Mis vecinos y yo: Parte 3
Unas clases muy especiales.
Cómo recordarán, en el capítulo anterior aprovechando la ausencia de Julio, había llevado a Uriel, de 12 años a la cama para acariciarlo y besar y deleitarme con sus genitales.
Pero, como había dejado la puerta de la recámara abierta por mi ansiedad de disfrutar a Uriel, su hermanito regresó y nos sorprendió.
Uriel y Julio son dos vecinitos, de 12 y 6 años respectivamente, hermanos ellos. Uriel es de complexión delgada y con un tono de piel blanca y ojitos color miel con unas nalguitas deliciosas, al igual que su hermanito Julio…
Julio: Maestro, ¿Que están haciendo usted y mi hermano? ¿le está chupando el pito?
Yo: Como crees, es que a tu hermano le dolía su pancita y se la estoy sobando…
Julio: No se hagan, se lo estaba mamando, yo los ví…
Uriel: No estábamos haciendo eso y salte del cuarto, ahorita vamos a la sala..
Julio: Vas a ver, le voy a decir a mi papá lo que estábamos haciendo…
Yo: Si le dices a tu papá ya no te voy a dar nada de la tienda.
Y salimos a la sala, me senté enmedio de ellos y me dediqué a ayudarles a hacer sus tareas…de vez en cuando, ponía mi mano en los genitales de Uriel y se los sobaba un poco por arriba de la ropa.
Cuando terminamos, como una hora y media dedpues y los despedía, Julio me dijo:
¿Entonces no se la estaba mamando a mi hermano, maestro?
Yo: Que no, Uriel, viste mal o te imaginaste eso.
Uriel: Entiende que no estábamos haciendo nada y nomás qué digas algo…
Julio: Pues yo ví que se lo estaba chupando como mi papá a mí y yo al él…
Yo: ¿Qué?
Uriel: Te dije que no fueras a decir eso, pinche mocoso
Julio: (apenado) perdón, se me salió…
Yo: (asombrado) ¿Así que tu papá te mamá el pito y tú a él?
Julio: Sí, maestro
Yo: Mmmhhh, ya veo…¿Y no te ha tratado de coger?
Julio: ¿De que?
Yo: De coger, de meterte el pito por tu culito…
Julio: Ah, sí, a veces, pero solo me cabe la puntita, pues me duele cuando me lo quiere meter…
Uriel: Ya cállate, Julio, ya no digas nada…
Yo: Déjalo…¿ Oye, Julio, te gustaría que yo te chupe el pito?
Julio: ¡Sí!
Yo: Pero va a ser nuestro secreto, no se lo debes contar a nadie…
Julio: Está bien, no le diré nada a nadie…
Yo: Bueno, ven, vamos a la cama…
Julio: ¿ Y Uriel?
Yo: Si el está de acuerdo, que venga también y jugamos los tres…
Julio: ¡Sí, hermano, dí que sí!
Uriel: Bueno, está bien, vamos…
Y así, llegamos a la recámara, me senté en el borde de la cama, abrí mis piernas y los atraje hacia mí, para llenarlos de caricias y besos por todo su cuerpo mientras los despojaba de sus camisas, les pedí se acostaran en la cama uno al lado del otro y lo hicieron, luego, desabroche sus pantalones y bajé sus pantalones y truzas hasta sus rodillas…
Y así, alternándose, besaba y acariciaba a uno de ellos, me deslizaba hasta sus genitales para lamerlos, besarlos y chuparlos, uno de 10 cms y el otro chiquito, de unos 6… Ellos reían y disfrutaban de lo rico que sentían…
Luego, les dije: ¿Quieren jugar otro jueguito? Y ellos dijeron que sí…
—Entonces, ahora volteense y paren sus colitas…
Julio: ¡Pero a mí no me va a entrar, me duele mucho, maestro!
Yo: Tranquilo, no se las voy a meter, pero si ya no quieres jugar, salte y déjanos solos a Uriel y a mí…
Julio: No, no, maestro, si quiero jugar!
Yo; entonces ponte como les dije, y tú también, Uriel
¡Uuuuffff! Ver esos dos culitos fue algo maravilloso… comencé a acariciarlos, luego, les dí de besitos en sus nalguitas y por último, pasé mi lengua por cada uno de esos hoyitos hermosos…
Ellos se quedaron quietos de la sorpresa, no atinaron a decir nada, sólo se dejaron hacer. Yo metía un poco de mi lengua en ellos y la sacaba repetidamente…ellos comenzaron a venir de lo rico que sentían y yo acariciaba y frotaba sus penecitos erectos.
—Les está gustando, mis amores?
—Ellos: ¡Sí!
—¿Quieren que siga?
— Siiiiiii!
Y seguí durante un bien rato deleitándose con esos culitos lindos y cerraditos, después les dije:
Mis amores, ¿Quieren jugar a otro juego? Ahora, se trata de que Ustedes me mamen el pito a mí, ¿Qué dicen?
Uriel: Por mí está bien, yo sí quiero jugar a mamarla…
Julio: Yo también, pero poquito porque me cabe solo la cabecita de mi papá y poquito más…
Yo: lo que te quepa está bien…
Y me acosté entre ellos, bajé mi bermudas y truzas, abrí un poco las piernas…
—Orale, van…
Y ellos no se hicieron del rogar, se fueron sobre mi pene y comenzaron a acariciarlo, masturbarlo, besarlo, pasar por el su lengua y chuparlo. La verdad, es una experiencia única tener a dos niños disputandose y compartiendo un pene…
Después de un rato, les dije: Quien se anima a beberse mi lechita y los dos dijeron ¡Yo, yo!
—Mmmhhh, entonces me voy a poner de pié y cuando me vaya a salir la leche, les digo para que abran sus boquitas, ¿De acuerdo? Y ellos aceptaron…y así lo hicimos, siguieron alternándose hasta que descargué en sus bocas y caras mi semen de manera compartida.
Al final, se pasaron mi semen, limpiaba con un dedo lo que había caído en sus caras y se los daba a chupar, se metieron al baño a lavarse caras, y los despedí completamente satisfecho, no sin antes decirles que volvieran cuando quisieran que les ayudara con sus tareas o a jugar de nuevo… Y lo hicieron, pero esa, es otra historia.
Mil gracias por leerme y espero les agrade mi aportación al grupo…Saludos.
Mmmm muy excitante tu relato amigo!!! Me muero por leer mas
Uffff, hasta sude por pensar que era yo el que les la mía el culito y de deslecharme, muy excitante tu relato amigo, sigue contando, saludos 😁 😁 😁 😁
Vaya, vaya, lo q escondían