No hay tercero malo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Miguel y yo teniamos tiempo sin salir de antro por que a ninguno de los dos nos gustan esos lugares, sin embargo la oportunidad se dio gracias a la invitacion de un par de amigos, eso si! acordamos ir solo un rato y regresar a casa temprano.
Fuimos a un antro gay despues de haber llegado por nuestros amigos, la noche no estaba mal, se veia que el lugar no estaba tan concurrido pero tampoco estaba abandonado, terminarnos por estar con un grupo de gente (amigos de amigos) agradable, nos invitaron cervezas, nos sacaban a bailar en ocaciones. En fin, nos la estabamos pasando bien, cuando Miguel vio algo que le llamo la atencion, y por algo me refiero a un chico obviamente. Yo le dije que si se animaba a hablarle adelante, no tenia problema en llevarlo con nosotros. Miguel apenado no lo hizo directamente si no que se la fue llevando pidiendo favores a la gente de nuestro grupito para que le extendieran la invitacion a hablarnos.
Tras unos minutos accedió, pensabamos en un inicio que no le interesaba pues nos habian dicho que el chavo nos habia rechazado, pero eso pasa cuando juegas al telefono descompuesto en un antro. Se acerco a nosotros, su nombre era Eduardo, le dijimos que si queria que lo llevaramos y el accedió, tardo bastante en despedirse de toda la gente con la que estaba pero finalmente ya estaba en el auto con nosotros y camino a nuestra casa.
– Eduardo era un chico muy "bonito", tenia 19 años, afeminado, moreno claro, delgado, un poco mas alto que Miguel y yo (pero claro, tambien el hecho de que ninguno de los dos sobrepase el 1.60m es un factor importante para ver a todos mas altos) –
No tardo tiempo en empezar la accion, y si algo le aplaudo a Eduardo es el no dejarse intimidar por una pareja. Como el era activo, tanto Miguel como yo tomamos el rol pasivo. Para romper la tension decidimos empezar por quedarnos en ropa interior todos, despues nos empezamos a besar y tocar, primero Eduardo y Miguel, despues Eduardo y yo, luego los tres juntos… Hasta que por fin tampoco teniamos ropa interior puesta.
De manera rapido terminamos el cachondeo, Eduardo se puso condon y me tomo a mi primero para penetrar – Recuestate por completo – me dijo, y a Miguel – Y tu ponte asi empinado por encima de el -. El pene de Eduardo era promedio, no habia nada sobresaliente, pero lo habia en lo que hacia.
Me estuvo cogiendo durante un buen rato, cada vez mas fuerte, cada vez mas rapido, hasta que le llego el turno a Miguel, el se quedo como estaba, empinado, pero yo me hice hacia enfrente de el para que me la chupara en lo que se lo estaban cogiendo. Desde donde estaba podia ver como entraba y salia el pene de Eduardo, la imagen era asombrosa, despues de un tiempo volvio a mi Eduardo, en la misma posicion en la que tenia a Miguel me estaba cogieno mientras Miguel nos estaba viendo y besaba el cuerpo de Eduardo.
Eduardo se puso de pie sobre la cama y le extendio la mano a Miguel, de un golpe se la metio por completo mientras lo tenia contra la pared, esta vez me quede por debajo viendo la accion mientras me masturbaba, Eduardo no tenia mal trasero tampoco y como se le movia en el mete y saca me calentaba mas, escuchaba los gemidos de Miguel y las exhalaciones de Eduardo. Le estaba besando el cuello a la vez que lo penetraba… Todavia no se cansaba cuando me tomo de la mano a mi y me puso contra la pared, de la misma manera me la metio de un golpe, me tomo de una pierna y me la hizo hacia atras, la sensacion cambio por completo, era mas placentero y el me cogia con mas fuerza.
Tomo a Miguel nuevamente en la pared pero sin durar mucho cambiaron de posicion, Eduardo recostado y Miguel sobre el. – QUE RICOS CULITOS TIENEN! – dijo Eduardo. Y yo todavia masturbandome viendo la cogida que le ponian a mi pareja, no queria dejar de hacerlo de hecho, le dije que continuara solo con Miguel, en esta vez lo recosto por completo y el encima, yo lo besaba y le besaba el cuerpo, las embestidas eran mas fuertes, con mas ritmo… Cuando de pronto solo escuche gemir a Eduardo por haberse venido dentro de Miguel…
Quedamos los tres agotados, una experiencia muy rica placentera, no era la primera vez que Miguel y yo estabamos en un trio, pero fue tal vez la que ambos disfrutamos mas…
– Invasor.s
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