Nuestro amor (III)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por WriterD.
Ya han pasado varios meses, incluso casi un año desde que mi mejor amigo y yo empezamos algo entre nosotros dos.
Tengo que decir que varias cosas han cambiado desde aquel viaje donde nos besamos por primera vez, eventualmente nuestra compañera de piso y amiga se enteró, lo cual estuvo genial porque ya no había nada que ocultar entre nosotros tres, sin embargo, eso significó que otras de nuestras amistades se enteraran.
Nos daba igual eso, la verdad, pero apreciábamos mucho que eso fue privado porque no había nadie que comentara u opinara, pero da igual.
Lo peor vino cuando una de esas amistades, que era del mismo pueblo en el que nos criamos, le contó a alguna familiar o algo así, y en cuestión de un tiempo mi familia se enteró y desde entonces he tenido una serie de problemas con ellos, pero poco a poco hemos intentado superarlo.
Patrick, que también es de aquella procedencia no tuvo problemas en sí, sus padres son mucho más comprensivos y lo único que pasó fue que un día nos visitaron acá en la ciudad donde estudiamos y tuvimos una serie de charlar, pero todo con el fin de que nos sintiéramos bien ambos.
Eso fue un alivio porque en estas situaciones, cuando sientes que todo el mundo esta en tu contra, siempre hay un respiro y no hubo mejor opción que los padres de él quien incluso me conocían desde hace mucho, pues siempre fuimos como un par de hermanos, dado que él es hijo único y desde pequeños eramos como uña y mugre.
Por otro lado, María, la amiga que vivía con nosotros había conseguido un novio hace meses y decidió mudarse con él, citando sus palabras: "necesito más privacidad y una atmósfera en donde no me sienta como la hija de ustedes dos, puede coger por toda la casa de ahora en adelante".
Sí, fue bastante explicitada, sin embargo, tanto Patrick como yo nos sentimos un poco tristes, nos agradaba vivir con ella, en mi caso, me sentí nervioso porque pasaría a estar solo con él todo el tiempo, y me sentía muy joven para vivir con mi mejor amigo-novio.
Sí, así describo nuestra relación, a él le cusa mucha gracia eso pero es que deben entender que ambos sabíamos que estábamos saliendo juntos, que eramos una pareja y todo eso, pero no actuábamos como tal, cada uno tenía su espacio, sus propias amistades y no había ese control que hay normalmente entre las parejas y creo que eso sucedía por dos cosas, la primera, nos tenemos un respeto y confianza increíble, y segundo, nos queremos.
La verdad, la pasamos increíble viviendo juntos nada más los dos, no sé si lo han experimentado ya pero es tan agradable cuando estas triste o te sientes mal y hay alguien para ti, que te dedica atención y tiempo, o cuando tu haces lo mismo por alguien especial.
En fin, es hermoso.
No obstante, últimamente me sentí bastante mal por el tema con mi familia, sumado a que la universidad estaba insoportable y estrés era mucho, este semestre había matriculado un par de materias más que en los anterior por lo tanto tenía menos tiempo para todo.
Tengo un problema y es que aveces dejo afectarme mucho por las cosas, incluso por muy pequeñas y absurdas que sean, el caso es que me ponen en un estado desagradable, incluso Patrick lo sabe y me da mi espacio, y el tiempo que sea necesario hasta que considere que me sienta mejor.
Pero una tarde, llegué de la universidad muy mal, había pasado mucho tiempo preparando un proyecto que tenia un componente grupal y valía mucha nota, y el grupo con el que me había tocado trabajar prácticamente arruinó parte del trabajo, al llegar a casa me fui a mi habitación que había dejado hace tiempo solo para estudiar ya que dormía con Patrick en la de él.
No sé cuantas horas pasaron, pero ya estaba oscuro afuera, tenía un poco hinchada la cara por llorar, me había dormido también y no tenía muchas ganas de levantarme ni siquiera presté atención a que Patrick llevaba un rato afuera cocinando algo.
Me quite la ropa que llevaba, aun faltaban horas para irme a dormir pero no tenía planes de nada, me quite hasta la ropa interior y me coloqué mi short para dormir y una camiseta de mangas largar que a veces suelo usar para dormir cuando hace frió.
Salí de la habitación, y me asomé al pasillo, podía ver las cosas de él en el sofá, me acerqué sin hacer mucho ruido y el estaba en la cocina, apenas vestía su ropa interior, y una sudadera.
Sonaba una canción de fondo con poco volumen, no logré identificar cual era.
La ventana estaba abierta,a pesar de que hacía como 22 grados afuera, nos gustaba que el piso estuviese frío.
Me senté en el sofá.
-¿Qué canción es esa?-.
Pregunté con una voz medio ronca, me hice a un lado sus cosas y me recosté.
-Buena pregunta, tampoco sé-.
Se dirigió a mi.
– Es una playlist que coloqué al azar, pero es bueno, verdad?.
– Se sentó en suelo junto a mi.
– ¿Estas bien? Osea, sé que no, pero al llegar te oí llorando, fui a ver y estabas en tu cuarto, así que preferí no molestar.
Luego, supongo que te dormiste.
– Puso su mano en mi hombro y la apretaba con suavidad.
Suspiré.
-Sí, bueno, ya sabes, lo de siempre-.
Me estiré un poco, y me gire en dirección a él.
– Es que de verdad le dediqué mucho al proyecto, y no salí como esperaba.
– Empece a jugar con su mano en mi hombro.
-Lo sé, es una mierda a veces pero como te he dicho antes, trata de no dejarte llevar mucho por esos malos momentos.
– Giró su cabeza a la cocina.
-No es fácil, ya sabes.
Pero tienes razón.
– Me veía otra vez y le sonreí un poco.
– Tampoco me gusta ponerme así, ni que me veas así.
– Me abrazó, luego se separó y se levantó y fue a la cocina.
-Por fa, quita las cosas de la mesita del salón.
Llevaré la comida ahí.
Por cierto, hice pancakes, sí, para cenar.
Es que no quería comer.
– Lo interrumpí.
-No pasa nada, también quería comer algo así.
– Me levanté y lo ayudé a organizar todo.
Comimos y charlamos un buen rato, no quería hablar de mi entonces le pregunté por su idea, que hizo y esas cosas.
Me comentó que sus padres nos visitarían la otra semana y que querían que fuéramos en vacaciones con ellos a un pequeño viaje que estaban organizando.
Eso me animó bastante, no podía esperar a que sucediera ya.
Pasamos un rato y limpiamos todo y nos recostamos juntos en el sofá.
Apagué todas las luces, y nada más encendí la lámpara de la sala.
Se veía las luces de los demás edificios en el balcón, la música de fondo, había un agradable ambiente.
No hablábamos, tan solo nos abrazábamos y nos acariciábamos.
Era un momento muy lindo.
Levanté la cabeza y el me estaba mirando, se acercó y me besó.
Primero fueron unos besos tranquilos, suaves y tiernos pero al momento empezamos a besarnos con más intensidad.
Nos separamos y me levanté, le agarré una mano y lo hice levantarse, una pequeña sonrisa se asomó en el rostro de ambos.
Nos fuimos a mi cuarto, al llegar me quité la camiseta y deje mi torso al desnudo, seguidamente el se quitó su sudadera y el short.
Tengo que decir, que después de mucho tiempo, no me canso de admirar su cuerpo, en parte porque considero que es mejor que el mio dado que el se ejercita más, pero quizá la parte física que más me atrae de él es su torso.
Me causa muchas sensaciones apreciar como se quita, me lo imagino en cámara lenta cruzando sus brazos para quitarse poco a poco la sudadera, y destapando poco a poco esa parte que tanto me fascina.
Lo abracé, nuestras pieles empezaron a rozarse al mismo tiempo que lo besaba en su cuello y le acariciaba en al abdomen.
Sus manos eran como una tela muy suave en mi espalda que me tocaba por todas partes de esta.
Nos fuimos moviendo poco a poco, hasta que me él me recuesta en la cama, y se pone a mi lado.
Toma mi mano y empieza a besar.
Luego empieza besarme poco a poco por mi abdomen, empieza en abajo cerca de mi ropa interior, sube poco a poco por el obligo y llega a mis pectorales los cuales acaricia delicadamente.
Yo tenía mis ojos cerrados, concentrándome en todo lo que sentía olvidándome de mis problemas y alegrándome de estar con él.
Siento que sus manos empiezan a tocar mi pene por encima de mi boxer, luego una entra por debajo de este para acariciar en vivo mis testículos mientras el me besaba el cuello.
Luego de unos instantes, empieza a quitarme lo que me quedaba de ropa, con tal lentitud que el roce de sus manos con mi piel y la ropa interior me daban una sensación muy excitante, no tardo nada en aparece una erección.
Abro los ojos y lo veo levantarse un poco para él terminar de desnudarse, el también ya tenía una erección.
Cuando vi su pene al desnudo me entraron muchas ganas de tocarlo y ver como Patrick se excitaba con ello, cuando intente hacerlo el me retiro las manos y me volvió a recostar a la cama, y se fue agachando hasta que su cara estaba al nivel de mi pene.
Primero empezó a tocarlo con sus manos, me empezó a masturbar suavemente y luego sentí el calor y humedad de su boca en mi miembro.
Su lengua jugaba con mi glande lo tocaba y lamía con cierto desespero, luego trataba de hacer succión y lentamente lo metía y lo sacaba de su boca, ahora todo lo hacia con su boca.
Sus manos apenas me seguían tocando por todos lados, luego empezó a acariciar mi ano con una de ellas, intentando meter un dedo pero no lo hacía solo hacia una pequeño masaje para dilatarlo un poco.
Se que puede sonar algo asqueroso, pero el sonido que se generaba con su boca, debido a la saliva y los movimientos que hacia con mi pene me provocaba tanto placer, que no faltaba mucho para que yo eyaculara en su boca, sin embargo el dejó hacerlo.
Se levantó para acomodarse mejor.
Me tomó de la cadera y empezó a voltearme, lo ayudé un poco y me recosté totalmente boca abajo, cocando una almohada en mi pene para levantar un poco esa zona.
Se levantó y fue a por un poco de lubricante y un preservativo.
Al volver, se colocó encima mío, sentí algo un poco frió en mi ano, era el gel lubricante el cuando él estaba untando con su dedo por toda el área mientras seguía masajeando, estaba vez si intentaba meter uno o dos dedos para que dilatara mejor el esfinter.
Unos minutos después sentí como su pene entraba en mi.
Lo hacia con cuidado y a un ritmo muy lento, dejé escapar un pequeño gemido, ahora él penetraba y sacaba su pene de mi, aumentado la velocidad a un ritmo moderado continuo así un rato, se recostó totalmente en mi espalda, su cabeza quedó al nivel de la mí y me empezó a besar el cuello mientras seguía penetrándome, gire un poco y le besé en la boca.
Solté un gruñido, pero no de molestia, ahora lo hacía con más fuerza y más rapidez no podía abrir mis ojos, solo quería sentir cada segundo, cada instante en el que ambos estábamos ahí haciendo el amor.
Patrick volvió a levantase, y en una ultima movida, me embistió con bastante fuerza hasta que eyaculó dentro de mi.
Cada vez que expulsaba algo volvía a penetrar pero cada vez iba disminuyendo la fuerza, hasta que se dejó caer encima mio otra vez y nos quedamos ahí un rato jadeando, con nuestros corazones acelerados y tratando de calmarnos un poco.
se levantó y se quitó el preservativo, volvió a mi lado, y recostó boca arriba.
Ahora yo me levante y me pose encima de él, su pene ahora algo flácido reposaba en mi ingle, mientras yo me masturbaba frente a él.
Lo hacía con desenfreno, quería eyacular encima de él, quería impregnarlo de mi.
Puse mi espalda recta, mire con los ojos cerrados al techo, en señal de excitación y empece a eyacular sobre él, en su abdomen, pecho e incluso en su cara, seguía masturbándome hasta que no quedara nada.
Luego, me tumbé a su lado y empecé a pasar mis dedos por mi propio semen, restregándolo por tu cuerpo.
Estuvimos ahí un rato, nos levantamos juntos y nos fuimos al baño a tomar una ducha.
A ratos nos besábamos, o nos quedábamos abrazados mientras el agua corría.
Salimos de la ducha, nos ayudamos a secar con la toalla entre ambos, nos alistamos para dormimos y nos fuimos a la cama.
No nos vestimos ni nada, nos acostamos desnudos.
Unos frente al otro, viéndonos sin decir ni una sola palabra, tan solo nos regalábamos una que otra sonrisa o un pequeño beso, hasta que nos quedamos dormidos.
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