Niño malo Niña puta (parte II)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Pacemhominis.
Como les comenté anteriormente, aun cuando mi deseo interior llamaba constantemente a ser poseído por un hombre, que me tratara como un objeto y me hiciera su puta, la historia con el Sr.
Jimmi superó mis fantasías infantiles, y paso a ser uno de los peores episodios de mi infancia.

Después de la primera ocasión en que me tomó, el miedo se apodero de mi, por las noches me costaba dormir, comencé a comer menos e intentaba no ir al minimarket de mi tía para no volver a verlo, pero nada fue como yo esperaba.

Tan solo dos días después encontré a Jimmi hablando con mi tia, él estaba ofreciéndole su trabajo para arreglar unas cosas en la casa, todo era parte de su plan para poder abusarme, a mi no me salían las palabras y nunca conté nada para poner en aviso a mi familia, en mi interior ya me sentía sometido.

En la tarde de ese día, mi tia me dijo que recibiera a Jimmi en casa porque el iría a reparar algunas cosas, yo inmovil solo respondí “ok” y me fui a casa, nervioso, como si fuera a morir.

Entonces él llegó a casa y mi infierno sexual comenzó, no espero ni un momento, cerró la puerta con seguro, y claro el estaba tranquilo porque sabia que mi tía y mi familia no llegarían, avanzó hasta donde yo estaba (living).

Cuando ya estaba frente a mi, me dijo “que pasa puta, te han culiado mucho estos días que no me hablas”, “a cuantos hombres les has comido la leche”, él insistentemente me trataba de puta, perra, y me hacia creer que yo lo era y que siempre estaba acostándome con diferentes hombres.
De mi boca no salían palabras, siempre en silencio, estaba sometido a él.

Entonces despiadadamente me empujó al sillón principal, no pude contener mis lagrimas y volvieron a salir como la primera vez, me puso en contra el respaldo, de espaldas a él, comenzó a darme palmadas en las nalgas, fuertes y profundas, y me dijo “hecha el culo para atrás puta, muévelo como mujer mierda”, su tono de voz de tornó violento, así como sus maneras de tomarme.

Yo intentaba mover mi culo sensualmente para complacerlo, pero al mismo tiempo trataba de contraer mi ano con la ilusión de que nada fuera a entrar,, pero sus dedos ásperos comenzaron a entrar en mi, lubricados por un poco de saliva que me había escupido, sentía como perdía fuerza y control de mi ano, por la dureza y dolor que me coaccionaban ya dos dedos gordos dentro de mi.

Dejó de meter sus dedos, que con mucho dolor sentía como intentaba lastimarme , más que dilatarme o prepararme para su pene, pues no era su intención que yo lo disfrutara, sino que me doliera.

Sacó sus dedos de forma rápida y sentía como mi ano quedaba abierto, aun sin yo quererlo, el se puso tras de mi, sacó su verga, escupió nuevamente mi ano y me lo metió con toda su fuerza, el dolor es indescriptible, sentía que me orinaba, que no tenia control de mi, mi estomago se descomponía sin motivo, todo mi cuerpo quería que él se detuviera, pero una vez adentro de mi, no paró, sus embestidas no paraban, entraba y salía de mi y nada de mis fuerzas podía detenerlo.

Pasaron no muchos minutos, unos 15, cuando sacó su verga de dentro de mi, me tiró al suelo y me dijo “abre la boca mierda, rápido”, yo obedecí y se puso a eyacular dentro de mi boca, yo intentando que no se me fuera a caer de la boca para no enojarlo más, lo trague para agradarlo.

Nuevamente, su retirada fue rápida, solo me dijo “chao” y murmuró “voy por materiales”.

Allí quede yo otra vez, usado, violado realmente, aunque me había penetrado, todo mi cuerpo me dolía, mi ano era como si no lo tuviera, siquiera podía sentirlo de tan maltratado.

Corrí al baño a limpiarme, lavarme los dientes y sacarme cualquier rastro de él por si alguien llegaba, sobre todo el dolor de mi ano fue inmenso al contacto con el agua fría

Mientras terminaba de limpiarme, me miré al espejo y en mi cabeza llegó” la paz”, pues pensaba nada más que esto puede sucederme, si resistí a esto nada puede ser peor, sentí una especie de calma después de haber sido violado, lo que no presentí era lo retorcida que se podía volver mi mente en el futuro por haber pasado una experiencia tan traumática como aquella y como las 2 veces más en que Jimmi me violó, antes de que yo regresara a mi ciudad.