Morbo 1. Una mañana libre

Esto es puro morbo. Ficticio, pero una fantasía. Cristian es un joven de tez blanca, ojos grises y cuerpo delgado. Esteban es su novio quien ama follarlo y Alex el hermano de Esteban..
La luz pegaba suavemente sobre mi cuerpo desnudo enredado entre las sábanas y el cuerpo de mi hombre.

En mi interior, un mástil algo dormido se alojaba, profundo, muy adentro llenando ese espacio que estaba hecho para él, su propio recinto. Que a pesar de ese miembro viril estar algo flácido, no quitaba el hecho de aquella sensación de placer en mi al tenerlo dentro.

Desperté con una leve sonrisa y miré a mi macho. Él aún dormía y yo con tan solo verlo y estar conciente su pene dentro de mi culo. No pude evitar morderme el labio inferior. Entonces me acomode sentándome sobre él. Delicioso, profundo, mi culo bien abierto luego de la actividad sexual realizada la noche anterior. Porque estábamos libres, vacaciones para los dos y no podía evitar usar este tiempo para no follar. Ya sea de mañana, tarde o noche… Haciendo lo que sea, donde sea.

En cuanto me senté sobre él, me puse de cuclillas y ahí con ese cuerpo dormido, hasta con mi propio miembro también flacido, me empecé a mover, de arriba a abajo suavemente. Sentía esa verga activarse tras cada movimiento, era suave, lo sacaba delicadamente para sentirlo entrando con dureza en mi interior.

En ese momento unas manos se posaron en mis caderas, era él despierto. Me miró con deseo, como siempre nuestro apetito sexual era insaciable. En ese instante me quedé quieto, manteniendo mis caderas un poco más arriba de su pelvis para darle espacio a lo que vendría después.

Él tomó el control y desde abajo empezó a penetrarme con fuerza. Su pelvis chocaba mi trasero una y mil veces. Mientras yo mordía mis labios. Su verga se había despertado y en ese momento, sentí mi ser estremecer. El sexo matutino era lo mejor y por eso lo ayude a follarme. Pronto me incliné para besarlo. Nuestras lenguas se juntaron, un beso morboso. En la habitación solo se escuchaba el golpe de nuestras pieles y así mismo esos sonidos llenos de placer de nuestras bocas.

Minutos más tarde me vine sobre él, mi miembro ahora erecto disparó el semen a su abdomen, entonces me incliné para lamerlo limpiandolo y regresar al beso, ahí le di a probar mi escencia, él lo amaba. Jugamos con la saliva y mi semen sin tragarlo de una vez, nos gustaba así. Vulgarmente pasábamos el líquido de mi boca a la suya y vice versa, hasta que finalmente él succionó mi lengua y tragó el semen también.

Pronto aceleró el golpeteo en mi interior, me acomode y con ambas manos abrí mi trasero para que este tenga mejor acceso. Lo cierto es que la casa no estaba sola, Alex hermano de mi novio, estaba en casa y él ya sabía lo nuestro, hasta participaba de vez en cuando. Por eso cuando la puerta abrió ya que nunca le ponemos seguro, ambos lo saludamos con una sonrisa. Él entró cerrando la puerta tras suyo y se puso detrás mío mirando como el pene de su hermano entraba y salía de mi interior hasta que finalmente me llenó de semen por completo. En ese momento mi pareja no paró, siguió penetrandome con esa sensación humedad, esos fluidos recién esparcidos y su miembro ahora manchado de su propia escencia.

Alex — Que rico, hermano… Cristian te ordeñó desde muy temprano

Cristian — Sí, tu hermano es mi vaca personal~

Respondí con una risita al final pero Esteban, mi hermoso novio de tez morena, cabello rizado pero bien mantenido y sonrisa realmente maravillosa, me miró con esos ojos miel para abrazarme con sus fuertes brazos por la cintura y esconder su rostro en mi pecho. Parecía apenado, pero su intención era moder mi pezones, cosa que solo me daba más placer.

Alex — Los acompañaría, pero pronto debo irme. Igual los veo muy agusto a los dos, no quiero interrumpir.

Cristian — Lo sé… Puedes venir un día de estos y jugamos los tres.

Alex — Está bien, grabaré un poco tu culo para verlo en el camino, luego de esto necesitaré una paja matutina cuñadito.

Sin más el de cabello ondulado, ojos color miel un tanto más oscuros que los de mi novio y labios gruesos. Se acercó a grabarnos con su celular, muy, muy cerca. Grabo como el pene de su hermano entraba y forzaba que mi ano estuviera totalmente abierta como una boca recibiendo su caramelo.

Esteban — ¿No quieres chuparle el ano a Cristian antes de irte? Imagino que ya desayunaste pero no has comido tu postre.

Mencionó mi novio y yo reí, totalmente de acuerdo. En ese momento, Esteban paró el movimiento y Alex se subió a la cama detrás de mí. Sentí ese miembro bien dotado salir de mi interior y en ese momento ser reemplazado por la lengua bien húmeda de Alex. Él tenía una cualidad única, su lengua era larga, lo suficientemente para entrar en mi agujero abierto y sentirla abrazar las paredes de mi interior.

Mi culo estaba bien abierto, no debía forzar la entrada, al contrario, sentía que todo ese semen se escaparía de mis entrañas, pero Alex fué más rápido y no solo metió su lengua, sino que sello mi ano con su boca, esos labios se pegaron a mi abertura y empezó a succionar. En ese momento no pude evitar gemir y bajar mi pecho hacia Esteban mientras elevaba mi cola que empezaba a ser penetrada por una lengua larga y Alex chupaba hasta no quedar ni una gota de semen ahí adentro. Mi culo estaba siendo realmente bien chupado, bien lamido totalmente.

El sonido era delicioso de escuchar, la succión que hacía Alex tan explícita solo hacía volar mi mente, pero Esteban mi novio, no se quedaba atrás. Este aprovecho para besarme, morder mis labios, mi lengua y jugar con mi boca, en lo que yo no paraba de gemir dulcemente para ambos hermanos.

Alex ya había acabado de comer y tragar todo el semen liberado pocos minutos antes por su hermano en mi interior, pero parecia que lo que ahora estaba deleitando era un buen beso negro, succiones sin contemplación, mientras yo no paraba de agarra mi trasero abriendo aún más ese ano, dándole todo el acceso.

Cristian — Eso, besalo, comelo… Mete tu lengua más profundo. Mm, chupalo con fuerza tal y como me gusta. Come culo, Alex…

Esteban — Tal vez si vienes esta noche, Cristian te reciba con un buen prolapso de culo, para que chupes toda la noche, si deseas.

Escuchar aquello me hizo sentir feliz, adoro tener sexo con mi novio y que participe su hermano, a veces nos acompaña mi primo, también tenemos algunas amistades que les gusta participar de vez en cuando. Nuestra relación es bastante abierta a decir verdad, igual que mi culo.

Cuando Alex supo que debía irse por la hora, finalizó su trabajo en mi culo, con una pequeña sesión de penetración de lengua algo violenta, así me dejaba escuchar el sonido de su lengua dentro de mi ano, entrando y saliendo de una manera tan morbosa que me volví a venir sobre su hermano otra vez.

Pocos segundos después, Alex, Esteban y yo nos dimos un besos de tres, Alex nos compartió ese delicioso sabor de cola a nuestras bocas y tras ello se fué con una sonrisa a empezar su día de trabajo. Mientras Esteban y yo nos quedamos en casa, porque aunque debamos hacer cosas en el hogar, no paramos de follar y hacer cualquier acto sexual que cruce nuestra mente llena de morbo…