no me gustó mi primera véz
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
comensando interesarme en el sexo me pasó a los 14 años en el internado. Yo me dí cuenta que se me paraba la pija cuando le frotaba debajo de la ducha y en las duchas al lado mis compañeros estaban en lo mismo. Pero como era un internado de curas nos daba mucha vergüenza y no pasamos a más de comparar quien tiene el mas grande…..
Despertado la curiosidad después me metí en los baños de un centro comercial que siempre hice mis compras de víveres. Eso ya era a los 15 años y en esos baños había huecos en las paredes para observar quien estaba al lado, si no lo tapaban con un papelito. Muchas vezes ví como jóvenes u hombres mayores se hicieron la paja y disfrutaban de que les vean. De véz en cuando nos agachamos y nos hicimos la paja el uno al otro por debajo de la pared que separaba cada excusado. Eso ya casi era el cielo porque me subían mucho las hormonas y no tenía pareja con quien compartir.
Cuando tenía como 18 años ya estaba con demasiada ganas y para mí era claro que me interesaban mucho los hombres. Así que un día me fuí a los baños en la estación de trén donde sabía que había mucho ligue: o era posible que te hacían la paja al lado tuyo cuando quería orinar, o te llevaban a un excusado o si te dejabas te llevaba alguien a su casa. A mí me pasó lo último, me dejé "arastrar" por un desconocido a su departamento. El tipo no era bonito y lo único que quería era sexo. Yo también, pero no sin prepararme.
El me ofrecía para "entonarme un poco" revistas pornográficas que hasta eso no había visto muchos. Después me llevó al dormitorio y solo quería penetrarme. Me acomodó en la cama ya que yo no tenía experiencia ningúna y se acomodó frente a mi con mis piernas en sus hombros. Solo me recuerdo el dolór insoportable y el arrepentimiento de haberle seguido a su casa. Sentía asco y como el tio no me trató con ningún cariño sino me usó para no hacerse la paja con la mano, me sentía pésimo. Cuando acabó en su condón y se retiró, me fuí al baño y cuando me limpié tenía sangre sobre el papel y más era mi susto de lo que ya lo había pasado mal en esa experiencia…….
Me fuí con todo el susto vistiendo y salí corriendo a la calle y alejandome de tál horror y olvidarme del tio tán antipático.
Después lo conté a mi mejor amigo, de quien sabía que también se dejaba "arrastrar" una véz y no le fué tán mal. Yo me moría de acariciar mi amigo y tener sexo con el con mucho cariño, pero nunca se dió tál situación hasta hoy y el sabe que tengo mientras tanto pareja gay y lo vivo muy abierto en la actualidad.
De poder abrirme a una relación gay fué solo posible mucho más tarde por un amigo de verdad. Él de nuevo me introdujo con todo cariño en todo el juego del amor. Comenzaba con besos por todas partes y recién me dí cuenta de tántos puntos que me exitaban. Después me dió una buena mamada y me invitó hacer un 69 antes de pasar por mi raja con la lengua y prepararme con lengua y después con sus dedos antes de si quiera intentar de penetrarme.
Claro que así sí me podía relajar y "gracias" al maltrato de ese primer hombre me había roto el culo ya que ahora no me dolía casi nada y fué super exitante compartír esa entrega incondicional de amor. Con eso me dí cuenta de que sutileza se trata el amor y su entrega y no solo era de saciarse convulsivamente.
Esas primeras experiencia pasaron en Suiza, mi amigo se fúe a estudiar japonés en Japón y yo me fuí al Ecuador y vivo feliz con mi pareja de ahora.
Queria entregar ese relato para decir que no todo es sol y felicidad, sino depende de muchos detalles para que el sexo y el amor se lleven bien. con un abrazo desde Manabí, Ecuador
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