Nos descubrió el de la limpieza en el baño del Liceo
Hola como están todos los lectores morbosos de la página. Soy Tito el de los zapatos con los Militares. Voy a relatar los hechos más morbosos y atrevidos en mi vida sexual, los cuales los viví a partir de los 14 años..
Hola como están todos los lectores morbosos de la página. Soy Tito el de los zapatos con los Militares. Voy a relatar los hechos más morbosos y atrevidos en mi vida sexual, los cuales los viví a partir de los 14 años.
Mi vida sexual seguía, mi negro, quien se convirtió en mi macho me follaba tres veces a la semana, en su cuarto me rellenaba el culito o la boca de su rica leche, eran más de tres horas saboreando tremendo hombre negro, una verga de 20 centímetros negra gruesa que me dejaba siempre con el culito abierto como una flor. Me sentía enamorado de él. Me enseñó muchas cosas en el sexo, con el aprendí muchas posiciones que pondría en práctica con los machos, sobre todo con los maduros que fueron mis predilectos desde los 14 años, gracias al viejo Efraín.
Aunque me sentía enamorado y satisfecho con mi negro rico, los de quinto año del Liceo donde estudiaba, me seguían buscando para descargar en mi boca o culito sus mecos que con gusto recibía. Especialmente tres de ellos, dos de ellos negros; uno era el primo del que era mi macho fijo, mi negro; quienes me esperaban cada vez que salía de clase con mis amigas y me hacían señas de ir al galpón abandonado cercano al Liceo.
Allí me arrodillaba para mamarles sus vergas y luego en un cartón ponerme en 4 para que cada uno me follara. Mi culo aguantaba sus embestidas debido a que sus vergas no se comparaban con la de mi negro. Quizás el que la tenía más gruesa era su primo, pero no había comparación.
Me gustaba darles placer y tragarme su Leche. En el Liceo estudiaba también el chamo más lindo, Rodrigo, Rodri para mí, el que todas las amigas querían con él, pero él tenía novia. Ya una vez junto a su amigo Edy, quien me lo presento, se la había mamado.
Con el yo también quería por ser el más guapo y apuesto del liceo, pero no me satisfacía mucho porque su verga era delgada y casi no sentía nada cuando me la metía por el culo, pero el solo hecho de estar con él, cuando mis amigas se morían por estar con él, era un logro para mí. A él le dedico estas líneas, aunque la parte más morbosa fue lo que paso con uno de los limpiadores del liceo, acá en Venezuela lo llamamos BEDEL.
Un día luego de salir de clase de educación física; yo usaba un short pegado que me resaltaba mi pequeño y redondito culito; ese día Daniela, mi mejor amiga no había ido a clase por estar enferma y yo no tenía para desayunar. Vi a Rodrigo, a quien le gusto como se lo mamé, era uno de los hijos de papa y mama, de buena posición económica, él tenía 16 años, estaba en quinto año y estaba con sus mejores amigos Edy y Julito. Me acerqué a ellos; casi todos sabían que yo era gay; le dije: Papi bríndame el desayuno que tengo hambre.
Rodrigo sonriendo me dijo, pide lo que quieras en la cantina.
Como siempre para pedir había que estar encima porque estaba full, de repente sentí como me apretaban el culito, voltee a ver quiénes eran, eran Edy Y Rodrigo quienes lo hacían de manera morbosa, me quede tranquilo por costumbre. Pedí una arepa de carne mechada con queso amarillo y un jugo y Salí, me senté en un banco a degustar el desayuno.
Se acercó Rodrigo y sus amigos preguntándome el primero, ¿Te gusta la arepa Tito, Está sabrosa?
Si Rodri está rica, gracias por invitarme, le contesté, sabiendo que algo me iba a pedir a cambio.
Oye Tito, te vamos a esperar en el baño de arriba al mediodía después de clase, te parece.
Sí, está bien, pero tengo que ir primero a casa a lavarme.
Pero no nos vas a dejar tirados verdad. Mira que te puedo seguir invitando al desayuno y puedo darte 50 bolos, si tú quieres.
Sí claro que quiero, me esperas que sí que iré.
Rodrigo era un chamo apuesto con novia, Edy era morenito un poco feíto y Julio era bien parecido, blanquito.
Cuando salí de la clase, luego de despedirme de mis amigas, llegué a casa, me hice el acostumbrado lavado que me enseño mi ex, el policía, porque sabía que me iban a follar los tres.
Regresé al Liceo casi a las 11:20 y a los 10 minutos sonó el timbre de término de clases. El primo de mi ex y primo de mi negro me abordo y me dijo para ir a su casa que estaba solo, que estaba con un amigo y quería que les sacara la leche. Le respondí que estaba esperando a Daniela porque mañana teníamos un examen, que podía ir a las 4.
Está bien te voy a esperar en la puerta a las 4, no me falles Tito. Se fue junto con su amigo riéndose.
Cuando ya no quedaba casi nadie, vi cómo Rodri y sus amigos subían al último piso y los seguí. Sabía que estaban en el último baño, porque era el más grande, los tres estaban pegados al compartimiento con sus guevos de fuera. El de Rodri un poco blanco como de 14 cm delgado, el de Edy un poco más grande y grueso y el de Julio rosadito bien lindo también de unos 14 centímetros.
Apenas llegue Rodri me dijo: Chupa Tito que me tienes arrecho. De inmediato me arrodillé y comencé a mamárselo mientras agarraba el pene de Edy.
Bufff que rico mamas Tito, seguro que a Julio le va a gustar porque nunca se lo han mamado ni ha cogido.
Otra verga más que iba a descapullar en el Liceo-pensé al escuchar lo que me acababa de decir Rodri.
Seguí con la verga de Edy, quien me hundía su guevo hasta dentro agarrándome la cabeza. Mientras chupaba la verga de Edy, agarré la verga de Julito y lo sentí temblando, no quise esperar más y me lo metí todo en la boca, lo que hizo lanzar un suspiro. Ya tenía rato mamando cuando me senté en la poceta, los tres se acercaron mientras yo seguía mamando cuando Edy Dijo: Quiero cogerte, Tito, tienes ese culito rico que me gusta mucho.
Ahí fue cuando me impuse, les dije que quería que el primero fuera Julito, que nunca la había metido.
Me levanté, me quité el short y el interior, moje mi dedo para dilatar un poco mi culito y le eché saliva en la verga de Julito. Me puse de espalda a él y agarré su miembro y me lo fui metiendo poco a poco. El chamo gemía a la vez que su verga me iba entrando. Pego un pequeño grito cuando me la enterró por completo. Comencé a moverme para que entrara todo, mientras me agache y comencé a chupar alternando las vergas de Edy Y Rodri.
Luego de metérmela Julito, se fueron alternando y siguió Edy con la cogida mientras yo mamaba a Julito y a Rodri.
Así se fueron alternando, el que pronto se corrió, fue Julito, era su primera vez y enseguida me soltó su lechita, pero al ver como los otros 2 me seguían cogiendo, enseguida se le puso dura de nuevo.
Estábamos en pleno acto cuando escuchamos al bedel gritar:
¿Que está pasando aquí?
Era el de la limpieza; un señor de casi 40 años; quien nos descubrió, me tenía clavada la verga Julito mientras yo mamaba las vergas de Edy y Rodri.
Como mis tres amantes solo se habían sacado su miembro, Julio me empujo cayéndome al piso y los tres salieron corriendo. Estando desnudo no me dio tiempo de correr. Me puse el interior, pero ya el limpiador estaba en el sitio.
¿Porque haces eso? ¿Te obligaron?
No señor, me invitaron el desayuno y les pague con eso.
Pero eso está mal hecho, si se entera el director los puede expulsar del liceo.
Me fijé que al decirme eso el bedel, me miraba con lascivia y mucho morbo, Se le notaba las ganas que tenía de ser él el que me estuviera cogiendo.
Por favor, señor Mauro, no le diga nada al director, si me expulsan, mi tío me va a joder a golpes.
Tranquilo que no le diré nada, pero… me vas a tener que complacer a mí también, tienes buen culito y quiero probarlo.
Lo mire pensativo; no era tan feo, un poco panzón, pero me gustaban así; está bien señor, pero no le diga nada al director, yo hago lo que usted quiera.
Así me gusta, espérame en el cuarto de limpieza que voy a cerrar este baño. Pero antes déjame ver ese lindo culito que me voy a comer.
Me volteé y puse mis manos en el tanque de la poceta. El limpiador me bajo el interior, empezando a pasar sus dedos por mi rajita, metiéndome uno de sus dedos en mi hoyito recién cogido y lleno de leche haciéndome gemir.
¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemí al notar como me entraba su dedo por mi caliente hoyito.
¡Uyyy! Tienes esa florecita mojadita, te llegaron todos en el culito. Al llegar al cuarto, te lavas el culito con jabón. Anda adelante mientras cierro esto.
Fui al cuarto como me había pedido el bedel, ya no había nadie en el Liceo, entre en el cuarto, me metí al baño y lave mi culito con bastante jabón, Salí y me senté en una silla de hierro, esperando por el nuevo macho que me haría suyo a cambio de su silencio.
Al ratico llego el señor Mauro preguntándome:
¿Ya te lavaste ese lindo culito, bebe? Lo quiero limpiecito para mí.
Sí señor lo hice, le contesté.
El limpiador salió del baño con la verga de fuera, era morenita de buen tamaño un poco gruesa, no me dio miedo porque las vergas de mi negro, del viejo Efraín y del curso Randol eran más grandes y gruesas.
Me la puso en la cara diciéndome: ¿Te gusta bebe? Hoy vas a conocer lo que es follar, no como esos peladitos que te cogieron.
Agarré su verga comenzando a masturbarlo, se puso dura, lo miraba a los ojos y su mirada era morbosa. Pase la lengua por el glande y probe su agüita saladita. seguí pasando mi lengua por su miembro hasta llegar a sus bolas.
Bufff que rico carajito eres todo un experto, que rico lo haces, que lengüita tienes.
Me metí su glande en la boca; olía a limpio; comenzando a darle chupones lo que hizo gemir alto al hombre.
¡Guao, eres bueno mamando guevo carajito! Sigue sigue, lo haces rico.
Al rato me paró, para carajito, no quiero llegar aun sin haber probado ese culito rico que tienes.
Ponte en 4 en la silla bebe, voy a cogerte rico. Me subí y para provocarlo más, hundí mi cabeza en el soporte del escritorio y me abrí mis nalguitas, tal como le gustaba a mi marido negro.
¡Uy que delicia de culito tienes! Voy a mamarte ese rico hoyito carajito.
De inmediato hundió su cara en mi culito, empezando a pasar su lengua haciéndome gemir del tremendo gusto que me estaba dando.
¡ohhh! ¡ooohhh! Sí siií, gritaba yo retorciéndome de gusto.
Me chupaba el caliente agujerito, era un experto haciéndolo, me tenía delirando de gusto, era como un lloriqueo continuo.
Que rico culito tierno me estoy comiendo, el mejor que he probado, pero ahora vamos a perforarlo y preñarte carajito.
Chúpame un poco la verga bebe para metértelo suave- Me dijo poniéndome su miembro moreno en la boca, el cual comencé a mamar haciéndole garganta profunda lo que sorprendió al limpiador.
Verga carajito, eres todo un experto mamando guevo, te voy a coger muchas veces, vas a venir de tarde para que mi primo el vigilante y yo disfrutemos de este rico culito que tienes.
Ahora sí voy a follarte rico carajito, te voy a preñar y hacer que llores de gusto.
Me bajo del escritorio, puso una de mis piernas encima del mismo y mi agujerito quedo abierto y totalmente expuesto ante sus ojos.
Que lindura de florecita tienes carajito. Decía mientras iba metiendo la cabeza de su polla en mi pequeño y caliente culito.
Suave señor que lo tiene muy grande le decía yo notando como me iba abriendo el agujerito al ir introduciéndome su gorda polla. Su verga avanzaba poco a poco en mi caliente agujerito hasta que dio el último empujón, que me hizo chillar un poco. Dios, el cabrón me la había metido hasta los huevos, me tenía bien sujetado por las caderas y seguía hincándome su gorda verga, pudiendo notar como sus huevos chocaban con la entrada de mi caliente culito.
Cuando ya me tuvo completamente clavado, comenzó con el vaivén. Sus embestidas eran fuertes y rápidas que me dio mucho placer, me hacía chillar del gusto que me estaba dando.
Pensaba que otro hombre maduro disfrutaba de mi cuerpo con mi permiso. Nada como dejarse follar por un hombre mayor, porque los de mi edad no hacen nada más que ponerme a mamar y penetrarme, sin pensar más que en el placer de ellos.
Sacó su verga de mi caliente culito y poniéndome los pies en sus hombros, me volvió a penetrar aún más duro, mientras trataba de besarme otra vez, pero rechace el beso, aun así, me besaba el cuello y las orejas, lo que me excito por largo rato, hasta que no pudo más y me dijo:
Te preño carajito, te voy a preñar.
¡Ay que gusto! ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gritaba una y otra vez introduciéndome su verga en lo más profundo de mis entrañas notando como de su polla salían chorros de semen.
Cuando terminó de eyacular dejándome el culito preñado de leche, se recostó sobre mí a la vez que me besaba y me decía lo mucho que le gustaba.
Bufff carajito, que culito más rico tienes, como me gustó cogerte, quiero que me dejes seguir cogiéndote.
No dije nada, fui al lavamanos y me lavé el culito, lo tenía todo pringado, la leche me escurría por las piernas.
Como me gusto la follada que me dio, especialmente la mamada de culito que me hizo pensaba en seguir dejándome coger, seguiría disfrutando con el señor Mauro. Y si invitaba a su primo, un señor que también era simpático además de ser el vigilante de la escuela, mejor, pues ya lo conocía y me gustaba, me gustaba mucho.
Salí y el limpiador, me abrazo a la vez que me manoseaba y magreaba el culito, me besaba el cuello y las orejas diciéndome que mañana me esperaba para repetir, que se lo iba a decir a su primo.
No se señor, tengo que ver porque mi tío casi no me deja salir de noche, solo los viernes puedo escaparme porque el sale a beber y quedo solo en casa.
Me fui y cuando estaba llegando a la Plaza cercana a mi casa, me llamaron. Eran Rodri y Edy, quienes me abordaron para ver que había pasado.
Que pasó Tito que te dijo el señor, me preguntaba Rodri. Que te hizo.
Me regaño y me pregunto si ustedes me habían amenazado, pero le dije que no, que lo hice porque me compraron el desayuno. Después comenzó a tocarme todo, me decía que era lindo y tuve que mamarle el guevo para que no le dijera nada al director. Yo no quería, pero me dijo que si no lo hacía le diría al director que estaba con otros tres alumnos teniendo sexo.
¡verga! Exclamó Edy a la vez que me preguntaba: ¿Se lo mamaste al tipo y se corrió en la boca? ¿Te tragaste la leche?
sí se corrió en la boca, pero la escupí, le dije mintiéndole para no decirle que me había preñado el culito,
Bufff Tito, nos dejaste picao, quieres venir a mi casa para seguir dándote, mira cómo tengo el guevo full parado y lleno de leche, me decía Rodri.
Rodri era guapo, un chamo blanco con ojos claros y aunque Edy era feíto tenía buen cuerpo y era morenito, ambos me gustaban.
De acuerdo, pero un rato nada más que todavía no fui a casa y tío me va a regañar.
Rodri vivía en un sitio bueno, alejado un poco de mi barrio humilde, al llegar a su casa, solo estaba la señora que limpia.
Vamos a estudiar un poco nana, le expreso Rodri.
Apenas entramos al cuarto, me arrodillé y ambos pusieron sus vergas en mi cara. Comencé con Rodri y luego alternaba la mamada con Edy, hasta que Rodri dijo: Desnúdate Tito que te la quiero meter.
Me quité el uniforme de deporte y ellos también quedaron desnudos, por primera vez, veía a ambos sin nada, tenían Bellos cuerpos.
Edy se subió a la cama y me pidió que se lo mamara. Comencé a mamarlo poniéndome en 4, mostrándole mi caliente agujerito a Rodri quien inmediatamente comenzó a follarme.
No sentí dolor alguno porque todavía estaba muy dilatado de la follada que me había dado el limpiador. Además, que Rodri no la tenía ni grande ni gruesa.
Tan excitado estaban ambos, que no duraron ni cinco minutos, uno eyaculó en mi caliente culito y el otro en la boca, algo que me encanta.
Rodri luego de correrse en mi culito, nos dijo de bañarnos en su baño y allí nuevamente me hicieron suyo, esta vez fue Edy quien me empotro y Rodri me follo la boca. Los dos me enjabonaron y metían sus dedos en mi culo.
Salimos y me fui con Edy, quien me dijo que su hermano de 23 años lo tiene grande y que le gusta cogerse a chamitos como yo. Quedó en presentármelo. Él se fue a su casa y yo a la mía, donde recibi dos correazos de tío por llegar tarde.
Al día siguiente no pude ir a ver al limpiador, pero me acerque y le dije que me esperara el viernes con su primo.
Ese jueves singué dos veces con Rodri, luego de salir de clases en su cuarto y hasta me invitó a comer, pero el viernes, pasé una de las mejores tardes noche en mi vida de pasivo. El primo del limpiador era mucho mejor amante que él. Tenía una buena estaca que me hizo gemir duro, pero será en otro relato que les cuente todo lo que me hicieron esa tarde noche, lo que les puedo adelantar es que fueron dos horas muy ricas y gozosas.
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