Mis experiencias sexuales de la infancia

Desde niño fui aprendiendo cosas del sexo con mis amigos de la infancia. Eso me trajo varias experiencias que quiero contar en este relato .
Lo que quiero contar pasó realmente, todo es cierto, aunque voy a cambiar algunos nombres solo para mantener el secreto jeje.

Cuando era niño, desde que tengo memoria, en mi casa siempre hubo material pornográfico a la vista, ya sea por revistas, naipes, o en películas en algunos canales de cable en la medianoche. Al tener acceso al porno de manera tan naturalizada empezamos a jugar a emular lo que veíamos.

No recuerdo bien cuando empezó pero el recuerdo más antiguo que yendo es de más o menos cuando tenía 5 años y dormía en la misma cama con mi hermano mayor, que tiene dos años más que yo. Recuerdo que me dijo una noche estando acostados que quería volver a culiarme, supongo que ya lo venía haciendo de antes pero eso no lo recuerdo.

Tiempo después recuerdo que con un vecino que también era mi primo jugábamos a frotarnos el pene en las nalgas entre todos. Si bien no recuerdo mucho de esa época, lo que si me acuerdo es que mi hermano tambien lo cogía, ya que un día mi encontré en el cuarto y lo tenía en cuatro poniéndole la verga en las nalgas. Eso me llamó la atención y unos días después le dije a mi primo que jugaramos a eso. Mi primo, al que llamaré Leo, me dijo que si y jugamos a cogernos mutuamente, nos desnudamos y nos frotamos y apoyamos la pija en la cola, primero yo a él y después él a mí, recuerdo que se sentía muy rico tener una pija en medio de las nalgas justo en la entrada de mi cola.

Eso hicimos varias veces, hasta que sumamos a mi hermano menor que también le gustó jugar a eso. Por lo general mi hermano, al que llamaré Luis, y yo le frotabamos la pija a Leo y nada más, pero también entre nosotros. Recuerdo que en una ocasión jugando le metí la pija en la cola, y sé que lo penetre porque se quejó de dolor cuando hice fuerza sobre su cola.

Con mi hermano Luis tuvimos varias experiencias sexuales de niño, lo que más recuerdo es que el me cogía a mi más que yo a él. Ya de adolescentes una vez lo encontré masturbándose y le dije que lo podía ayudar y le hice una paja, a el gusto mucho así que lo hicimos varias veces. Me gustaba mucho su pija ya que era mas grande que la mía y en varias ocasiones sentía ganas de probarla pero nunca me animé, pero en una ocasión jugando a pelearnos, recuerdo que me volteó sobre la cama y se sacó la pija afuera y me la puso sobre la cara, parece que estaba muy caliente y con ganas, me obligó a que se la chupe pero yo no quería, aunque por dentro sentía ganas de hacerlo, me puso la pija sobre los labios y me la frotaba mucho hasta que sin querer ( o más bien queriendo, jaja) abrí la boca y me la metió toda que me hizo sentir arcadas, pero eso me gustó. Fue la única vez que probé su pija

Durante esos tiempos de adolescente, también tuve experiencias con unos compañeros de la escuela. Uno de ellos era Leo, también otro compañero llamado Daniel y mi mejor amigo de la escuela al que llamaré Miguel. Cuando estábamos en el último año de la escuela nos juntábamos mucho en casa de Daniel a jugar a la pelota o mirar tele o andar en la calle jugando a lo que sea. Un día, nos encontramos cerca de la casa de Daniel en un descampado, lleno de malezas y árboles, una casa de madera precaria en el que se juntaban los chicos del barrio a tomar o drogarse. Ahí vimos que tenían revistas porno y nos cobraron algunos chicos que en ese lugar cogían a algunos de los niños del barrio entre varios. Eso nos generó curiosidad y nos pusimos a hablar del tema cuando volvimos a casa de Daniel.

Después de hablarlo, y en forma de juego, Daniel dijo que hay que coger a uno de los cuatro igual que lo hacen en la casa de madera, todos nos reinos pero después Miguel dijo que si alguien se animaba podíamos probar. Todos dijimos que si pero no sabíamos quién iba a ser el que se dejará coger por los otros. Así que decidimos jugar a piedra, papel o tijera y el que perdía se dejaba coger. Y justamente perdí yo. Daniel me dijo que me acostara al borde de la cama y que me bajara el pantalón y el calzoncillo, así lo hice, y luego Daniel se desabrochó el pantalón y sacó si pija, me la puso sobre la entrada de la cola e intentó penetrarme pero no pudo, luego siguió el turno de Miguel que también puso su pija en mi cola y solo hizo presión pero tampoco entró en mi cola. Por último lo hizo Leo, que ya teníamos experiencia en apoyarnos y jugar a cogernos, aunque los demás no lo sabían, antes de apoyarme su pija le dijo a Daniel que cuando ponga su pija en mi cola él lo empuje de atrás y así lo hizo, en ese momento sentí como la pija de Leo entró en mi cola directamente, sin lubricación ni dilatación, no sabía nada de eso, así que me dolió mucho pero se sintió rico esa sensación, tal vez porque la pija de Leo no era muy grande. Miguel y Daniel vieron como entró la pija de Leo así que quisieron volver a intentar y con un poco de saliva está vez lo hicieron, primero Miguel que la tenía mediana y luego Daniel, que él si la tenía más grande que nosotros, su pija ya tenía pelos en los huevos así que estaba más desarrollada que la de los demás. Me hizo doler pero me gustó sentir como me metió la pija entera en la cola.

Después de ese día nos juntábamos seguido a jugar a cogernos, por lo general el que perdía algún juego tenía que dejarse coger pero me gustaba perder a mi y lo hacía a propósito para que me cogieran más seguido jaja. Al poco tiempo también nos animamos a hacernos mamadas. Recuerdo que una vez perdí y me tocó chuparle la pija a los tres, me arrodillé y ellos se pusieron alrededor mío con sus pijas sobre mi cara, es muy excitante recordar eso. Les chupe la pija a todos un rato largo hasta que Miguel acabó y salpicó leche en mi pelo y en las piernas de Leo, todos nos reímos y terminamos ahí. Eso lo repetimos varias veces, y ya casi ni jugábamos a ver quién lo hacía ya que yo me ofrecía a ser el primero que se dejara coger. Me gustaba mucho y ellos ya lo sabían así que directamente me decían que me querían culiar y nos juntabamos en casa de Daniel dos o tres veces a la semana por varios meses. Lo que más recuerdo es cuando un día me dijeron si me animaba a que me cojan mientras chupo una pija y dije que si sin dudar. Fue muy rico sentir la pija de Daniel en mi cola dándome duro y tener la pija de Miguel en mi boca. Pero no solamente era yo al que se cogían, también Leo cada tanto entregaba la cola y a Miguel también le gustaba chupar mucho la pija. Yo cogí con ambos siendo activo y pasivo así que era un grupo en el que todos disfrutabamos de ambos roles.

Por último y para terminar de contar estás experiencias (solo algunas) de mi infancia y adolescencia, no quería dejar de mencionar que con Daniel nos veiamos en su casa los dos solos. En la escuela me decía cuando estábamos en el recreo o en el baño que quería culiarme solo él así que le di el gusto y me iba a su casa para coger, le gustaba ponerme con mis piernas arriba sobre sus hombros para meterme la pija más profundo, asi lo hicimos muchas veces, pero también boca abajo, me cogía bien duro y me dejaba con las piernas temblando a veces pero era muy rico ser su putito así. Un día me tenía con las piernas en sus hombros con la pija bien adentro y apareció su tío, abrió la puerta del cuarto y nos vio en esa posición. Nosotros nos asustamos y nos vestimos rápido. Daniel se fue del cuarto asustado hacia el baño y yo no sabía que hacer o decir. El tío, al que llamaré Diego, le dijo a Daniel que después iban a hablar seriamente, como anticipando que se venía un reto grande. Yo con miedo le dije que no le contará a nadie lo que vió, el me dijo que me llevaría a mi casa y hablaría con mi mamá. Le pedí casi llorando que no lo haga, pero se quedó en silencio, me dijo que me suba a su auto para ir a mi casa y en mitad de camino se detuvo y me dijo que no diría nada si yo me dejo coger por él igual que como me estaba cogiendo Daniel. Lo que sigue lo contaré en otro relato.

Espero que les haya gustado lo que conté, y nuevamente aclaro que todo esto es real y son muchas más experiencias que tuve de niño y también de adolescente. Que después me llevó a otras prácticas de joven y adulto