No existen imposibles
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por morochouruguayo.
Mi nombre es Luis tengo un conocido (Diego) que según sus historias se voltea a cualquiera que se le cruce sin importar el sexo, o sea tanto le da que sea mujer u hombre. Alardea de su virilidad, resistencia, medidas y todo eso. Según él siempre anda con la verga parada al palo, parecería que estaríamos frente a un codiciado semental muy activo.
En definitiva a mi me parece simplemente un estupido engreído.
Bueno no solo es un estupido engreído, tiene cualidades a la vista que lo hacen muy atractivo. Es rubio, ojos celestes, piel suave, una sonrisa espectacular, mide 1.90, cuerpo atlético con músculos bien marcados, una colita paradita y al parecer bien durita. En fin se me hace agua a la boca. Suena algo contradictorio por lo que dije de él, pero una cosa no quita la otra.
Diego nunca se había fijado en mi, seguro por que soy alguien que no me destaco por mis cualidades físicas que sean de su preferencia. Mido 1.80, soy moreno, ojos marrones oscuros, algo de panza. He recibido muy buenos elogios de mi cola y de mis piernas, sin olvidarme que mi verga es algo grande (20×6) y por ella he tenido alguna conquista que otra, pero nunca con Dieguito.
Confieso que me había obsesionado con él, por solo el hecho de no poder tenerlo. Básicamente soy activo, no siempre he disfrutado siendo pasivo, se tienen que dar cosas que me cosas de piel con la otra persona para que entregue mi colita. Por eso a Diego le entregaría mi colita, en fin mi cuerpo por entero.
Hace poco conocí a Alejandro, un hombre muy atractivo, cara de bebe, ojitos verdes, cuerpo trabajado en gimnasio, colita divina, pero algo bajito. Me cayó bien de primera, es muy simpático y divertido. Bueno pensé para mí que sería bueno concretar algo con él y así sacarme de la cabeza a Diego. También me gusta de Ale que es muy varonil y tiene una voz que me excita. Nos conocimos por Chat. Hablamos por horas y vimos que teníamos muchas cosas en común. Nos conocimos y reafirmamos que nos gustamos mucho. Me invito a su casa, pasamos la noche juntos, realmente lo pase genial, pero cuando besaba y penetraba a Ale, en mi mente estaba Diego. Imaginaba que era él a quien besaba, a quien acariciaba y a quien penetraba.
Transcurrían los días y lo pasábamos genial con Ale. Hasta que nos cruzamos con Diego. Nos vio juntos besándonos en un boliche, se acerco a saludarnos y Ale lo invito a nuestra mesa. Me sentía muy incomodo y para disimular un poco voy al baño, dejándolos solos en la mesa, al poquito tiempo entra Diego. Yo estaba orinando en los mingitorios y no me percate de él, de repente una mano me toca la cola con mucha efusividad, lo que me sorprendió, cuando miro era el hombre que ocupaba mis pensamientos, me ofrece su mejor sonrisa y me dice:
D- Lastima que tenes novio.
L- ¿Por qué lastima?
D- Simple por que de hace tiempo te tengo ganas y pienso que vos también me la tenes.
L- Me sonrío irónicamente y le digo, que seguridad te tenes. ¿Qué te hace pensar eso de mí?
D- Note lo nervioso que te pusiste cuando me senté en su mesa, le soltaste la mano a tu novio y al parecer te gusta que toque el culo por que tengo la mano en el y no la has sacado. Larga una carcajada.
Me voy del baño huyendo de la situación y sin querer de esa manera le confirmaba de alguna forma lo que me dijo.
De regreso a la mesa con Ale estaban con él unos chicos, los cuales me presenta como sus amigos. Eran muy divertidos y buena onda. Llega diego a la mesa y se une a nosotros, al poco tiempo se carga a uno de los chicos y este le responde con un beso, me sentí tan celoso que no aguantaba estar más ahí. Le digo a Ale al oído que no me sentía bien que me iba a casa, obviamente me dijo de acompañarme, pero le dije que no sería justo ya que estaba tan divertido con sus amigos, lo convencí de que me tomaría un taxi y nos veríamos al otro día, me despedí y me fui.
Mientras esperaba un taxi se acerca un auto, para mi suerte adivinen quien era, obvio era Diego. Se ofrece a llevarme y le digo que no, a lo que me dice tranquilo no va a pasar nada, no quiero si te sentís mal que te pase algo solo. Accedí y me subí a su auto.
Al llegar a mi casa, lo invito a tomar un café o lo que quiera, y me acepta la invitación.
Cuando entramos me toma por la cintura y me da un beso increíble, me deja sin habla y me dice que lo único que quería tomar es a mi. No pude resistir ya que es muy evidente mi atracción por él. Le tomo la mano y nos vamos para el cuarto, donde los besos y las caricias eran tan fuertes y calientes como nunca había experimentado con otra persona.
Con mis labios recorría su cuerpo y me detuve en su culito divino, y me dice “soy activo 100%” hasta el cansancio. Pero, el hecho de saberlo activo y que ponía barreras a su culito perfecto, me despertaba un deseo mayor. Pero, luego de tantas caricias y besos por doquier, el supuestamente activo Diego, terminó siendo (dice que por primera vez) deseo que me la metas. Así lo hice, Diego se puso de costado, mientras le besaba el cuello y las orejas, suavemente lo penetraba, digo suavemente por que si era con él decía su primera vez no quería hacerle daño y que lo disfrutara tanto como yo.
Cada vez que avanzaba más placer me daba y era evidente que él también lo disfrutaba ya que sus gemidos me excitaban más y más. Cambiamos de posición, Diego se pone boca arriba poniendo sus piernas sobre mis hombros, esa posición es la que más me gusta. Nuevamente lo penetro y me recuesto sobre él nos besábamos, pero lo que me sorprendió fue que me dijo dame fuerte papi, ni lento ni perezoso cumplí sus deseos, fue increíble. Después se sienta encima mío y comienza una frenética cabalgata, mientras me cabalgaba yo lo masturbaba, no demoro mucho tiempo cuando siento sobre mi pecho su esperma espeso caliente y abundante, por favor nunca vi a alguien acabar de esa manera, se la saco y él se acuesta boca arriba y yo acabo en su pecho al igual que Diego en forma abundante.
Lo que quedaba de la noche volvimos a tener sexo dos veces más, quedamos agotados.
Nos fuimos a duchar juntos donde nos besamos, pero no tan frenéticamente, la diferencia fue que eran besos dulces con una carga de cariño que casi podría decir de amor. Vamos a acostarnos desnuditos y me pide que lo abrace, así nos dormimos.
Al rato tocan timbre, me pongo un short y voy a atender, para mi sorpresa era Alejandro. Me dice mi amor te ves mal con unas ojeras terribles, entra y me dice te voy a preparar un tesito, yo le digo que no es necesario que solo dormiría un rato y se me pasaría. En esos momentos Diego sale del cuarto desnudo y con terrible erección, dice mi amor volve a la cama que te extraño. Sin decir nada Alejandro se va.
Tenía sentimientos encontrados, ya que Alejandro es una buena persona y no merecía eso, pero a la vez es muy fuerte lo que me pasa con Diego.
Deje pasar unos días y concrete un encuentro con Ale y le explique mis sentimientos hacia Diego, que quería conocer a alguien para sacármelo de la cabeza pero fue imposible, le pedí perdón por el daño que podría haberle causado. Con lágrimas en sus ojos me dijo que me entendía, nos dimos un fuerte abrazo, me pidió que no lo busque por un tiempo, que quizá más adelante pudiéramos ser amigos. Eso habla de la gran persona que es Alejandro y que merece ser querido de la mejor manera por alguien que lo corresponda.
Con Diego estamos viviendo juntos disfrutando de una relación que crece cada día más y en la cama experimentamos cosas nuevas todos los días, noches o sea a cada rato que se nos antoja.
Se preguntaran donde quedo ese macho 100% activo, se los contare en próximo relato.
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