Nuevas experiencias
Grinder vino a salvar mis ganas de macho….
Después de que el Flaco le hiciera los honores a mi culito, Grinder tuvo mayor relevancia para mí, sexo casual y muchos penes, pero quien dejó una nueva y grata experiencia fue mi tercer amante de Grinder. No sé cómo se llama, pero empezó con un mensaje que respondí directamente con fotos mías desnudo y mostrando mis nalgas separadas. De inmediato me contestó con una foto de su pene, se veía grande y grueso, por lo que me excitó mucho chupar ese pene. El me dijo que le encantaba como se veían mis nalgas y literalmente meterme la verga. Luego de comentarios subidos de tono y ya bien calientes, quedamos de vernos un martes, yo le llamaría para confirmar la hora. Sin embargo el lunes, volví a ver la foto de su pene y le pregunté si podía ir a chuparsela, ya que como siempre, yo tenía que ir a trabajar, el acepto gustoso y me envió la dirección. El lugar era totalmente desconocido para mí y de difícil acceso, sin embargo por sus indicaciones, logre dar con su casa. Baje temeroso y excitado, temeroso por el lugar y excitado por obvias razones… Iba a chupar un gran pene. Al llegar a su casa, me pidió que pasara, la casa estaba oscura completamente con música de regueton de fondo, no se veían más que sombras. De pronto una sombra enorme se abalanzó a mi.. Unos brazos fuertes y largos me tomaron de la cintura y me acercaron a un hombre alto y grande, fuerte, después, me empezó a besar el cuello y cualquier resistencia que hubiera querido poner, desapareció. Ya era suyo… Me besó riquísimo, me desnudo con gran velocidad y maestría… Era muy… Cariñoso al besar, besos suaves, caricias… De mis labios a l cuello y posteriormente a mis pezones, los besaba y lamia riquísimo. Finalmente mi mano fue en busca de mi postre… Al tocar su pene me pareció pequeño, estaba en un error: apenas estaba creciendo. lo saque del calzón y lo empece a masturbar, de pronto en mi mano tenía un pedazo de carne de 18cm e increíblemente gruesa… Me hinque a lo que iba… La empece a mamar y no cabía en mi boca… Me surgió el deseo de sentirlo en mi año y masturbarlo mientras se apoyaba su glande en mi colita. Mi amante, sabía qué hacer… Jugó con mis nalgas masajeandolas, apretándolas, separándolas… Después sus manos a mis pechos y yo ya estaba en el cielo… Pero tenía poco tiempo, solo podía chuparsela e irme… Me aleje un poco de él para volver a chuparsela cuando sus manos separaron mis nalgas y de repente… Su lengua en mi culito. Ya era suyo, su lengua potente empezó a disfrutar de mis sabores, me mordía las nalgas, las lamía… De pronto nalgadas, yo gemía y gemía, no supe en qué momento, el ya me tenía en cuatro. De pronto me pregunto: quieres que te la meta?
Apenas le respondí entre gemidos y excitacion cuando su enorme pene trataba de entrar en mi… Quizá habrá entrado poco menos de la mitad y mi colita ya no podía… Yo empecé a moverme y entro otro poco, me dolía pero era más el placer… Cambiamos la posición y me hizo sentarme en su enorme tronco… No podía ni bajar de lo grueso que era… Él nunca se desesperó, al contrario, me besaba, me acariciaba… Era riquísimo todo, me estaba haciendo llegar tarde al trabajo, pero esa verga lo valía… Finalmente me puso de espaldas boca arriba, me separo las piernas y atacó nuevamente mi colita… Empezó a presionar, me levanto las piernas y zum! Hasta el fondo… Me empezó a penetrar con toda la longitud y grosor de su bestia, era imposible ya escapar, pero yo gozaba con cada embestida, que eran fuertes e intensas. Cada choque de sus huevos contra mí era un gemido intenso… Volvimos a cambiar de posición, me hizo ponerme boca abajo con mis nalgas levantadas y nuevamente empezó la embestida… Dejó caer todo su peso en mi, cafa penetracion era total, hasta los huevos, mi ánito ya no tenía fuerza. De pronto me empezó a besar la espalda y el cuello y a aumentar las embestidas cuando de pronto. Su enorme oene empezó a pulsar … Se estaba viniendo en mí y eso me excito aún más…. Antes de terminar nos recostamos de lado y me siguió penetrando… Era riquísimo! Finalmente saco ese pene gigante y yo fui a chuparsela, de ahí me acosté sobre el besándolo, diciéndole que era todo un macho y que me había hecho sentir increíble, mientras, el me agarraba las nalgas y me metía dos dedos en mi dilatado ano. Llegue a mi trabajo tarde pero con el mejor de los humores y una enorme sonrisa…
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