Mis vecinos incestuosos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Cuando llegué a la nueva ciudad a estudiar la universidad empecé una relación extraña con mis vecinos que eran padre e hijo y tenían sexo entre ellos y ahora también conmigo.
El hijo estudiaba conmigo en la misma universidad y empezamos a platicar mucho y por supuesto me dio curiosidad saber cómo habían empezado su relación y esto fue lo que me contó:
Su padre era un joven heredero de una familia adinerada, guapo y con mucho futuro pero era gay y eso no era bien visto por su familia, entonces hizo un trato con una chica de Venezuela para traerla a México, ayudarla con sus papeles y conseguirle un trabajo a cambio de que le diera un hijo y así terminar con los rumores que habían en su familia.
Todo esto le ayudó a conseguir el dinero de la herencia y ahora era padre soltero.
Él quería mucho a su hijo y tuvieron una relación normal por muchos años.
El niño nunca se enteró de que su padre era gay porque era muy discreto con su vida sexual y eran muy unidos.
El hijo creció hasta volverse adolescente y era normal que se bañaran juntos cuando hacían ejercicio o iban de vacaciones, nada diferente a cualquier padre e hijo.
Hasta que un día el chico y su padre fueron a nadar y en las regaderas el chico notó que el pene de su padre se ponía semi erecto y eso le causó mucho morbo y curiosidad, porque él nunca había tenido una erección antes.
El padre al notar la mirada de su hijo sobre su paquete se puso más excitado y nervioso, pero intentó disimular y se apresuró a terminar de bañarse para no verse comprometido, sin embargo, hubo un primer chispazo de tensión sexual entre ellos.
El muchacho practicaba mucho ejercicio y en las regaderas empezó a darse cuenta de que había muchos tipos diferentes de penes.
También empezó a notar que le causaba morbo a otros hombres con su cuerpo musculoso y le empezó a gustar exhibirse en las regaderas para ver cómo se ponían erectos los demás en la regadera.
Sin embargo, él no podía tener una erección.
Una vez que se dio cuenta que algo raro le pasaba, decidió hablar abiertamente con su padre y le dijo que él no tenía erecciones.
Su padre no le creyó al principio pero se dio cuenta de que era una preocupación real.
Su papá le preguntó si no se excitaba viendo mujeres y el hijo contestó que no, que se excitaba viendo a los hombres en las regaderas pero que ni si quiera así se le ponía dura.
El papá sacó un CD y le dijo a su hijo que lo viera en su cuarto y que le dijera si eso le ayudaba a tener una erección.
El hijo se fue a su cuarto y cuando puso el CD en la computadora se abrieron unas fotos y videos porno gay.
El joven se puse muy excitado y estaba mega cachondo pero no lo graba tenerla dura.
Vio en el video como se masturbaban, se chupaban los pitos, se cogían, hacían tríos, orgías, se besaban, se lamías los pezones y hasta el culo.
Todas esas imágenes lo pusieron como loco.
Sin entender qué pasaba con su cuerpo, el muchacho salió de su habitación y le regresó el CD a su papá.
El padre preguntó algo apenado si le había gustado el CD y dijo que sí, entonces el papá le preguntó si había tenido una erección y le dijo que no.
El papá le pidió si le dejaba revisarle el pene y el hijo dijo que si.
Entraron al cuarto, se desvistió y el papá lo tocó con mucho cuidado revisando si podía ver algo a simple vista, tomó el pene con una mano y lo movió de un lado para otro, luego los testículos y le preguntó si podía sentir la mano o si tenía dolor.
El hijo dijo que si podía sentir todo y que no sentía ningún dolor.
El papá confundido empezó a masturbar a su hijo y tratar de ver su reacción y aunque el hijo lo estaba disfrutando mucho, no había erección.
Tanto padre e hijo estaban muy confundidos y el hijo muy excitado le preguntó a su padre: me dejas verte a hora a ti? El padre no quería pero su hijo le dijo que quería saber cómo se supone que era una erección.
El padre se imaginó que se lo debía a su hijo y que de todas formas iba a tratar de saciar su curiosidad en algún otro lugar, entonces decidió bajarse el pantalón y sacar su verga que ya estaba super dura.
Además de estar muy excitado era un tremendo cañón grande y gordo.
¿Papá te puedo tocar? preguntó el hijo, pero el padre se negó y le dijo que eso no estaba bien.
El hijo le respondió, es que no entiendo cómo es.
además tú ya me revisaste a mí.
y extendió su mano.
El padre aún sin saber si hacía lo correcto o no, dejó que su hijo lo tocara y lo inspeccionara tanto tiempo como quiso.
En un golpe de conciencia el padre le dijo a su hijo que ya era suficiente y se metió al baño a masturbarse.
El padre estaba tan excitado y confundido como el hijo, tuvo que masturbarse para dejar de tener fantasías eróticas y poder pensar más claramente, tuvo un orgasmo intenso como no tenía en mucho tiempo y su eyaculación fue tan fuerte que hasta le dolieron los testículos.
Aunque el papá llevó a su hijo al médico para que lo revisaran el asunto de verse desnudos y tocarse se volvió una obsesión.
Su padre ya no quiso volver a bañarse con él porque no podía evitar excitarse al ver a su hijo desnudo.
Y el hijo tuvo más curiosidad por espiar a su padre mientras se bañaba o cuando se quedaba solo en su habitación para ver si lo cachaba masturbándose.
Los estudios médicos encontraron que el hijo tenía problemas con una vena del pene y que nunca iba a conseguir una erección por método natural pero que podría tomar viagra para mejorar la situación, aunque tampoco le garantizaban una erección sólida.
De regreso en su casa el papá se sentía muy culpable por toda la situación y le dijo a su hijo que haría cualquier cosa por mejorar la situación.
El hijo tenía años de hormonas reprimidas y últimamente una obsesión con su padre, así que le pidió que lo dejara ver cómo se masturbaba hasta eyacular porque él no sabía cómo era eso.
El padre se encerró en su cuarto sin saber que hacer y no salió en todo el día.
El hijo se metió en su cuarto a buscar ponografía gay en internet para tratar de entender más sobre el sexo.
Ya muy tarde en la noche, el padre entró al cuarto del hijo le pregunto: ya lo pensé bien y voy a hacer lo que me pediste.
El hijo le preguntó si podía verlo en ese momento, entonces el papá se bajó el pantalón, su verga enorme y dura salió rebotando, se acostó en la cama de su hijo y empezó a masturbarse.
El hijo lo miraba fascinado esperando a ver que sucedía casi sin parpadear.
El padre quería imaginarse que eso no estaba pasando, pero la verdad es que toda la situación lo tenía muy excitado.
El padre dijo: ya casi me vengo y su hijo se acercó para tratar de ver mejor pero por accidente el padre salpicó la cara de su hijo con uno de los chorros.
El padre primero se apenó pero el hijo empezó a reírse y rieron los dos.
El hijo con su curiosidad tocó el semen de su cara, lo olió y después se chupó los dedos.
El padre le dijo: hijo no hagas eso.
Y el hijo respondió: por qué papá, si no sabe tan mal, me gusta.
Y hasta ahí la dejaron esa noche, el padre se vistió y salió de la habitación.
El hijo siguió viendo porno hasta que se topó con un video donde un hombre se masturbaba con un consolador y tuvo un orgasmo anal donde empezó a eyacular con el pene flácido.
El chico buscó algo que sirviera como lubricante y encontró un tarro de crema y buscando algo que tuviera forma de consolador bajó a la cocina y encontró una zanahoria.
Le puso crema a la zanahoria y se la empezó a meter despacito por el culo sintiendo un placer que no conocía.
La metió hasta donde pudo y empezó a moverla suavemente solo para descubrir que se sentía mucho mejor el movimiento que solamente tenerla metida.
Empezó a girarla más fuerte y sin querer se rompió.
Trató de sacarla pero un pedazo se quedó adentro y le dio miedo.
Sin saber qué hacer fue a despertar a su padre y a pedirle ayuda.
Corrió hasta la cama de su padre y le dijo: papá tuve un accidente con una zanahoria y se me quedó adentro de las nalgas.
El padre le pidió que se acostara boca abajo y que se relajara y con mucho cuidado se lubricó los dedos y metió uno buscando la zanahoria pero no la encontraba, le dijo a su hijo que se relajara porque iba a tener que buscar un poco más adentro.
Sacó la mano y se volvió a lubricar y metió con mucho cuidado dos dedos y empezó a buscar hasta que sintió algo, lo empezó a jalar y pudo sacar la zanahoria.
El hijo al darse vuelta estaba lubricando con su verga semi erecta y estaba más excitado que nunca.
Hijo no vuelvas a hacer eso, me asustaste! Perdón papá pero es que quiero saber qué se siente eyacular.
El hijo se dio cuenta de que su verga estaba chorreando líquido transparente por la excitación de tener a su padre dilatándole el culo.
Entonces dijo todo emocionado: Mira papá estoy eyaculando!.
No hijo, ese líquido transparente no es semen, es lubricante y sale cuando estás muy excitado pero aún no es semen.
El hijo tomó el líquido con sus dedos y luego se lo metió a la boca y dijo, tienes razón papá no sabe como el tuyo.
Para esto el tremendo trozo del papá ya se asomaba por su calzón, el hijo ya no se pudo contener más y guido por los videos porno que estuvo mirando todo el día, empezó a acariciar a su padre sobre el calzón, lo desvistió lentamente y empezó a chuparle el pito.
El padre estaba tan excitado que no pudo rehusarse, solamente cerró los ojos y apagó la luz.
Dejó que su hijo le chupara el pito un poco más y después le preguntó si en verdad quería masturbarse analmente y el hijo dijo que si.
Entonces el papá puso a su hijo boca abajo en la cama, volvió a lubricarle el culito empezó a tratar de meterle la verga.
Pero como el culito era virgen y el padre la tenía muy gruesa tardó un rato en poder acomodarse.
Finalmente fue empujándola toda hasta el fondo y el hijo la aguantó como un campeón.
El papá le preguntó como se sentía y dijo que bien.
Tanto hijo como padre temblaban de excitación, sabían que habían traspasado muchos límites y que habían pasado el último sin poder regresar a como eran las cosas antes.
El padre jaló la cabeza de su hijo hacia atrás para besarlo en los labios mientras empezó a moverse lentamente de adentro hacia afuera recorriendo todo el culito virgen de su hijo con sus 20cm de verga.
Solamente le tomó tres movimientos para que su hijo empezara a chorrear semen y a tener un orgasmo tan intenso que su culito apretaba la verga de su padre como si quisiera arrancarla.
El padre ya estaba demasiado caliente para pensar, así que siguió cogiéndose a su hijo por unos minutos más hasta que terminó dentro de él, llenándolo de caliente leche.
Sin darse cuenta se quedaron dormidos abrazados.
Después de esa noche ya no les importó el tabú social y decidieron hacerse amantes.
Ambos sabían que solamente era una forma de acompañarse en la soledad y quitarse la calentura con el cariño que siempre se tuvieron como padre e hijo.
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