¡Nos atrapó la policía! (El oso de mi vida parte 3)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Hamlet666Gray.
Ya como pareja, J y yo la pasábamos bien. El primer sábado juntos, fuimos al teatro donde daba funciones y conocí a sus compañeros y amigos, incluso a su "hijo", en realidad un chico de edad cercana a la mía, del cual se había vuelto su tutor o algo por es estilo desde niño, me decían él se pondría celoso de mi, pero creo yo no lo sentí así al conocerlo. Ese día cogimos al volver a su casa. Luego yo me enferme el lunes por algo que comí y no pude verlo. El martes 23 nos volvimos a ver, J me pidió le hiciera un duende y le escribiera unos poemas como regalo de Yule (ninguno de los dos festejamos como tal la Navidad), él me dio una túnica y playera ese día tras haber hecho el amor, vi que en la bolsa de mis regalos había algo al fondo. Creí sería una sorpresa, no le di importancia…Sin imaginar que esa cuestión sería el hilo conductor de una serie de circunstancias que nos habrían de pasar.
En el camino a casa, recordé lo de la bolsa de regalo, mi curiosidad pudo mas y ¡oh, sorpresa! Se trataba de su cartera. La debió dejar ahí. Traía dineros, sus credenciales, una tarjeta de crédito. Cuando me llamó le dije lo que había encontrado y él dijo se la diera cuando volviéramos a vernos, que no la necesitaría, y esto porque al día yo me iría con mi familia a la casa de mi hermana que vive en Coyoacán, luego recordó lo que tenía y dijo que si se la llevaba a su casa mañana. Entonces yo con malicia le dije que había sido su error que viniera a mi ciudad por ella. No le agrado la idea, pero lo tenía agraddo de las bolas, así que aceptó y quedamos de vernos en la entrada de un centro comercial.
Llego antes de las once al centro comercial, me preocupo de que se pierda y lo llamo. Es 24 de diciembre y por lo tanto, un día caótico. Pero no hay problema y llega justo a las 11. Nos abrazamos y me dice vayamos por un café, que al cabo tenemos un poco de tiempo, así que subimos. Ni siquiera le he devuelto su cartera, cuando unos policías se nos acercan cerca de la entrada, nos dicen están haciendo un chequeo de rutina o algo así, nos separan.
-¿Qué es el señor de ti? -me interroga el policía que parece ser el jefe.
-Eh….mi maestro -le contesto absorto por la pregunta, pero pienso no indagara mas y suelto lo primero que se me ocurre.
-¿Tu maestro, eh? -dijo dudando. En tanto con J estaban los otros dos policías.
-Sí.
-Muéstrame tu credencial, porque vimos se besaron allá abajo, y por lo que veo eres menor de edad -me dijo, sorprendiéndome, y es que siempre me he visto muy joven, pero ya tenía 23 años. Se la mostré y en eso llega uno de los otros policías y le dije algo al policía jefe que inspeccionaba mi credencial.
-Mmmmm…si eres mayor de edad. Pero el señor dice es tu pareja , ¿como esta eso? -me dice con malicia.
-Ahh…pues…
-Osea que tienes una relación con tu maestro. Eso es un delito.
-Ha habido una confusión -le contestó. En eso otro policía me dice que J me pide su cartea que yo tengo, que le piden su identificación.
-¿Ah, si? Además están realizando actos indebidos en la calle -agrega.
-No es verdad, solo me abrazo -replico.
-No es lo que vimos. Dime ¿Cuando fue la última vez que tuvieron relaciones? -dijo inesperadamente.
-Eso ¿que tiene que ver? – le digo.
-¡Contesta! -me dice con una mirada asesina.
-Ayer -contestó obligado.
-¿Y quien se cogió a quien? -cuestiona.
-Mmm….yo a él, señor . dijo suspirando.
-Muy bien, pues lo que yo veo es que él abusó de su autoridad por lo que nos iremos a la delegación- dice muy tranquilo el desgraciado policía.
-¿Qué? -dijo fuera de mí
-Subanlos muchachos- dice a los otros.
-Nosotros no hemos hecho nada malo.
-¡Cállate y subete! -me dice muy autoritario
-¿Cuál es el delito?? -dice J igual de sorprendido.
-Anda cogiendo con su alumno, ¿le parece poco?
-¿Mi alumno? -dice sorprendido J y me ve. Yo estoy que no creo nada.
Nos suben a la camioneta policial, adelante se va un policía gordibueno, blanco, bigotón, de cabello castaño y ligeramente mas alto que yo, como de cuarenta. Suben a J adelante y atrás me suben a mi, dejándome en medio de un policía joven, moreno, de mediana estatura, como de 30 o menos, se va de mi lado izquierdo. Del derecho se va el que me interrogó, el que asumo es el líder o jefe, un sujeto alto, delgado, en sus 40s y moreno, pelo casi a rape. En el camino nos siguen acusando de actos indebidos y siguen creyendo J es mi profesor, todo por mi estupidez. Me veo tras las rejas. Peor, veo a J siendo golpeado y encarcelado. No soporto la idea la vaya a pasar mal por mi. Si le hacen algo, no se de que soy capaz, pienso, Seguimos insistiendo no hemos hecho nada malo y diciendo no es verdad sea mi profesor, que mentí pero no nos creen. Nos quitan los celulares y nos dicen que les demos dinero, pero no aceptamos. Aunque para entonces tienen nuestras carteras. Veo al líder sobarse la verga. Eso me deja atónito.
La camioneta llega a la delegación municipal, a un estacionamiento contiguo e insisten con lo mismo, el dinero y nos dejan ir, o eso aseguran.
-Por ultima vez, podemos librarlos de esto, ustedes deciden
-No hicimos nada indebido -dice J.
-Mmmm—dice el policía líder viéndome con cara libidinosa.
-¿Que, ya los bajamos jefe? -dice el policía conductor.
-No, tengo una mejor idea. Les propongo que si tanto les gusta coger, pues que nos dejen verlos y el dinero y ya estamos -dice viéndome a mi.
-Pero…
-No, no me parece -dice J.
-¡Cállate gordito! Lo va a decidir el pequeño -y dirige su mirada maliciosa a mí.
-Esta bien. Pero nos dejaran ir tras esto.
-Ese el trato. Los vemos coger y ya, no intervenimos, solo tengo curiosidad de ver como cogen dos putos
-Ufff -oigo a J resignado.
-¿Pero en donde? -menciono.
-Conozco un hotel donde nos dejaran entrar -dice muy seguro. para entonces la camioneta esta en marcha otra vez.
-¿Donde nos cogimos a esas viejas buenotas? -dice el mas joven
-Asì es, Gutierrez. Ahí iremos. Ya te sabes el camino, Ortega -le lanza mirada al conductor, al gordibueno, quien le responde con sonrisa
Estoy nervioso por lo que va ocurrir, y a la vez excitado. Una sensación extraña. Tan nervioso como la primera vez que se coge. No puedo ver a J porque va adelante. No se lo que siente o piensa. De repente recuerdo solo tengo una semana de conocerlo y sin embargo, si algo le pasara me destrozaría, no lo soportaría. Llegamos al hotel y el jefe dice se encargara del asunto y va con el encargado del hotel.
-Un cuarto, cabrón .-dice muy autoritario.
-Son…
-No, acuérdate cabrón -le dice señalando con un dedo.
El tipo le da unas llaves y subimos, la habitación es abierta y entramos. Mis emociones al máximo. Noto a J nervioso, nunca lo había visto así. Estamos ya los cinco ahí y sin saber como empezar….
-Y ¿que esperan?, ¡encuerense cabrones! -casi grita.
Comienzo a desabotonar la camiseta de J, una de rayas, alza los brazos y se la quito, mientras me quita la mía y le susurro al oído:
-Perdóname, osito
-No te preocupes, solo hagamos lo que quieren y se acabara.
Mientras veo se sientan en un sillón el jefe y el gordibueno, en tanto el joven permanece inmóvil.
-Siéntate, Gutierrez. Nos van a dar show
-No se, jefe. Ver a dos putos….no es mi ideal
-Tranquilo cabrón, por ver nadie se ha vuelto puto.
Entonces le bajo el pantalón a J y estamos ya casi desnudos, nerviosos y ansiosos los dos. Entonces J cuestiona:
-Exactamente ¿que quieren hagamos?
-Cojan como usualmente lo hacen, solo queremos ver
-OK
-Bueno, el pequeño menciono que es el que te clava….eso quiero ver, me da morbo.
Sobre la cama, ya desnudos, J y yo nos besamos apasionadamente, ya la tengo parada. Debe ser por toda la excitante situación. Me pone a mil nos vean tres tipos heterosexuales. Es como si nos grabaran para una cinta porno. Mientras beso el cuello de mi oso, con mi mano masturbo su verga pero parece tener dificultad para pararse plenamente. Le comienzo a chupar sus pezones de su velludo pecho y gime un poco, me encuentro muy excitado y casi muerdo sus pezones de tanto que siento. Alzo sus brazos y sus axilas reciben el mismo tratamiento de mi lengua. Acuesto boca arriba a J y sigo estimulando sus pezones, bajo entonces a su entrepierna y comienzo a mamarle la verga con mucha decisión y pasión desbordada. Esta vez ya la tiene parada. Parece al fin se relajó, se olvido de los policías viéndonos. Cierra los ojos, se deja hacer.
No se si es la situación pero su verga me sabe muy rica. Se la como toda, siento que al estar siendo observado debo dar lo mejor de mi.Algo dentro de mí cocina que puede desencadenarse algo con los policías. o creo ya no distingo nada. Empiezo a comerle los huevos a J, y jadea mas fuerte, llego a su perineo, voy a alzarle las piernas pero decide darse toda vuelta. Tengo curiosidad y volteo de reojo, veo piel, veo a dos de ellos desnudos y jalándose las vergas. ¿Es mi mente que me engaña o es real? No quiero saber y me dedico al oso. Le beso la espalda y voy bajando a sus nalgas, las cual lamo y muerdo en un estado de excitación inigualable. Les abro las nalgas, me da morbo e introduzco mi nariz le huelo su agujero y me excito aun mas, siento me va a reventar el pito de tan dura que la tengo, el precum ya me la lubricó lo suficiente. Meto mi lengua en su agujero y me como su culo con mucha pasión y entrega, gime suave como si no quisiera que lo oyeran, pero ami me bastaba. Seguí hundiendo mi lengua en su culo y hasta alzo las piernas de la buena chupada que le daba. Mojé mi dedo y se lo metí, preparando su culo, dedeando fuerte.
-Ya dámela, bebe -dijo J excitado.
-¡Ya cogételo! -grito el jefe policía.
Procedí a meterle dos dedos y a continuación, acerque me pito a su entrada….Entonces el policía grita:
-Espero, quiero ver como el gordo te la mama y ya luego te lo empinas.
J obedece y voltea la cara, me paro y comienza a chuparme el pito muy rico y rápido, casi siento me vendré. Tengo los ojos cerrados y los abro al recordar lo que había visto en el sillón. Veo de frente como el gordibueno y el jefe como había visto y no imaginado ya solo traen los calcetines, y se la jalan viéndonos, solo el joven sigue vestido, mientras J sigue mamando, oigo:
-Deberías chaqueteartela también -le dice el jefe al joven.
-No, así estoy bien. -dijo muy serio.
-Ya ves, ¡te estás viendo bien puto! -le dijo y rió burlón.
El oso J dejó de mamármela y se puso empinado, procedí a darle una lengueteada a su culo y se la deje ir así como iba. No hubo queja. Comencé a cabalgarlo con firmeza y un ritmo inusitado, cada vez mas intenso. La cama se movía y J gemía descontrolado.
-Que rico me la estás metiendo.
Continué penetrándolo con fuerza y mas empujaba el culo, hasta que seguí se clavó hasta el fondo, me sentía en el éxtasis total. Aunado a los voyeuristas….
-Te pasas de puto, Gutiérrez. Ve como el gordo disfruta la verga, como el chiquito disfruta del culote que se esta parchando, como Ortega y yo nos jalamos, eres bien pendejo- alcanzo a oír.
Se la dejo ir mas rápido con mas intensidad, estoy por venirme. No puedo aguantar ya mas, tengo que derramarme. Siento unos espasmos muy placenteros y eyaculó dentro del culo de J. Es cuando recuerdo no me puse condón. Ni modo, la leche ya está en sus entrañas. Veo se para el jefe y se dirige a nosotros.
-Te la metieron rico, ¿verdad¿ -dice y nalguea a J. la tiene bien parada y se le ve grande, me da miedo quiera cogerme o meterse la a J. Se acerca a mí y me nalguea también.
-Ay, cabroncito en serio que se ve coges rico, aunque me dan ganas de cogerte, mientras manosea mis nalgas.
-Ese no fue el trato -dice J.
-Ya, ya, solo decía. Pero se ve que eres bueno con la boca -me dice.
-¿Estás pensando en que te la chupe, verdad cabrón? -dice el gordibueno, el tal Ortega.
-Así es, vente cabroncito, te la vas a comer. ¿Tú no gustas? -mira a Ortega.
-Ay, no me tientes Martínez… bueno ¡va! -acaba decidiéndose.
Me dirijo al sillón, están los dos ahí esperándome. La excitación vuelve a crecer en mí. Gutierrez se sienta en la cama, se nota incomodo y es renuente a participar, J se queda ahí inmóvil también. Veo a al jefe, a Martinez y sus ojos muestran mucho morbo, su mirada llena de lujuria. Veo es delgado pero con un cuerpo bien trabajado, lampiño y moreno. Por alguna razón me lanzo a chuparle los pezones solo un poco, baja mi cabeza a su entrepierna, su verga es grande como de 20 cms calculo, llena de mucho vello de color negro. Me la meto en la boca y comienzo a mamar, tiene un sabor fuerte e intenso, a macho, a algunas horas de trabajo y sudor. Sabe glorioso. Lo oigo gemir y ahora recorro todo el tronco de su vergota.
-Ufff, ¡que mamada! -exclama
Me la sigo comiendo y tomo sus huevos, se empiezo a lamer y veo como se retuerce sin control.
-¡Ay, cabrón!. No mames, ¡que pinche rico!, con lo que uno sufre para que las viejas te la quieren mamar…ay, si cómeme los huevos,putito, mmmm… decía mientras lo disfrutaba y se la jalaba.
-Uy, ¿y a mi cuando? -dijo el gordibueno.
-Si, para que me voy a venir y no quiero. Chupasela a Ortega- me ordeno.
Entonces me dirigí al tipo. Este me pareció mas atractivo a la vista, gordito, velludo, blanco. Le chupe sus pezones llenos de pelos, su pecho era mas peludo que el de J. Mi lengua bajo por su panza y se instaló en la cabecita de su verga rosada, la cual se veía como de unos 17 cm, menor a la Martinez. Me la fui metiendo y chupando con fuerza.
-Tienes razón, cabrón. Los putos la maman mejor que las viejas.
-Te dije -le contestó mientras se la jalaba despacio el tal Martinez.
Ahora me comía sus huevos peludos y grandes con muchas ganas mientras con su mano me dirigía de vuelta a su verga y me la metí completa. Así un rato hasta que Martinez volvió a hablar.
-Ahora quiero que me hagas lo mismo que al gordo
-¿Que cosa?
-Comete esto -dijo mientras alzaba las piernas y con su dedo señalaba su culo. No lo creía, El policía jefe deseaba le chupara el culo. Me puse a mil, de por si solo mamandoselas ya la tenia parada.
Me acerqué y metí mi lengua a su culo, que despedía un olor a hombre, un poco sudado, y comencé a comérselo con intensidad. NO iba a desaprovechar la oportunidad que me estaba dando ese macho. Mi nariz pegada a sus bolas y mi lengua en su culo, sus ojos delataban como la pasaba, mientras se retorcía de placer, estremeciendo todo su cuerpo.
-Uy, nunca imagine que si te comían el culo se sintiera tan rico…
-¿De verdad, cabrón? -dijo sorprendido el bigotón Ortega
-Si, ahorita que te lo chupe….-dijo mientras seguía con mi lengua en su agujero. Me atreví a ir mas lejos y le metí un dedo, no hubo queja, me hizo señas de que atendiera a Ortega y obedecí.
Ortega alzó sus piernotas velludas y me dejo ver un culo peludito que se veía sabroso, encima se veía portaba buenas nalgas, así que en seguida pegué mi lengua a su culo. Ufff, el sabor exquisito. Culo de macho que sin estar sucio despedía un olor a sudor muy intenso. Me sabía a gloria mientras jadeaba fuerte
-Ahhh….
También me aventure a meterle un dedo tras un rato y entro profundo, sus ojos desorbitados y el que se retorcía me tenían muy excitado, mientras mi boca aprisionó su verga y la mame mientras mi dedo alcanzó su próstata, ya que sentí la forma como de nuez y mi dedo apretó.
-Ahhhh….cabrón -lo oí soltar desde el fondo de su ser, mientras eyaculaba en mi boca. Martinez lucia impresionado mientras me tragaba parte de la leche de Ortega.
-Hazme lo mismo -me dijo mientras se la jalaba.
Ni tardo ni perezoso le volví a meter el dedo mientras buscaba su próstata y mi boca se la chupaba con fuerza, sentía se vendría pronto. No hallaba su próstata pero sentí como se contrajo su culo y en mi boca sentí su leche caliente llegar mientras él se retorcía y exclamaba:
-Pinche putito, ¡me estás desdelechando….!
Soltó varios chorros de semen y sacudidas, un poco mas que Ortega, creo fue muy intenso o tenia mucho sin ser exprimido. Tras recuperarse me dijo me parara en el sillón y dijo me chuparía el culo.
– Anda chiquito quiero comerte tu culito -dijo mientras me paraba y me abría las nalgas y metió su lengua en mi culo, me estremecía del placer, la tenía muy parada. También empezó a meterme un dedo.
-Dame, cabrón, yo también quiero mamárselo- rezongo Ortega.
Así que me cargo Martinez y me puso en la cama en cuarto, me abrió la nalgas y dijo:
– Ahí tienes -tras darme una chupadas, se sentía él seguía muy excitado todavía. Ortega se acerco y me mordió las nalgas riquísimo, para luego llevar su lengua a viajar en mi agujero. No podía mas. menos cuando introdujo su dedo y aunque se sintió muy brusco me hizo venirme y soltar mi semen con mas intensidad que la cogida con J.
Tras recuperarnos, nos vestimos y dijeron había valido la pena, salimos y nos dejaron en una avenida, si bien nos quitaron el dinero,a J le dieron un poco para que regresara a su casa, muy considerados los desgraciados. al despedirse nos dijeron:
-Y ya saben , para la próxima mejor váyanse a un hotel -dijo burlón Martinez y se paso la lengua por los labios.
La camioneta se fue, fuimos a un McDonalds y me sentía raro, la había pasado bien pero no sabía como estaba J. Dijo ya todo había pasado, que de hecho se masturbó mientras me comían el culo y se vino. Pero dijo que prefería no volver a recordar lo que había ocurrido, que lo olvidáramos y que quería, pese a todo. Dijo llamaría unos amigos y lo recogerían, para llevarlo a casa. me despedí y me fui a casa caminando, llegando apenas a tiempo para bañarme y arreglándome. Vaya Nochebuena me habían dado, mejor dicho Día Bueno.
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