Mis hijos, mis esposos. (Parte 1)

Un padre, pese a su racionalidad cae ante sus impulsos masculinos, utilizando a sus hijos como el alivio a sus necesidades primarias..
Hola a todos ustedes los que están leyendo esto, me llamo Hernán, tengo 42 años y dos bellos hijos, Melián y Santiago, un par de gemelos hermosos de 8 años cada uno, la madre, una hippie con la cual tuve el error de coger sin forro desaparece ni bien pudo, pero como mi correr económico es bastante bueno ni me preocupe después de que me dijo que “le gusta fluir y tener hijos la aprisionaba”, simplemente la mande a la mierda, inicie el divorcio y seguí mi vida con mis príncipes. Mis dos criaturas son como dos gotas de agua, y clones de la madre, para mi fortuna, claro. Cuestión, por mi parte mido 1,90 voy al gym por las mañanas, después de dejar a los chicos en el colegio y nunca fui fan de afeitarme salvo para arreglarme la barba, así que es una totalidad de cabello por todo el cuerpo que en el laburo me decían Lobo.

Cuestión, hace aproximadamente una semana me pasó algo… curioso por así decirlo pues estaba esperando de Santi salga de bañarse cuando, desnudo y sin malicia, me dio la espalda y bajar para buscar ya ni me acuerdo que, ahí sentí mi pija llenarse ligeramente de sangre ya que ese culito de 1,26 mts me pareció peligrosamente apetitoso para después salir del trance mi propio hijo. Ese fue como “mi despertar” pues desde ahí, poco a poco, veía a mis hijos mas como parejas sexuales que como meros infantes, no se como que había notado que la ropa que le había comprado era mas pequeñas de lo que deberían, ¿era mi subconsciente eligiendo su ropa por mi? No, imposible que les vea de esa forma, era todo lo que mi cabeza pensaba pero una noche, había salido con mis amigos, otros cuarentones del trabajo donde la cerveza bajaba como agua por mi garganta y mis pensamientos racionales perdían fuerza llegue a mi casa como a las 3 am y fui a ver a mis retoños dormir plácidamente cuando, esta vez Melián el que tocó mi fibra sensible al darme la espalda y, por ya estar haciendo calor, dormían solo con su ropa interior y mierda, no se si fue la tela ajustada, los dos años de futbol desde que los inscribí o que pero ese niñato, y su hermano, habían heredado, entre otras cosas, las curvas de su madre y como estaba bajo los efectos del alcohol y ahí baje lo suficiente como para esa sacar mis 10 pulgadas de virilidad.

ㅡ Uff… mi niño, si tan solo no fueras mi hijo… ㅡ Decía entre susurros mientras una gota gorda de saliva caía en mi verga y mi mano esparcía aquel lubricante natural, mientras con la otra me encargaba de sostener la camisa que me había puesto, aguantándome el darle una nalgada a esos muslos regordetes y, aunque eso no haya pasado su me atreví a bajarle los slips que le había puesto para oler esa carne virgen y como los había bañado antes de todo aquello olían muy bien hasta que simplemente acabe, salpicándome el abdomen, la camisa y la cara.

Luego de eso me fui a dormir, donde mis sueños me seguían estimulando con recuerdos de cuando vi a Santi en el baño y ahora el culo de Melián. Cuando desperté, fue una explosión de alegría de mis retoños pues estaban los dos, cada uno a un lado, justo debajo de mis axilas peludas. ¿Estaban disfrutando el aroma viril de su padre? ¿Mis hijos son maricones naturales? Fueron las dos preguntas que me invadieron en ese momento y mi poronga reaccionó ante esas pecaminosas respuestas así que, con la prisa de ocultarlo, me desperté del todo para sentarme y que los pliegues de la sabana disimulen mi virilidad.

ㅡ Hueles rico, papa… ㅡ Me dijo Santi, frase con la que caí en cuenta de que no era la primera vez que me lo había dicho, una vez más las preguntas de recién volvieron a mi cabeza.

ㅡ ¡Buenos días, papa! ㅡ Expreso mas tranquilo Melián para después darme un beso.

Ahí es donde sucumbí ante mis impulsos y quería averiguar cómo es que mis retoños me veían.

ㅡ Hijos… ¿Les gustaría tener otra mama?

ㅡ ¡No! ㅡ Salto primero Santi, pues entre los dos era el más activo y decidido, luego gire a ver a Melián quien, con su tranquilidad también negó de la forma más enérgica que había visto.

ㅡ ¿Pero y si yo quiero una novia? ㅡ Pregunte jugando aunque aun viendo que pensaban esos infantes, notando que esos dos se miraron.

ㅡ Pues… nosotros podemos ser tu novia… ㅡ Dijo Santi mientras Melian volvió asentir pues el otro revoltoso le saco las palabras de la boca. Después de eso todo me quedó claro, el universo me había dado a mis dos pequeños retoños para servirme, a su padre y futuro esposo.

Luego de eso, me levanté, no había razón para que mis chicos no vieran el cuerpo que los formó.

ㅡ Vamos a desayunar, noviecitos míos. ㅡ Dije cargándolos, notando como Melian me apretaba el pectoral. ㅡ Puedes lamer si tienes ganas.

Y así lo hizo mi pequeño, puso su pequeña boca directo en mi pezón, como si fuera a sacar leche de ahí, inmediatamente un placentero gemido solté y mi verga reacciono, ahí fue donde Santi bajo de mi agarre.

ㅡ Es muy grande esto, papi. ㅡ Me dijo agarrándolo con ambas manos  y le sale agüita.

ㅡ Puedes lamerla, vida.

E igual que su hermano, acató las órdenes de su superior y empezó a lamer aquello sin pudor alguno, pues claro eran demasiado pequeños como para saber que lo que estaban haciendo era algo tan perverso que estaba penado con cárcel.

Los planes del desayuno habían cambiado para mis niños, buenos, les iba a dar leche, pero no de esta forma. Ya abocado a mis tareas, me volví acostar en la cama donde mi pequeños seguía con su boca bien aferrada a mi pecho y el otro exploraba la virilidad de su padre, esta vez sobre las peludas pelotas de toro, donde la testosterona salía y parecía atraer a mi pequeño Santiago.

ㅡ Los novios se besan en la boca, Mel… ㅡ Le dije para separarlo de la succión y penetrar su boca con mi lengua mientras lo sostenía de la nuca.

ㅡ ¿Te gusto?

ㅡ S-si, papi…

ㅡ Anda, ayuda a tu hermano a que papi sea feliz, Mel.

Le ordene poniéndolo a la altura de mi poronga mientras el pequeño me lamia las pelotas por su propia motivación así que mande a Melian a limpiar las gotas gordas de presemen que salían directamente de donde ellos habían salido, el muy hijo de puta, pese a ser tímido, así lo hizo, agarrando confianza con cada lamida.

ㅡ Santi, ayuda a tu hermano.

ㅡ Pero papá… tus bolas están ricas, son saladas.

ㅡ Es una orden, Santiago. ㅡ Insistí.

Rápidamente este subió hasta el hinchado glande, rodeándola a duras penas con sus manitos mientras, entretenido, el otro putito seguía con lo suyo cuando Santi lo interrumpió y ya acostumbrados a compartir los dos pasaban sus lenguas por mi verga mientras yo tenía mis manos bajo mi nuca y en primer plano los calzones de Melian y simplemente explote del morbo y cómo esos son sin tener experiencia alguna me daban la mejor mamada del año. Me puse de pie e hice que esos dos se acostaran boca arriba, me emepe a mastrubar con la brutalidad que algun dia me cojeria a esos dos y simplemente mis músculos se contrajeron de tal forma que me quede paralisado mientras 9 cargas de semen bañaban a mis dos hijos pese a apuntarles a la boca. Cuando los vi repletos de sus hermanos fallidos simplemente me dieron una perversa ternura, ya los había bautizado como de mi propiedad en un modo primitivo y único. Les di un beso y aun sin ropa al no verlo necesario les hice el desayuno. 

Espero que les haya gustado esta nueva historia.