Monitores (I)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JorG.
Cuando yo era pequeño en julio solia ir diez dias a una casa de colonias en la Cerdanya. Ibamos unos 30 o 40 crios con unos 7 u 8 monitores. La verdad es que nos lo pasabamos en grande, jugando y haciendo amigos. De vez en cuando nos tocaba sufrir, duchas de agua fria con la manguera en el jardin o hacer las tareas de la casa, pero luego las visitas a la piscina de un pueblo cercano y los juegos en plena naturaleza compensaban lo que habiamos pasado. Alli fue donde conoci a la que hoy en dia es mi novia. Al principio solo eramos amigos, pero con los años la amistad pedia a gritos pasar a ser algo mas y tras una noche de fiesta en la que los dos bebimos mas de la cuenta y acabamos haciendo lo que no debiamos nos dimos cuenta de que estabamos hechos el uno para el otro.
Ahora llevamos juntos 6 años. Yo tengo 23 y ella 22. Cuando nos conocimos teniamos unos diez años. Empezamos a salir cuando yo tenia 17 años, 7 años despues de conocernos. Yo habia estado con alguna que otra chica antes que Laura (asi se llama mi novia), pero con ella todo era distinto, me sentia lleno. Los dos siempre hemos colaborado en las actividades que se hacian en mi barrio, a ambos nos gustaban mucho los crios y nos encantaba jugar con ellos. Asi que no dudamos ni un instante en apuntarnos como monitores de las colonias a las que ibamos nosotros, entre otras cosas por que somos muy nostalgicos y nos encantaba la idea de volver a donde nos habiamos conocido, tantos años despues.
Eramos siete monitores y aquel año habia plazas para 35 niños, el mayor tenia 14 años y el menor 9. Yo conocia a casi todos los monitores que venian, excepto a dos o tres que no habia visto nunca y uno que me sonaba de haberlo visto por el barrio. Se llamaba Sergio y tenia fama de ser poco sociable. Siempre iba solo y se rumoreaba que era gay. Por lo visto era amigo de uno de los monitores fijos de las colonias y el le convencio para que viniera. La verdad es que fue todo un descubrimiento, por que resulto ser un chaval muy simpatico y a los crios les caia francamente bien.
Los primeros dias de las colonias todo fue de maravilla, los niños se portaban excelentemente y los monitores estabamos contentisimos. Laura y yo recordabamos los viejos tiempos y a veces los crios nos preguntaban sobre como eran las colonias cuando ibamos nosotros. Una noche estabamos jugando en la oscuridad en un prado. Los monitores llevabamos linternas y los niños tenian que recorrer un laberinto agarrados a una cuerda, de vez en cuando encendiamos linternas y si adivinabamos quienes eran, tenian que volver al principio. Aquel juego me ponia nervioso, nunca me habia gustado la oscuridad y la verdad es que me daba miedo estar solo, ahi, en medio de un prado. Cuando menos lo esperaba, mientras oia que se acercaba un niño por la cuerda, alguien me agarro por detras. Lance un pequeño grito pero quien fuera me tapo la boca. Oli su piel, era Laura. Se acerco a mis oidos y me dijo que me dejara llevar. Yo, con el miedo y con el susto estaba medio empalmado. Note la mano de Laura bajar hasta el pantalon corto que llevaba y como abria la bragueta. Como no llevaba calzoncillos su mano entro en contacto con mi polla en seguida. Laura la meneo un poco y luego la introdujo en algo calido y humedo: su coño. Entonces la acaricie… ¡estaba totalmente desnuda! Yo me puse a cien y los dos empezamos a follar en silencio. De vez en cuando soltabamos algun gemido, pero nadie se daba cuenta. Cuando estuve a punto de correrme saque la polla del coño de Laura y me corri en la hierba. Me dijo que la proxima vez la avisara, que le gustaba tragarse mi semen. Yo le di un beso y ella se marcho, tan en silencio como habia venido.
Al dia siguiente Laura y yo estabamos mas sonrientes que todos los demas. Note que Sergio me miraba de forma extraña, pero no le hice mucho caso. Cuando repartimos el desayuno nos sentamos en la mesa. Sergio estaba a mi lado. En un accidente derramo mi vaso de leche con cacao y mancho mi camiseta. Yo no tenia ninguna otra limpia, o tenia que lavarlas o se estaban secando y el me ofrecio una suya. Subimos a la habitacion de los monitores y mientras el rebuscaba entre su mochila yo me quite la camiseta.
Sergio cogio una camiseta amarilla y se levanto. Note como se detenia, a mirarme fijamente el torso y me acercaba la camiseta. Luego se me acerco y me dijo:
Anoche os oi a ti y a Laura en el bosque. La proxima vez tened mas cuidado.
Yo me quede super cortado, sin saber que decirle. Cuando se fue de la habitacion solte una carcajada. Aquella mañana organizamos otro juego. Yo aparte a Laura y la lleve entre unos arboles, para que nadie nos viera. Le dije que Sergio nos habia oido, y ella dijo que no pasaba nada. No habiamos hecho nada malo, y mientras no nos vieran los niños y el jefe no se enterara… Sin saber por que, volvimos a engancharnos, primero nos besamos y luego yo me agache para comerle el coño. Estaba aun mas humedo que la otra noche y muy, muy sabroso. Laura gemia en voz baja, para no llamar la atencion. Cuando se corrio me toco a mi. Me baje los pantalones y los calzoncillos y Laura me hizo una mamada espectacular, y al correrme se trago toda mi lefa. Terminamos, nos limpiamos y la bese. Note en su boca el gusto de mi semen y me aparte de golpe. Era la primera vez que probaba el semen. Ella me miro, sonrio y volvio a besarme. Mientras volviamos hacia la casa note que alguien nos estaba mirando entre los arboles. Pense que seria Sergio. Hablaria con el luego.
Aquella tarde me toco quedarme vigilando la casa mientras los demas se iban a explorar el bosque. Estaba yo solo con tres crios a los que habiamos castigado ese medio dia por liarla a la hora de comer. No eran unos chavales muy conflictivos, la verdad es que no habian dado nunca ningun problema, asi que no hacia falta vigilarlos constantemente. Les deje dando vueltas por la casa (con las puertas del jardin, la cocina y los sitios peligrosos cerradas) y yo me dedique a hacer cosas, lavar ropa, fregar la cocina, recoger los trastos… En mitad de la faena me di cuenta de que todo estaba muy en silencio. Era raro, los niños hacia un momento estaban haciendo ruido. Pense que estarian tramando alguna de las suyas y como el ultimo sitio en el que recordaba haberlos oido era en la habitacion grande del ultimo piso, subi a ver. Subi los escalones lentamente y abri la puerta en silencio. Eche una ojeada y no los vi. Al ir a cerrar la puerta los encontre escondidos detras de unas camas. Estaban los tres desnudos, haciendose unas pajas. Al principio me extrañe de que tres crios tan pequeños se estuvieran pajeando y entonces recorde que mi primera paja tambien me la hice en aquella casa de colonias. Recuerdo que fue una tarde que un amigo y yo pedimos permiso para bajar al rio a darnos un baño. Como nos habiamos portado bien y el rio estaba a dos pasos de la casa nos dejaron ir, pero con la condicion de que no tardaramos mucho y que si pasaba algo fueramos corriendo a la casa. Al llegar yo me meti en el rio pero mi amigo… Carlos, creo que se llamaba, se quedo fuera, se bajo el bañador y empezo a tocarse su pequeño rabo. Yo le pregunte que hacia y el me dijo que se hacia una paja. Yo no sabia lo que era, asi que le dije que si podia enseñarme. Me sente a su lado y me baje el bañador. Me dijo que cogiera la polla y la meneara hasta que se me pusiera dura. Yo lo hice, imitando sus movimientos, hasta que note un gran gusto por todo mi cuerpo. Le pregunte que habia pasado y me dijo: "Te has corrido". Me aseguro que con el tiempo me saldria semen. Desde aquel dia cada vez que podiamos nos escaqueabamos para hacernos pajas. Durante dos años lo estuvimos haciendo, escaqueandonos siempre que podiamos. Incluso cuando no estabamos de convivencias quedabamos en el barrio para hacernos pajas. No eramos muy amigos, pero Carlos era el unico tio con el que me he hecho una paja. Los dos nos habiamos visto crecer, habiamos visto salir nuestros pelos, crecer nuestros rabos y empezar a echar leche. Incluso alguna vez nos habiamos hecho pajas el uno al otro. Hacia tiempo que no le veia…
Y con tanto recuerdo masturbacional, tenia la polla mas dura que un canto. Sali de mi ensimismamiento, recorde donde estaba y volvi a mirar a los chavales. Seguian los tres desnudos, sentados en una cama, meneandose sus pequeñas vergas. Los observe un rato, sonriendo. No sabia si echarles la bronca o dejarlos. ¿Por que les iba a echar la bronca? Baje las escaleras con el mismo silencio que al subirlas y fui al baño a hacerme yo una paja. Al correrme pense en los tres ahi arriba y trate de recordar como era correrse sin echar nada.
Volvi a mis tareas y al rato oi que los tres castigados volvian a armar jaleo. De repente me los encontre a los tres detras de mi, en silencio, mirandome. Me gire y note que estaban nerviosos. Ay mi madre, pense, me han visto arriba.
Jorge.- me dijo uno de ellos, el mas mayor- esta mañana te hemos visto en el bosque, con Laura.
Yo me puse rojo. No sabia que hacer. Asi que no habia sido Sergio el espia… Joder, que marron.
¿Que habeis visto?
Os hemos visto… chuparos.
No.- dije yo- eso es mentira.
Los tres se quedaron aun mas callados.
No se lo diremos a nadie.
Mejor.
Solo queremos una cosa.
Analicemos la situacion. O aceptaba al "chantaje" de los mocosos o me arriesgaba a que fueran a contarlo. Si aceptaba confirmaba que nos habiamos chupado Laura y yo… Pero no me quedaba otra salida.
¿Que?
Que te hagas una paja con nosotros.
Flipe. Me lo soltaron con un descaro… Si llego a saber que los niños podian ser tan… tan… asi, no voy de colonias. Me quede callado, sin saber que decir. Por suerte, en ese justo momento, llegaron los demas.
Anda, largaros de aqui.
Los niños corrieron hacia sus compañeros y yo fui a saludar a Laura. Iba a contarle lo que habia pasado, pero me daba apuro. No sabia a quien comentarselo… excepto a Sergio. El ya sabia que Laura y yo… bueno… el no nos habia visto "chuparnos"… pero sabia que nos habia dado por jincar en el bosque. Ademas era un chico y sabia como pensaba un niño con 14 años.
Durante los dos siguientes dias note que los tres pajilleros me miraban demasiado. Yo me ponia muy nervioso pensando en la de cosas que podian estar pasando en ese momento por su mente. Laura se dio cuenta y no paraba de preguntarme que me pasaba. No sabia que hacer. De vez en cuando captaba alguna conversacion entre los crios y tenia la sensacion de que siempre hablaban de pajas. Pajas, pajas, pajas. Ni con 16 años habia estado tan obsesionado por las pajas. No podia parar de pensar en las pajas. Incluso, sin saber por que, me converti en un adolescente y me pajeaba cada dos por tres. En la ducha, en el baño, por la mañana, por la tarde. Estaba nervioso, mucho. Asi que me decidi a hablar con Sergio.
Le comente que tenia un problema. Le conte que Laura y yo nos habiamos ido al bosque una mañana y que tres crios nos habian visto. Luego le dije que yo habia pillado a esos crios pajeandose la tarde que se fueron todos de excursion y que luego vinieron a hacerme chantaje diciendo que si no me hacia una paja con ellos lo contarian. Sergio me miro, sonriendo.
Sabia que esto iba a pasar.- dijo el.
Le pedi por favor que me ayudara. Me dijo que no sabia que podiamos hacer. Que teniamos que hablarlo con los chavales y hacerles entender que lo que habiamos hecho Laura y yo era algo natural que hacen las personas que se quieren, pero que yo no me podia hacer una paja con ellos por que no estaba bien, que yo era muy mayor y que claro, a parte de ser ilegal y de poder ir yo a la carcel, a ellos no les iba a hacer ningun bien.
Asi de claro se lo dijimos. Nos los habiamos llevado al rio, a un rinconcito escondido donde nadie nos pudiera ver. Los tres niños estaban atonitos ante la explicacion que les solte. Sergio estaba sentado en una piedra, afirmando con la cabeza y escuchando mi discurso.
Cuando termine los crios me miraron. Miraron a Sergio y me volvieron a mirar.
Solo queremos ver como se hace una paja un tio grande.
Pues igual que vosotros.
Pero si no se lo diremos a nadie.
Es que nunca hemos visto una polla…
¡Eh!.- dijo Sergio.- Pene. Se dice pene. No digais guarradas.
Bueno, un pene… nunca hemos visto un pene grande con pelos y esas cosas.
Pues ya lo vereis.- dijo Sergio- cuando os salgan a vosotros.
Es que aun falta mucho…
Mira.- djio Sergio- cuando yo descubri que me habia salido pelo en el pene, me puse muy contento. Era la primera vez que veia un pene con pelo. Y cuando me crecio y me hice mayor me senti mas contento aun, por que por fin me habia hecho grande.
Pensad en ello.- les dije yo- como si fuera un regalo de cumpleaños.- Je, pense. No tiene absolutamente nada que ver, pero bueno. Segui con la charla- ¿Que os hace mas ilusion? ¿Verlo cuando os lo dan o encontrarlo en un armario escondido? ¿Verdad que es mejor cuando ves algo por primera vez?
Si.- dijeron los crios, algo desilusionados.
Pues entonces. Si me vierais haciendome una paja, cuando vierais vuestro pene grande y con pelos ya no sentiriais lo mismo y siempre os arrepentiriais de no haberos esperado.
Al final los niños lo entendieron. Dijeron que teniamos razon, que se esperarian. Los consolamos diciendo que algun dia se harian pajas los tres juntos con sus grandes penes llenos de pelo y se sentirian orgullosos.
Cuando se fueron y nos quedamos Sergio y yo solos nos empezamos a reir.
Es la charla mas absurda que he oido en mi vida.- dije yo.
Ya te digo… "vuestro pene sera grande y tendra pelos" Ja, ja, ja, ja.
En fin… Son crios.
Si, pero joder… Van directos.
Claro, por que no tienen vergüenza en estos temas. No como nosotros, que siempre vamos a escondidas.
Pues si. Si todo el mundo fuera como esos crios tu y Laura podrias follar como locos en el jardin sin que nadie os dijera nada.
Mire a Sergio. No sabia si cabrearme por que no dejaba el tema o por que notaba que estaba un poco celoso. Era como si el hubiese querido follar con Laura. Cambie de tema, pero no mucho.
Aqui me hice yo mi primera paja.
¿Ah si?
Si, con once años.
Que precoz.
Ya te digo.
Al recordar toda la historia de mi primera paja la sangre de mi cuerpo comenzo a fluir hacia mi polla hasta que el paquete empezo a inflarse. Llevaba un triste bañador, asi que era bastante dificil disimularlo. Para que Sergio no se diera cuenta le dije que me iba a dar un baño.
¿Para que?.- dijo el- si tu lo que necesitas es hacerte una paja.
Vaya por Dios, se habia dado cuenta.
Joder, es que tanto hablar de pajas…
Me daba corte sacarmela delante de Sergio y empezar a menearmela. El se dio cuenta.
Por mi no te cortes ¿eh? Ya he notado que llevas un par de dias algo nervioso.
Pues si que te fijas tu en esas cosas.- y a todo esto mi polla se marcaba ya en el bañador de forma bastante preocupante.
Si no te la haces ya reventaras el pantalon.
Comprendelo, me da corte.
Si me hago yo una ¿te dara menos vergüenza?
Tal vez.- ¡¡¡¿¿¿???!!! ¿Que acababa de decir? No me lo podia creer. Y lo peor era que estaba sonriendo. Entonces me di cuenta. Habiamos vuelto a tener 12 años, y ahora Carlos era Sergio.
Claro que estoy pensando.- dijo Sergio levantandose- que nosotros ya somos mayores para pajillas.- y dijo esto, metio la mano en mi bañador.
¡Eh!.- dijo yo, sacandola con fuerza.
¿Que pasa? ¿Nunca te ha hecho una paja un tio?
¡No! Quiero decir.. ¡Si! Pero tio..
No me seas mojigato, si con lo salido que vas te da igual que te haga una paja tu novia, tu madre o Rita la Cantaora.
Sergio volvio a meter la mano en mi bañador, pero lo apretado que estaba todo solo le dejo sobarme el vello pubico. Yo me baje el bañador y deje que mi rabo saliera de golpe, con fuerza. Me mide unos 20 centimetros y es bastante delgado. Por aquel entonces aun no me habia operado de fimosis. Sergio estaba de pie delante de mi, con mi polla en una mano, que meneaba suavemente. Yo estaba apoyado en una roca, de pie, tremendamente cachondo y algo nervioso. Con Carlos ya habia hecho algo asi pero aquello… era diferente. Mire a Sergio y vi que tenia los ojos cerrados. Estaba disfrutando de verdad con lo que estaba haciendo. El abrio los ojos y me vio mirandole. Sonrio y yo aparte de golpe la mirada. Con la mano que le quedaba libre cogio mi mano derecha y la llevo hacia su pantalon. Llevaba uno de un equipo de futbol, corto y muy ligero. Dejo mi mano sobre la goma del pantalon y yo la separe un poco de su cuerpo, que estaba muy caliente, y fui directo a su rabo. Sabia lo que tenia que hacer.
Mientras el me pajeaba cada vez con mas fuerza yo tenia mi mano derecha metida en su pantalon. Su polla era bastante gorda y la estrechez con la que lo estaba pajeando debia resultarle bastante incomoda, aunque muy placentera, porque el si descapullaba y el tacto de su capullo con la tela del pantalon debia resultarle muy placentero (eso lo comprendi yo un dia, meses despues, viendo un partido de futbol en mi barrio, que Laura se empeño en hacerme una paja, yo recien operado de fimosis, en medio del publico y yo llevaba los mismos pantalones que en ese momento llevaba Sergio).
Baje su pantalon y el se lo deslizo hasta las rodillas, su polla chorreaba liquido preseminal que habia manchado parte de mi mano yo estaba a punto de correrme y sabia que a Sergio no debia quedarle mucho. Pero entonces hizo algo que me descoloco. Solto mi nabo y me quito la camiseta. Yo intente pararle, pero una parte de mi me pedia desesperadamente que le dejara hacer. Cuando me la quito me bajo los pantalones y me observo. Yo alli quieto, desnudo, con la polla apuntando al cielo y un hilillo de presemen pegado entre la punta de mi rabo y mi muslo. Sergio se agacho y con su lengua rompio ese hilillo y luego se acerco a mi verga. Yo le pare la cabeza con la mano y le dije que no. Pero el aparto mi mano de su frente y consiguio metersela en la boca. En realidad no senti nada especial, al menos no mas especial que todas las veces que Laura me habia hecho una mamada. Pero era distinto. Miraba hacia abajo y veia que la persona que me chupaba el nabo no era ni Laura ni Susi (la unica de mis novias anteriores que se habia atrevido a chuparmela con 15 años)… (Si, ella era una guarra y yo iba salido). Era Sergio el que me la chupaba, un tio. Un tio con el pelo corto, moreno y engominado. Un tio con el pelo corto, moreno y engominado al que el peinado le quedaba muy bien. Un tio al que el peinado le quedaba muy bien y que, me acababa de dar cuenta, era tremendamente guapo. Sergio seguia chupando mi polla con gula, se la metia hasta el fondo y a veces notaba su campanilla en la punta de mi capullo. De vez en cuando daba pequeños mordiscos o se la sacaba, lamia todo el tronco y me chupaba los cojones.
En ese momento me di cuenta. Los tres crios no se habian ido y estaban delante de mi, entre unos arbustos, escondidos. Estuve a punto de apartar a Sergio y salir corriendo detras suyo. Ellos no se habian dado cuenta de que les habia visto y me di cuenta de que estaban los tres haciendose unas pajas. Mire a Sergio, tenia mi polla en la boca y la chupaba dulcemente. Mire a los crios y sonrei. Alguno se debio dar cuenta de que les habia visto por que vi que se guardaban los rabos y se iban. Pero no queria que se fueran, asi que les hice un gesto con la mano para que se quedaran, mientras les sonreia. Uno de los chavales paro a los demas y les dijo que me miraran. Yo seguia sonriendoles y vi que se volvian a sentar y a bajarse los pantalones. No se por que, pero tener a Sergio comiendome el rabo y a tres crios haciendose unas pajas delante de mi viendonos me ponia tremendamente cachondo.
Finalmente me corri. Sergio no se saco mi polla de la boca, se trago toda mi lefa. Yo solte un alarido de placer y oi que los niños se reian. Cuando Sergio termino de limpiarme el rabo se levanto y me miro. No dijo nada y, sonriendome, se fue hacia la casa. Yo me quede quieto, apoyado en la roca, viendo como se marchaba. Mire hacia los matorrales y vi que los niños ya no estaban. Me mire a mi mismo, y me decidi a darme un baño en el rio.
Aquella noche, durante la cena, volvi a estar sentado al lado de Sergio. Parecia que no habia pasado nada. Se comportaba como lo habia hecho hasta entonces y yo cada vez que me miraba o me decia algo me ponia nervioso. Por un lado tenia unas ganas horribles de olvidar lo que habia pasado, aunque tampoco era para tanto. Por otro lado tenia aun mas ganas de volver a quedarnos solos y volver a hacerlo, aunque esta vez aprovecharia para hacer mas, no dejaria que me hiciera una simple mamada, yo tambien queria hacer algo… Note algo sobre mi paquete, era el pie de Laura, que estaba sentada delante de mi, y yo, entre su pie y mi polvo imaginario con Sergio tenia el rabo a punto de reventar.
Cuando todos estaban durmiendo cogi a Laura, me la lleve a un camino oscuro y me la folle como nunca antes lo habia hecho.
Pero al dia siguiente…
Autor: JorG(tommygnosis@ya.com)
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