien tenía todas las de perder era él. –Hasta donde yo sé, lo has visto desnudo, y no solo eso…- Con esas palabras sentí que tenía todo el poder sobre él.

– No jodas, ¿De qué hablas?- me respondió con una cara de des concertación y asombro, el color de piel le cambio, se puso pálido del asombro.

-Sí ya lo que se traen y sé que hasta han hecho cosas aquí en la bodega- Le dije, mientras mi confianza crecía el se ponía mas pálido. –Me guarde el secreto porque eres mi chero y no quiero joderte pero si haces eso aquí y se dan cuenta los jefes te van a joder – le dije mientras ponía mi mano sobre su hombro.

Resignado Steve me dijo:

–Viejo no le digas a nadie, en buena onda, puya necesito el trabajo vos sabes, no seas hecho mierda¬–
Yo le conteste: –No le diré a nadie pero tengo una condición– Steve alzo su cabeza con temor y me miro a los ojos, creo que en el fondo sabía que le pediría algo comprometedor, pero no tenía opción. –Vamos arriba– le dije mientras comencé a subir por las escaleras, el me siguió.

Al llegar arriba camine hasta la oficina del fondo, aquella donde la noche que jamás olvidare los vi a él y a Ángel cogiendo como perros; entre en la oficina que estaba sola y el conmigo. Steve me miraba y comencé a notar que él se estaba dando cuenta de hacia donde llevaba toda la situación. Ambos no miramos, y ese contacto visual comenzó a calentarme ya que estábamos en el mismo lugar donde Ángel lo había penetrado y había gozado de una buena cogida mientras yo los observaba desde afuera y me dedicaba a lo mío; recordar eso comenzó a generar en mi una erección. Baje mi mano lentamente hacia mi paquete y lentamente lo roce por encima de mis pantalones sin quitar la mirada de los ojos de Steve, quien comprendió todo.

–Si se lo hiciste a él, ahora me lo haces a mí, es el precio por mi silencio, dame uno buena mamada y todo quedara aquí en estas cuatro paredes– Steve me miró mi paquete, se acerco a mí y alzo la mirada, sus ojos ya no revelaban miedo al contrario expresaban ansia y pasión.
–lo haré solo porque me tienes del culo– me dijo mientras se arrodillo frente a mí, y comenzó a tocar mi bulto.
¬–No cabrón, del culo todavía no te tengo, pero pronto– le dije casi susurrando.

Llevo sus manos hasta la bragueta y la bajo lentamente, a esta altura mi erección era monumental, introdujo tres de sus dedos en mi pantalón y rosaba mi verga por encima de mis bóxers, la experiencia era excitante, tenía a Steve justo a mis pies haciendo lo que yo le pidiera, me sentía tan poderoso y dominante sobre.

Tome su cabeza con mi mano y lo forcé un poco a que la acercara a mi entrepierna, el resistió por un momento pero aplique solo un poco mas de fuerza y el metió su nariz y parte de su boca por mi bragueta, su respiración aumento y pude sentir como inhalaba como queriendo percibir el aroma que despedía mi verga, eso al parecer lo excito mucho por comenzó a tratar de mordisquear mi bulto y llevo su mano derecha a su entre pierna en la que notaba que su verga estaba ya con una erección considerable.

Desajuste mi cinturón y mis pantalones se abrieron y dejaron expuestos mis bóxers color negro, al hacer esto su boca se centro en la punta de mi verga que se inclinaba hacia un costado, solo recordar la sensación que me producía su cálido aliento en el glande de mi verga me hace erizarme. Jugueteaba con mi verga empalmada que permanecía aun dentro de mi ropa interior, mientras el desajustaba su cinturón y metía su mano dentro del pantalón y se acariciaba el pene.

–Quiero que me la mames, como se la mamas a él cabrón– le dije entre dientes, la excitación me impedía hablar con soltura.

Steve se coloco en cuclillas mientras saco su mano del pantalón y con ambas manos tomo mis bóxers y lentamente los deslizo hacia abajo. Mi verga emergió casi de un brinco, tanto que el aparto de presto su cara. Cuando ya mi ropa interior estaba más debajo de mis rodillas, contemplo mi verga en todo su esplendor, palpitaba y el prepucio ya se había retirado hacia atrás y dejaba ver el glande rosado y grande, solo pudo decir –Que verga más rica tienes– y de inmediato se la llevo a su boca. Yo me retorcí de placer, al sentir lo tibia que estaba su boca, ya que el aire acondicionado de la oficina la había enfriado al salir de mis bóxers, su boca la acogió perfectamente, el puto se la trago de un bocado.

Comenzó un frenético mete y saca mientras me tomaba de la cintura con sus manos, yo retire las mías hacia atrás y me recosté en el escritorio; ahí estaba yo de pie mientras Steve en cuclillas engullía mi verga completa una y otra vez causando que yo gimiera con ahogados sonidos de placer por la lujuria con que me daba esa exquisita mamada. Yo solo incline mi cabeza hacia atrás y cerré mis ojos, mientras mi mente no dejaba de mostrarme los recuerdos de esa noche en que los había espiado desde afuera de la oficina y eso me producía placer, ahora estaba ahí con Steve quien no paraba de mamarme la verga. Cuando volví en sí y lo mire ya se había arrodillado de nuevo y había dejado salir su verga que estaba empalma mientras se masturbaba al ritmo en que me proporcionaba una espectacular mamada. Su lengua se movía de arriaba a bajo, y succionaba con fuerza mi miembro, con la otra mano jugaba ocasionalmente con mis bolas. La saco de su boca por un instante y la miro mientras la tenía en su mano.

–No te detengas ya casi me vengo¬– le dije en vos baja.

–Avísame cuando te vengas¬– me dijo ¬–No quiero que te vengas en mi boca–

Por un momento pensé en decirle que estaba bien, que le avisaría, pero pensé de nuevo y le dije:

–Oye no estás en posición de opinar, te voy a avisar cuando vaya a acabar pero para que te tragues mi leche, porque eso es lo que quiero– Me miro con ojos de odio, quizá porque sabía que no podría hacer nada si se reusaba yo podía hablar sobre lo ocurrido o correr el rumor de sus asuntos con Ángel, bajo su cabeza y continuo masturbándome con la mano, lo hacía rápido como si quisiera que todo terminara pronto.

Yo estaba alcanzando el clímax y podía sentirlo, mi oportunidad para que se tragara mi leche se me escapaba, por lo que en un rápido movimiento tome su cabeza y con fuerza la acerque a mi verga el accedió y se la metió en la boca, pero quizá pensó que solo quería que la mamara un poco mas; así que retomo su frenética mamada mientras yo mantenía mi mano en su cabeza. No paso mucho cuando comencé a gemir, señal inconfundible que el clímax estaba llegando, en ese momento sentí que él quiso retirar su cabeza pero aplique fuerza y no pudo moverla.

– Aah aaah aaaah aaaaaaaah!! – gemía mientras me corría plenamente en la boca de Steve quien no tuvo más remedio que saborear mis jugos mientras cerraba fuertemente sus ojos.
Mi verga palpitaba con cada chorro de semen que emergía, el éxtasis recorrió todo mi cuerpo con un escalofrió que erizo por completo mi piel, mis muslos se contrajeron y casi reclinaba mi peso sobre Steve, quien se trago cada gota de semen que eyacule en su boca.

–aaah que rico cabrón¬– Le dije mientras recobraba el aliento y volvía en sí y retiraba mi pene de la boca de Steve quien me miro con deprecio, pero pronto su expresión se volvió vengativa se levanto de un impulso y fue directo a mi boca, el puto me planto un beso de lengua que unto casi toda mi boca con los restos de mi propio semen. El esperaba que me enfureciera, pero no fue así lo mire y le sonreí pícaramente mientras le decía:

–Eres un puto cabrón¬–
–No mas que tu– me contesto desafiante.

Esa tarde nos retiramos del trabajo como si nada, pero ambos podíamos notar como las cosas habían cambiado, siempre que se dirigía a mi me miraba con ojos de picardía como si recordara lo que hicimos.
Desde ese punto acordamos no decirle nada a Ángel, pero no sabía que pronto Steve se vengaría de mí por lo que le hice pasar.

DRAKODIAN