Mis primeros clientes.
El pequeño Sergio y sus aventuras… No empiezo por el principio, pero no os dejaré sin un final..
No debía tener más de 7 años cuando mi papá decidió que era hora de empezar a prostituirme.
Llevaba toda mi vida mamando vergas. La de mi padre la mamaba prácticamente desde que nací y sé que después también se la mamaba a algunos de sus amigos más próximos. En cuanto a mi culo, hacía por lo menos 2 años que era violado brutalmente todas las noches por la enorme polla de mi papá. No había día que fallara… Siempre, antes de irse a dormir y sin importar la hora que fuera, venía a mi habitación, apartaba las sabanas, me bajaba el pijama hasta los tobillos, se escupía en la verga, me escupía el ojete, me tapaba la boca con una mano y con la otra empujaba su miembro hasta lo mas profundo de mi recto, me follaba brutalmente hasta correrse y cuando acababa me decía que era un buen chico, me daba un beso en la frente y se marchaba. Un ritual que se repetía todas las noches. Claramente, cuando comenzó yo siempre lloraba pero después de dos años estaba tan acostumbrado que solo me dejaba hacer, no oponía resistencia alguna.
En una de esas noches, no recuerdo bien cuando, mi papá, después de haberse corrido se me acercó al oído y me dijo:
-Bebé, por fin estás listo. Mañana vendrás conmigo a hacer el reparto- Me dio un beso en los labios.
-En serio papi? Siempre he querido saber donde llevas todas esas cosas que cargas en la furgoneta- Dije inocentemente.
-Pues mañana lo verás, tú descansa- Su sonrisa era malévola.
Recuerdo estar nervioso y dar muchas vueltas en la cama esa noche. Mil preguntas se me venían a la cabeza. Donde iremos? Habrá juegos? Porque me ha dicho “por fin estás listo?” Yo siempre había estado listo parta ir a repartir con él… No entendía nada.
Mi papá era repartidor, yo estaba acostumbrado a verle cargar su furgoneta con todo tipo de cosas. Esa mañana la furgoneta estaba completamente vacía.
-Papi, aún no has cargado la furgoneta y es tarde, quieres que te ayude?- Dije con mucho entusiasmo, por fin acompañaba a mi papi en una de sus entregas.
-Tranquilo bebé, hoy serás tú la mercancía- Reía descontrolado…
-Como?- Yo siempre inocente
-Nada bebé, tú no te preocupes, papá sabe. Sube que ya nos vamos.- Su mirada era la de un loco, no lo reconocía.
Me subí al asiento del copiloto, me puse el cinturón, estaba emocionado, mi padre nunca me llevaba con él, por fin iba saber que hacía cuando se iba a trabajar.
De repente y sin venir a cuento, me suelta:
-Te limpiaste bien el culo en la ducha?- Dijo con tono muy autoritario.
-Sí papi, como todas las mañanas.-Respondí
-Bebé, hoy quiero que te portes mejor que nunca, entiendes? Vas a hacer todo lo que te pida, verdad?- Su mirada era tan penetrante que me daba miedo.
-Sí papá, estoy tan contento de que me lleves contigo… seré un niño bueno- Le dije con ojos de perrito degollado.
El viaje duró algo más de una hora, durante ese tiempo mi papá controlaba el móvil cada cinco minutos, cuanto más nos acercábamos al lugar de destino, más nervioso parecía estar.
-Tienes ganas de cagar?- Me preguntó de repente.
-No, hice todo en casa.- Respondí orgulloso.
-Seguro? – Estaba intranquilo.
-Si papi, estoy limpio, me dijiste que me preparara como si fuera una noche especial y así lo hice.-Le respondí lleno de orgullo, por saberme un niño bien mandado.
-Bien, no vayas a fallarme, hoy es un día importante. -Sudaba, miraba el móvil e intentaba fiarse de mi.
Pasaron poco más de 15 minutos y llegamos a nuestro destino. Nos detuvimos frente a la entrada de lo que parecía un taller de reparación de coches… Recuerdo a mi padre tocar la bocina en frente de una persiana metálica donde justo encima había un cartel que decía “Garajes Gonzalez”.
Pasaron unos minutos, mi padre sonaba el claxon sin descanso… de repente la persiana se abrió. Efectivamente era un taller de reparación de vehículos, con un pequeño parking para clientes. Cuando la persiana estuvo completamente abierta, vimos a un hombre haciendo señas a mi papá, nos mandaba a la izquierda, a un estacionamiento vacío en la parte del local más alejada de la puerta de entrada.
Mi padre estacionó el vehículo. El hombre que nos hacia las señas se acercó a su ventanilla.
-Tienes el dinero?- Preguntó mi padre visiblemente nervioso.
-Colega, quédate tranquilo, somos de fiar. Te hemos añadido un extra, te pagamos el doble… pero lo queremos una hora más de lo acordado.-Dijo el desconocido.
-Está bien, paso a buscarlo en dos horas, lo quiero de una pieza, queda claro?- Mi papá contaba el dinero mientras hablaba.
-No te preocupes, volverá andando por su propio pie… solo un poco más relleno de como llegó, hehe- El hombre me miraba y sonreía.
-Bueno, confío en tu palabra, pero el contrato es claro, si no lo cumplís, el precio sube a 4 veces lo acordado- Mi papa seguir contando los billetes.
-Tú ve tranquilo, tu nene se queda en buenas manos.- El hombre seguía mirándome lascivamente.
Yo había escuchado toda la conversación, y aunque no lo entendí todo, si supe que mi padre se iba a ir y que yo me iba a quedar con aquel hombre y quien sabe quien más…
-Bebé, sabes que a papi le gusta que seas un buen niño obediente, verdad?- Me peguntó mi padre con cara de autoridad.
-Si, papi, yo siempre hago lo que me pides…-Le miraba con la cabeza gacha.
-Ahora vas a ir con ese señor y vas a hacer todo lo que te pidan, como haces conmigo incluso cuando no tienes ganas, entiendes?-Me agarra la barbilla y me levanta hacia sus ojos.
-Es muy importante que no opongas ninguna resistencia, estos hombres son peligrosos y si no te portas bien, vamos a tener problemas, lo entiendes?- Me acaricia la nuca, el cuello y las mejillas.
-No me opondré papá, no quiero que tengamos problemas en la familia, haré lo que me pidan, así como hago contigo, no?- Tenia ganas de llorar, pero sabía que no debía.
-Eso es, tu solo obedece y todo estará bien, papá viene a buscarte en un par de horas, si?
-Si papi- Me lancé a darle un beso en sus labios.
Mientras hablábamos, el tipo que nos había recibido ya se había colocado frente a mi, esperando para abrir la puerta del vehículo en cuanto mi padre diera la señal. Bastó un movimiento de arriba a abajo de la cabeza de mi padre y el tipo entendió la señal.
La puerta a mi lado se abre, el señor no deja de mírame mientras sonríe.
-Hola Sergio, bienvenido, quítate el cinturón y ven conmigo.
-Hola…-Miro a mi papá
-Ve con él, y recuerda, debes ser un buen niño y no decir que no a nada, lo entiendes?
-Sí, papi- Respondo confundido.
El señor desconocido me desabrocha el cinturón de seguridad, me agarra la mano y me dice:
-Ven bebé, no tengas miedo- Me sonríe.
Yo no sé bien que está pasando, pero sé que debo seguir las instrucciones de este señor, es lo que mi papá me ha pedido.
Bajo del coche de la mano de este nuevo señor, una vez fuera, mi papa se apura para salir del garaje, la puerta de salida se abre y mi papá derrapa para salir. Yo y mi guardián estamos inmóviles casi en el mismo lugar donde quedé al bajar del coche.
-Pequeño, tu papá nos ha dicho que ya sabes como hacer felices a los hombres.-Me miró buscando una respuesta.
-Si, sé que tengo que sacar la leche, vaciar los huevos, eso es lo que más feliz hace a los hombres.- Mi mirada de inocencia desgarra los calzoncillos del hombre, que no deja de acariciarse el paquete.
-Eso es, ven conmigo- Me coge de la mano y me lleva hacia una especie de cubículo escondido a la izquierda del local.
Mientras nos acercamos al cubículo, oigo ruidos, voces, parece que hay mucha gente en ese lugar, aunque yo no veo a nadie. Estoy solo, en un garaje de reparación de vehículos, con un hombre que no conozco, dirigiéndome hacia un cubículo extraño del que salen infinidad de ruidos.
-Está bien bebé, hemos llegado. Ves esa puerta?- Me miraba intensamente a los ojos.
-Si, porque?- Yo estaba en modo, haz lo que te pidan.
-Cuando entres verás una silla y enfrente un agujero. Quiero que cuando entres, te sientes en la silla y con la boca abierta te acerques al agujero. Una vez ahí, empezarás a trabajar como lo haces con tu papa, entiendes?
-Mhhh, que habrá en el agujero?- Inocente
-Habra una polla que tendrás que mamar, como se lo haces a tu papa y sus amigos, entiendes?
-Siiii, es el juego del agujero sorpresa!!! Me gusta este juego, jugamos mucho con mi papi.
-Genial. Ve, siéntate en el taburete y espera, Cuando veas una polla, ya sabes que hacer.
Estaba emocionado, algunas veces había jugado con papa y alguno de sus amigos al agujero de la gloria, pero sentirme en ese lugar extraño jugando ese mismo juego con hombres que no conocia, me excitaba.
El señor cerró la puerta tras de mi, indicándome con la mirada donde debía colorarme, había una gran X marcada en un taburete en medio del cubículo.
Ese espacio no hacia más de 1 metro x un metro… obedecí al extraño y me senté en el taburete ubicado en el centro del cubículo. Aunque estaba un poco aturdido por la situación, una vez sentado en el taburete inspeccioné la cabina, Había muchos agujeros a mi alrededor, dos delante, uno a cada uno de los lados, otro detrás… Mientras estaba sentado oía voces.
-Tú sácala y ponla en ese agujero- Decía uno.
-Joder, nos la va a mamar a todos?- Otra voz se cuestionaba la situación.
-Uff que carita inocente- Decía una voz de anciano.
-A ver si es verdad que está bien entrenado- Dijo otro hombre desconocido.
-Que cara de putita tiene- Sollozaba una nueva voz extraña.
Estaba sentado en el centro del cubículo cuando de repente escucho una voz en off:
-Acércate al agujero de enfrente a la derecha con la boca abierta.
Sumiso hago lo que me piden. Me acerco al agujero y abro mi boca.
Una polla gruesa y sin circuncidar sale del agujero y entra lentamente en mi boca.
-No te muevas y chupa esta nueva polla como se lo haces a tu papa.-Decía la voz.
Dicho y hecho, me aferro a esa polla y empiezo a mamar como becerro hambriento, menos de dos minutos y siento una descarga en mi boca.
-Bien putito, ahora a tu derecha.-Alguien me observaba y dirigía mis acciones.
Me giro y veo una verga negra (mi primera verga negra) babeando y muy dura.
-Chúpala, puto.
Me acerco y la mamo tal como profesional que soy, segundos mas tarde tengo la garganta llena de mecos.
Mientras sigo confundido la voz en off me dice:
-Bájate los pantalones, el calzoncillo y pon tu culo en el agujero de detrás tuyo.-Continuó la voz en off.
Sin ni siquiera pensarlo, hago lo que me piden, dejo mi culo al descubierto y lo pongo en el agujero de atrás.
-No se te ocurra moverte.
Yo con el culo en pompa y mis manos abriendo mis nalgas, me preparo para recibir una polla extraña aunque caliente y babeante en mi culito.
No pasan dos segundos que siento como el miembro duro de un hombre extraño busca un hueco entre mis nalgas… Zas, está dentro. Unos pocos minutos y siento como mi hoyito se llena de leche.
-Lo estás haciendo muy bien, tu papá estará orgulloso. Ahora tu culo en el agujero de tu izquierda.
Dudando cual es mi izquierda, veo salir de uno de los agujeros una enorme verga… Babosa, muy mojada.
-Venga, ella también quiere probar tu culito, ponte en posición…
Me giré, cogí con las manos el pedazo de carne. Y lo dirigí a mi interior…
Menos de 5 minutos y estaba otra vez relleno de leche.
Me pasé así las dos horas que estuve en ese cubículo, pasando mi culo de una polla a otra, mi garganta entretenida con una o mas pollas a la vez… perdí la cuenta de cuantos lechazos recibí.
Estaba medio inconsciente y tenia todo el cuerpo lleno de restos de lefa cuando oigo…
-Sergio? Bebé, ya pasó todo. Nos vamos a casa.
Mi papa me recogió del suelo de ese cubículo, me monto al coche, espero a que fuera lo suficientemente tarde para estar seguro de que mi mamá dormía, me metió en la ducha, me dio las gracias y me metió a dormir.
Continuarán las aventuras….
Dejen comentarios si les gustó!
Como sigue??
Uufff… Que rico relato, tengo la verga humeda de la excitación 💦🫦
Como sigue?
Que delicia de relato… Estoy ansioso por saber mas de esta historia 😋
Gran relato. Como sigue?
No mames que pinche rico, me estoy masturbando de lo lindo con este relato 🥵