Momento de calentura con mi compañero de clase hetero.
Está experiencia relato mi primera experiencia sexual con un hombre y como me desvirgó el culito a los 16 años..
Momento de calentura con mi compañero de clase hetero.
Párrafo del 1 al 2: Introducción
Párrafo del 3 al 5: Contextualización y descripción.
Parrafo del 6 al 28 (final): Acontecimiento sexual.
Hola a todos, este es mi primer relato erótico gay, hoy les contare una experiencia que tuve cuando estuve en mi ultimo año de secundaria. Hace tan solo 3 años cuando tenia 16, yo era un chico no tan sociable que digamos, algunas veces bromeaba con algunos compañeros de clase, mas no entablamos dialogo alguno que formase una relación de amistad solida, ni nada de eso, yo era callado pero también tenia mi gracia, para ese entonces también muchos sabían que yo era gay, ya que el año anterior a ese alguien me había delatado.
Recuerdo que en aquellos tiempos yo era alguien calenturiento como cualquier otro adolescente de mi edad, siempre dedicaba pajas a algunos compañeros de clase, a vecinos, primos, etc. Pero nunca llegaba a nada con nadie, eso me tenia sumamente frustrado, contando también el echo de que en mi ciudad había pocas probabilidades de que me encuentre con alguien gay o con esa cierta inclinación, ya que mi ciudad es de cierto modo un tanto conservadora tanto en lo social y en lo cultural, así mismo, también es el caso del machismo y la homofobia, así que fácil tampoco la tenia.
Pero llego un día que creía nunca llegaría en mi etapa escolar, que nunca pensé que seria probable, lo que tanto anhelaba el echo de tener a un hombre macho, fuerte y heterosexual, desnudo y con el cuerpo de un físico culturista en frente mío, pues ese era Arturo, un compañero de clase que era un manjar de hombre y que también tenia cierto impulso sexual, eso también quiere decir que le daba a todo ¿Pero como me di cuenta de esto después de tanto tiempo? si lo veía en clases todos los días, pues primero pasemos a como era Arturo.
Arturo es de 1.78 de estatura, tiene la piel clara de tes canela, tenia muy buen físico, muy guapo de mandíbula marcada, abdomen marcado y unos músculos que gracias a los deportes en los cuales participaba como natación, futbol y básquet, pudo ganar tales atributos que lo hacían ver alguien muy atractivo, además tenia un rostro muy agraciado, es guapo, cejas pobladas, nariz respingada, y claro, como olvidar esa sonrisa y mirada tan picara.
Pero había una cosa, era un bruto y además un patán, fácil de manipular y siempre se metía en peleas o en cualquier cosa en la cual el creía poder ganar, pero es relevante señalar que era alguien calenturiento, siempre mostraba ese miembro tan delicioso y duro debajo de esos shorts deportivos que me volvía loco, se iba a los baños con un grupo a ver quien la tenia mas grande y todos salían sorprendidos y con la envidia de que Arturo tenia un pene que cualquier mujer hasta incluso un hombre en sus deseos mas carnales desearía tener. Pero yo no tuve la suerte, no tuve la dicha de poder ver ese pene tan delicioso, no hasta un día en el cual Arturo se encontraba muy caliente, en el lugar y momento indicado, con la persona indicada para satisfacerlo sexualmente, yo.
Era un día en el que se realizo una actividad especial para el aniversario en el colegio en donde estudiaba, no habría clases normales, solo actividades como la ceremonia, danzas, música y entre otras presentaciones. En eso, todos los estudiantes tenían que retirarse de sus respectivas aulas para dar inicio a las actividades, recuerdo que todos estábamos en el patio, alguno que otro andaba por ahí pero los regresaban al patio de nuevo, pero a Arturo le aburría y le disgustaba este tipo de actividades.
El solo se escabullo y fue para un salón muy alejado del patio y en donde casi nadie pasaba en todo el horario escolar, era el salón de química, de esto me di cuenta cuando también me aburrí y también me escabullí para irme justamente al salón de química, cuando abrí la puerta y vi el salón, creí que no había absolutamente nadie, eso creí hasta que voltee hacia un rincón al fondo y vi a Arturo moviendo frenéticamente su mano derecha mientras sus ojos estaban pegados a la pantalla de su teléfono, se estaba masturbando como un animal, tanto así que no se dio cuenta que entre al salón, el solo respiraba agitado y disfrutaba de la paja.
Yo solo me quede mirándolo, sin saber que hacer, no sabia si irme o quedarme viéndolo hasta que se de cuenta y saber que pasaría por el morbo, la situación no tardo en calentarme también, mis deseos sexuales me dominaron y decidí quedarme a ver que pasaba.
El solo seguía masturbándose pero de repente se le ocurrió alzar la mirada y me vio a mi allí parado al frente de el, a solo unos cuantos metros dentro del aula, solos nosotros dos ahí dentro y sin nadie alrededor, el ambiente se ponía intenso y morboso, el detuvo sus movimientos y se me quedo mirándome directamente a los ojos, luego bajo su mirada viéndome completamente de pies a cabeza sin dejar de agarrar ese rico pene que aun no lo podía ver ya que la mesa en donde el se encontraba me impedía ver su cuerpo para abajo.
– Oye maricon – Me decía con la respiración agitada – ¿Qué haces aquí viéndome? ¡Lárgate mariconaso!
Yo no respondí nada, estaba nervioso por esa reacción suya, no sabia que decir, me iba a retirar hasta que me dijo algo que me dejo sorprendido porque nunca pensé que alguien como el me lo diría.
– ¿O acaso quieres chuparme el pene? Lo tengo todo duro aquí y hace una semana que no cojo con ninguna de las zorritas que siempre me veo, pero pensándolo mejor quédate, tu serás mi zorrita aunque seas un maricon de mierda – Dijo mientras movía otra vez su mano derecha frotándose el pene – Ven putito, acércate aquí, te voy a dar lo que ningún otro hombre te pudiera dar – Dijo y se levanto de su asiento y uff, lo mejor que vi en mi vida ¡Al fin lo había visto! me dejo agua la boca y me había tonteado con tan solo verlo, ese pene tenia como unos 19 cm, estaba bien parado y duro, era grueso y cabezón, las venas se le resaltaban, tenia unas bolas peludas y grandes.
Un manjar total ver ese rico pene que me hizo suspirar apenas verlo, yo me acerqué y cuando ya estaba cerca suyo, el me tomo fuerte rodeando mi cintura con esa grandes manos y me giro dándole la espalda, me dio una fuerte nalgada y luego me agarro el culo tomándome toda una nalga entera con esas manos grandes de macho, el me sobaba las nalgas y se pegaba su cuerpo a mi espalda diciéndome al oído «Hoy dia serás mi putito, harás caso a todo lo que te diga, yo si te cojo y te dejo con el culito bien abierto y chorreando leche» yo me deje sin decir nada, hasta que me dijo que me agache y que le chupe el pene, yo todo obediente ante ese hombre tan imponente y fuerte, me agache, le agarre ese pene tan rico y primero le di unos besitos y lamidas al glande y al tronco.
Era mi primera vez, pero sabia que es lo que le podría gustar, abrí mi boca lo mas que pude ya que su pene era grande y me lo metí a la boca, se la chupaba con mucho deseo y gozo, dentro de mi boca movía mi lengua de manera circular y frenética, rodeando y envolviendo con mi lengua ese glande cabezón, haciendo que se deslice con mi saliva y sienta el tacto de mi lengua con mas excitación.
– Ohhhh así, así, putita – Dijo mientras gemía con esa voz tan de macho – Que rico me la mamas mariquita, que rico maricon, me la chupas mejor que todas esas putitas.
Yo muy excitado de que le guste, se la empecé a mamar con mas fervor, como toda una puta, hasta que el me agarro de la cabeza y moviendo la cadera el empezó a cogerse mi boca tan bruscamente, lo cual hacia gárgaras con su pene que estaba bien duro y erecto, llenando todo de saliva ese tronco de ese rico pene grueso y largo, hasta que empezó a crecer mas y a ponerse mas duro.
– Ahhhh, ahhh, si putito, que rica boquita de maricon que tienes, me voy a venir – Decía agitado, gimiendo y con la voz ahogada por la excitación.
Notaba que su pene se endurecía mas y empezaba a palpitar en mi boca, me saco el pene de mi boca y, salió mucha saliva, habían hilos de saliva que partían de mi boquita hasta su rico pene de macho, el tomo su pene y apunto hacia mi cara disparándome chorros de su rica lechita en toda mi cara, me froto todo su pene en mi cara, dándome leves golpes en las mejillas y en mis labios, yo estaba con los ojos llorosos y me dolía la mandíbula de tanto tragarme ese semejante pene.
– Aun no termine putito, levántate y bájate los pantalones que quiero romperte ese culito – Me dijo dominante mientras se agarraba y se frotaba el pene semi erecto con la mano derecha.
Yo algo nervioso pero a la vez bien excitado le hice caso, me baje los pantalones y el bóxer y le deje en descubierto todo mi culito, el me abrazo por detrás con esos brazos fuertes y musculosos, sentía sus músculos, sentía su piel y su sudor, su aroma a perfume y a sudor de hombre a la vez, pero sobre todo, sentía como su pene empezaba a tomar mucha dureza otra vez y lo sobaba entre mis nalgas ese pene tan rico y húmedo, sentí lo recto que se estaba poniendo en mi culito.
mientras me abrazaba el tomo su mochila que estaba cerca y saco un lubricante con el cual previamente se estaba masturbando, aplico lubricante en dos de sus dedos y me los metió en el culo, pero no lo hacia con tanta delicadeza, me dolía solo un poco por la excitación y la lubricación, el todo impaciente empezó a meterme sus dedos rápidamente en mi hoyito, yo estaba muy caliente que ya quería que me la metiera, y así fue, con toda la respiración agitada y tibia que sentía en mi cuello, el aplico lubricante en su pene, me agarro y me metió su pene ya muy duro y erecto en mi culito, como era un bruto me lo quiso meter de golpe, entro la cabeza, yo brinque un poquito y me queje del dolor.
– Ya putito, ya… vas a sentir la descarga de un verdadero hombre en ese culito, a chorros te lo voy a dejar putito – Dijo apretándome una nalga muy fuerte y aumentando el ritmo de la cogida.
Sentí como ese pene me abría mas y mas el culo, lo sentía caliente y muy duro, su pene palpitaba dentro de mi, empezó a entrar mas completo ese rico pene, sentía dolor pero no le daba tanta importancia porque estaba muy caliente, el me empezó a coger mas fuerte y aumento el ritmo, llego a entrar todo su pene completo, sentía el calor de su pene, hasta sus huevos sentí como chocaba en mis nalguitas, me sentía toda una puta ante ese hombre tan macho y dominante, nunca pensé que me pasaría algo así en la escuela, mucho menos con Arturo.
Ya ni el dolor sentía, yo gemía por ese pene tan grueso de 19 cm que me entraba todo por completo, y sentía como su pubis me chocaba las nalgas también, el se movía desesperado, como un animal excitado que descarga todo su deseo sexual en mi, gemía con esa voz grave que tanto me prendía, me decia cosas al oido como «Que rico culooo» «Maldito maricon que rico culito tienes» «Ohhh putita, por ese culo me corro 5 veces y te dejo bien abierto mariconcito»
Yo estaba en los cielos, sentí que me dejaba el culo bien abierto, estuvo un buen rato cogiendome y diciéndome de todo, yo no me aguante y me corrí con ese pene metido en mi culo. Después el empezó a moverse más rápido y a gemir, su pene se hincho más y palpitaba, se vino dentro de mi dejándome toda esa leche espesa y caliente en mi culito.
Mientras sacaba su pene, yo sentía su calor, como salía deslizandose con toda su rica lechita, luego me la metía y me la sacaba, y me la volvió a meter, estuvo buen rato así con su pene clavado en mi culo hasta que la saco ya estando flácida.
– Que rico puto, tienes un culito jugoso para llenarlo todo el día, esto queda entre tu y yo ¿Oíste maricon? O si no, te voy a dejar moreteado y con la nariz partida – Dijo amenazandome – Pero ese culo es mío desde ahora, eres mi puto – Me dijo mientras me tocaba las nalgas y me las amasaba para luego darme una fuerte nalgada.
Y así es como finaliza este relato, mi experiencia satisfaciendo a un macho hetero que nunca pensé que me cogería tan salvajemente.
Gracias por leer y nos vemos próximamente.
¡Ay Nonito! que vicioso y caliente debes de ser, seguro que sueñas con que te rompan el culito como en el relato, por cierto que es un relato muy caliente, yo también quería ser el putito y que me cogiera un machito así como en el relato.
Me alegra que hayas disfrutado de mi relato Dani, todos alguna vez quisimos ser una putita ante un macho hetero, estamos de acuerdo en eso y es excitante compartir este tipo de relatos que nos conectan entre si teniendo algo muy en común entre nuestra comunidad.