MIS PEQUEÑOS HIJOS I
Ariel y Ariadna son mis pequeños gemelos de 7 años, los cuales están explorando su sexualidad.
Mi Hija Ariadna – Parte I
Mi nombre es Nelson y soy un padre joven, tuve a mis hijos a los 17, mi esposa también es joven, más joven que yo, ella tenía 13 cuando salió preñada de nuestros hijos de nombre Ariel el mayor por 3 minutos y Ariadna, les decimos Aris para abreviar, cuando los llamamos al mismo tiempo.
Quizás piensen que yo fui un degenerado que se aprovechó de una inocente niña, pero la verdad es que ella me confesó que desde muy chica -no me dijo edad- ella ya tenía sexo, pero nunca me ha dicho con quién, quién fue el que la hizo mujer, pero debo decir que cuando estuve con ella, ella fue quien me enseñó a follar, yo era solo de meterla y ya, pero ella me enseñó a ser un verdadero follador, tanto así que he tenido algunas mujeres de mi edad y mayores que me dicen que soy un verdadero macho follador.
Mi familia la considero una familia normal, mi mujer trabaja de 6 am a 1 pm con su padre y hermanos, yo trabajo de 9 am a 5 pm. Tengo sexo con mi mujer casi todos los días y los fines de semana hasta tres veces en el día, mi mujer no le hace asco a nada y es muy abierta en cuanto al sexo, hemos hecho tríos con amigos y amigas en común, es muy adaptable, puede comerse una rica panocha como una buena verga y yo también he aprendido a adaptarme, puedo follarme un culo de marica o de hembra, así como follarme una rica panocha. Hemos participado en orgías bisexuales, intercambio de parejas y muchas otras cosas más que van ligadas al sado bondage, eso sí, yo nunca he dejado que me den por el culo, es una línea que no estoy dispuesto a pasar, pero ha habido hombres e incluso mujeres que me han chupado el culo y hasta me han metido el dedo, pero eso es lo máximo que permito en mi culo.
Ahora vamos a los hechos que no son para nada normales en mi vida, después de aprender tanto con mi esposa, siempre estoy abierto a nuevas experiencias sexuales, pero no estaba preparado para lo que vi ese 23/12 a las 7:30 am cuando fui al cuarto de mi niña Ariadna y ella estaba masturbándose, mi nena de tan solo 7 años se masturbaba fuertemente y decía:
- Sí rico, rico, rico, sigue papi, sigue, haz que me corra con tu vergota, lléname de leche. Métemela papi, duro, duro, soy tu perra mi amor.
Ella gemía y gemía mientras repetía línea a línea lo que su mamá me había dicho la noche anterior mientras la estaba follando y estaba por correrme, mientras ella ya iba por su cuarto orgasmo. Sorprendido bajé a la cocina y me hice el loco, no sabía qué hacer, mi nena nos ha visto follar a mi mujer y a mí, no sé desde cuándo, pero ella está masturbándose deseando ser ella la que recibe mi verga, pero ella es mi niña, mi dulce y pequeña nena.
Desde ahí empecé a vigilar de cerca a Ariadna, veo todo lo que hace y deja de hacer, descubrí que cada noche que yo follaba con su madre, ella esperaba que su mamá se despidiera y ahí empezaba a darse amor, repetía las palabras que su mamá decía el día anterior al pie de la letra, palabras como: quiero que te corras en mi cara, quiero comerme tu leche, úsame como tu perra, tu depósito de leche, párteme el culo maldito cerdo, soy tu perra, soy tu esclava, soy tu puta, demuéstrame que eres mi macho destrózame la panocha.
Todas las noches que follaba a su madre, intentaba ver por dónde nos estaba viendo, pero no podía verla por ningún lugar, pasó un mes y medio, llegamos a los primeros días de febrero y vi que mi hija se comportaba un poco atrevida con sus tíos de parte de madre, que por cierto no son pocos, mi esposa tiene 5 hermanos mayores todos casados y con hijos varones, cada uno tiene entre 2 y 4 hijos, mi esposa es la menor y hay una diferencia de 14 años entre el último varón y ella, mi hija se había cambiado de ropa para estar más cómoda, se puso una falda pequeña roja que quizás era de cuando tenía cinco años, apenas y le cubría el culo, por debajo pude ver que el calzoncito no era de los calzoncitos blancos que solía comprarle, tenía puesta una tanga negra capaz de robar miradas, cuando caminaba meneaba el culo como tratando de llamar la atención o ser sexy y la verdad es que lo logró, a mí se me paró la verga de una cuando la vi, porque para combinar con su conjunto de putita, tenía un top negro como su tanguita, creo que todos nos dimos cuenta que la nena anda pidiendo verga, porque mi suegro dijo:
- A las hijas de uno, uno debe de cuidarlas, para que nadie se le adelante y se le coma el mandado, es mejor que un padre estrene a su hija, antes que venga algún desgraciado y le haga el mal.
- ¿Cómo así dice eso suegro?
- Pues mira a tu hija, yo creo que ya está lista y si no eres tú, otro se te va a adelantar -dijo mientras se sobaba la verga que también estaba parada y se veía igual de gorda y larga que la mía.
- Suegro, no siga con ese pensamiento o voy a creer que usted estrenó a Odalis.
- Te hablo por experiencia, yo estrené a mi hija, no iba a dejar a mi pequeña y amada hija en las manos de cualquier degenerado, ella aprendió desde chiquita a escoger entre un hombre y otro, en especial escoger a uno que la tenga feliz, por eso sé que tienes buena verga, porque mi hija se casó contigo, la tienes satisfecha, eres cumplidor, un macho arrecho como todos los machos en esta familia, bueno al menos casi todos porque tengo dudas de Arielito, es muy delicadito como para ser digno de tener el apellido Vergara.
Yo no supe qué decir, mi mujer fue estrenada por su padre y ahora pretendía que yo estrene a mi hija, por lo que entendí si no la estrenaba yo, la estrenaba él, mi pequeña no podía seguir en este lugar con un hombre tan degenerado.
- Mujer agarra a los niños, nos vamos de aquí y no pienses en regresar acá con los niños.
- No te pongas así yerno, es la verdad, tú hija anda deseosa de verga y si sale como tu mujer, de la buena verga, grande y gorda, destroza panochas y culos, de esas que las hace gritar y las vuelve adictas.
Yo saqué a mi hija de ese lugar del infierno, en su perra vida, Genaro el degenerado volvería a ver a mis hijos, si mi mujer quiere seguir viendo a su violador, problema de ella, si gustan pueden hasta seguir follando, pero a mis hijos nadie los toca.
Después de enfurecer y salir de ahí con mi familia, iba pensando en el camino que nunca mencionó que mi hijo Ariel esté deseoso de verga, solo a mi Ariadna la trató como puta, quizás es el instinto protector hacia mis hijos y no es que esté pensando que tanto Ariadna como Ariel anden en busca de verga, porque mi nene no es jotito, jamás no he visto que sea amanerado, aunque sí es un poco diferente, pero no es marica, estoy casi seguro eso.
A mediados de febrero mi hija entró como en un estado de ninfomanía, no era necesario que mi mujer y yo follemos para que ella fielmente todas las mañanas y noche cuando pensaba que todos estábamos ocupados o dormidos se esté acariciando su puchita, puedo decir con certeza hasta que sabe lo que es un orgasmo, porque hasta no sentirse satisfecha, no deja de masturbarse con sus pequeños dedos.
Mi mujer y yo tenemos un grupo cerrado de amigos somos 5 parejas que hemos intercambiado pareja y dentro de esa pareja incluso hay una pareja gay que le gusta ver como me cojo a su marido, mientras él se coge a mi mujer e incluso le gusta ver cómo mi mujer se coge a su marido con un arnés mientras yo me lo cojo a él.
La reunión que fue el viernes 17 de febrero, mi casa fue la anfitriona para los hombres y la casa de Magda, una negra hermosa y aguantadora, fue la anfitriona para las mujeres, siempre nos reuníamos en grupo, los hombres en una casa y las mujeres en otra, para decidir quién quería follar con quién en nuestra próxima fiesta, además de jugar cartas apostando, beber y pasar un buen rato, en mi casa estábamos reunidos 6 hombres entre los 20 y 40 años, después de estar bebiendo y jugando, mi hija baja de su cuarto con solo una tanguita dorada y unos zapatitos de tacón plateados un poco altos que le compramos para la quinceañera de un familiar mío. Todos al verla bajar así nos quedamos impávidos viendo a esa pequeña, prácticamente vestida como puta y de las de alto costo.
- Pequeña ¿qué haces despierta a esta hora? ¿Tienes ganas de lechita? -pregunta Fabio, el mariconcito que es bien pasivo.
- Vengo a ver qué hacen, porque se están riendo y yo no tengo sueño.
- Estamos jugando, ¿quieres ver a lo que jugamos? ¿o a lo mejor quieres jugar con nosotros? -responde el marido del mariconcito, Steven.
- Si quieres jugar puedes sentarte conmigo, yo te enseño -ofrece el negro Darwin, un negro con una potente polla igual de larga que la mía e igual de gruesa, solo que más lechera.
- Creo que es mejor que juegue conmigo, yo tengo mucha experiencia jugando con niñas, tengo sobrinitas mucho más pequeñas y juego con ellas cada que puedo, ella disfrutan mucho jugar conmigo -propone Edgardo, un hombre que es muy rudo para follar, en especial porque puede tener una polla de solo 16 cm, pero es de las más gruesa que he visto en mi vida, he visto solo una polla igual de gruesa y la de él tiene una cabezota de champiñón que sobresale de su polla.
- Yo conozco a la nena desde que nació, si va a jugar con alguien es con el tío Ted, el que le da todo lo que quiere y le puede dar lo que necesita -exclama mi mejor amigo Ted Brown, un hombre con la altura de un gigante, 1,98 cm, su polla es igual de gigante, Ted es el único que tiene la polla más grande que la mía y me saca sus buenos 4.5 centímetros, además es del mismo grueso que la polla de Edgardo, solo que la cabeza de su polla es de punta de flecha.
Yo escuché lo que dijeron todos y entendí que estos bastardos definitivamente están buscando meterle mano a mi hija, me sorprendió que hasta el mariconcito quisiera darle polla, quizás no era tan mariconcito como parecía yo estaba bien ebrio y un poco marihuano, así que solo dije:
- Nadie se acerca a mi hija, bueno Ted, tú si puedes jugar con ella, eres como su hermano mayor y eres mi mejor amigo, yo confío en ti, si mi hija fuera más grande, definitivamente serías mi yerno.
- Pero eso no es problema -dice Steven- mi amorcito tenía 11 y yo 28 cuando lo hice mi hembra, siempre ha sido mío el maldito puto.
- Pero cariño la nena tiene 7, no puede tener un marido, quizás después, por ahora es una nena con la que todos podemos y queremos jugar.
- Siempre tan dispuesto a jugar con nenitas cariño
- Y con nenes, no olvides que hemos jugado con varios nenes, mi amor.
- Ya silencio, no me dejan pensar -grito para todos, aunque solo están hablando Steven con Fabio-. Nadie va a tocar a mi hija, ella es una niña, no sabe lo que hace, ella solo está confundida.
- Ella puede estar arrecha, sedienta de verga, le puede estar picando la cuca, pero algo que no está es confundida -responde Edgardo-, ella definitivamente anda en busca de verga y vino a nosotros por ella.
- ¡Nadie toca a mi hija! Ted agarra a la nena y no dejes que ninguno de ellos toque a mi hija.
- Papi no te enojes, me asusto
- Papi no está enojado mi amor -dice Ted mientras sienta a mi nena en sus piernas y le da un beso en su cuello-, solo está un poco irritado y confundido -le gira la cabecita y ahora le da un beso cerca de su boquita y en la frente-, además está más ebrio que nosotros.
- Bueno, pero yo quiero jugar contigo tío Ted.
- ¿De verdad cariño? ¿Y qué quieres jugar conmigo?
- Al caballito, al caballito -responde mi hija entusiasmada
- Pero mi amor, ahora no puedes subirte a mi espalda.
- No, a ese caballito no, al otro caballito.
- ¿Cuál otro caballito?
- Al que suelo jugar con mis primos Adolfo, Mike, Levi y Fabián
- Y tus primos son grandes -pregunta Fabio muy interesado.
- Sí, ellos son grandotes, así como ustedes, bueno, no tanto como mi tío.
- Enséñale al tío Ted lo que juegas con tu primos, linda, el tío Ted seguro quiere saber cómo juegas con tus primos mayores, yo también estoy interesado en aprender porque nunca me contaste de ese juego.
- No puedo papi, mis primos me dijeron que tú no puedes jugar a eso, pero quizás el tío Ted si pueda.
- Claro mi amor, yo juego contigo a todo lo que quieras.
- Mira yo solo me tengo que poner del otro lado -dice mi hija y Ted la voltea dejándola cara a cara a él.
- ¿Así mi amor?
- Sí, pero falta el caballito, no está el caballito.
- ¿Cuál caballito corazón?
- Una cosa grande que tienen los hombres que se le brota aquí -responde mi nena tocando la verga de Ted- Pero no está como debe, debes sacarla para que yo me pueda montar al caballito.
Escucho gemir a Ted y también a todos los hombres en la sala, creo que yo también gimo porque imagino en ese mismo momento a mi hija frotando su rajita en mi verga.
- ¿Así mi amor? ¿Así debe estar el caballito?
- Sí, aunque es un caballito más grande y grueso que la de mis primos.
- ¿De verdad?
- Sí, está hasta más grande que la del tío Gabo y eso que él ya la tiene grande porque es el papá de Levi y Fabián.
- ¿Tu tío Gabo ya jugó contigo mi reina hermosa?
- Sí, pero solo una vez, el tío dice que yo no soy como Ariel, ellos prefieren jugar a que son perritos y que Ariel es su perrita.
- Ufff ya quiero jugar con la perra de tu hijo -me dice Steven-, lo más seguro es que se coma esta y la de todos, de saber que tienes hijos tan putos hace rato que les hacíamos la fiesta.
- Mi Ariel no, él no es joto, seguramente mis cuñados lo violaron. Mi dulce y pequeño Ariel, cuánto debe de estar sufriendo.
- No papi, él no llora, siempre les dice a mis tíos como mami te dice a ti, que más duro, más duro y mis tíos siempre terminan muy cansados cuando juegan con Ariel.
- ¿Qué te parece muñeca si me muestras cómo juegas con tus primos?
- Espera, tengo que sacarme los chones, porque después el caballito no disfruta.
Mi hija se quita la tanga con la experta ayuda de Ted, quedando casi desnuda y su rajita está al descubierto, pequeña, cerradita y sin pelitos, el estar marihuano me hace pensar en lo rico que debe ser romperle toda la cuca a punta de vergazos, hacerla desear no volver a ser tan zorra por lo destrozada que va a quedar, imagino a Ted rompiéndole el culo, mientras yo le rompo la cuquita, haciéndola gritar y llorar, porque eso es lo que se merece por zorra, por andar de calienta pollas, por andar de caliente, siendo tan pequeña.
- Ahora tengo que poner mi rajita en el caballito, para poder sentir rico.
- Sí mi amor, pon tu rajita en mi vergota, perdón en mi caballito,
- Ahora que ya está así tú debe empezar a relinchar y moverte duro de arriba abajo para sentir rico en mi puchita, debes seguir así hasta que sienta bien rico y se sigue haciendo hasta que tu caballito se canse.
Ted empezó el movimiento como si estuviese follando a mi hija fuertemente, aunque solo le estaba arrimando la verga directamente en la panocha, mi hija solo decía que se mueva más rápido, más rápido, que le gustaba así.
No sé en qué momento perdí completamente la razón, Ted puede ser mi mejor amigo, aunque sea menor a mí, yo tengo 24 y él tiene 21, pero es un hombre de 21 años que está refregando su larga y gorda verga negra en la cuca de mi hija y lejos de estar molesto, asustado o incluso iracundo, lo único que puedo ver es a una putita disfrutando de una buena verga y a un macho dándole placer a mi hija. Me pongo pie y avanzo hasta donde está mi hija cabalgando a su macho, Ted me mira con precaución, quizás pensando que voy a quitarle a mi hija, pero no es así, nunca he estado tan excitado como en este momento, donde puedo ver a mi hija disfrutar de una verga, ni siquiera me excité cuando la vi masturbarse, pero ahora sí, está claro que mi hija es una puta, todavía virgen, pero puta y si lo que dice de Ariel es cierto, entonces mis Aris están hechos tremendas putas, uno más que la otra.
Cuando llego donde están Ted con Ariadna, agarro el cabello de mi hija, lo enredo en mi manos y lo tiemplo hacia atrás, haciendo que sus ojos vidriosos y lleno de lujuria se encuentren con mis ojos llenos de perversión y pensamientos lujuriosos, después que la veo fijamente, me acerco a ella y la beso como poseído, como desesperado, me como toda su boca y ella me devuelve el beso con maestría, chupando mi lengua y entregándome la de ella, con ese beso me hace saber que mi nena ya ha sido besada muchas veces, su técnica es tan buena que puedo decir que compite con la mía, después de terminar de besarla, ella me queda viendo y me dice si vamos a jugar a las vaquitas, al mismo tiempo que a los caballitos, que sus primos suelen mezclar los dos juegos.
- ¿Y cómo se juega a las vaquitas mi reina?
- Ahhhh… papi, es muy… ahhhh sí tío, sí, rico, rico mi amor. Papi debe sacar la tetita para yo sacar la leche.
No soy ningún pendejo, mi hija seguirá virgen de panocha y culo, pero al parecer ya le han estrenado y entrenado la boca.
- ¿Así mi reina? -le digo mientras saco mi polla que no le hace buena competencia a la de Ted, mi polla mide 21,5 cm mientras que la de Ted mide 26 cm
- Es como la de los tíos, papi, ahora debes meterla en mi boca y entrar y salir rápido hasta que salga el premio, tu lechita papi.
Me subo a la silla en la que está sentado Fabián y le ponga a mi nena mi verga en la boca, la cual ella chupa, pero se nota que no lo sabe hacer muy bien, o al menos se le complica mientras está siendo manipulada por Ted.
- Papi tú debes agarrar mi cabeza y hacer fuerte para que salga mi lechita o la vaca no me dará leche.
- Ella quieren que le follen la boquita -aclara Edgar, que al igual que los otros, tiene la verga afuera masturbándose mientras ve la escena.
- Ya entendí pendejo -es mi respuesta.
Agarro la cabeza de mi hija y le digo que abra grande, después de eso estoy entrando en ella y saliendo poco a poco, pero las tragaderas de mi nena están bien entrenada y puedo meterle media verga sin ningún problema, voy lento unos segundos y después le estoy follando la boca como un desesperado, la estoy follando tan fuerte que siento que en cualquier momento me voy a correr, pasado unos 3 minutos solo doy un grito diciendo:
- Me corro puta de mierda -empiezo a correrme y mi hija se traga toda mi leche sin dificultad y sorbe hasta la última gota.
- Está rica la leche de esta vaquita mejor que la de los tíos y esa que la del tío Javier me gusta mucho, aunque él casi no me da leche.
- Es una verdadera puta, hermano, deje que nosotros también usemos esa boquita -dice Darwin-. Yo tengo buena leche en mis huevos para darle a zorritas como su hija, la voy a dejar llenecita.
- Nadie toca a mi hija, es mía y nadie la va a tocar
Yo termino de decir eso, cuando escuchamos a Ted exclamar:
- Maldita perra, te voy a bañar con mis mecos -y así es como Ted acaba en la panocha y barriga de mi Ari, quien lleva sus dedos hasta la leche que Ted le acaba de dejar y se la lleva a la boca.
- Es una puta deseosa de leche, solo déjanos darle la lechita que tanto quiere, si amas a tu hija, déjala que disfrute -habla Darwin de nuevo.
- En su cuerpo, pónganla en la mesa y solo mastúrbense hasta acabar en su cuerpo, nadie se la pone en la boca o en alguna otra parte del cuerpo.
- No tienes que preocuparte compa -afirma Edgardo mientras agarra a mi hija y la ubica en la mesa, él es el primero en subirse y masturbarse hasta acabar y cubrir a mi nena en su leche. Después que Edgardo baña a mi hija con sus mecos, le siguen los otros y ella está feliz en medio de tantos hombres, mientras que uno a uno van deslechándose encima de ella. Todos agotados nos quedamos dormidos y mi hija en la mesa también se queda dormida, cubierta de leche.
Notita: Primero veremos 2 o 3 partes de Ariadna, después 2 o 3 partes de Ariel y de ahí ya tendremos unas 2 partes de los niños disfrutando juntos con su familia y los amigos de sus padres, ese es el final.
No te olvides de comentar y puntuar, siempre estoy a la espera de los comentarios, ahora más tarde subo la de Sir Peter
como sigue?
Delicioso relato esperando donde ya le den verga bien duro
Sube las otras partes 🤤🤤