Nuestro primer trio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Con Fernandito llevábamos mas de un año culeando casi a diario.
Eramos "pololitos", o enamorados, o noviecitos, o amiguinovios.
Eso va a depender de cada país el nombre que se use.
Ambos eramos muy chiquitos, yo de casi 13 y el de poco mas de 10, vecinitos de la cuadra y amantes a tiempo completo Casi todas las tardes nos desnudábamos ya sea en su casa o en la mia y nos gozábamos como dementes.
A Fernandito lo había seducido hacia ya varios meses atrás usando una técnica que me permitio tener sexo de pasivo a los 10 años con un empleado de la casa, mas tarde con otro vecino contiguo y por ultimo con Fernandito.
La consabida revista porno Sueca sustraída desde las cosas de mi papa.
Bueno el caso es que, llevábamos ya varios meses culeando de lo lindo y de vuelta y vuelta, ya que asi ambos gozábamos mas .
Un dia yo era el marido y el mi mujercita y, al dia siguiente era yo la perra sedienta de sexo.
Un dia mientras nos motivábamos aun mas con la consabida revista porno, comentamos que que tal seria acostarse en trio con otro "mino" e imitar las poses que salían en las fotos, sentir una verga atrasito reventándote las tripitas mientras mamabas otra y no obstante que Fernandito aun no eyaculaba, hacerlo gozar con mi boca caliente.
Con solo comentarlo mientras nos restregábamos desnudos, volvimos a culear ambos con esa imagen en nuestras cabezas de pre adolescente y solo nos lamentábamos el no conocer a nadie que nos diera ese placer.
Una tarde en que extraordinariamente no estábamos culeando con toda tranquilidad, ya fuera en su casa o en la mia; puesto que el vivía con una abuela semipostrada y yo pese a ser de una familia mas numerosa, vivía en una casa muy grande y la pasaba casi siempre solo puesto que el ser el menor de los hermanos y teniendo un padre que solo se preocupaba de trabajar y de una madre dada a los asuntos sociales, estaba entretenido dando una vuelta en patines por el barrio ( de esos de fierro que se calzaban con tuercas al zapato, no de los lineales de hoy en dia) tuve la mala suerte de darme un porrazo de esos de padre y señor mio ya que había resbalado en un manchon de arena y como es habitual cuando eso pasa en la calle, uno se soba calladito y mira para todos lados tratando de que no existiesen testigos de nuestra vergüenza.
El caso es que si, para mala suerte mia en ese momento había un testigo.
Mas tarde constataría que el costalazo me habría de traer la mejor de las suertes.
De una casa situada frente a la mancha de arena, atino a salir un joven de aproximadamente 18 a 20 años con un libro en la mano.
Alli supe que era estudiante de enfermería y, el azar le había traido un potencial paciente.
Una vez que examino los raspones, entro a su casa y salio nuevamente pero esta vez con un equipo básico de primeros auxilios, gasa, algodón , agua oxigenada y tintura de iodo.
Me ayudo a medio ponerme de pie y arrimándome al pasto de su ante jardín, procedio a limpiar la tierra con algodón empapado en agua oxigenada para sacar la tierra del raspon para acto seguido, con la gasa y la tintura de iodo, hacerme una rapída curación que me hizo arder hasta el alma.
Al comenzar al quejarme por el ardor del iodo, el me dijo que " no fuera niñita" que ya pasaría y para atenuar el ardor, me comenzó a soplar suavemente el muslo, sujetándome para que no arrancara al mismo tiempo que me decía "sana sana potito de rana" Yo no se si fue por los nervios de saberme socorrido, la vergüenza de haberme caído en plena calle o por los suaves soplidos de mi "enfremero" pero en ese momento tuve una violenta erección de la cual el no pudo menos de darse cuenta ya que yo usaba un short de tela muy delgada.
Eso motivo e que mi enfermero se riera calladito y me mirara a los ojos con picardía mientras se mordia el labio.
En esos momento lo examine con mas detenimiento y puse ver que se trataba de un tipo bastante guapo, moreno claro, de unos 1,70 de estatura, y de facciones muy agradables.
No se de donde me salió la patudez ( descaro) para agradecerle sus atenciones con un beso en la mejilla, a lo cual el respondio que no había nada que agradecer mientras me acariciaba el cuello y mis orejas que a esas alturas , parecían brasas calientes.
Acto seguido me fui hacia mi casa, no sin antes darme vuelta un par de veces para mirarlo hacia atrás y, con mucha satisfacción constate que el me seguía con la mirada y desde lejos se despedia con su mano.
no obstante el dolor del porrazo que aun persistía, entre a mi casa como un avión y sin dar explicaciones a mi nana quien se había percatado del magullon, me dirigi a mi cuarto y sacando la revista porno y un envase de puros que usaba para masturbarme analmente cuando no podía culear con Fernandito, abri la revista en las paginas donde a una chica la follaban en trio dos tipos y procedi a meterme el tubito asi, a lo bruto, sin cremita ni nada que se le parezca ya que quería sentir una verga mas gruesa y rasposa, ya que después de 3 años de meterme cosas, el tubito a veces ya ni cosquillas me hacia.
Tuve una acabada impresionante.
Sentia como mi recto sufria de un espasmo tras otro y me llevaba a una intensa eyaculada , la mas copiosa que había sentido hasta allí.
Esta demás que desde ese dia , rondaba en patines la casa de mi enfermero cada vez que podía y, como tanto va el cantaro al agua, una tarde salio a la calle el también premunido de unos patines para que nos entreuvieramos juntos ya que, según dijo, estaba solo en casa y no tenia que estudiar.
Alli se presentó como ROMAN y me pregunto que tal las magulladuras y raspones, a lo que respondi que ya había pasado el dolor, no obstante que las costras aun no desaparecían, para lo cual subi un poco mi short, para que las viera en toda su magnitud.
No vayan a pensar que lo que quería era que me viera el nacimiento de mis nalgas paraditas ( no sean mal pernsados jajajaja) Con lo anterior, el sujetó mi short y con mucha delicadeza, paso sus dedos por encima del raspón diciendo con un tono muy profesional, no te van a quedar cicatrices que afeen tus piernitas.
Yo vuelta a tener una erección de esas y el, vuelta a notarlo y a sonreir.
Esa tarde no paso a mayores fuera de las miradas cómplices y los suaves roces al tratar de enseñarme a patinar retrocediendo.
Nos despedimos de la mano ( no vaya a creer el que yo era un marica) y, esta vez en vez de irme a mi casa, me dirigi a casa de Fernandito para relatale mi aventura y sospechas con " mi enfermero".
Mientras le contaba mi experiencia el se fue calentando con lo que volvimos a tener una rica sesión de sexo, esta vez en su cama, siendo el el pasivo ahora , dejándolo yo rellenido de semen .
Mientras reposabamos la cachita y nos acariciábamos tiernament como "pololitos", se me vino a la mente la posibilidad de hacer un trio con el ya que, al ser mayor que nosotros podría enseñarnos algunas cosas salir del " empacho " de hacer sexo grupal, de una vez por todas
.
La siguente vez fuimos a patinar juntos con Fernandito y luego de un par de veces de pasar por frente a su casa y Roman salio a conversar a la puerta, con lo que yo aproveche de hacer las presentaciones de rigor al mismo tiempo que el nos decía que no patinaramos con tanto calor que nos podía hacer mal, que la insolación y cosas asi.
No sabia que por dentro ambos hervíamos de ganas y que la temperatura ambiente nos daba lo mismo.
Después de hablar un par de pelotudeces por el estilo, nos invito a pasar a su casa y refrescarnos un poco con un jugo con hielo.
Accedimos felices y mientras nos tomábamos el refresco dejándonos el solos en la cocina, con Fernandito cuchicheábamos para calladito riéndonos como dos mujercitas nerviosas.
Cuando el regresó, venía con el pelo mojado, sin camisa y secándose con una toalla , lo que hico que nos miraramos con Fernando y a ambos se nos salió una exclamación ahogada a la vez que nos mordíamos nuestros labios en forma ya descarada y nos tomábamos de las manos aferrándonos el uno al otro.
Roman nos miró con dulzura y nos pregunto si es que no íbamos a tener problemas en casa por estar de visitas sin avisar.
Le hicimos un pormenor de nuestras casas, de la soledad de niños y que solo nos teníamos el uno al otro para hacernos compañía, conversar de cosas intimas y de algunos sueños.
Que en nuestras casas parecía que poco importaba lo que sientieramos o viviéramos.
Al decir eso ultimo, nos abrazamos con Fernando y entrelazando las manos como lo hacen los novios, nos estampamos sendos besos en las mejillas.
Eso le dejó todo claro a Roman, quien a su vez nos conto que era hijo único de madre soltera y enfermera al igual que el.
Que ella trabajaba en las mañanas en el servicio publico y en las tardes en una clínica privada, lo que hizo que el también fuese un niño "obligado" a entretenerse solito.
"No se si me entienden" nos dijo a lo cual ambos dijimos que si, que quien mejor que nosotros para entenderlo, lo que hizo que nos abrazara a ambos y nos diera tiernos besos en la frente.
Agregó que su mama sabia de su condición y que siempre lo había entendido y apoyado.
Esta demás decir que a esas alturas con Fernandito conversábamos muy abrazados de la cintura y nos acariciábamos el típico mechon de pelo que cae en la frente de los niños.
Roman nos preguntó si ya se nos había pasado el calor o si aun estábamos "calientes" y que si nos sentíamos transpirados , nos podíamos dar una ducha para refrescarnos, a lo cual accedimos felices pero nerviosos.
Roman nos llevo a su cuarto, un departamentito aislado de la casa principal y mientras abria la ducha y regulaba la temperatura, nos pasaba sendas toallas, al mismo tiempo que nos decía que nos acompañaría mientras nos duchábamos, para que no se nos fuera a pasar la mano .
Ambos nos desnudamos sin ningún pudor delante de el y mientras nos duchábamos y jugábamos bajo el chorro, nos pregunto si queríamos que el nos enjabonara.
Está demás decir que metimos a Román de un tirón a la ducha no obstante que el estaba con jeans y abrazandolo uno por cada lado, le dijimos que estábamos felices de haberlo conocido y que ambos, Fernandito y yo, queríamos ser sus "mejores amigos", a lo cual el respondio que si, que el también estaría feliz de compartir nuestros secretos con el y que su casa era la nuestra "para lo que gusten".
Ambos lo besamos en las mejollas pero esta vez, los besos nuestros fueron "cuneteados", no se si me entienden.
lo que hizo que el sin apice de vergüenza se despojara de sus jeans, quedando completamente desnudo delante de nosotros que lo mirábamos embobados y sin poder creer lo que veíamos.
Un tipazo, con una vergota a media erección, velludo y musculado.
Esa tarde no culeamos con Roman pero si nos dejo juguetear delante de el , hacer 69, besarnos alternadamente el culito el uno al otro, pajearnos y a lo mas Roman solo nos metio un poco sus dedos en nuestras cuevitas, mientras con Fernando nos besábamos como pololitos enamorados.
Una vez hubimos acabado, nos volvió a duchar, nos seco y dándonos un beso en llos labios tipo piquito, nos despacho de su casa hasta el otro dia, no sin darnos antes una palmada en el potito a cada uno y decirnos.
chao mis perritas, amenazándonos a ambos que nos enseñaría a ser los (las) mejores amantes de todo Santiago.
Al fin, después de taaaanto timpo se nos veria cumplido nuestro mas ferviente y caliente deseo
Luego les contare que paso en los dos años en que compartimos con Roman.
Besos a todos (as)
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