NOS PILLÓ PAPÁ TONY II
Parte II (Final).
Después de que acabamos, y que yo abandonara el culazo de Papá Tony, padre e hijo (Antonio y Roberto respectivamente) se formaron un 69, yo aproveché de lamer el culo de Roberto, quien estaba encima de su padre, de donde brotaba la leche acumulada de su padre, ambos gemían frenéticamente, yo aproveché para introducir mis dedos en el agujero recién desvirgado y bien preñado de Roberto, haciendo salir todos los restos leferos de Papá Tony. Mientras estoy estimulando el año de mi mejor amigo, mi «hermano», él suelta un gemido ahogado, ya que tenía la boca ocupada y estaba hasta la garganta de la carne de su padre, observo su ano contraerse una y otra vez y siento cómo se elevan y se distienden sus bolas de una manera indicativa solamente de alcanzar el clímax de una manera muy explosiva. Roberto había liberado su descarga dentro de las fauces de su padre, y le estaba dando a saborear ese néctar cargado de vida y juventud, mismo que Papá Tony devoraba con avidez.
Cuando Papá Tony sintió el primer trallazo de lefa deslizar por su garganta, tomó con sus poderosas manos la cabeza de su hijo y lo hincó lo más que pudo, haciéndole salir lágrimas de sus ojos, e inundó su garganta con leche de macho alfa caliente. Apenas descargaron uno en la boca del otro, Papá Tony me dice:
Iñaki, amor, cómeme el culo, anda…
Se acomodaron de manera que Roberto quedó debajo de su padre y las nalgas de ese lobo rubio esculpido por los dioses quedaron expuestas, separé las nalgotas y comencé a lamer, Diosss… Que nalgas, que culo, que olores, que sabores… Ufffff… Lubrico nada más de recordarlo. Que deleite me estaba dando. Metí un dedo en su culo, y no protestó, fui con el segundo, y se quejó un poco, cuando le metí el tercero soltó un quejido más sonoro. Le estuve dando poco a poco, hasta encontrar su próstata…
Coño, coño, dijo… y comenzó a vaciarse en la boca de Roberto nuevamente, quien seguía pegado a la verga paterna como becerro hambriento de la ubre de la vaca… Bebe mi leche bebecito mío, bébela toda… aaaaahhh… Así mi vida, bebe la leche de tu papi que te aaaaaamaaaa… aaaah…
En ese preciso momento, en el cénit de su exitación, me acomodé para penetrarlo, y le empujé todo hasta el tope, sin aviso. Lejos de molestarse, comenzó a moverse como desesperado, sintiendo mi verga dentro.
Diossss… Disfruta ese culo Iñaki, porque pocos lo han usado y ha pasado… aaaaay que ricooo muchi tieeeeempo desde el úuuuultimooooo… Ahhhhh… Dame duro, con ganas… ¡RÓMPEME!
Ante esa invitación no me iba a negar. Le dí sin descanso, como por veinte minutos, hasta que ya no pude más, y acabé dentro de él. En ese instante Roberto comenzó a lamer los restos que emanaban de la cavidad de su padre, y a medida que iba yo saliendo de su interior, él iba lamiendo con devoción ese culazo perfecto.
Luego de todo eso, entre los dos, me lamieron el culo y me mamaron la verga para dejarme bien limpio.
Después de esa sesión de sexo nos quedamos dormidos un buen rato, cuando me desperté vi a Roberto a mi lado, dormido, y roncando, completamente desnudo y con una erección de campeonato, parecía como si no hubiera tenido suficiente. tomé su verga y me la fui metiendo en la boca, Roberto gemía y balbuceaba cosas que no logré entender, pero cuando sintió que iba a acabar, hizo igual que su padre, tomó mi cabeza con sus manos y al mismo tiempo que levantaba su pelvis me halaba hacia su pubis, hasta que mi mariz quedó sumergida en sus vellos, mismos que olían a macho, a sexo, a restos de lefa, una vez que acabó, y me hubiere tragado sus seis disparos, me liberó, saqué su verga de mi boca, se la lamí muy bien, para dejarla bastante limpia, Roberto entreabrió los ojos y me dijo:
Gracias hermano, por despertarme tan rico. Se sonrió y me lanzó un beso. Salí del cuarto y al ver hacia la cocina, ahí estaba Papá Tony. Cocinando el almuerzo, completamente desnudo.
¿Tienes hambre príncipe? Me preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.
Bastante…
Bueno, estoy haciendo un arroz con pollo y plátanos fritos con queso.
RICO…
Ya va a estar, llama a Roberto para que coma también.
No tuve que ir porque ya venía saliendo del cuarto. Se me acercó, me dio un beso en los labios y yo lo atajé de la cintura, le dí un beso como es, con lengua y todo. Él sonrió y me agarró de las bolas apretando con un poco más de fuerza de lo esperado.
¡COÑO! Eso duele… Le dije, provocando risas.
Papá Tony se le acercó y lo besó también. Después nos preguntó:
¿Cómo lo pasaron mis niños?
Aún estoy procesando todo, le dijo Roberto.
Jajajaja… ¿En serio? Le dije.
De verdad no es algo que se pueda andar comentando.
Eso es cierto, dijo Papá Tony. La genete suele juzgar demasiado, y esas cosas no son fñaciles de comprender, que haya iniciado a mi hijo en el sexo, en muchas culturas, y familias, puede ser normal, pero en nuestra sociedad, llena de doble moral, no. Peor aún si se sabe que yo, un hombre en los 40 tuve sexo con menores de edad, puedo hasta ir a la cárcel. Así que, a cuidarse y a cuidarnos.
Eso mismo pienso, dijo Roberto.
¿Y vale repetir? Pregunté.
¿Qué cosa? Preguntó Roberto bostezando.
Lo que hicimos… ¿Vale repetir?
Las veces que se pueda, sí. Podemos irnos de viaje a la playa en las vacaciones, los tres. O un fin de semana. Dijo Papá Tony.
Papá, pero creo que Iñaki dice HOOOOY…
Jajajaja… Claro, después de comer, reposar, e ir a nadar.
Así fue, comimos, comparamos notas de la experiencia mientras hacíamos la sobremesa a la par que íbamos bebiendo vino.
Yo sigo como alucinado, dijo Roberto. Fue tan extraño y tan familiar todo a la vez, como si fuera un instinto primitivo, como si fuera algo animal, algo muy básico, pero sublime a la vez. No sé cómo expresar lo que sentí, es como si algo se hubiera despertado dentro de mí, como si hubiera nacido por segunda vez. Cuando papá nos dijo que fuéramos al baño con él y nos orinó encima, sentí como que fuera una especie de bautizo, algo muy espiritual, pero también sentí como si nos estuviera marcando, como si fuéramos parte de su manada, como si los dos fuéramos sus cachorros. Y eso me exitó tanto que hasta bebí de la orina, porque quería saborear todo lo que ese macho me ofrecía, que forme parte de mí, como si me estuviera uniendo más a mi padre que por la sangre y el apellido. Y… Bueno… Debo confesarles que… quisiera repetir, una y otra vez, quiero ser como tú papá, quiero ser el alfa de la manada, quiero iniciar a mis hijos en el sexo de la misma forma que tú me has llevado, con amor y deseo.
Uffff… Hijo, que cosas dices tesoro… ¡Y cuánta razón tienes a tu corta edad! Sí, el sexo es todo eso, es desenfreno animal, pero también es algo que conecta a las personas, y los tres estamos más unidos ahora que nunca, de verdad que tenía muchas ganas de hacer todo eso desde hace mucho tiempo, poder darme este festín, este lujo. ¡Dios! que cosa tan buena que lo hayas disfrutado, que hayas sentido todo eso en tu primera experiencia. Nada más de oirte, ya se me puso dura la verga de nuevo, y está lubricando… Jajajaja…
¡PAPÁ! ¿Hablas en serio?
En serio, y apuesto a que no soy el único en esas condiciones. ¿Verdad Iñaki?
Jajaja… No…
Es más, agregó Papá Tony, creo que a tí, no se te ha bajado desde anoche. Refiriéndose a Roberto.
Este…
Hagamos una cosa, a la de tres, nos levantamos de las sillas y mostramos nuestras pollas. Uno… dos… ¡TRES!
Así hicimos, los tres nos pusimos de pie y mostramos nuestras erecciones. La de Roberto, cabizbaja, con su curvatura hacia delante, la mía, con una ligera desviación hacia la derecha, y la de Papá Tony como un obelisco de carne apuntando al techo.
Jajaja… ¿Vieron que no me equivoqué? Vengan mis niños, denle un abrazo a este hombre que está falto de sexo, cariño, culo, polla, leche, y demás…
Entre risas nos acercamos a Papá Tony, quien se había sentado en su silla, así podía abrazarnos a los dos sin problemas, de altura. después se puso de pie, elevó sus brazos y cruzó las manos detrás de la nuca, dejando a nuestra vista sus sobacos peludos y olorosos. Mismos que ambos lamimos con ganas, mientras que le retocíamos los pezones con nuestros dedos.
Uffff… ¡Que par de nenes traviesos! Pero acabamos de comer. Vamos a la sala a ver televisión mientras bajamos la comida. Sentenció al mismo tiempo que recogía su precum con los dedos y nos lo daba a saborear.
Nos llevó tomándonos de las vergas a la sala y nos acomodamos los tres en el sofá. La programación estaba aburrida y nos quedamos drmidos con el televisor encendido.
Eran las 22h00 cuando despertamos y Papá Tony nos dijo que fuéramos por unas toallas y unas sandalias de baño para irnos a la piscina que estaba en el patio de la casa.
¿A esta hora? Le pregunté.
Sí, ha estado recibiendo sol todo el día, no debe estar fría. Además, es verano. Y bien que nos viene refrescarnos. Aseveró Papá Tony.
Vale, dijimos Roberto y yo. Fuimos a buscar las toallas y las sandalias, y nos fuimos a la piscina. Esta tenía una parte muy profunda, 2,50 metros y la baja era de unos 60 cm de profundidad. Papá Tony encendió las luces de la piscina, y la bomba, dejó la toalla en una tumbona, nosotros lo imitamos y de una vez, nos lanzamos al agua. En relidad estaba bastante agradable, y nos pusimos a tontear entre nosotros, tratando de hundir a Papá Tony, a ratos nos lanzaba hacia lo profundo, y nosotros nadábamos hacia él, hasta que el morbo se hizo nuevamente presente. cuando me percaté Roberto estaba gimiendo y yo no sabía por qué, cuando veo, su padre le estaba metiedo los dedos en el culo bajo el agua.y como que estaba tocando su juvenil próstata. Roberto estaba rojo completamente de la calentura que le provocaba la exitación que sentía. Nos movimos hacia la parte baja de la piscina, y Papá Tony me haló hacia él, me senté sobre su muslo izquierdo, comencé a lamer su oreja, su cuello, levantó su brazo para que lamiera su axila, estábamos exitados a más no poder.
¡QUIERO VERGA! Gritó Roberto fuera de sí.
¡No se diga más! dijo Papá Tony, quien de una sola estocada empaló a su vástago dentro del agua, ambos bufaban como locos, yo me salí y me senté en la orilla a observar ese espectáculo. Luego, el padre giró al hijo dentro del agua y cargándolo con sus fuertes brazos bajo las piernas se acostó en una de las tumbonas, quedando el padre debajo y el hijo arriba, sin pensarlo, me acerqué y poco a poco fui haciendo que ese ano que tenía pocas horas de estrenarse, se expandiera un poco más con mi verga, cuando Roberto sintió mi penetración casi grita, pero Papá Tony le dió un beso que lo que hacía era bufar, así estuvimos unos 10 minutos, aproximadamente, hasta que anuncié que me corría y lo mismo hizo Papá Tony, llenando a la vez el culo de Roberto de nuestras leches. Después de esa doble penetración, quedamos agotados, por el aporreo de la piscina más esa sesión de sexo.
Entramos a la casa, nos bañamos y nos acostamos a dormir.
Ese fin de semana nos la pasamos en cueros, disfrutándonos, uniéndonos más.
Ya el lunes volvió todo a la normalidad, nosotros al colegio, la señora Marta en casa, y no era que podíamos disfrutar, pero igual, conseguíamos alguno que otro momento, nos íbamos a la finca de mi familia, donde Nono nos recibía con mucha alegría. Cuando no estaba la señora Marta en casa, aprovechábamos la oportunidad para estar juntos los tres sin tener que buscar otros sitios.
Seis años después, Tony y Marta se divorcian, porque ella sospechaba que él tenía una amante. Lo que no sabía, era que no era una, sino que Roberto era el amante de su padre. Roberto se muda a vivir con su padre y siguieron su relación, ya no como padre e hijo, sino como pareja.
Cuatro años más adelante se les presentó la oportunidad de irse a vivir a Estados Unidos, y se fueron, estuvieron juntos hasta 2021, incluso, no sé cómo, pero se casaron, alquilaron dos vientres, esos niños los criaron como sus hijos.
Actualmente, Roberto tiene 45 años, es viudo, con dos hijos ya grandes, a quienes ama de la misma manera como su padre lo enseño a amar a él hasta hacerse esposos. Papá Tony murió en Septiembre de 2021 de un cancer cerebral, gracias a Dios dejó a sus niños bien encaminados y les enseño a amar sin importar cómo, ni a quién.
Que triste el final! Pero que delicia de relato!
Gracias, fue algo que me pasó en la vida real. Cada detalle es verídico. Lo que cambia son los nombres.
Que hermoso poder disfrutar del cuerpo de papá (aunque no sea el papá real) una bella experiencia, pero que pena por el final, lo bueno es que disfrutaron bastante de su delicioso cuerpo de adulto y que rico que los niños también vayan a disfrutar lo mismo que ustedes