Mis inicios
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Saludos lectores, mi nombre es Erick, les contaré mi historia 100% real de mi inicio gay cuando era un chiquillo.
Por el año 1995, las vacaciones escolares de verano eran el pretexto para quedarme varias semanas con mis hermanas mayores en una hacienda rural de mis abuelos, allí vive también mi fogosa tia Delia es madre soltera que lo tuvo a mi primito Wilmer un chiquillo muy inquieto, jovial y tosco peleón para jugar, en contraste con mi carácter reservado que me gustaba jugar a solas con mis carritos y soldaditos, Wilmer es mayor a mi con un año y medio, muy amigo de Marlon José, el hijo de un vaquero y la cocinera, por ese entonces tenia algo asi como 15 años.
Distante y reservado al principio veía los juegos toscos de ambos hasta que una mañana me invitaron a una caminata a la montaña, con recelo acepté, en el bosque hacían casitas de palitos, Marlon sacaba pólvora de los cartuchos de escopeta que le sustraía a su papá lo envolvía en papel y lo ponía dentro de la casa haciendo explosión saliendo bastante humo, eso me gustó mucho y desde ese momento creció mi amistad.
Hicimos otra casita y al quemarla me rei cuando Marlon y Wilmer gritaron Fuego llamen a los bomberos Se sacaron sus penes sin recelo, me dijeron que también lo haga, no acepté porque me dio vergüenza, ellos orinaron la casa, ese fue el momento en que conocí el pene de Marlon era gruesote lleno de pelitos con un glande brilloso por la orina y muy buen descubierto, en contraste con el penecito de Wilmer cuyo glande estaba cubierto botando chorritos de orina, seguía sonriente mirando fijamente esos penes blancos jugosos y bien parados.
Recorriendo el bosque de regreso a casa ambos jugaban toscamente arrojándose objetos uno le rozó la cara a Marlon y esté agarró a mi primito pegándolo de cara contra un árbol, sujetándole las manos le decía que eso no se hace, ambos se rieron después, pero más era Wilmer, que miraba para atrás el bulto de Marlon que se movia circularmente sobre su culo vestido, lo acostó sobre el piso y se le montó sus caras se unieron por un rato, se abrazaron y se decían: culea, culea, no sabia que era esa palabra ni lo que hacían, se dieron vueltas en el piso lleno de hojas y seguían diciendo culea culea, se levantaron, al limpiarse se acariciaban el culo y toscamente entre juegos se agarraban los penes vestidos, pese a que Marlon iba en Jean se podia apreciar su bultote entre las piernas.
Los días siguientes seguíamos yendo al bosque, los juegos de ambos seguían creciendo mi confianza, cuando jugaba con Wilmer a los carritos, Marlon se le acercaba a Wilmer a decirle algo en su oreja y se retiraba, pasaba un ratito me decía que ya venia y me dejaba jugando solo, al rato regresaba un poco cabizbajo veía en sus manos un cartucho de escopeta que Marlon le regalaba en su casita alejada de la casa grande de mis abuelos, regresaba de allá con juguetitos pequeños, una vez vino con el short por detrás mojado y con arena yo se lo hice notar y corrió al baño a limpiárselo. A veces quería acompañarlo pero se enojaba y me prohibia que lo siguiera.
En una tarde quedamos en ir al bosque Wilmer no pudo acompañarnos porque se había cortado levemente el pie con un vidrio, Marlon y yo subimos al bosque, hicimos la casita, me dijo que la orine, con vergüenza me bajé el pantalón a las rodillas y me bajé el calzoncillo, fue la primera vez que mostraba mi pene a un chiquillo Marlon quedó viendo fijamente mi pene me dijo algo que me sorprendió: Que lo trenia más grande que Wilmer se acercó a tocarmela me hice para atrás él insistía en acercarse hasta que de tanta súplica que me hacía me dejé tocar, la sobó largo rato se alargó más dijo que me iba a enseñar un juego más rico de lo que estaba haciéndome, me puse tan cachondo hirviente que acepté, el juego se llamaba culeo y que debía ser un secreto, acepté y me dejé llevar por lo que Marlon me hiciera.
Me quitó la ropa quedando expuesto mi culo, me puso parado de cara contra un árbol me dijo que lo abrazara de reojo vi a Marlon que se me acercaba con su pene parado, me dijo que no regrese a verlo que cerrara los ojos y sintiera lo rico del jueguito empecé a sentir su pene duro y caliente recorrer mis nalgas esa sensación era deliciosa era la primera vez que un delicioso pene recorría mi cuerpo a tal punto que me salió un pequeño puje porque me apretaba, por entre mis nalgas sentí un pequeño dolor se debía a que su glande quería penetrarme yo le dije que me deje porque me dolia. Me dio la vuelta ahora mi culo estaba contra el árbol Marlon me dijo Mira, Eran nuestros penes pegados que se movian, no sentí tan rico como lo de antes pero mi pene se alargó un poco más, logró chuparme los labios y besarme corto, me acostó sobre a ropa tendida y seguia culiando mi pene abrió mis nalgas para que otra vez su glande penetre ahora un poquito más en mi culito me negué a que me lo siguiera haciendo por ahí porque seguía doliéndome.
Se sentó con las piernas abiertas tomó mi cabeza dirigiéndola a su pene, quería que se lo mame pero me negué, me sentó abriéndome las piernas y me mamó repetidamente mi pene sentí una gran delicia me dijo que ahora yo se lo haga pero con recelo sólo levemente le besé el pene. Me mamó el pene cuando ya lo tenía bien parado me acostó se me montó su pene unido al mio decía culiemos asi culiemos asi se levantó y salió su baba blanca a la tierra, Marlon me cubrió totalmente con su cuerpo, sentía su respiración acelerada y su placer de haberme culiado me tuvo asi buen rato, me gustó tener su cuerpo junto al mio.
Al vestirnos me dijo que no contara a nadie esto ni a Wilmer y que si ýo quería seguir jugando con él que nos lo dijéramos en la oreja para seguir culiando en su cuarto y que me regalaría juguetitos o polvora para jugar.
En una ocasión jugando en el bosque quisimos hacer caminitos de fuego pero nos faltaba pólvora, me pidieron que vaya a casa a traer más fósforos y cartuchos y que me dejaban iniciar el fuego, acepté pero cuando regresé no estaban los llamaba pero no me contestaban caminé por el lugar me subí sobre una roca grande vi a lo lejos entre matorrales y ramas de un árbol caído los cuerpos desnudos de Marlon y Wilmer revolcarse sobre la ropa tendida, en silencio me acerque para escuchar y ver mejor a Wilmer en posición de perrito como pujaba cuando Marlon le daba por detrás con el pene, me sorprendí de ver cómo todo ese pedazo de carne de pene le entraba por el huequito de su culito, mi pene se me alargó me lo estiré, escuché que Marlon le decía: Ya vez, ya no te duele, es rico, Verdad, déjate culiar más. Wilmer le respondia afirmativamente, nunca podré olvidar la carita de gusto y satisfacción de mi primito al ser penetrado por el pene de Marlon. El mete y saca sigiuó por un ratito ambos expresaban placer salío la baba blanca por el pene de Marlon mojando las nalgas de Wilmer, se besaron y Wilmer se montó sobre el culo de Marlon para culiarlo.
Teniamos como costumbre que antes de ir a la cama era necesario bañarse, al entrar en nuestro cuarto vi totalmente a Wilmer desnudo sobre su toalla con su cara cubierta en su cama, su piel todavía estaba brillosa por el baño, su culito blanco se movia en señal que estaba culiando a su cama, sus brazos estaban abiertos en cruz, sus manos agarraban fuertemente la sábana, sus piececitos se movian mostrando el deseo de culiar, Wilmer se voltio al sentir mi presencia su pene estaba rojo y bien estirado, se acercò riendose timidamente, nunca olvidaré esa expresión, me quitó la toalla me tumbó en la cama se me montó diciendome que me iba a enseñar a culiar, repetidamente su pene pasaba por mi culo mi espalda recibia su aliento, algo metio de su pene en el culo algo de irritación sentí nació el mismo temor al ser culiado por Marlon pero después desapareció la molestia y empecé a sentir rico Wilmer me lo hizo hasta que escuchamos voces que se acercaban. Fue la primera cogida de mi primito que se repetirian muchas más.
Durante la siesta de mediodía estaba solo jugando en el huerto Marlon me dice en la oreja que me esperaba en el cuarto de su casa para jugar a los soldaditos con pólvora que entrara nomás porque estaba solo para jugar con nuevas explosiones, me gustó la idea.
Al rato entré en su casa me recibió en la sala con barquitos y avioncitos de cartón y papel dentro de una caja con polvora listos para quemarse yo le pregunté por las enferemeras él sólo se sonrió, al jugar pegábamos las mejillas su aliento me ponía más cachondo sobaba mi cuello y culo quemamos los avioncitos y barquitos de papel simulando guerra nos dijimos bang estas muerto, nos acostamos en e piso simulando estar muertos Marlon se me montó diciendo culiemos me dejé bajar algo mi short, Marlon sacó su pene recorriéndolo por el mio me dio la vuelta me bajó más la ropa recorriendo mis nalgas, quieres culiar en mi cuarto, le dije que si.
Se dirigió a su cuarto y me dijo que entrara cuando me llamara, me subi la ropa fui a su cuarto y fue mi sorpresa encontrarlo totalmente desnudo cogiéndose su pene estirado, me dijo ven quitate la ropa juguemos a culiar yo soy el soldado y tu eres mi enfermera, me quité toda la ropa y me acosté en la cama junto a él, nos metimos en las sábanas abrazándonos, mi culo sentía por detrás su ardiente pene nos quitamos las sábanas, me besó el culo su pene se movia por mi culo le salió su baba blanca que cayó en mi espalda.
Me dijo dáme tu culo quiero culiartelo, deseo sentirlo, rápido a mi mente vino la cara de placer de mi primito al ser reculiado por el pene de Wilmer, tenia tanta curiosidad por sentir el pene de Marlon en mi culo que acepté, metió con los dedos la baba en mi culo la sentí un tanto tibia su glande empezó a penetrar crei que me iba a pasar lo mismo que me hizo el penecito de mi primito, qué equivocado estaba, la metió con pasión en cada entrada que pujaba y gritaba decia ya casi aguanta, aguanta, ya casi eres mio, esas palabras quedarán siempre grabadas en mi mente hasta que por fin me entró todo, mis entrañas rugián de dolor, el pene me lo dejó metido un buen rato me lo sacó y se quedó de espaldas sobre la cama mirando al techo me decia que mi culo era suyo, yo estaba en un mar de llantos, me levantó de la cama me costaba caminar crei que me habían partido en dos, era horrible el dolor que sentía, me sentó sobre un balde con agua el jabón y el trapo sirvió para limpiarme, me acosté un buen rato en su cama desnudo con mi culito roto, me vistió diciendome que era un macho y que los machos se aguantan logró convercerme en algo porque sentí placer, pero me sentia extraño, era otra persona ya en el camino de regreso a casa me dijo que era un secreto.
Mi animo cambió pasé varios días extraño cuando iba al baño pero increíblemente con el deseo que me culiara Marlon, siempre al verlo fijaba mi mirada en su bulto, permitì que a solas me culiara en el bosque y en su cuarto solo le pedia que me lo haga despacito que no me doliera y que me ponga su baba, en cada metida se hacia mayor mi deseo goloso de su pene porque mi culo lo sentía rico con más placer con el tiempo dejaba su baba dentro de mi culo.
En una ocasión luego de bañarme me quedé desnudo con mis piernas y brazos abiertos acostado culiando la cama, sentí la presencia de Wilmer y sin chistar le dije Wilmer culéame al instante se quitó la ropa y me penetró el culo, el placer no era tanto como lo hacia el pene de Marlon pero me lubricaba mi culito, esas vacaciones y las siguientes fui amante secreto de dos penes deliciosos que me iniciaron en el camino gay.
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