Mis primeras leches para mi primo, y un extraño episodio con mi Padre
Al fin llegan mis primeras eyaculaciones y el dueño de esa leche es mi primo. Y algo extraño ocurre durante una noche con mi Padre. .
Como les he contado en mis relatos anteriores, viviendo con mi primo comenzamos a explorar el sexo desde pequeños, creciendo juntos y disfrutando todo el placer que podíamos.
Desde mis 6 años y mi primo con 10 que partimos primero con mamadas y luego con sexo anal, siempre fuimos los dos disfrutando como activos y pasivos, creo que ambos roles nos daban placer, aunque siempre yo era el único que recibía su leche en mi boca o dentro de mi culo porque hasta ese momento no lograba eyacular.
Incluso cuando incorporamos al amigo de mi primo a nuestros juegos, seguía siendo yo el encargado de tragarles la leche a ambos.
A mis 10 años las tardes de mamadas y sexo con mi primo seguían siendo casi de todos los días y luego por la noche durante mis duchas, las pajas eran obligación. Hasta que llego el gran día.
Esa tarde habíamos regresado del colegio y luego de jugar y ver televisión nos fuimos a nuestra sesión diaria de sexo. Como de costumbre partimos con mamadas y luego sexo anal. Mi primo ya con 14 tenía una verga bastante gruesa, aunque mi ano estaba acostumbrado a su tamaño. Literalmente mi ano creció junto a su verga.
Recuerdo que mientras me partía el culo en 4 sentí una sensación diferente en los testículos y al terminar, luego de limpiarnos me quedó una especie de dolor o malestar que no había sentido antes.
Mas tarde, mientras me duchaba comencé a hacerme la paja correspondiente y recuerdo que fue una sensación tremenda cuando llegando al climax me comencé a pajear con mas fuerza, y el momento llegó. Vi por primera vez como un chorrito de semen salía de mi pene! Fue lo mejor, ya me sentía un adulto y no esperaba el momento para mostrarle a mi primo y que se tragara todo.
Terminando la ducha y después de la cena (en Chile le llamamos «once»), fui corriendo a contarle a mi primo y acordamos que al día siguiente sería solo yo el que lo penetrara hasta que pudiera acabar en su culo.
Y así fue, llegamos del colegio, almorzamos rápidamente y fuimos directo a la acción. Yo ya traía la verga dura solo de la emoción, y apenas cerramos la puerta de la bodega me quité los pantalones para que mi primo la tuviera a su disposición para comenzar a chuparla. No sé si mi emoción era mucha, o mi calentura estaba por las nubes, pero no pasaron muchos minutos y sentí esa exquisita sensación.
– Ya, me va a salir – Le dije a mi primo agarrándole la cabeza con las manos para poder meterle la verga más profundo en la boca.
– Ya, tiramela- Fue lo único que alcanzó a decir mi primo antes que empezaran a salir los chorros de semen directo en su boca.
– Ohhh-. Yo gemía del placer y la alegría que me daba llenarle la garganta con mi semen.
– Buena, tiraste caleta-. Me dijo mi primo cuando terminó de limpiarme la verga con la lengua para tragarse toda mi leche.
– Te lo chupo para que se me pare y te pueda culiar-. respondí metiéndome su verga en la boca.
Como ya era mi costumbre hace años, saboree esa verga por varios minutos hasta sentir su leche en mi boca y tragármela toda como siempre.
Al terminar de limpiarle la verga ya la mía estaba dura nuevamente lista para la acción. Se recostó de espaldas sobre una caja y abrió las piernas para quedarme viendo mientras se la metía sosteniéndole las piernas a mis costados. Ya nuestros culos estaban tan acostumbrados a recibir nuestras vergas que solo necesitábamos un poco de saliva para que entraran. Estuve un par de minutos metiéndosela mientras a el se le volvió a poner dura y comenzó a pajearse. Cuando sentí que nuevamente venía esa bomba en mis testículos, aceleré mis metidas y sacadas, hasta que finalmente logré llenarle el culo a mi primo, al mismo tiempo que el con su paja soltó varios chorros de su semen sobre su abdomen. Fue maravilloso sacarle la verga del culo y ver como le corría mi semen por las nalgas, me reía solo de la emoción de haberlo llenado por primera vez.
Esa fue la primera de muchas veces que le di todo mi semen a mi primo.
Ahora quiero aprovechar este relato para contar un episodio extraño que ocurrió con mi padre, más o menos cuándo yo tenía unos 11 o 12 años.
Como les comenté en relatos anteriores, mi padre en ese entonces debió tener cerca de 35 años y mi madre 38 o 39. Cuando esto ocurrió, mi hermana ya tenía 5 años y había llegado un nuevo o hermano que tendría poco más de un año. Desde que mi madre quedó embarazada de mi hermano menor, mi padre algunas noches se pasaba a dormir conmigo para no incomodar a mi madre que dormía con mi hermana y ahora embarazada necesitaba más comodidad.
Mi cama era pequeña, así que no teníamos mucho espacio y dormíamos bien juntos. Yo siempre fui de dormirme con facilidad y nunca despertaba mucho por las noches. Solo sentía cuando mi padre llegaba y me pedia que hiciera espacio en la cama, y luego seguía durmiendo hasta el día siguiente.
Yo en ese momento ya llevaba años teniendo sexo con mi primo a escondidas, pero hasta ese momento mantenía eso en secreto y nunca vi a mi padre con alguna intensión sexual, hasta ese momento….
Recuerdo que un día mi padre llegó más tarde de lo normal a casa, porque había pasado la tarde en una cena con sus compañeros de trabajo. Yo ya estaba acostado a punto de dormirme cuándo llego a mi habitación y me pidió que le diera lugar en la cama. Por esa época yo dormía usando calzoncillos y una camiseta de pijama, y mi padre siempre durmió solo con calzoncillos. Me hice a un lado y me dormí como de costumbre. No sé bien cuanto tiempo pasó, cuando desperté a media noche… Y me llevé una gran sorpresa. Mi padre se había puesto de cucharita conmigo, abrazándome por la espalda y tenía la cabeza de su verga puesta en medio de mis nalgas. y sentía como daba unos pequeños empujoncitos muy suaves, y su mano estaba en mi entrepierna sobándome el pene. Yo ya tenía la verga dura por las caricias de mi padre, pero cuándo me di cuenta de la situación, sentí como que me explotaría de la calentura. Tenía a mi padre con su verga en mi culo y manoseándomela.
Obviamente me quedé inmóvil disfrutando de la situación, pero queriendo totalmente recibir la verga de mi papá dentro de mi culo. No podía moverme para no espantar a mi padre ni podía tampoco pedirle que me la metiera directamente, para no delatar mis sesiones de sexo anal con mi primo. Se suponía que yo no sabía nada de sexo…
Hice un intento por acomodarme para abrir más mis nalgas y que su verga pudiera quedar mejor acomodada pero sin moverme demasiado para que mi padre siguiera con su tarea. Al parecer sentir mi ano en su cabeza, lo puso más caliente, porque sentí que sus empujoncitos se hicieron más intensos, y mi gloria total llegó cuando sentí su mano meterse por debajo de mi calzoncillo para acariciarme la verga sin barreras. Me hacía una paja muy suavemente subiendo y bajando su mano, sin apretar mucho.
En ese momento lo único que quería era voltearme y meter directamente su verga en mi culo, pero no me atreví. Solo seguí disfrutando el momento, imaginando la verga de mi padre en mi boca y la mía en la de el. Fueron varios minutos de sentir su gruesa cabeza en mi culo y su mano pareándome, hasta que sentí que ya casi venía mi eyaculación, así que me dio vergüenza y me moví bruscamente para que mi padre se percatara que estaba despertando. Funcionó perfectamente, me sacó su mano de mi verga y se volteó hacia el otro lado de la cama sin decir nada. Al rato me dormí nuevamente y al despertarme ya mi padre no estaba en mi cama.
Fue la única vez que sentí que mi padre hizo eso conmigo, no supe si lo hacía siempre que dormíamos juntos o fue solo esa ocasión. Lo que si supe, es que me encantó y tuve varios sueños comiéndome su verga y tragándome su leche.
Recuerden que si les gustó este relato o los anteriores, pueden enviarme sus comentarios a [email protected]


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