Mis Tardes en el Polideportivo 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mis Tardes en el Polideportivo 1
Hola es un placer presentarme y comenzar la tarea de relatar mis historias más calientes que he tenido a lo largo de mi vida con respecto al sexo. Mi nombre es Ricardo, mido 1,72 cm, moreno, tengo 24 años, simpático, voy al GYM, demás está decir que tengo buen cuerpo, vivo en una ciudad al interior de Venezuela. Quiero compartir con ustedes una serie de historias que viví en ese polideportivo, del cual no especificare nombre. Mi historia en el sexo gay a decir verdad no tengo idea cuando la comencé, pero desde muy niño era bien caliente, inclusive si me preguntan a qué edad perdí la virginidad no sabría que responder, pero mis toqueteos con otros niños se remontan a a los 6 años de edad.
Adentrándome a la verdadera historia a contar cito lo siguiente: Cuando ya contaba con apenas 14 años, comencé a ir a ese polideportivo a trotar, para ese entonces practicaba atletismo, por lo que practicaba 4 veces a la semana y visitaba muy seguido dicho recinto deportivo. Las hormonas a esa edad estaban alborotadas, por lo que día y noche pensaba en sexo, y más aun con la serie de especímenes machos que iban allí, a decir verdad siempre he sido muy serio, y me llama mucho la atención esa clase de machos, si son heterosexuales mucho mejor. Sin ánimos de ofender a los que no lo son.
Una tarde en la cual me tocaba practica, llegue a eso de las 3 pm y me dispuse a dar mis vueltas respectivas al polideportivo, que contaba con una cancha de atletismo, pero esa tarde andaba muy caliente y quería algo de acción, a pesar de mi timidez. Solo esperaba poder terminar mi entrenamiento para ir a las regaderas. En medio de mis respectivas vueltas que le daba a la cancha, iba viendo a chamos muy ricos, andaba con ese guevo (pene) prensado. Tan solo imaginar cómo les mamaba el guevo y me hicieran atragantar me excitaba full.
Una vez terminada mi respectiva practica, me dirijo hacia las regaderas, cuando entre estaban solas, me dije a mi mismo «coño esta vez no podre bucearme a los tipos«. Sin más remedios me dije «bueno me hago una paja, para bajar la calentura«, me empiezo a desvestir y dirigirme hacia las regaderas para bajarme la calentura, ya dentro de la regadera la enciendo y el agua comienza a correr por mi cuerpo, imaginándome yo mamándole el guevo a uno de esos futbolistas que practicaban constantemente en el polideportivo, el guevo se me puso de una al palo, agarre el jabón y me coloque bastante en el guevo y el culo, mientras me iba masturbando me iba metiendo un dedo en el culo, ufff que vaina tan rica, ya en medio de mi imaginación, a mitad de paja siento que entra alguien a las regaderas, me voltee de espalda para cubrir mi erección para que la persona que había entrado no la notase.
En eso la persona que entro se asoma a las regaderas y nota mi presencia, se trataba de un vigilante que trabajaba en el polideportivo, para ese entonces rondaba los 22 años, supongo yo nunca lo supe. El vigilante me saluda, me dice que también se daría una ducha, para regresarse a su casa, porque ya había terminado su trabajo, yo le dije que estaba bien, el calor no era nada normal, es mejor irse bien limpio. Todo esto aumento más mi excitación. El tipo se fue a desvestir para meterse en las regaderas, mientras tanto yo maquinaba como llegarle al tipo y por lo menos una mamada de guevo darle, por ser algo tímido, pensé en decirle de una pero a la final me retraía de hacerlo.
El vigilante llego a las regaderas con una toalla alrededor de su cintura, la verdad no tenía un cuerpo monumental, estaba rellenito, sin caer en lo gordo, pero lo que más me excitaba es que era hetero, prendió su regadera y se metió a bañar, cuando este se bañaba me preguntaba si tenía tiempo practicando y todo lo referente al atletismo y yo solo respondía a sus preguntas, en medio de mi calentura se me ocurrió tirar el jabon hacia la otra regadera para que este viera que no traía jabón, con la simple excusa de pedirle prestado el de él.
Ya encaminado en la excusa en medio de la conversación le digo: por favor me puede prestar su jabón, ya que había olvidado el mío, el muy amable me dice ven a buscarlo pues, de hecho el estaba al lado de la regadera donde me encontraba y dichas regaderas eran separadas por paredes para dar un poco de privacidad a la gente que se bañaba, por esa simple razón no vio el momento en el cual tire mi jabón hacia la otra regadera.
Me dirigí en busca del jabón la distancia era mínima a recorrer porque se encontraba a una regadera de la mía, cuando llego a su regadera lo veo todo cubierto de la espuma del jabón y dirijo la mirada a su entrepierna y me encuentro con un guevo a medio despertar, supongo por las caricias al estarse enjabonando, me entrega el jabón y me regreso a mi regadera, una vez allí me empiezo a enjabonar dejando todo mi cuerpo lleno de espuma y regreso a su regadera a entregarle su jabón, pero al entregárselo hago como si no veo nada y pretendo que se lo doy a la mano, pero en realidad mi mano se dirigía a su pene, se lo toco y este inmediatamente se sorprende pero no se enoja en cambio me dice huy cuidado y me lo paras.
Ya habiendo recorrido un trecho largo, me armo de valor y le digo y si se para qué? Me dice: me lo tendrás que bajar, en eso con todo descaro dirijo mi mano sin ninguna pena a su guevo que ya comenzaba a erectarse y comienzo haciéndole una paja, que no duro mucho porque este se enjuago el guevo para quitarse el jabón y agarrarme la cabeza y dirigirla a que le hiciera sexo oral, en eso me pongo de rodillas y me meto ese guevo a la boca, que a decir verdad media unos 19 cm, grueso y muy venoso, ufff una delicia. Comienzo a hacerle el mejor sexo oral de mi vida, mientras tanto este gemía y estaba pendiente por si no entraba alguien, el estar en un lugar así me excitaba de sobremanera.
Estuve chupándole el guevo como por unos 6 minutos, y el pendiente si no entraba alguien, mientras tanto gemía bajito para no hacer tanto ruido, yo dedicado a mi faena que en realidad la estaba disfrutando, en eso me dice: para que me vas hacer acabar, pero era tanta mi excitación que le di un golpecito en las bolas para que no acabara rápido, este medio chillo por eso y me dijo si que eres bien goloso, quieres disfrutar mas no, aun con las regaderas prendidas, agarro el jabón y me hecho mucho en el culo, y me fue metiendo un dedo, al yo sentir ese primer dedo me dolió un poco, pero mi excitación aumento, para luego el continuar con otro dedo y finalizar al tercer dedo.
En una de esas me volteo bruscamente, y me volteo contra la pared de la regadera, por inercia me apoye mi pecho y cara contra la pared y alce mas mi culo, este me estuvo restregando ese guevo durísimo por la entrada del culo, uff que cosa más rica, en medio del roce y lo lubricado de mi culo por parte del jabon, me metió ese guevo todo de una, el dolor que sentí fue algo malísimo, naturalmente me saque el guevo del culo y aun con el dolor malísimo lo insulte, le dije que porque era tan brusco, este me contesto para que sintieras rico mi guevo, no querías guevo ps ahora te lo aguantas.
Volví a la posición en la cual me encontraba al principio de la penetración y esta vez sí fue un poco más suave, me volvió a penetrar y espero a que yo me acostumbrara, una vez acostumbrado comenzó el mete saca que me llevaba a las nubes. Era un dolor soportable y rico, estuvo dándome en esa posición como por 5 min, cuando decide cambiar de posición y se sienta en el suelo y me dice que lo cabalgue, al sentir de nuevo ese guevo dentro de mí, estuve cabalgándolo otro rato mientras tanto me iba masturbando.
Ya sentía que iba a acabar y se lo comunico, y este me dice donde quieres que te acabe?, yo le digo dentro del culo, me vuelve a colocar en la misma posición que al principio y comenzó a darme rico y duro, eso fue mortal para mí porque inmediatamente comencé a masturbarme durísimo y con las arremetidas que me daba hicieron que acabara rico y el al sentir las contracciones de mi culo me metió ese guevo y si fuese posible parte de las bolas jajaja, indicando que estaba acabando. Mientras hacía esto yo movía el culo en círculos disfrutando esa rica acabada.
Una vez acabado el orgasmo me saco el guevo, se lavo y me dirigí hacia mi regadera a limpiarme, lleve mi mano hacia mi culo y sí que me lo había dejado abierto, el dedo entraba con facilidad y se sentía húmedo, uff que rico sentir esa leche de macho adentro, me olí el dedo y olía a cloro, un olor característico de la leche de macho, no quería soltar la leche hasta llegar a mi casa y hacerme otra paja.
Salí de la regadera y el ya había salido de la suya, cuando llegue a donde estaba el me dijo vistes eso te pasa por estar parándole el guevo a los tipos, yo le dije no importa porque lo disfrute igual, se vistió al igual yo, y cuando se iba me dijo que cuando quisiera otra culiada rica lo buscase, ganas no me faltaron porque repetí en otras 10 ocasiones más con el vigilante hasta que lo cambiaron de lugar.
Luego de la culiada, me vestí y me fui del polideportivo, agarre un bus hacia mi casa, el trayecto cuando máximo duraba unos 10 min, mientras tanto en el bus sentía el culo babosito, al llegar a mi casa me encerré en el baño me desnude y me hice una rica paja metiéndome el dedo en el culo babosito imaginándome nuevamente como me cojia el vigilante, acabe bastante leche a pesar de ya haber descargado y me saque los restos de semen del culo, me volví a bañar para hacer luego hacer mis tareas del liceo para aquel entonces.
En el polideportivo sucedieron muchas historias, que a partir de este momento estaré contando, como parte del adelanto les contare como me tire al futbolista de una liga profesional del estado de mi país. Espero comentarios para continuar contando mis relatos, saludos desde Venezuela, una última cosa actualmente soy versátil pero mis inicios fueron de pasivo… Disculpen lo largo.
Rico y sabroso me dejó con ganas de más