Mis inicios con Diego y Jaír (parte I)
Esta es la historia de como mis amigos me iniciaron en el mundo del sexo a mis 11 años. .
Hola, desde que inició la pandemia descubrí este foro y siempre había querido contar mi historia, este es mi primer relato y espero que les guste.
Esta es la historia de como mis amigos me iniciaron en el mundo del sexo a mis 11 años.
Me presento, yo me llamo Nicolás, actualmente tengo 19 años, pero esto pasó hace 8 años, cuando era un niño bajito, algo blanco, delgado y con el cabello y los ojos café claro. Todo comenzó una semana antes de salir de vacaciones, yo iba en sexto de primaria y todos estábamos muy emocionados y ansiosos por salir. La escuela en la que iba era de “ricos” aunque yo estaba ahí porque tenía una beca de casi el 90%. Yo me juntaba con un grupito de dos amigos, todos íbamos en el mismo salón y nos llevábamos muy bien. Un día, al finalizar las clases estaba esperando a que mi papá me pasara a recoger para irme a mi casa, pero pasaba el tiempo, cada vez había menos alumnos y seguían sin pasar por mi. Se tardaron tanto que los alumnos que se quedaban a las clases extra (futbol, natación, voleibol,etc.) ya estaban terminando sus clases.
Mis amigos con los que me juntaba: Diego y Jaír, tomaban clases de fútbol, por lo que tenían muy buena condición física, ambos eran altos, algo morenos y de cabello negro (la verdad hasta parecían hermanos), bueno el punto es que me los volví a encontrar en el área de recogida de alumnos cuando terminó su práctica, platicamos un rato entre los tres. Seguían sin pasar por mi, pero al poco tiempo, la mamá de Diego habló conmigo porque mis papá le había pedido que me recogiera pues tenía una junta importante en su trabajo e iba a salir tarde de su trabajo. Así que yo estaba feliz, pues me iba a quedar jugando con Diego en su casa hasta que me pudiera recoger mi papá. El trayecto hacia su casa era algo largo, por lo que nos la pasamos platicando y jugando hasta que después de una hora llegamos a su casa. Al llegar, su madre le dijo que se fuera a bañar porque estaba lleno de sudor y tierra. Diego me llevó a su cuarto y me puse a jugar en su PlayStation esperando a que Diego saliera. Después de unos minutos oigo que deja de caer agua y escucho un grito.
— Oye Nico… pídele a mi madre que te pase una toalla y me la pasas por favor — gritó mi amigo mientras asomaba su cabeza por la puerta.
Le puse pausa al juego y fui con su mamá por la toalla, ella me pasó una toalla blanca que acababa de salir de la secadora, por lo que seguía tibia. Subí rápido las escaleras para no hacer esperar tanto a mi amigo, me metí a su cuarto y toqué la puerta de su baño.
—Pasa— dijo Diego — porque mi madre se va a enojar si mojo el piso.—
En ese momento apenas estaba empezando con la pubertad y según yo, no me gustaban los hombres, pero eso estaba a punto de cambiar. Entre al baño con los ojos cerrados y extendí mi brazo para que Diego pudiera tomar su toalla, pero no lo hizo, así que abrí los ojos para ver dónde estaba, al abrirlos, lo primero que vi fue a mi amigo acostado en la tina mientras desnudo, mojado y metiéndose un cepillo de dientes en su ano, su verga estaba parada mientras que en la otra mano tenía su celular y se estaba grabando a él y a mi, pues quería ver mi reacción. Yo me quedé sorprendido e inmóvil, no sabía que hacer, no podía dejar de verlo a él y a su hermoso cuerpo por el que las gotas de agua le escurrían entre los cuadritos de su abdomen marcado. El se paró con el cepillo aún dentro de él, caminó hacia mi y me dijo
—Mi mamá no nos va a molestar aquí, quítate la ropa y enséñame ese culito hermoso que tienes—
No era la primera vez que tenía una erección, pero si era la primera que tenía con un hombre, además nunca había sido tan fuerte.
—Mira se nota que te gusta lo que ves— dijo Diego mientras acariciaba mi pequeño, pero duro pene por afuera de mi pants de la escuela. Me puso contra la pared y metió lentamente sus manos por debajo de mi calzoncillo, pasó una de sus manos por atrás, dándome pequeñas palmadas y pellizcos en mi culito, mientras que con su otra mano iba poco a poco acariciando mi pene, pasando lentamente su dedo medio desde la base de mis huevos hasta la cabeza de mi pito que comenzaba a sacar líquido preseminal. Mi respiración comenzaba a acelerar al mismo en tiempo que Diego comenzaba a besar mi cuello, esto me hizo excitarme aún más y baje mi pantalón y calzoncillos hasta mis rodillas. El me dio la vuelta, me dijo que me inclinara, poniendo mis manos en mis rodillas, parecía que estaba hipnotizado por su hermosa voz de hombre, porque hice lo que me pido inmediatamente. El se arrodilló separó mis nalgas y comenzó a lamer mi ano, yo me sentía en el paraíso cada vez que su lengua tocaba mi piel blanca sin pelos.
—Creo que ya estás listo— me dijo
Y procedió a sacarse el cepillo que aún tenía dentro y dijo —inclínate más para que no te duela— eso fue lo que hice mientras él iba metiendo de poco en poco el cepillo en mi apretado ano virgen. Apenas entró la punta del cepillo cuando alguien tocó la puerta, era la mamá de Diego. Yo me apuré a subirme mi ropa rápido, pero parecía que a Diego no le importaba
—Se nota que si se divirtieron chicos— dijo guiñiendo el ojo —pero ahora por anadr comiéndose entre ustedes, ya no les dio tiempo de comer jejeje, porqué ya llegó tu papá por ti Nico vístete rápido para que tu padre no sospeche nada— yo me quedé muy sorprendido y con miedo, no sabía como reaccionar a los comentarios de la mamá de Diego.
Cuando estaba saliendo hacia el coche de mi papá, Claudia (la mamá de Diego) me dijo —haber cuando vienes otra vez para poder invitar a Jaír y que se diviertan entre los tres— mi papá le agradeció a sus mamá y mientras nos dirigíamos a mi casa no podía dejar de pensar en lo que había sucedido en el día y no podía esperar el día en que pudiera repetir lo sucedido.
sigue contando se pondra muy bueno tus relatos saludos amigo…..
Gracias por tu comentario. Ahora estoy trabajando en la siguiente parte, pero aún tengo algunos exámenes en la universidad, pero espero terminarlo lo más pronto posible. Saludos