Niñero de Tavito (5)
Debido a su mal comportamiento, tuve que castigar a Tavito .
Esto pasó un día cuando mi hermano si se había quedado en casa después de la escuela y no en casa de papá, yo estaba bien caliente y solo pensaba en culearme a Tavo pues el día anterior domingo había ido a la visita con mi novia y ella como siempre me había dejado con las ganas, ni siquiera una mamadita me había dado así que andaba con la verga a mil esperando deslecharme con Tavito pero el cabrón se la había pasado jugando con mi hermano al nuevo Playstation que mi papá le había comprado, con recelo los miraba jugando y esperaba una oportunidad de llevarme a Tavo al baño y cogérmelo, sin embargo ni oportunidad había tenido ni tampoco Tavo parecía tener el menor interés en separarse de mi hermano y darme el culito. Llegó la hora en que Mayra pasó por Tavo y este triste por no poder seguir jugando con mi hermano se fué dejándome ese día con los huevos cargados y unas ganas inmensas de coger teniendo que confirmarme con una jaladita de verga antes de dormir. Al día siguiente me sentía de mal humor, sentía la traición de Tavo y desde que pasé por él a la escuela me empecé a comportar escueto con él, él sólo hablaba de volver a jugar con mi hermano y yo simplemente lo ignoraba enojado, llegamos a casa y para desilusión de Tavito mi hermano se estaba preparando para irse a casa de mis primos con Playstation incluído,
– Hola Tavito- Le dijo mi mamá al niño acariciando su cabello, -Les dejé comida lista, voy a dejar a tu hermano con tus primos y de ahi me regresaré al trabajo- Dijo, y a los poco minutos se fueron. Seguí aplicándole la ley del hielo a Tavito y me encargué de mis deberes sin hacerle caso, él de la misma manera hizo su tarea y trataba de hacerme plática sin éxito hasta que llegado un momento me recosté en el sofá a ver televisión hasta que de pronto Tavito llegó y se acostó junto a mí pegando su cuerpo al mío, sus nalgas quedaron encima de mi pene y este paulatinamente se paró, al sentirlo Tavito empezó a mover el culo sobándose contra mí,
– Ya se te paró – Dijo Tavito con una risita pero yo de nuevo lo ignoré y seguí con la vista en el televisor, Tavo siguió moviendo el culo restregándose hasta que en una de esas pasó su mano por detrás y empezó a toquetearme la verga sobre la ropa sin que yo hiciera o dijera nada, esto hasta que se aventuró más y metió la mano entre mi ropa agarrándo directamente mi pene, Tavito fué de mi verga a mis huevos acariciándolos y aunque se sentía muy rico sus deditos en mi escroto, yo lo seguía ignorando, Tavito continuó tocando mis partes íntimas por un rato hasta que de pronto se levantó del sofá, se arrodilló en el piso, corrió mi ropa, sacó mi verga y me la empezó a chupar, con la experiencia que se cargaba Tavito era imposible no gozar de las ricas mamadas que le daba a mi verga pero yo me mantenía firme con mi vista al frente mirando televisión mientras el niño se esmeraba en comerse mi falo, le daba besos en la cabecita y me lo lamía de abajo hacia arriba para después volverlo a tomar entre sus labios y seguir chupándolo, Tavo mamaba sin parar mi pene y acariciaba mis huevos con la punta de sus deditos, me tenía que resistir para no soltar algún gemido con el placer que me provocaba hasta que pareció cansarse de mi indiferencia y dejó de mamar mi polla,
– Qué tienes? No te está gustando cómo te chupo tu pajarote?- Dijo, yo solo volteé a verlo a los ojos y después regresé la vista a la televisión, – O me lo quieres meter por la cola?- Dijo, se levantó y se quitó la ropa quedando desnudo, – Cómo quieres que me ponga?- Dijo, dándose la vuelta y enseñándome el trasero, yo seguía con la verga dura, pero no sé la iba a poner tan fácil, – Mira- Dijo ahora Tavito separándose las nalgas para que le viera el hoyo, – Dice mi cola que si le metes tu pajarote- Dijo Tavo sonriendo y meneando el culo, pero al ver que yo no respondía se volvió a acostar junto a mí en el sofá repegando sus nalgas a mi verga, permanecía en silencio pero continuaba restregando su culo contra mi pene hasta que directamente lo tomó en su mano y se puso la cabeza en el ano empezando a puntearse él solo, mi pene por naturaleza empezó a lubricar pero yo no colaboré, – Porqué no me lo metes?- Dijo Tavito ahora con tristeza en su voz,
– Dile a mi hermano que te la meta, mejor- Le respondí enojado,
– Porqué dices eso?- Dijo Tavito ahora sí triste,
– Ayer ni caso me hiciste, tenía muchas ganas de cogerte y nomás estuviste jugando con mi hermano- Le respondí,
– Es que me gustaron mucho los juegos de tu hermano- Dijo, y después los dos nos quedamos callados.
Pasados unos cinco minutos Tavito se levantó, tomó su ropa y se fué, yo continué viendo la tele hasta que pasaron unos minutos y se me había bajado un poco el enojo, así que me levanté y fuí a buscar a Tavo, lo busqué hasta que en el baño de abajo escuché sollozos, abrí la puerta y ahí estaba él llorando sentado en la taza aún desnudo,
– Ya no llores- Le dije tratando de sonar normal,
– Me perdonas?- Dijo Tavito, viéndome con sus ojos cristalinos y rojizos,
– Te perdono si haces lo que yo te diga- Le dije acercándome a él y dándole papel para que se limpiara las lágrimas y los mocos,
– Sí – Dijo él ya con una sonrisa, – Qué tengo que hacer?- Preguntó, para entonces yo ya me había sacado la verga bien parada, Tavito me vió y sonrió aún más grande mientras se terminaba de secar las lágrimas, me paré frente a él y le empujé la verga contra los labios, Tavito la recibió y le dió una larga mamada y entonces le empecé a coger la boca, al principio normal pero después le empecé a dar más profundo hasta que mis huevos empezaron a tocar su barbilla, los ojos de Tavito irremediablemente se llenaron en lágrimas mientras yo me lo cogía por la boca y él me empujaba y tocía hasta que me empujó más fuerte y logró sacársela,
– Mamala, no te la saques de la boca- Le dije, empujándosela contra los labios otra vez, Tavo abrió la boca, cerró los ojos y de nuevo se la metí hasta el fondo y empecé a moverme reteniendo a Tavito de la cabeza, sintiendo como mis huevos tocaban su barbilla y mentón, le acariciaba el cabello mientras toda mi verga se encontraba en su boca y entonces comencé de nuevo a cogérmelo, Tavo aguantaba y abría los ojos para verme, sus ojos inundados en lágrimas me miraban y yo solo pensaba en lo rico que se miraba y sentía, Tavito volvió a toser cuando en uno de mis movimientos exageré y le metí muy profundo mi pene, se lo tuve que sacar y dejé que se recuperara masturbándome en su cara, cuando tavo recuperó el alimento le puse la verga encima de la nariz y los huevos en los labios, – Chupame los dos huevos- Le dije,
– Los dos?- Repitió el con su voz medio quebrada,
– Sí, los dos- Le respondí,
– Pero están bien grandes, no me caben- Respondió Tavo limpiándose los mocos,
– Sí te caben, abre grande- Le dije y lo volví a tomar de la nuca pegando más mis huevos a sus labios, Tavito tomó mi testículo derecho y se lo metió entre los labios, cerró los ojos y comenzó a intentar con el otro mientras yo me dejaba gozar de esa boquita en mi escroto y miraba a Tavito batallar por que no se le saliera el otro huevo de la boca hasta que logró hacerse con ambos a la vez, – Ahhh… Ya vez que si te cabían? Chúpalos- Le dije, y Tavito comenzó a mamar mis huevos, era una fantasía sentir mis dos bolas en la calientita y húmeda boca de mi pequeño mientras veía mi verga sobre su nariz , – Usa tu lengua para acariciarlos, y no te los saques, eh…- Le dije, Tavito respondió con un «ajá» atrapado entre mis huevos y sentí en la parte baja del escroto cómo movía la lengüita haciéndome suspirar, hasta me temblaron las piernas de lo rico que se sentía, entonces comencé a masturbarme y pronto sentí que me iba a venir, – Ya…- Le dije solamente a Tavito, él al instante sacó mis huevos de su boca agarrando aire y al mismo tiempo yo lo empezaba a llenar de leche. La leche me salió con fuerza y en una cantidad grande, Tavo abrió los ojos cuando los chorros de leche terminaron de caerle en el rostro, la tenía en la frente, nariz y boca, y le escurría por su carita, ver a Tavo viéndome aún con sus ojitos cristalinos de lágrimas y bañado en mi semen era la primera parte de mi venganza, ahora seguía desquitarme con su culito, para esto lo hice ponerse en pie, rápidamente mi quité la ropa, bajé la tapa del inodoro e hice a Tavito recostarse y lo abrí de piernas levantándolo de sus muslos haciendo que la mitad de su cuerpo quedara suspendida en el aire, Tavito todavía se sorbía los mocos sin soltar palabra mientras yo ya le perfilaba mi verga a su ano, solté una cantidad buena de saliva dirigida a su agujero y mi glande, le dí uno, dos, tres cabezasos con mi verga a su hoyito y al cuarto empujón se la metí,
– Ay!- Dijo Tavo apretando los ojos,
– Sin llorar- Le dije y me lo empecé a culear,
– Me duele la cola!- Chilló Tavo,
– Dijiste que ibas a hacer lo que yo dijera- Le dije y empujé más profundo metiéndole un tercio de verga,
– Auh… Sí… – Respondió,
– Entonces relaja el culo, que te quiero coger- Le dije y Tavito simplemente se dejó y cerró los ojos entonces su verguita dura captó mi atención, – Para que te haces, si te gusta, hasta tienes la verga parada- Le dije, pero él no respondió, entonces me detuve un momento y lo tomé de las nalgas para acomodarme mejor y le metí otro tramo mas de verga,
– Ay… Si me gusta, pero me duele la cola- Dijo Tavo con carita de puchero, pero difícilmente me habría causado lástima, pues aún tenía mi semen en el rostro,
– Cállate, bien que hasta me ponías el culo hace rato, querías verga, ahora te aguantas- Le dije dándole el último empujón para terminar de penetrarlo y empecé a cogérmelo. El culo de Tavo, como de costumbre, se sentía muy rico y apretadito, sin embargo también a mí me dolía un poco el pene debido a la poca lubricación y estimulación, así que se la saqué, le ví el ano enrojecido y Tavo me miraba con sus ojos lagrimeantes, – Te duele la cola?- Le pregunté, pues aunque era un castigo, tampoco quería lastimarlo en exceso. Tavo dijo que si moviendo la cabeza, entonces sosteniendo aún su culo en el aire, me agaché para lamerle el ano y ponerle más saliva, – Si me hubieras dado el culo ayer no te hubiera castigado- Le dije, y continué comiéndole el hoyito,
– Perdón, es que yo no sabía que ayer me querías coger- Dijo Tavo,
– Yo siempre te quiero coger, pensé que tú también querías- Le respondí y continué con mi lengua en su ano,
– Es que ayer no me dieron ganas porque estaba jugando con Mario- Tavito obviamente no había pensado en lo que había dicho,
– Pues entonces cuando si tengas ganas, le dices a Mario que te chupe el culo y te la meta- Le respondí nuevamente con mi voz de enojado,
– No, no, no, no… Yo nada más quiero que me la metas tú- Respondió Tavito, apurado, y yo lo miraba con una fingida mirada de enojo, – Ándale, si? Nada más tú quiero que me cojas- Dijo Tavito, pero yo me mantenía con mi mirada de indiferencia aún con su hoyo a centímetros de mi cara, – Porfa, métemela, nada más tú quiero que me metas la verga, me gusta mucho tu verga en mi cola- Decía, Tavito me estaba tratando de convencer sin saber que yo por dentro tan solo reía esperando ver qué tanto me rogaría que me lo cogiera, – Ándale, métemela, mi cola quiere tu verga, nada más la tuya- Dijo, entonces fué suficiente para mí, lo tomé levantándolo y me lo eché como bebé con su cabeza en mi hombro, me di la vuelta con él en brazos, lo pegué a la pared y volví a penetrarlo completamente, tavito soltó un gemido y me apretó el pene con el culo,
– Que sea la última vez que me dejas caliente- Le dije, y me lo empecé a culear con todo contra la pared, mis huevos chocaban contra sus nalgas ferozmente y Tavo me apretaba con sus dedos en mi espalda, – Así te quería culear ayer- Le dije a Tavito mientras le chupaba el cuello y él respondió con un quejido, – Le está gustando a tu culito?- Seguía lamiendo el cuello del niño,
– Sí…- Respondió y tomó aire por la boca,
– Ya no te dolió que te metiera la verga?- Ahora le besaba el otro lado del cuello,
– Sí… Pero me gusta…- Dijo,
– Ya ves, tu culo quería mi verga, y tú no me lo quisiste dar ayer-
– Perdón- Dijo Tavo buscando mi mirada,
– Pídeme perdón con el culo- Le dije, Tavito puso cara de desconcierto,
– Cómo?- Dijo, entonces lo bajé de mis brazos dejándolo en pie,
– Acuéstate, y levanta las piernas, así, agárrate con las manos- Le dije, guiándolo para que se tomara de la parte interna de sus piernas levantándolas a altura de su pecho dejándome vista completa de su ano abierto, – Así, ábrelo y ciérralo- Le pedí, entonces Tavo comenzó a fruncir el ano mientras yo lo miraba,
– Así?- Preguntó, también su verguita se le movía al fruncir el hoyito,
– Sí, ahora pídeme perdón- Le dije,
– Perdón- Dijo Tavito al mismo tiempo que contraía su ano,
– Y qué más?- Me masturbaba viéndolo mover su agujero,
– Perdón por no darte el culito ayer- Decía Tavo,
– Y qué más?-
– Y nada más tú quiero que me metas tu pajarote y todos los días te voy a dar la cola para que me lo metas y me cojas- Durante todo su diálogo Tavo siguió abriendo y cerrando el ano cómo se lo había pedido y tan pronto terminó de hablar, me puse en cuclillas y se la metí entera, Tavo echó la cabeza para atrás abriendo la boca y yo me lo empecé a culear otra vez, su culo estaba perfectamente amoldado a mi pene y se le iba con suavidad, lejos estaba ya aquella vez que también le había tocado castigo a Tavito por portarse mal, en aquél entonces Tavo aún tenía 9 y su culito aún no conocía lo que era tener mi verga entera dentro, bastante había cambiado Tavo desde entonces, su verga y culo habían crecido pero además también su experiencia en el sexo habia crecido mucho, la de ambos, realmente, nuestro despertar sexual había ido de la mano y sabíamos ya bien qué hacer para satisfacer al otro. A Tavo le gustaba la penetración profunda y bien marcada como se lo estaba yo haciendo en ese momento y por su parte él me tenía agarrado de los huevos como sabía que me gustaba, con sus deditos me acariciaba mis bolas y con el recto me apretaba el pene con sus espasmos y ambos gemíamos, de repente la mirada de Tavo se posó en la mía, no necesitaba palabras para saber que le estaba gustando cómo me lo estaba cogiendo y entonces sentí un apretón en mi verga pero este era intencional, Tavito sostenía mi mirada mientras seguía apretando una y otra vez el culo,
– Te gusta?- Preguntó,
– Ahhh… Sí…- Le respondí a cómo pude debido al placer que me daba,
– Ven- Me dijo Tavo abriendo sus brazos, entonces me incliné y lo abracé, – También me gusta en mi culo- Dijo, eso me puso a mil, empecé a cogérmelo todavía más duro, mis huevos quedaban afuera solo por la limitación física, porque de otra manera también se le hubieran ido por el culo a Tavo. Me di la vuelta con él en brazos quedando ahora Tavo encima, no me importó siquiera el golpe que me dí en el codo con la pared del baño, lo apreté a mí y le seguí dando, gimiendo en su oído, escuchando el golpeteo de mis huevos en sus nalgas, – Ay…Ay…- Soltaba Tavito,
– Qué?-
– Que rico siento tu verga en mi cola…- Dijo Tavo y entonces sentí cómo terminaba, su culo me apretaba la verga bien rico y en el vientre sentía lo húmedo del líquido que le salía del pene, a mí me faltaba un poco para acabar, así que me quedé quieto disfrutando los espasmos del recto de Tavo y tan pronto terminó me empecé a mover nuevamente bien rápido, me tomó solo unos minutos seguir yo de venirme, todo se lo eché a Tavo en su recto, bien adentro mi verga le escupió toda su leche y nos quedamos asi un rato más hasta que paulatinamente mi pene se le salió por si solo a Tavo de la cola,
– Ya me perdonaste?- Me dijo Tavito, sentándose encima de mi con mi pene flácido en sus nalga,
– Ya. Ya sabes qué hacer para que no se repita esto- Le dije,
– Sí, darte la cola todos los días para que me cojas- Dijo Tavo como si repitiera una lección importante, y así fué, desde ese día Tavito y yo tuvimos sexo cada día sin excepción salvo situaciones complicadas y días inaccesibles. En ocasiones, cuando era un día sin que hubiéramos cogido, Tavo de pronto simplemente se bajaba la ropa, me daba las nalgas y yo cumplía con mi parte del trato dándole por lo menos una culeadita rápida y así las semanas y meses siguieron su curso.
Como sigue??
Excelente relato… Como sigue??
Uuufff…que rico.. menuda excitación tengo encima 🔥💦
No sabes como echaba de menos a tavito… Asi si da gusto hacerse una paja. Menudo morbo de verdad!!
Que gran relato… es una gozada como escribes, me encantan todas tus historias de verdad, me tienes completamente enganchado a todas. Ojala nunca dejes de escribir.
Ese pequeño sigue tan adicto a tu verga como siempre… Que buena paja me has hecho hacerme, estoy ansioso por seguir leyendo mas de vuestra historia.
Como sigue? Necesito mas.
Me encanta esta historia… Menudo putito adicto a la polla de Joel esta hecho Tavito 😋🫦
Excelente relato… Como sigue??
Tus historias con Tavito son de lo mejor, super explicitas y morbosas, siempre me pregunto cuanto tiempo más siguieron juntos, como termino todo, espero seguir leyendo pronto tus aventuras con ese nene.