Mis hijos ¿Y yo? (3)
Estaba realmente consternado, todos mis «valores» se habían ido al caño desde el momento en que decidí llegar a más con mis hijos, pero… En mi mente solo retumbaba; «tu lechita sabe más rica que la del tío José»….
(Relato Ficticio)
Después de que eyaculara en la boca de mi pequeña Lucía, y me soltara esa bomba que por un segundo no comprendí porqué estaba teniendo el mejor orgasmo de mi vida. Y es que… El tener a mi hija de 6 años mamándole la verga a su progenitor y recibiendo su leche. A un lado de nosotros a su hermanito de 3 totalmente desnudo. Esa escena ganadora de un oscar del porno prohibido.
L- papi, tu lechita sabe más rica que la del tío José.
Mi mente se nubló, aunque disfruté del orgasmo que mi hijita me había provocado, apagué la cámara.
No pude hacer nada más, Lucía seguía drogada y aparte también estaba agotada después del cogidón y la desvirgada que le había pegado. Eso y la bomba de saber que uno de mis hermanos ya había violado a mi hija sin yo saberlo. Pero, en ese momento ya no pensé con rabia, sino con remordimiento y al mismo tiempo con un morbo increíble de saber que pasó entre Lucía y mi hermano José.
José tiene 30 años, es blanco apiñonado, mide 1.73, ojos color avellana. Salió a mi padre, tiene una verga tamaño promedio de 15-16cm pero gorda (el se frustra por su tamaño, pero es linda). El vive en casa de mis padres aún, ayuda mucho en los quehaceres del hogar, tiene una carrera pero nunca ha ejercido. Su vida no ha sido muy buena y por ende yo no he juzgado sus decisiones. No es un mal tipo, o por lo menos no lo pensaba así.
A veces me hace el favor de venir a cuidar a mis hijos cuándo tengo que salir de viaje por cuestiones de trabajo, y mis niños lo quieren mucho. A pesar de que el tiene cierto repudio por ellos. La verdad… Ahora entiendo porqué. Tal vez me pongo en sus zapatos, odia tanto a los niños, que es su escudo para poder evitar tener algo más con ellos. Evitarse problemas y pelear con sus demonios. Que claramente, venían de familia.
Y es que si se ponen a pensar, el hecho de que yo le reclame algo, sabiendo que acabo de desvirgar a mi propia hija. Sería muy hipócrita de mi parte.
Pero… Fue ahí dónde mi mente pensó. ¿Solo lo hizo con Lucía?
En el momento en que me dijo eso mi hija la acosté, la limpié, apagué la cámara. Dejé dormido a Mario en mi cama, y la bañé ahora sí, sin morbo alguno. Aunque en el fondo me moría por desvirgar a mi hijito.
Lucía estaba totalmente cansada y parecía muñeca de trapo, tanto por el somnífero que estaba perdiendo efecto, y lo cansada que estaba de tanto llorar. Y fue ahí donde le pregunté; ¿Porqué dijiste eso princesa?
L- mi tío me dijo que era un secreto entre el y yo, aunque a veces… También lo hace con Ma…r… (No terminó de decirlo, y se tapó la boca).
Yo ya no cabía con tanta información que había llegado de golpe. Mi hermano estaba violando a mis hijos sin yo saberlo.
– Mi amor, sabes que te amo mucho. Y puedes decirme todo lo que te pase. Aquí estoy yo para protegerte. (Era un hipócrita, yo lo sabía. Como iba a proteger a mi hija, si yo mismo la había violado unos minutos antes).
L- Papi, me lastimaste y me duele mucho lo que me hiciste. Pero, te quiero. Solo que, tu siempre me has dicho que las promesas no deben romperse. Y yo le prometí a mi tío no decirte nada. Y ahora, me va a regañar y ya no me va a querer.
– Princesa, no te preocupes por eso. Papi está aquí, y tío José no se va a enojar. Aparte… ¿No hicimos algo similar tu y yo hace un rato?
Lucía no pudo responder más y se desmayó (cabe destacar que todo lo que me respondía era muy difícil de entenderle ya que estaba muy agotada y drogada. Aparte teniendo 6 años era difícil aún entender su habla. Así que era complicado comprenderla).
La sequé y la dejé desnuda, a lado de su hermano. Los dejé a ambos desnudos, tomé un baño para apaciguar mi mente y me dormí en medio de ellos.
…
….
Al día siguiente:
– ¿Hola, mamá? ¿De casualidad no está José por ahí necesito hablar con él urgentemente?
J- ¿Esteban? ¡Hermano, que alegría! ¿Que pasa, me dijo mi mamá que querías hablar conmigo? Desde hace 3 meses no sabía nada de ti.
– Lo que pasa es que me surgió un viaje de improviso y necesito que vengas acá. Mi mamá me dijo que no puede, y papá pues ya sabes no va a venir. También le dije a Emiliano, pero su esposa está haciendo unos trámites en Morelia y no están tampoco para poderme ayudar. Eres el único que me puede apoyar. Contraté una niñera, pero me quedó mal a última hora y no puedo dejar este compromiso. Es muy importante.
J- Por supuesto que te ayudo hermano. Ya sabes que para eso estoy cuándo lo necesites. Solo dime qué días necesitas y yo me encargo de cuidar a mis sobrinos.
– Yo se que los vas a cuidar muy bien.
…
…..
No sabía ni que estaba haciendo. Afortunadamente Lucía se encontraba bien. Solo estaba algo seria, tal vez en su inocencia, todavía guardaba algo de cariño hacia su padre.
L- Papi, ayer que jugamos a los papis. No me gustó mucho, pero me dolió (se le salió sin querer darme otra pista acerca de lo que mi hermano les hacía).
Aunque… Déjenme decirles algo; mi hermano no llegó a más con ellos, o eso quiero pensar. Puesto que fuí yo quien le quité la virginidad a mi niña. Aún así necesitaba más información, ya que si quería descubrir toda la verdad. Tenía que tener las bases necesarias para poder saber que hacer.
Y es que aunque estaba labrando un plan para descubrir a José, tenía que estar seguro de todo lo que hacía con mis hijos.
– princesa, príncipe. Díganme algo… ¿Su tío José alguna vez les ha hecho algo malo?
Niños- no papi.
L- el tío José siempre nos trata bien, y jugamos con él. Pero dice que no dígamos nada solo con personas que sepan lo mismo que hacemos con él.
– Ahhhhh… Ya entiendo princesa. Como ayer pasó algo así con nosotros, me tuviste la confianza de decirme.
L- sí papi. Solo que no estoy segura de que mi tío esté contento, se va a enojar. Siempre me dijo que con papi no.
….
…
Como dije anteriormente y en mis relatos anteriores. Jamás me imaginé que iba a caer en las redes de lo prohibido. Yo tenía muy en claro mis valores, y crucificaba a todo aquel que hiciera lo que yo hice.
Quiero pensar que por eso mismo y claro… El tema no es muy fácil de digerir, mucho menos si tu hermano está violando a tus hijos menores de 7 años. Entiendo ahora el porqué José me ocultó todo esto.
…
….
Llegó el día en el que José me iba a «ayudar» a cuidar a mis hijos.
Estaba muy nervioso, hasta podría decir que más nervioso que la primera vez que tuve relaciones sexuales con una mujer. Más que la semana anterior que había desvirgado a mi niña.
– ¡Hermano! Tanto tiempo que no te veía, ni hablaba contigo. Te he extrañado tanto y mis niños no hacen nada más que preguntar por su tío. Que extraño, ya que a ti no te gustan los niños.
J- ¡Hermano, que va! Ya sabes que contados son los niños que tolero y la verdad. Mis sobrinos se portan muy bien. La verdad, son unos niños muy obedientes. Siempre acatan cualquier orden que les doy.
– Que seriedad hermano jajajajaja
J- Ya sé jajajajaja solo estoy bromeando. La verdad no me dan mucha lata. Para lo chiquitos que están, se portan muy bien.
– Bueno hermano, ya se me está haciendo tarde para irme al aeropuerto. Te dejo todo listo en el refrigerador, ya está lo que tienes que prepararles. Como siempre te dejo todo con los días y horarios.
J- ¡Sí, mi general!
Me despedí de los niños, y ellos recibieron a tío José. Y en lo que ellos estaban con el pude ver de en el reflejo de un espejo en la sala como les daba besos en la boca a cada uno.
Fue cuándo tuve una erección tamaño diablo. Y yo tenía que salir, para «irme» a mi viaje. Así que como pude oculté la casa de campaña que traía. Y me fuí.
(No pude creer que jamás me di cuenta de las señales o ví algo similar, hasta hoy).
…
….
Antes de que José llegara puse cámaras de seguridad en lugares específicos y ocultas para poder descubrir que hacía con mis niños. Y así poder llegar en el momento justo, darle la sorpresa a mi hermanito.
Y claro, les ordené a mis niños que no dijeran nada a tío José de que sabía su secreto. Y si no lo hacían, iban a estar castigados. Ellos saben que cuando les digo eso deben obedecer. Y afortunadamente, lo hicieron.
J- Mario, mi amor. ¿Cómo están tus pompitas?
M- mien tío, dedel oto día me ya comechon. (Recuerden tiene 3 años, y aún no habla muy bien).
J- Es normal príncipe, pero… ¿Te gustó? A tu tío José le encantó. ¿Quieres jugar a las espaditas, y al correcaminos que mete el chuchú en la cuevita de Marito?
M- chiiiii
J- Lucía, princesa ¿quieres vernos jugar?
L- Si tío, me gusta verlos jugar. Pero, yo tambien quiero.
Claramente, estaba viendo todo esto en tiempo real. Y no cabía del morbo que estaba presenciando.
Lucía y Mario chupaban la polla de tío José. No toda, solo la cabeza. Se metieron al cuarto y desnudó a mis niños. Ambos se hincaron y siguieron haciendo lo suyo, pero en ese momento mi hermano estaba más interesado en Mario. Así que le dijo a Lucia que cuando terminara con él, iba a continuar con ella.
Después de la sorpresa que le dí a mi hermano me enteré que todo había comenzado cuando Lucía vió a José masturbándose en el baño. Pero… Bueno, no me desvío del tema eso ya vendrá después.
Mario para tener 3 años y no haber visto en meses a mi hermano parecía un experto y le tenía una confianza brutal. Al igual que Lucia, cosa que me sorprendía bastante ya que eran muy tímidos conmigo hasta para bañarlos. Por eso jamás me imaginé que algo así podría suceder.
Le mamaba la verga, le gustaba y José le agarraba la cabeza y hacía el movimiento para metérsela y sacarla con sus manos, eae movimiento que hacemos los vatos cuando una morra nos está haciendo una mamada.
Después de eso, cargó a mi niño y lo empezó a besar como si fuese un adulto, pero esa escena de un hombre con un niño se veía tan deliciosamente morboso que no pude evitar correrme sin siquiera masturbarme. Ya que como había dicho, mi hijo estaba más rico que Lucía, y reitero yo no tenía ninguna inclinación sexual hacia los hombres hasta este momento, y lo más curioso del asunto fue que lo desencadenó mi hijo.
José y Mario se besaban, y el contraste de sus cuerpos era impresionante. Lucía en el fondo de la habitación, los veía como si estuviera mirando su programa de televisión favorito.
Terminaron de besarse y José acariciaba a Mario, se notaba esa lujuria y pasión. Esas ganas desenfrenadas de querer hacerlo suyo, yo lo sentía a través de la pantalla del celular, y sabía que mi hermano estaba hirviendo de lo caliente que se encontraba. Estaba completamente erecto y como mencioné, tiene un pene promedio, pero es la vez que he visto que se le veía muy grande. De niños y adolescentes nos hacíamos pajas juntos, y sabía como era la arrechera de los 3 jajajaja así que… Eso me emocionaba mucho más, el ver a mi hermano completamente exitado por mi niño.
Lo acostó, y lo abrió de patas. Le lamía el culo, le introducía la lengua y le metía los dedos, Mario empezó a llorar y José le decía que se relajara, que ya sabía que ese dolor se quitaba poco a poco. Le mamaba su verguita al mismo tiempo, y así poco a poco dejó de llorar, y lo que vino a continuación me exitó tanto que volví a tener una erección. Mi niño estaba gimiendo, me volví loco y fue cuando no pude más necesitaba penetrar a mi hijo, estando ahí mi hermano.
No les había comentado que todo esto lo estaba viendo en mi teléfono en el estacionamiento de un Walmart jajaja, que estaba a unos 10 minutos de mi casa. Así que… Decidí irme lo más pronto posible y darle la sorpresa a José.
Y dicho y hecho…
Entré sigilosamente a mi casa, y al llegar a las escaleras se podía escuchar claramente los gemidos de José y Mario. Me prendía tanto. Hasta que me armé de valor, y abrí la puerta de recámara y grité; ¡Que está pasando aquí!
Lucía corrió al baño asustada y llorando, Mario reaccionó ante mis gritos de enojo, y se tapó con las cobijas, y José tenía una cara de terror. Que se quedó completamente en shock, y blanco como muerto del susto.
Cuando no se esperó que dijera lo siguiente; ¿No me vas a invitar? Son mis hijos desgraciado. Pinche puto cabrón. De haber sabido.
José aún no volvía en sí, estaba muy asustado, y le metí un madrazo para que reaccionara.
J- hermano, lo siento. Es que yo… Te juro que…
– Shhhhhh…!!! Ya te dije que no pasa nada cabrón.
José no entendía, creía que se trataba de una broma. Ya que tenía algo que contarme algo acerca de Emiliano.
Fue ahí que me dijo que Emiliano, nuestro hermano 48 años, también se cogía a sus hijos. Pero le suplicó que no le dijera a nadie, le rogó y le lloró para que guardara su secreto. Y José le dijo que con la condición de que le dejara probar, el no accedió y le hizo la contraoferta de darle el dinero suficiente para solventar sus gastos, aparte de una pequeña aportación. El convencer a los sobrinos Mario y Lucía de coger con él. Solo así iba a acceder que Leonardo (7) y Jesús (10) estuvieran con él.
Tremenda familia tenía, más bien. Tremenda familia éramos, solo que hasta el momento… Tanto José como Emiliano pensaban que yo jamás iba a acceder a nada. Por eso todo lo hicieron con cautela.
…
….
Si te ha gustado hasta ahora, comenta que quisieras que pasara a partir de que saben el contexto de que los 3 hermanos son igual de pervertidos.
Denme ideas para seguir contándoles esta historia llena de morbo y perversión.
Bro, me faltó más sexo, toda la historia muy bien y muy rica pero era de que avance más
Todos los hermanos bien calientes y morbosos que rico