Mis vecinos y yo. Parte II
Las clases particulares inician con hermanos vecinitos.
Hola…Y al día siguiente, por la mañana me preparé a iniciar clases con mi vecino Uriel de 12 años. Me vestí con bermuda para estar cómodo y le pedí bañarse muy bien, y así llegó:
—Maestro, buenos días, ya llegué…¿puedo pasar?
— Adelante, pasa (desde la sala) cielo…te estaba esperando.
— Es que…no vengo solo, traje a Julio, mi hermanito, conmigo…
—(Disimulando mi contrariedad) Sí, pasen. Salí a la puerta a recibirlos, los conduje a la sala y le pregunté y a Uriel en un susurro:
— ¿Y eso? ¿Por qué trajiste a tu hermanito?
— Es que no hay nadie en la casa y no podía dejarlo solo (apenado)
— No te preocupes, algo se me ocurrirá…siéntense y muestrenme qué tareas les dejaron.
Julio: A mí unas páginas del libro de Matemáticas y otras de Español, ah, y que me lean una lectura y le diga lo que entendí.
Yo: Muy bien, ¿Y a ti, Uriel? A mí algo de matemáticas y un cuestionario sobre Historia…
Julio: (a su hermano) ¿Uriel, me trajiste mis galletas?
Uriel: Ya te dije que se me olvidaron
Julio: ¡quiero mis galletas!
Olvidé decir que Julio, por ser el menor, es caprichoso y berrinchudo ya que su papá lo consiente demasiado y le da lo que pide, además de que le prohibió a su esposa e hijos hacerle llorar o castigarlo…
Yo: Tranquilo, Julio, Sí quieres, ve a la tienda por unas galletas, me traes un refresco a mí y algo para tu hermano, mientras yo.le voy explicando a el la tarea, ¿Si?
Julio: Está bien.
Y le dí algo de dinero y lo envié a otra tienda, no a la mía pues estaba cerrada.
Yas tardó él en salir que yo en comenzar a acariciar a Uriel, a abrazarlo y decirle lo mucho que me gustaba y lo lindo que estaba.. él igual me abrazó y se dejó hacer…
— Mira nomás cómo me tienes, Uriel… y llevé sus manos hacia mi pene para que sintiera su dureza, tamaño y grosor…
— ¡Don Javi, lo tiene bien grande!
— Sí, amorcito…y es todo tuyo. Pero antes, ¿Me muestras el tuyo?
—No, es que me da pena, lo tengo chiquito…
— A ver, enséñamelo,… Anda, porque no tenemos mucho tiempo…¿sí?
— Bueno… Y se desabrochó su pantalóncito, abrió su cierre y por su abertura sacó su penecito semierecto.
—Mmmhhh… ¡Que rico y lindo.penecito tienes! Y para tu edad, está grandecito. Déjame bajarte tu pantalón y truzas para verlo mejor…
—Bueno… Y lo hice. Pude admirar su penecito de alrededor de 10 CMS., sus pequeños testículos y lo comencé a acariciar hasta lograr se le pusiera duro.
— ¿Te gusta, amorcito? No me equivoqué, ¡estás bien rico! ¿Puedo darle besitos y chuparlo un poco?
— Sí quiere, sí…
— Pero, vamos a la cama, para estar mejor y poder disfrutar te más…y lo cargué, llevé a la cama y acosté sobre ella…
— Ahora sí, no sabes cuánto soñé con tenerte así, mi cielo…
Y comencé a besar y chupar sus testículos y penecito, el sólo gemía un poco y se reía diciendo que sentía cosquillitas…
Pero en eso…¡Regresó Julio! Y como no había cerrado en.mis ansias la puerta de la recámara…
CONTINUARÁ…
Que envidia je je pero de la buena, que excitante, sigue con lo demás… 😁
Buena historia