No quiero ser gay Part 2 – Dios no quiere a las personas homosexuales

A dios no le gustan las personas gay.
Espero que la historia este siendo de tu agrado, mi telegram es @DanDanielcazdor por si gustan dejarme un mensajito

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A partir de que Don Serch me dio los Danoninos con su leche, empezamos a experimentar con más comida como galletas, pan, café, etc.  Yo estaba a punto de terminar la doctrina para hacer la primera comunión, pero por desgracia Don Serch noto que Erick solo vino a la ciudad para conocer y tomar unas vacaciones, pero en realidad nunca quiso aprender a usar la computadora, acto que le molesta mucho a Don Serch y lo regresa a su pueblo, ambos le suplicamos que lo dejara para que viera la fiesta que me iban hacer mis papás por la primera comunión, pero como un acto de castigo hacia Erick lo regresa al pueblo antes de la fiesta que era en un mes aproximadamente.

 

Cuando Erick se va a su pueblo empiezan a pasar cosas extrañas que yo no notaba, puede que sea porque era un niño o era distraído para darme cuenta, esas cosas se las contare en el próximo capitulo para no spoilar en esta parte.

 

Al irse Erick, Don Serch y yo continuamos nuestras andadas a lo descarado, incluso ya muchas veces sin necesidad de tener sexo andábamos desnudos en la casa y al ahora que uno quisiera le hacía sexo oral, que en realidad era yo que se la chupaba a cada rato.

 

Quedaban como 2 o 3 semanas para terminar el catecismo y hacer la primera comunión, esas ultimas clases ya no nos la impartía la catequista, ya nos daba clases el padre de la iglesia o alguna que otra monja cuando el padre no podía. En una de esas ocasiones por estar friegue y friegue a Don Serch que me cogiera se nos fue el tiempo volando y cuando acabó Don Serch de correrse en mi culo, nos fijamos en la hora y ya era tarde, cosa que solo voy al baño a ventar la leche de mi culo y a cambiarme para irme corriendo a la iglesia. Llego tarde al catecismo y le pido permiso para pasar al padre

 

Padre: ¿Por qué llegaste tarda Daniel? Siempre eres puntual

Daniel: perdón padre, es que estaba haciendo tarea y no me di cuenta de la hora, hasta que mi vecino me dijo que ya era tarde y vine corriendo

Padre: No pasa nada, siempre y cuando sea para la escuela, toma asiento y pon atención a lo que les voy a decir

 

Debo admitir que las clases con el padre eran mejor que con la catequista, la catequista solo nos hacía aprender de memoria oraciones o cantos de la iglesia y el padre a pesar de que nos metía miedo de todo lo que decía, pero nos tenía entretenidos. El padre siempre nos habla de los pecados, y nos daba ejemplos de cómo se cometían y evitar esos pecados, también nos hablaba de la vida de Jesús, el significado de poner un nacimiento o belén en navidad, de poner un árbol o pino de navidad. Siempre procurando que la clase fuera entretenida, pero a la vez con un mensaje o reflexión.

 

En sus últimas clases del padre nos habla sobre los pecados de lujuria y la envidia, al ser niños aún y estar en una época donde el sexo se empezaba a ver en público, pero aún no bien recibida del todo, el padre nos habla de la lujuria y nos explica que ese pecado ocurre cuando una persona quiere dar muchos besos a otra persona de nuestro sexo opuesto o estar mirando mucho tiempo a una persona de nuestro sexo opuesto, hasta que un niño lo interrumpe

 

Niño: Padre mi papá dice que la lujuria es cuando quieren procrear muchos hijos, pero sin querer tenerlos, pero no entiendo eso, ¿me puede explicar?

 

El padre se sonroja y dijo que mejor le preguntáramos a nuestros papás sobre ese tema, yo le pregunto a Don Serch que era la persona que más confianza le tenía. Don Serch me explica que nosotros cometemos ese pecado, que era tener sexo solo por placer y no para procrear hijos y dios solo quiere que uno tenga sexo para procrear más no para complacer nuestros cuerpos

 

Daniel: pero yo no puedo tener hijos con usted

Don Serch: y que bueno que no puedes tener hijos, de tanto que hacemos el amor ya tuviéramos muchos hijos

Daniel: entonces cuando me deba confesar ¿le debo decir al padre que soy lujurioso?

Don Serch: mejor eso no se lo digas, te va a preguntar porque, y seguro no sabrás mentir en ese caso, di tus otros pecados menos ese

 

Al siguiente día el padre no nos dio clases y nos da la clase una monja y al parecer a pesar de que eran los inicios de los años 2000’s aún no era bien visto preguntar a los papás sobre el tema del sexo, porque muchos niños llegaron preguntándole a la monja por la lujuria.

 

Monja: niños a ver cálmense, eso de grandes lo sabrán, pero me gustaría que levantaran su mano sin miedo si un adulto les a tocada aquí (señalando su vagina) o aquí (señala los pechos) o aquí (señala sus nalgas)

 

Yo pensando que Don Serch no solo me toca mi pene y mis nalgas, si no que me chupa el culo y me mete su verga en el culo, nadie levanta la mano

 

Monja: que bueno niños que nadie les ha tocado ahí, no permitan que nadie ni sus propios padres permitan que los toquen en esas zonas, porque esa persona que los toque ahí está cometiendo un pecado muy grabe que es la lujuria, y cuando sean grandes solo se debe tocar esas zonas para engendrar un bebé

Niño: monja, mi mamá dice que mi tío es un lujurioso solo por ser gay

Monja: es correcto esa gente está enferma y sufre de muchos pecados incluyendo el pecado de la lujuria, dios no quiere a esas personas a pesar de su enfermedad.

 

Al escuchar eso me quedo pensando en que entonces dios no me quiere porque he cometido el pecado de la lujuria y al gustarme Don Serch me hacía a mi gay por lo tanto pensé que dios no me quería

 

Daniel: Monja ¿y entonces como se cura eso?

Monja: el pecado de la lujuria se quita confesando y el padre dará una penitencia por cometer ese pecado y lo de ser una persona gay creo los curan de esa enfermedad los psicólogos y una vez que estén curados de esa enfermedad, debes confesar al padre todos los pecados que hicieron mientras tenían esa enfermedad

Niño: mi tío dice que eso no es una enfermedad

Monja: si lo es, tu tío por ser gay está enfermo, que no lo quiera reconocer es diferente, pero ustedes no deben seguir esa forma de pecar porque dios se enoja y no los querra en el cielo y se irán al infierno con lucifer donde serán castigados por siempre

Daniel: ¿y que castigos da el diablo?

Monja: en la biblia dice que trabajaran sin descanso con fuertes castigos y sin derecho a descanso y los que toman un descanso serán torturados, aparte desde aquí en vida ya son castigados, porque mucha gente no los quiere por tener esa enfermedad.

 

Yo me quedo muerto de miedo al escuchar todo eso

 

Niño: ¿entonces mi tío se ira al infierno?

Monja: mientras no se cure de esa enfermedad y no se confiese, si se ira al infierno

Niño: pobre de mi tío, que bueno que yo no tengo esa enfermedad

 

La monja sigue dando su clase, mientras yo me quedo congelado y recapacitando todo lo que he hecho con Don Serch, la monja termina su clase y nos recuerda que los que no tenemos padrino debíamos hablar con ellos para que nos compren la ropa, vela etc. para hacer la primera comunión y los que ya lo tenían que les recordemos de hacer ya las compras y pagar la misa para hacer la primera comunión. Yo quería a Don Serch como padrino, pero al no estar casado no podía ser mi padrino así que mis padrinos iban hacer unos tíos. Llego a la casa de Don Serch y veo a Don Serch desnudo

 

Don Serch: ¿Cómo te fue bebé?

Daniel: no sé, creo que mal

Don Serch: ¿Por qué mal?

 

Le cuento a Don Serch todo lo que nos dijo la monja y Don Serch solo se queda en silencio escuchándome

 

Daniel: y yo no quiero ser gay e irme al infierno

Don Serch: Bebé, pero tú no eres gay

Daniel: si lo soy, porque usted me gusta

Don Serch: … tal vez estas confundido por los juegos de beisbol, pero yo no te puedo gustar, estoy viejo y gordo, solo te gusta el juego de beisbol y por eso estas confundido

Daniel: si me gusta y mucho y disfruto mucho cuando jugamos beisbol

Don Serch: …

 

Nos quedamos en silencio mientras yo lloraba y el me abrazaba

 

Don Serch: tal vez ya no debemos hacer el amor para que dios no te castigue, ya que tú eres un niño y no sabías lo que hacías, pero yo sí me iré al infierno por enseñarte a jugar eso

Daniel: pero yo tampoco quiero que usted se vaya el infierno

Don Serch: no te preocupes por mi bebé, desde hoy ya no jugaremos beisbol y tampoco andaremos desnudos por la casa para evitar tentaciones ¿te parece bien?

Daniel: … si creo que es lo mejor

Don Serch: anda pues ya no llores, deja me voy a vestir y no te preocupes por ser gay, algún día llegara una chica muy guapa y te vas a enamorar y te vas a casar con ella y vas a tener una bonita familia como la de tus papás.

 

A partir de ese día Don Serch y yo dejamos de jugar beisbol o mejor dicho de hacer el amor, muchas veces tuve tentaciones de volver a sentir su verga en mi culo, su leche en mi boca y era inevitable notar sus erecciones sobre sus pants y a mí al ver sus pants con su verga erecta se me hacía agua la boca, pero Don Serch siempre me decía, recuerda que dios no le gusta eso. Nuestra relación no cambio solo cambio en los juegos, el me seguía llamando bebé y me cuidaba y otras veces nos quedábamos a dormir, pero ahora sin hacer nada sexoso.