Musculo y placer: no solo me clavo una abeja ese día…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola que tal comunidad, hace años que vengo leyendo cientos de estos relatos y nunca me había sentido con la motivación necesaria para escribir uno propio, no sé porque hoy sí, pero no quise dejar de hacerlo. Mi nombre es Marcos, tengo 27 años, vivo en la ciudad de San Rafael, provincia de Mendoza en Argentina, mido 1.76 m, peso 79 kg y voy al gimnasio de mi viejo desde que tengo 15, sin ser un fisicoculturista creo que mi cuerpo es justo como me gusta, describiéndome en forma ascendente puedo decir sin miedo a ser vanidoso que tengo un par de gemelos muy potentes por llamarlos de algún modo, pues son grandes y marcados, algo parecido pasa con mis cuádriceps que, sin ser tan prominentes como mis gemelos son marcados, un par de glúteos tipo manzana que han sabido darme muchas alegrías jajaja, cintura chica, si hay algo que me gustaría mejorar son mis abdominales que nunca puedo definir como yo quisiera, creo que lo compenso un poco con pectorales y bíceps, pero… igual los quisiera jeje, un cuello ancho, al igual que mis espaldas y de cara creo que sin ser un modelo ni nada por el estilo soy atractivo regularmente, es decir, no me considero sobresalientemente lindo de cara, pero al menos lo suficiente como para agradarme, en fin, voy a lo importante.
Lo que hoy quiero contar, me paso cuando tenía 22, para ese momento la verdad yo ya estaba formado como hoy en día creo, puesto que la facu y luego el trabajo me han permitido trabajar en el gimnasio solo lo suficiente como para mantenerme, para ese entonces yo ya cursaba los últimos años de mi carrera y asistía al gimnasio pero también salía a trotar, cosa que siempre me gusto, esto lo hacía hace un tiempo con un compañero del gimnasio de toda la vida, Gastón, él tenía por aquel entonces 43 años, mide 1.88 m, pesa 90 kg y tiene un físico francamente envidiable para su edad y para la de cualquiera, en general se puede decir que estaba más musculado que yo por donde se lo mire, y más definido, algo que siempre admire de su físico, particularmente no sé porque siempre me gustaron sus deltoides marcados que hacían juego con esa espalda increíble (para quien no sepa, los deltoides son los músculos que hacen esa forma esférica en los hombros).
Él iba al gimnasio de mi papa desde que tengo memoria, y siempre fue genial conmigo, atento, jodón, alegre, siempre tranquilo y sereno, cualidades que en el me encantaban por algún motivo. Su vestimenta habitual de gimnasio es un pantalón tipo jugador de futbol, es decir hasta casi las rodillas pero de tela liviana y fresca, y una musculosa (sudadera en algunos lugares llamada), pero de vez en cuando yo notaba que no llevaba ropa interior, esto debido a que sentado en una colchoneta con las piernas extendidas se le veía desde cierto ángulo la cabeza de una verga que prometía mucho… cada vez que lograba divisar eso en el gimnasio era inevitable pajearme al llegar a casa pensando en tenerla en la boca provocándome arcadas con sus manos haciendo presión en mi nuca, o en mi cola sacándome lágrimas de dolor y placer a la vez, cuando empecé a trotar con el, lo hacíamos en la zona céntrica y con una distancia no muy grande, 5 a 7 kilómetros, puesto que hacía mucho que yo no practicaba esto, desde la secundaria, pero con el correr de las semanas fuimos extendiéndonos hasta 10 kilómetros y salimos de la ciudad para hacerlo por zonas con arboledas en calles de distritos aledaños a la ciudad, cosa que me resultaba muy relajante, y a la vez me permitía hacer volar mi imaginación con todo tipo de fantasías relativas a Gastón. Hace dos meses trotábamos por una calle con árboles frondosos y fincas muy separadas entre si, en ese momento me pico una abeja salida de no sé dónde, cosa que me puso frenético al instante porque toda mi vida he sabido que soy alérgico a esto y tiendo a hincharme y en ocasiones se me cierra la garganta hasta casi dejarme sin aire, siempre me han tratado con inyectables para eso y han evitado que valla a peores, pero estando alejados de mi departamento, donde guardo los inyectables por varios kilómetros me asusté mucho, obviamente Gastón se dio cuenta y paro a la primera camioneta que iba hacia la ciudad y explicándole la situación (la cual el ya conocía desde siempre) logro que nos lleven a mi departamento rápido, pero al llegar a los veinte minutos a casa a raíz del tránsito, yo ya estaba hinchado, colorado, y algo ahogado, no mucho pero lo sentía, nos apuramos a entrar y habiendo sacado del botiquín la solución y el kit descartable me saque mi pantalón de trotar y los calzoncillos que llevaba puestos y me tire en la cama, cuando le empecé a indicar como colocarme la inyección Gastón se mostró temeroso de hacerme daño, me dijo -“y si me equivoco? Qué pasa si te pincho una arteria importante? Vamos al hospital o a una enfermería mejor”. Pero le explique que no había tiempo, que no quería arriesgarme, cosa cierta en parte, y en parte debo admitir que sabiendo yo de sobra lo sencillo que es inyectar con la debida asistencia, en este caso prestada por mí, quería sentir sus manos grandes sobándome las nalgas y su cercanía sentado a mi lado sin yo llevar puesto absolutamente nada debajo de la cintura.
Habiendo escuchado mis razones, se decidió a hacerlo, algo temeroso pero decidido. Se sentó a mi lado, me froto mi glúteo izquierdo, el más cercano a él, con un algodón con alcohol y teniendo la jeringa previamente cargada por mí, me la clavo rápido y en el cuadrante izquierdo superior tal cual le dije, introdujo despacio el medicamento y la retiro, al hacerlo volvió a frotar con el algodón y después le pedí que me frotase un poco más la nalga con la palma de la mano diciéndole que siempre hacia sentir menos el dolor de la inyección, cosa cierta, pero no menos cierta que el hecho de que lo podría haber hecho yo mismo. Sin embargo él sin decir más empezó a hacerlo, primero con los dedos juntos entre sí y con la palma recta como quien no quiere tocar algo, pero después fue agarrando más mi nalga y sentí que lo hacía con algo más de coraje y porque no ganas.
Pasados dos minutos creo yo, dos de los minutos más excitantes de mi vida dejo de hacerlo y me pregunto -“está bien así?” le dije que sí, y seguidamente vi como había tomado una revista chica que había sobre la mesa de luz y se estaba abanicando y al ver que lo note me dijo -“es que entre el calor del día y los nervios por tu ataque y por tener que clavarte estoy transpirando una barbaridad” me reí por el comentario y note lo sugerente de la palabra “clave” pudiendo haber usado “inyecte” o “pinche”, y se me puso más dura la verga de lo que ya la tenía por toda la situación. Mi pija mide en su mejor erección 19,5 cm y 5.5 de ancha más o menos, y en ese estado estaba ahí babeando toda la colcha de la cama, tiesa contra mi ombligo. En ese momento ni lo pensé y le dije -“date una ducha, en un minuto me levanto, te busco un toallon y te lo alcanzo afuera de la ducha”, él me dijo –“no! Mira que te voy joder así en tu propia casa, y menos habiéndote visto hasta hace unos minutos como estabas, deja, lo hago en casa” y en ese momento girándome sobre mi cintura dejando las piernas boca abajo pero el torso medio levantado y girado a la izquierda le dije –“estoy bien ya, no es molestia alguna, además mira que voy a ser tan mal anfitrión de dejarte ir a tu casa hecho una sopa de transpirado que estas!” y me senté, error grave si los hay jajaja, en ese momento mi verga seguía pegada a mi abdomen y le colgaba un hilo de fluido preseminal desde la colcha hasta la punta, ni bien me di cuenta en ese mismo segundo me puse bordó de la vergüenza, él lo notó y riendo me dijo –“parece que la hinchazón por la alergia no era la única que tenías” y se rió levemente otra vez, pero al ver que yo tenía tanta vergüenza se arrodillo frente a mí y poniéndome su mano derecha en el muslo, a mitad de camino entre la cintura y mi rodilla dijo –“no seas tonto, no tenes que tener vergüenza, es normal que estes así después de que alguien te masajee ahí” me sonrió tranquilo y prosiguió –“te acepto la ducha porque estoy hecho un asco, llevame enseguida el toallon” y dándome dos palmaditas en donde tenía poyada la mano se paró nuevamente, camino un par de pasos hacia la puerta de la habitación e hizo algo que nunca creí que iba a verlo hacer, como estaba, de espaldas a mí, se sacó la musculosa, dejándola sobre la cama y luego hizo lo propio con las zapatillas (tenis en otros países) y las medias, para finalmente bajarse de una sola vez el pantalón y los calzoncillos, dejándome ver ese pedazo de monumento que es su cuerpo al desnudo, y salió hacia el baño. Demás está decir que mi pija estaba que reventaba en ese momento, luego de un minuto, tiempo en el que pude cerrar la boca, me levante y saque del placar el toallon en cuestión, fui hacía el baño pensando en dejarlo fuera colgado en el picaporte y decírselo desde fuera porque no tengo mampara ni cortina de baño y entrar solo supondría encontrármelo de frente desnudo, pero al girar en el pasillo me encontré la puerta abierta al tope y se sentía que él estaba ya debajo de la ducha, le dije –“Gastón te lo dejo en el pasillo para no pasar dale?” a lo que despreocupado me dijo –“no pasa nomas y déjamelo en el gancho”, yo seguía desnudo, totalmente erecto y con la sangre que me hervía en las venas, en ese estado pase y lo que vi no tiene precio… me encontré a Gastón de frente enjabonándose el pecho, lampiño fruto de la depilación para nadar según me había comentado alguna vez, luego su abdomen marcado como algún día espero tenerlo yo, y lo que más me encendió fue ver un pedazo de fierro caliente totalmente parado que, sin saber su medida, veía claramente que me superaba en tamaño, tanto por su largo, como por su ancho, cuando pude reaccionar, deje el toallon en el gancho al lado de la ducha y me disponía a irme cuando dijo -”estarás tan sucio como yo calculo, porque no te metes?” sin poder creérmelo trate de mantenerme cauto y dije –“que quiero estorbarte, termina y yo me meto después jeje” pero me respondió –“no seas pavo!, veni” y estiro el brazo, me agarro el mío y me metió. Y ahí estaba, parado, desnudo en la ducha, erecto con el hombre que fue parte de mi despertar sexual participando en miles de pajas que le dedique, y ahí estaba el, excitado como yo y sin ninguna vergüenza al respecto, casi desafiante diría yo.
No se si habré temblado con mis rodillas de los nervios o qué, pero él se acercó me agarro por la cintura y me dijo –“tranquilo” se agacho un poco acercándose a mi cara, freno un segundo al lado de mis labios y me beso.
Esto no era un sueño, no era una fantasía que tenía en mi cama desnudo con el vibrador de 20 cm enterrado en mi culo y masturbándome frenético, esto estaba pasando enserio… de inmediato le empecé a contestar el beso, que primero fue suave, con lengua pero calmado y casi se podía decir cariñoso, para volverse con el pasar de los minutos, que no fueron más de 2 ó 3, más salvaje y acompañado de manos que frotaban el cuerpo del otro como si buscaran algo desesperadas, me entretuve frotando su espalda trabajada y ancha, sus pectorales duros agarrando despacio sus tetillas, baje por su espalda y apreté ese culo que había adivinado tantas veces majestuoso debajo de los pantalones cortos, y finalmente agarre fuerte ese trozo grande que empecé a pajear de inmediato, como queriendo encontrar de inmediato algo que hacer con él.
Después de unos minutos así me dijo -“chupamela” y de inmediato comencé a bajar lento, comiéndole ese cuello venoso y ancho, su amplio pecho, sus abdominales y pase a besarle el pubis a los costados de la verga que se erguía hacia arriba, le chupe los huevos lampiños como todo su cuerpo exceptuando su cabeza que mostraba unas entradas grandes ya y sus axilas, y pasados unos instantes riquísimos haciendo esto, él me agarro con sus manazas la cabeza y con la otra se agarró la pija y la dirigió en dirección a mi boca, lo mire sonriendo y el me devolvió la sonrisa, entonces abrí la boca y empecé a chupar ese glande que parecía un chupetín pero uno muy grande. Después empecé a meter y sacar sin sacármela de la boca y cada vez más profundo, hasta que sentí que más profundo iba a sentir arcadas, para ese entonces llevaba abarcada más de la mitad del tronco, pero cuando el vio que ese era el máximo que yo estaba dando volvió a ponerme la mano esta vez en la nuca y siguiendo el compás cada vez que yo me hundía su verga el hacía algo de presión con el fin de hacerme tragar más, yo me deje y seguimos hasta que sintiendo arcadas de por medio logre llegar casi hasta la base, estuvimos así un par de minutos que no se decir con exactitud cuántos fueron, y me la saco de la boca, me levanto, me beso y me dijo –“sequémonos y vamos a tu cama” –“dale” le dije y lo hicimos.
En la cama nos enroscamos como serpientes apareándose y en un momento me dijo –“date vuelta” lo hice y empezó a besarme el cuello por detrás a los costados, luego la espalda, siguió bajando lento haciendo lo mismo, y lo continuo en mis glúteos, ambos.
-“Abrí las piernas y levanta un poco la cintura” me indico.
Cuando lo hice me abrió la cola con las manos y me dio un lengüetazo largo desde el perinero hasta arriba donde casi ya no es cola, entonces bajo y se comió mi ano como un loco, comer es la forma en la que puedo describirlo porque metía la lengua, hacía hacia los lados, arriba y abajo y luego con los labios succionaba el hoyo de una manera formidable. Estuvo en esto como 5 minutos en los que yo sentía que me moría de placer y mi pija chorreaba fluido, y entonces levanta la cabeza y me dice –“te puedo coger?” a lo que le dije con pesar –“me muero de ganas, el tema es que no tengo forros y se me acabo el lubricante” a lo cual respondió –“por los forros por mí no te hagas problema, como sabes no tengo pareja y no acostumbro coger, de hecho es la primera vez en 2 años desde que me divorcie, así que si te va hagámoslo así como estamos, y por el lubricante… calculo que tendrás aceite de cocina no?” a lo que respondí –“por mi está bien, estoy sano y sí, tengo aceite, pero no sabía que se podía usar para esto también” a lo que él dijo –“si, yo lo he usado para esto de pendejo y creo que Mauri (el nombre de su hijo de 14 años) ya le encontró el uso más temprano que yo jejeje” esto me calentó muchísimo al oírlo pero aunque me moría por saber más sobre su vida sexual de pendejo, o de las incursiones que tenía ese pendejo con cara de angelito libidinoso que es su hijo, las ganas de ser penetrado por tamaña pieza de carne eran más grandes así que le dije –“ok, ya lo traigo, y partí rápido para la cocina y lo lleve.
Él poniendo el toallon húmedo todavía debajo de mí, procedió a echarme un chorro corto en el ano y lo masajeo, metiendo con el dedo un poco, para echar otro chorro pequeño en mí ya dilatado ano y cuando vio que estaba lubricado por dentro y por fuera se hecho unas gotas en la verga que se deslizo rápido hacia la base de la misma, y con las manos embadurnadas por haberme echado a mí, se la froto como pajeandose un par de veces y se inclinó sobre mi espalda, cuando su boca estuvo casi al lado de mi oído mientras se sostenía con el brazo izquierdo para no echarse por completo sobre mí, dijo –“te quiero coger casi desde que te conozco, cuando te empezaste a desarrollar en el gimnasio solo quería encontrar el momento donde te pudiera dar esta verga que miras desde hace tanto Marquitos” a lo que sacado de la excitación y con la voz medio quebrada solo atine a decirle –“métemela por favor…”.
Me jadeo fuerte al oído una vez y luego sentí como la dejo ir toda hasta que choco su pelviz con mis nalgas. Si bien tengo la costumbre de meterme ese vibrador grande por el ojete, y en ese momento estaba dilatado y con el ano relajado, no voy a negar que me dolio, no fue brutal pero sentí algo de dolor, el cual hubiera cesado rápido, si en no hubiese empezado a bombearme como si fuera el pistón de un motor que lucha por ganar una carrera, esto me gusto, pero creí que intentaba acabar rápido lo cual me molesto un poco, hasta que vi que los segundos se hicieron minutos y estos se empezaron a suceder y el seguía metiéndomela y sacándomela como si estuviera poseído, no sabía cuánto más podría aguantar sin decirle que me sentía cansado o adolorido por el ritmo y que no podía más, pero a la vez estaba que no daba más de la calentura, si seguía iba a acabar sin tócame siquiera, y cuando estaba a punto de decir algo increíblemente acabe lo que yo sentí como litros sobre mi abdomen y el toallon, y al sentir que mi ano se contraía y aflojaba el empezó a acelerar más y me dijo –“estoy por acabar!” y momentos después sentí como su miembro latía fuerte en mi ano y a la vez un calor líquido que me llenaba, cuando sentí que largo toda su leche se relajó ya dejándose caer sobre mi espalda, y en un minuto se giró y quedo al lado mío boca arriba en la cama, agitado y todo transpirado me dijo -“al final estoy más sucio de lo que estaba antes de bañarme jejeje” lo que era cierto porque tenía restos de aceite, semen y transpiración por toda la pelvis y el pene y todo el pecho brillante de sudor.
Le dije que si quería ducharse nuevamente lo cual acepto y me ofreció hacerlo juntos, pero le dije que si hacíamos eso, entonces se levantó no sin antes darme una palmada en la cola sonriéndome y se fue al baño, al terminar le pase otro toallon y me metí yo a bañar, cuando estaba saliendo del baño me dijo -“se me hizo tarde, me cambio y me voy, te veo el lunes en el gimnasio” le dije “ok, gracias por esto” a lo que respondió –“si es por la inyección de nada, si es por lo otro, gracias a vos, no la pasaba así hace años, y hay que repetir” habiendo dicho esto salió, y después de un par de minutos sentí la puerta del departamento al cerrarse.
Desde entonces cuando podemos coordinar tiempos libres nos damos el gusto de transpirar juntos pero ya no por ejercitarnos solamente.
Ojala no les haya resultado tan largo de leer, y si bien fue un poco largo de escribir debo admitir que con inspiración todo salió solo y en un rato nomas jejeje, espero sus comentarios y críticas, las cuales aceptare de buen grado siempre y cuando estén hechas con el respeto que yo he tenido al escribir tratando de no ser repetitivo o tedioso, desde ya muchas gracias por llegar a leerlo :).
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