necesito recordarlo 2

Los recuerdos de mi niñes son los que más atesoro, quisiera tener el poder de regresar el tiempo y aprovecharlos al máximo, estar nuevamente con mi viejo.
Me desperté por la mañana sintiendo los grandes brazos peludos de papá sobre mí y su cuerpo presionado contra mi espalda, sentí su gran pene presionando entre mis piernas, por la diferencia de tamaños y la posición en la estábamos no alcanzaba mi potito. Me aparté lo suficiente para salir de sus brazos para ir al baño; al regresar a su cama mi viejo se giró sobre su espalda y una gran tienda de campaña, su pene estaba sobresaliendo sobre las sábanas, las retiré para ver su gran verga peluda, extendí la mano, quería tocarlo y sentirlo. Justo cuando lo agarré, su manazo cubrió la mía.

Lentamente movió nuestras manos arriba y abajo sobre el largo de su pene, estaba un poco asustado, pero cuando miré su cara, él me sonreía. «Ayuda a papá a sentirse bien, bebe. Sé que me quieres ayudar».

Mientras hablaba, movía nuestras manos en su pinga, me encantaba la sensación de su piel, moví mi otra mano a su gran mata de vello púbico. «Oh, hijo, eso se siente bien. También toca las bolas de papá y frótalas suavemente. Sí, eso es, hijo”. Cerró los ojos y empezó a gemir levemente, sus piernas empezaron a temblar y gruñó como la noche anterior y el semen empezó a salir disparado sobre su pecho peludo y vientre. Entonces el flujo empezó a salpicar sobre nuestras manos y por toda su polla.

y pelotas.

Papá me tomó la mano y empezó a lamerme los dedos. «Límpiame los dedos»; cuando estaba terminando, continuó: «Limpia mi polla y mis bolas como la última vez bebe», moví mi cara hacia su entrepierna y comencé a lamerlo por todas partes. Mientras yo estaba haciendo eso, papá pasaba sus dedos por los pelos de su vientre y su pecho recogiendo el semen que salpicó disparado allí y lamiéndolo de sus dedos. Finalmente me dio un tierno pico en los labios, me dio una hermosa sonrisa y con un beso largo en mi frente se levantó y fue al baño, tomó un paño húmedo y limpió su cuerpo.

Papá regresó y se sentó en la cama junto a mí y dijo: «Vamos a tomar algo», desayunaremos y luego hablaremos.» Fuimos a la cocina y papá empezó a cocinar unos huevos unas salchichas y una avena como normalmente desayunábamos en casa. Comimos en un ambiente relativamente silencio.; limpiamos los platos y me dijo que lo esperar en su cuarto.

Cuando entró, empezó: «Mario, quiero preguntarte si estás…¿estás cómodo con lo que pasó anoche y esta mañana?» Asentí y dije «Sí, papá. Me gustó mucho». Papá volvió a hablar: «Te he visto creciendo desde que murió tu madre. He anhelado abrazarte y hacer el amor contigo; aunque no tienes la edad suficiente para hacerlo.»

Papá ya había dispuesto el no ir al colegio y él pidió permiso en su trabajo, hablamos durante unas horas, con papá contándome todo lo que dos hombres pueden hacer. A mi corta edad mi viejo siempre me hablaba claro sobre las cosas, decía que yo siempre fui juicioso, a pesar de eso se me estaba haciendo difícil escucharlo todo y tuve que agacharme para reorganizar mi mente; esto no pasó desapercibido para papá y él…

dijo, «Anoche y esta mañana pueden considerarse la lección uno.

Ahora para la lección 2 desvístete y acuéstate en la cama.» Mientras lo hice, papá empezó a desvestirme también. Me subí a la cama y me acosté como me dijo papá, también se subió a la cama y empezó a frotarme el pecho y la barriga jugando con mis pezones, se sentía tan bien. Entonces papi me agarró el penecito, con dos de sus dedos ya podía abarcarlo, una sola mano tapaba gran parte de mi cuerpo; muy suavemente y empezó a jalarlo masturbándome, cerré los ojos por el placer que papá me estaba dando. De repente sentí una cálida humedad engullir mi pene. Abrí los ojos de golpe y miré hacia abajo y mi viejo tenía su boca en mi penecito.

¡Dios mío! Se sentía mucho mejor que una mano, su boca estaba cálida y húmeda, estaba jugando con su lengua alrededor de mi pene siempre dentro de su boca. Yo estaba en éxtasis con lujuria. Empecé a temblar con un orgasmo seco y fue más intenso que la noche anterior que había experimentado antes de masturbarme con papá. «¡OH DIOS, PAPÁ!» y entonces literalmente me desmayé.

A mi viejo le preocupó verme desmayado en su cama. Fue a buscar un vaso de agua para cuando volviera en mí. Cuando volví en mí, papá estaba acostado conmigo acunado en sus brazos, lo miré con lo que debió haber sido una cara muy tonta porque él bajó la mirada y se sonrió. Me ayudó a sentarme y jaló mi cara hacia la suya, sostuvo mi cara en sus manos y

empezó a besarme, no un beso de padre e hijo, sino un beso de verdad. Yo estaba un poco asustado, cuando lo sentí abrir la boca y meter su lengua en mi descubrí lo exótico que era e imité sus acciones. Me puso encima de él y sentí esa maravillosa alfombra de pelo humano contra mi

pecho. Sus grandes brazos peludos me rodeaban y sus piernas peludas estaban frotándose contra el mío. Él rompió el beso y dijo: «Hijo, te amo con todo mi ser, nunca te haré daño ni dejaré que nadie más te haga daño. ¿Disfrutaste lo que hice? Si no lo hiciste, solo dilo y no volverá a suceder.”

Sus ojos brillaban como si estuviera a punto de llorar. «Oh, papá, he deseado esto desde que tengo uso de razón, no sabia expresarlo y solo te miraba y admiraba, hubiera querido responder así, pero solo le dije: “Yo también te quiero y quiero hacerte feliz. Me encantaría

«Intentaré hacer por ti lo que hiciste por mí.»

Me senté entre la barriga y la gran verga de papá. Podía sentirla su polla dura contra mi potito, pasé mis manos por todo el pelaje de su pecho buscando sus pezones, como él lo hizo la noche anterior. Finalmente los encontré y comencé a frotarlos como lo hacía papá.

«Lame mis pezones, bebe». Me agaché y puse mi boca en su pezón izquierdo, papá gimió, así que empecé a lamerlo y él gimió más fuerte. Hice lo mismo a su pezón derecho. Papá estaba gimiendo mucho y su cabeza se movía de un lado a otro. Me equilibraba con la boca y la lengua trabajando

su pezón y extendió la mano para agarrar su verga, soltó un fuerte jadeo y empezó a gemir de nuevo.

Empecé a bajar y papá abrió las piernas, cuando estuve entre ellas sus mirando su enorme pinga. Me incliné, le agarré las bolas con suavidad y empecé a lamerle la cabeza. Estaba mojada con lo que mi viejo me dijo que era la lechita de papa, preseminal. Cuando llegué arriba, miré su pinga de nuevo y metí la cabeza en mi boca. «Chúpala como una piruleta, nene». Empecé a imitar lo que papá me hacía cuando me chupaba, claro que no podía, solo pude meterlo un poquito ya que era mi primera vez y

porque su polla era tan grande y bastante gruesa. Debí haber estado haciendo algo bien porque papá gemía aún más fuerte; papá empezó frotándome la cabeza y pasando sus dedos por mi cabello. Mi mandíbula me empezaba a doler, pero papá empezó a respirar más fuerte y sentí que sus bolas se movían en mi mano. Gruñó, me sujetó la cabeza con fuerza y ​​empezó a correrse en mi boca, No estaba preparado para la sensación y la cantidad de semen, y yo empecé a ahogarme y a toser y se me escapó bastante semen de la boca, le bajé la verga hasta las bolas; cuando dejó de correrse, lo lamí hasta dejarlo limpio, como anoche y esta mañana. Papá me acercó a él y me besó metiendo su lengua en mi boca otra vez.

Habíamos estado jugando durante bastante rato, por qué papá y yo teníamos la sensación de hambre, nos pusimos ropa interior y bajamos a buscar algo de comer y de beber; Mientras comíamos, papá me dijo que

De ahora en adelante, era nuestro dormitorio y no el suyo. Siempre dormiría con él. Por supuesto, mantuvimos mi antigua habitación igual por las apariencias. Papá dijo:” Hoy necesitábamos hacer algunas compras de mercado y un par de artículos para mí”.

Fuimos a la tienda de deportes donde compraríamos algunas cosas para su entrenamiento y mis cosas de natación. Papá me llevó de vuelta a la ropa deportiva. Me enseñó los suspensorios y dijo que ahora que era un niño grande, necesitaba aprender a usar suspensorio en el gimnasio y en casa. También dijo: “De ahora en adelante, cuando estuviéramos solos, solo usaríamos ropa interior o suspensorios.” Papá me compró cuatro suspensorios y dos speedos nuevos. Después de que terminamos en la tienda de deportes, fuimos al supermercado a recoger algunas cosas. Cuando estábamos en la tienda, papá se encontró con un compañero del gimnasio y me presentó. El hombre me alborotó el pelo y me llamó hombrecito. Hablaron un par de minutos y luego nos despedimos, fuimos a pagar y Regresamos a casa, cuando llegamos metimos todas las bolsas, agarré mi suspensorios y bañadores y empecé a correr a mi habitación. Papá me detuvo y dijo «Primero guardamos las compras, luego puedes probarte tus cosas nuevas».

Regresé a la cocina y ayudé a papá a guardar la compra, Terminando papá me dio una palmada en el trasero y me dijo: «Ve a probarte las cosas nuevas».

En mi habitación, me probé primero cada speedo y luego cada suspensorio.

Eligiendo uno rojo para usar. Fui a la habitación de mi viejo donde acababa de ponerse una tanga negra. Papá estaba de espaldas a la puerta, así que me colé detrás de él y lo azoté, se dio la vuelta muy rápido y me agarró y me tiró en la cama, me miró y dijo «Qué chico tan sexy, eres el chico más sexy que he visto en mi vida, me encanta»—«también me encantas papi, te amo papi.»

Dijo que era hora de quitarse el suspensorio y probar algo nuevo, después

mientras me quitaba el suspensorio, me quedé de espaldas y lo observé mientras se quitaba el suyo, se arrastró hasta mis piernas y lamió mi penecito, pero luego levantó mis piernas y me lamió los testículos y luego empezó a lamer más abajo, un punto entre mis bolitas y mi potito, tuve una increíble erección, sentía que mi penecito quería romperse, entonces papi bajó un poco más y empezó a besarme las nalgas. Me dijo que levantara las piernas y no las soltara, sentí sus manos en mi potito y sentí que mis nalgas se separaban. Y entonces lo sentí su lengua en mi agujerito. Fue una sensación salvaje, pero mi viejo lo hizo por un corto tiempo y me dijo: «Vamos a la ducha y te mostraré cómo limpiarte el culito correctamente, lo haces bien, pero vamos a ir un paso más allá.”. Sacó una manguera y una boquilla del estante superior del armario y lo conectó al cabezal de la ducha, abrió el agua la puso a temperatura cálida y dijo que me duchara, dijo: «Voy a echar un poco de agua dentro de tu traserito bebe y quiero que intentes sostenerlo dentro”, me reí cuando dijo eso. Preguntó si estaba listo, asentí e insertó suavemente la punta de la boquilla en mi anito, me dolió un poco, pero me acostumbré porque era pequeño, apretó el interruptor y sentí el agua rociarse en mi trasero, estaba cada vez estaba más lleno y cuando empezó a gotear agua, papá sacó la boquilla y me dijo que lo aguantara. Estaba apretando mis nalgas. Después de un minuto o dos me dijo que me agachara y expulsara el agua; el agua me chorreó por el culito y estaba un poco marrón, mi viejo me dijo que era caca dentro de mi culito que no se pudo limpiar, me llenó el trasero de nuevo y repetimos el procedimiento hasta que el agua quedó clara. Papá con ayuda del shampoo metió un dedo en mi trasero y se aseguró de que saliera toda el agua; Hizo lo mismo con él y se limpió el trasero.

Nos secamos y volvimos a la cama y me acosté como estaba y me levantó los pies de nuevo, me besó las nalgas otra vez, luego me levantó las piernas y abrió mi traserito y puso su cara en mi culito y metió su lengua en mi anito, esta vez fue más allá y me encantó la sensación. Me lamió el culito, mientras me metía el dedo, pero a diferencia de la ducha lo movía en círculos, se sentía raro, pero no dolía, cada cuando los sacaba se los lamia y lo metía nuevamente alternado los dedos de la mano, extendió la mano hacia su mesita de noche y sacó un tubo y un frasco pequeño. Con el tubo, me puso un poco de loción en el trasero y me la untó algo dentro de mi agujerito. Luego metió dos dedos en el frasco y estaban blancos con crema y metió los dos dedos dentro. Estaba moviendo los dedos todo el tiempo.

alrededor y empujándolos hacia adentro y hacia afuera. Repitió lo mismo con tres de sus dedos gruesos; después de que pensó que estaba lo suficientemente abierto, metió la mano en el frasco de nuevo y empezó a frotarlo por todo su pene, se puso de rodillas y me tocó el agujerito con su pinga. Me asusté mucho, pero papá se inclinó y me besó y me dijo que nunca me haría daño, que al principio me dolería, pero tenía que aguantarlo para eso tenía que empujar como si estuviera cagando. Empezó empujando y yo hice lo mismo, la cabeza de su pene entró en mi agujerito y yo grite de dolor, sentí las lagrimas en mis ojos un dolor intenso, papá se inclinó de nuevo y me besó y dijo que pasaría pronto que ya no me dolerá. Estaba llorando, pero papá me decía que era un buen chico, dejé de llorar y miré a papá a los ojos y no vi nada más que amor a pasar de que me había explicado lo que pasaría no controlaba mis emociones, finalmente se detuvo porque me dolía mucho, pero aún así me   sentía más lleno que nunca. Lentamente comenzó a salir y más adentro, luego más afuera y más adentro y siguió haciéndolo hasta que estuvo a la mitad de su verga, sentía que me partía en dos, no dejaba de llorar viendo a mi padre, entonces dijo «Esto es hacer el amor Mario y luego te dejaré hacer lo mismo conmigo». Me hizo el amor durante un buen rato que empecé a sentir su vaivén más y más profundo hasta chocar nuestros cuerpos, lo había metido todo, fue cuando papá empezó a llorar me dijo que me amaba, que nunca me dejaría, lo vi enamorado, siempre me lo hizo lento, se llevaba sus tiempos, no fue brusco en ningún momento, me estaba haciendo el amor. Finalmente me encantaba sentir su polla en lo profundo de mi culito, no entendí como llego a hacerlo por la diferencia de tamaño de mi anito y su gran verga, pero mi viejo fue demasiado paciente. En un momento aceleró el ritmo y comenzó a hacer embestidas profundas, empujó, lo mantuvo allí, gruñó y comenzó a correrse en mi culito. Había tanto y mi culito estaba tan apretado que algo de semen se filtró alrededor de su gran pinga. Papá me puso una toalla debajo del culo para que las sábanas no se mancharan, sentí el semen disparándose en mi culo y supe que papá y yo haríamos esto para siempre, me sonrió y lentamente sacó su pinga de mi culito; Cuando se retiró, el semen brotó de mi ahora abierto culito, se acostó a mi lado y tomamos una siesta.

Nos despertamos unas horas después, estaba todo oscuro era de noche, papá se empezó a poner su tanga, me dijo que usara el baño y luego me pusiera mi suspensorio y viniera a la cocina y ayudaba a preparar la cena. Cenamos y luego de lavar los platos fuimos a la sala a acurrucarnos en el sofá y ver la tele. Después de las noticias, papá dijo que era hora para la cama.

Corrí a nuestro dormitorio y me desnudé, me acosté en la cama y cuando papá entró me vio acostado allí desnudo y se quitó la tanga, se acostó a mi lado y empezamos a besarnos. Él rompió el beso y me preguntó si quería hacerle el amor.

Le dije: «Oh, sí, papi. Me encantaría hacerte el amor. Pero no puedo correrme en ti como lo hiciste conmigo.»—«Eso llegará con el tiempo, hijo. Hasta entonces tú puedes aprender y practicar para cuando puedas correrte».

Nos encontramos en la misma posición en la que estábamos antes, excepto que yo estaba entre las piernas de papá, levantó las piernas para mí, le lamí las bolas y luego me moví abajo como él lo había hecho, besé cada nalga peluda, luego le abrí el culo, su trasero y todo lo que vi fue pelaje. Empecé a hurgar buscando su agujero y cuando lo encontré, moví mi boca hacia abajo y comencé a girar mi lengua en su agujero. Papá dijo que podía usar crema como él, pero no era necesario, que usara mis deditos y saliva porque ya lo había hecho antes. Le puse los dedos encima y pequeño pene lo empujé en su agujero peludo, hice todo lo que papá me hizo, o lo más que pude porque esta nueva sensación fue tanta  pronto nuevamente tuve un temblor y un orgasmo seco; cuando me detuve, papá me besó y me disculpé por no hacerlo como él, me dijo que con el tiempo y cuanto más lo haga, aprenderemos más cosas, y pronto podré correrme en su culo o boca. Después de unos minutos de estar abrazados, le pregunté: «Papá, ¿qué es joder?» — «Bueno hijo, es otra palabra, significa lo que hicimos. Es una palabra que se usa cuando se tiene sexo con alguien.

No te amas de verdad, o entre amigos. ¿recuerdas al hombre que saludamos en el super?” Levanté la vista y asentí. «Es un amigo con el que he tenido sexo». Ya hemos cogido, somos amigos, no lo amo como te amo a ti. Quizás algún día puedas unirte a nosotros. ¿Lo harías? ¿Así?»—«Oh, sí, papá. Era guapo, pero nada como tú. Yo te amo.» Nos metimos bajo las sábanas, desnudos, y papá se acostó detrás de mí con mi espalda contra su pecho peludo y su gran brazo peludo sosteniéndome y apretándome hasta quedar dormido y feliz y sabiendo que mañana era fin de semana antes de tener que volver a la escuela.