Mis inicios 2

Cuento una historia real.
Sigo contando mis inicios con mi vecino maduro Manuel. Como recordareis ese primer día yo me encontraba entre sus piernas viendo aquel enorme pene que tenia, con mi pollita muy dura. Manuel me dijo que tocara su pene, que aprendiera a jugar con las pollas, que me iba a gustar mucho. Mientras el jugaba con mi penecito duro, y me daba mucho gusto la verdad. De su polla salía un liquido transparente que me daba mucha curiosidad, él me dijo que lo probara en mi boca, que ese liquido me iba a ayudar a crecer…y yo lo probé. Esa primera sensación fue maravillosa, estaba dulce y quería más, entonces Manuel me dijo que metiera su polla en mi boca como si fuera un helado y lo hice. Poco a poco me daba indicaciones para que lo hiciera mejor, no usar los dientes, saborear bien toda la polla, lamer sus huevos también…hasta que al cabo de unos minutos noté como su cuerpo se tensaba y de pronto me dijo: «ahora vas a probar la mejor leche que jamás hayas tomado, debes tragartela toda.» y yo obedecí, de pronto un mar de leche me inundó mi boquita, era algo entre salado y espeso, pero yo me esforcé en tragar todo. Una vez descargó Manuel todo su semen, me dió un beso en la boca maravilloso. Metiendome bien su lengua y jugando con la mia y con su leche que aún tenia en mi boca. Al cabo de un rato, fué Manuel quien se metió mi penecito en su boca dandome mucho placer. Estuvimos así un rato hasta que sentí como una descarga pero placentera, fue mi primer orgasmo seco.

Después de esto, me abrazó y me besó mucho, me dijo que yo era lo mejor de su vida, que me amaba y me deseaba y que queria ser mi novio, pero en secreto, que nadie debía saberlo, excepto los amigos suyos que él me dijera (eso lo contaré más adelante en otro capítulo). Seguimos viendo el video porno que tenía puesto para que yo fuera aprendiendo más del sexo. Manuel me decía que iba a hacer de mi un putito, aunque yo no sabía que significaba eso, y que iba a aprender a amar las pollas y la leche de hombre. Desde ese momento siempre que estábamos en casa ibamos desnudos los dos, y fuera de casa me acostumbró a ir sin ropa interior. Por la noche a la hora de ir a dormir  me invitó a hacerlo en su cama con él, cosa que yo acepté encantado. Cuando ibamos a meternos en la cama, me dijo que me pusiera en cuatro, yo lo hice y empezo a comerme mi culito,metía su lengua bien y lo acompañaba de besos, poco a poco fué jugando con un dedo de su mano, me lo metía suavemente, y hacía círculos en mi ojete…yo estaba a mil de placer, al principio era un poco doloroso, pero poco a poco me fuí entregando al placer que me daba Manuel con su noca y su dedo. Al rato observo como abre un cajón de su mesa de noche y saca una especie de juguete pequeño, era de color carne, no muy grande, eso si más grande que mi pollita y saca una crema y unta mi culete y ese juguete. Le pregunto que és eso y me dice que es un juguete que me va a ayudar a ser más grande, pero que debo hacer todo lo que él me diga. Me lo pone en mi boca y me dice que lo lama como si fuera su polla, yo lo hago y al rato me pone a cuatro y me dice que va a meterme ese juguete en mi culo, que me dolerá un poco pero que enseguida pasará el dolor y qué tengo que aguantar como buen niño que soy. Yo le digo que tengo miedo, pero el me abraza y me dice que me va a gustar mucho. Entonces cedo a sus deseos y poco a poco me va introduciendo ese objeto en mi culo. Al principio sentí un poco de dolor, pero la verdad que a los pocos minutos era más el placer que el dolor. Y de pronto me dice «ya lo tienes todo dentro de ti, ahora te lo voy a dejar puesto toda la noche y mañana me cuentas que has sentido»….y así pasé mi primera noche con lo que luego supe que era un plug (muy rudimentario para aquella epoca) en mi culo….