Nunca lo olvidè
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Crecì en un pequeño pueblo de Honduras, obviarè el nombre. Mi niñez la vivì en contexto totalmente machista, mi padre y mis hermanos eran muy machos.
En ese ambiente cargado de masculidad, yo comenzaba a conocer un placer que aùn lo disfruto. No recuerdo la edad, pero si que fue un tìko con quien comencè a conocer mi idèntidad sexual. No tenìa màs de siete años, èl tendrìa por de 14, e¡n plena adolescencia.
No me explico en que momento, pero de repente yo corrìa todas las mañanas a la cama de mi tìo, èl se masturbaba y rozaba mi rayita con su herramienta, algunas veces intento penetrarme, pero nunca lo logrò, dolìa demasiado.
Pero, eso me marcò no perdìa oportunidad de rozar algùn pene o de verlo y asì tuvo muchos juegos, hasta que llegue a la penetraciòn con chavos de mi edad.
Voy a contar de uno en especial, se llama Ricardo, mayor que yo dos años, me falla la memoria, otra vez, para recordar la edad en la cual comenzamo con este chico, pero estoy seguro que fue entre los 11 y 13 años.
Los dos cuidabamos los trabajamos de campo que hacìa mi papà, pasabamos mucho tiempo juntos y saliamos muchos lugares. El conocìa mis andanzas con otros chicos, sin embargo nunca dijo nada y para desgracia mìa (temporalmente) no se animaba.
Eso hasta el dìa que andabamos tras unas vacas y empezamos a jugar a las luchas y finalmente me ganò, era màs, cuando ya me tenìa dominado, comenzò a bajarme el pantalòn, sin quitar el broche,obaviamente no fue fàcil, amì me dio un ataque de risa cuando el comenzò a culiarme, sentì algo raro detràs, que no descifre lo que era hasta que me soltò, ricardo tenìa su pene de fuera a media erecciòn. Esa vez no pasò màs.
Dìas despues vino lo que no puedo olvidar, una vez vez probè su verga, que no medìa en ese entonces màs de 14 cm, no dejamos de cojer. Desde la primera vez, como ya no era virgen, parecìa que mi orto esperaba su pija desde siempre. Es un pene que merece uan descripciòn, cabeza rosada, muy redondo y tirando para la izquierda, como me hacìa gozar. Como dije antes, pasabamos mucho tiempo juntos y unas vez empezamos cojìamos hasta tres veces. Còmo de gustaba.
Aprovechaba para tocarsela en cualquier momento y el de inmediato se ponìa a palo. Para su edad, me cachaba muy rico, cuando yo lo tocaba èl sabìa lo que querìa y sòlo buscaba apartarse, hacìa un silbido y entonces yo preparaba mi culito. Êl ya ni se agarraba la verga para buscar mi orificio ella sola lo encontraba y empezaba el bombeo. Despuès la herramienta le creciòy seguìa siendo deliciosa, pero hubo ocasiones en las que no lo dejè terminar èl atacaba con furia mis entrañas.
Sin quererlo armamos una clave secreta, el era vaquita y yo vacona, cuando deciamos esas palabras. Su verga y culo saltaban, ya sabìan lo que tocaba. El muy cabròn me preguntaba si me gustaba, claro que me gustaba, pero no era fàcil para mi decirlo, porque supuestamente todo lo que hacìamos era un juego.
LLegòn el momento de las novias, Ricardo las conseguìa fàcilmente, asì nuestras relaciones diarias, se espaciaron màs y todo quedò determinado a cuando èl querìa. Yo estaba siempre a su llamado. Nunca hubo besos ( lo siento por quienes gustan de historias asì, pero no puedo inventar) o caricias. tampoco sexo oral, aaunque èl me lo pedìa.
Fue una intensa relaciòn, de muchos años, en la que `hubo màs que penetraciòn, pero vaya que compensamos con esto lo otro. Èl ùltimo polvo fue cuando yo tenìa 18 años (ahora 31). Yo estaba por salir del pueblo, tenìa que ir al colegio a otra comunidad cercana, pero eso lo dejo para la pròxima …
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