Obsesion
Despues de la de mi hermano comenzo la tremenda obsesion de verle la pija a cualquiera..
Despues de aquel episodio con mi hermano, afloro en mi la necesidad de verle la pija a cualquiera.
Por las noches me tocaba recordando lo vivido con el, pero tambien habia comenzado a fantasear con mi padre y con los padres y hermanos mayores de mis amigos y de cualquier hombre adulto que se me cruzara en el camino.
Y asi llego a mi vida Miguelito, un empleado de la verduleria de al lado de mi casa, tenia ventipico de años y una leve discapacidad.
Se instalaron en diciembre y como ya estaba de vacaciones del colegio me la pasaba todo el dia en la verduleria, el dueño era bastante bueno y no le molestaba mi presencia, acompañaba a Miguelito a llevar los pedidos en un triciclo, me encantaba cuando me alzaba para meterme en el cajon del triciclo y sus manos cayosas rozaban mis muslos, al mediodia cuando cerraba el negocio me quedaba con el ayudando a acomodar la mercaderia. Una tarde que ya no aguantaba mas de calentura y curiosidad fui tras el cuando se metio al baño que no tenia puerta, el solo hecho de sentir el ruido de su meada me daba escalosfrios.
De pronto giro la cabeza y me vio parado atras de el manoseandome la pija.
Me pregunto si tenia ganas de mear, girando apenas el cuerpo dejandome ver la descomunal verga que tenia. Me quede inmovil.
Dale veni, insistio, meemos juntos, no tengas miedo.
Me acerque al inodoro y me baje un poco los pantalones, tenia la verguita dura y pocas gana de mear y no podia sacar los ojos de aquel pedazo de carne que colgaba de su mano.
Otra vez las descargas electricas por mi cuerpo y las cosquillas en mi panza.
sacudio la verga un par de veces, y comenzo a jalarsela desvergonzadamente y yo tambien comence a batirmela lentamente.
Si, asi, asi, me alentaba, se mojaba los labios y suspiraba. Se te esta poniendo dura le dije.
Siiii, me contesto, se me pone mas dura y mas gorda.
La tenes muy grande le dije con temor y admiracion.
Ya tocaste alguna me pregunto. Si la de mi hermano, la tiene grande pero no tanto como la tuya. Mi respuesta parecio liberarlo para dar rienda suelta a sus deseos.
Y no te gustaria tocar la mia. Si vos queres, si quiero, pero no le tenes que decir nada a nadie, ni a tu hermano, asi podemos tocarnos y jugar a otras cosas, todos los dias.
Se bajo el oberol hasta la rodilla, mostrandome totalmente la verga y los huevos peludos enormes que le colgaban, extendi una mano y comence a acariciarle las bolas y con la otra le acariciaba el tronco de la verga, era fascinante para mi y me gustaba mucho, la textura de la piel y el calor que emanaba.
Te gusta me pregunto, si, le respondi, le queres dar un besito, acerque mi boca y el corrio el prepucio dejandome contemplar la cabeza de su verga en primer plano. Estire los labios haciendo trompita y comence a darle besitos por toda la cabeza que parecia una ciruela roja a punto de explotar. Ahora saca la lengua y pasala como si tomaras un helado. Timidamente abri los labios, saque la lengua y empece a hacer lo que me pidio. Temblaba y se deshacia en elogios y yo exageradamente sacaba la lengua para lamerle la pija y complacerlo. En un momento comenzo a salirle la misma aguita que le salio a mi hermano, me aparte un poco y me pregunto. Se la chupas a tu hermano. Si, le menti con suficiencia.
Se la chupas hasta que acaba. Me quede mirandolo desconcertado. Si se la chupas hasta que le salta la leche. No, me pone la pija entre las piernas y ahi le sale.
Me levanto y me giro en el aire, me subio y me paro arriba del inodoro, abrio mis cantos y exploro dulcemente la roseta virgen de mi culo.
Me hacia estremecer su dedo rozando mi entrada y mas cuando lo humedecio. Lo tenes bien cerradito todavia. Le voy a dar nos besitos que te van a gustar mucho. Me hizo poner en cuatro, abrio mis cantos con sus manos cayosas y comenzo a lamerme profusamete el hoyito haciendome gemir y llorisquear de placer. Esas sensaciones eran mil veces mas potentes que las que habia sentido con mi hermano.
Te gusta. Siii, mucho. Queres que acabe. Te la pongo entre las piernas. Sii. Quedate asi, cuando la sientas apreta bien fuerte las piernas. Casi al borde del desmayo, aquel pedazo de carne palpitante y rigido se abria paso rozando mis huevos, mi pija y mi panza, entrando y saliendo cada vez con mas fuerza. Me gusta, me gusta, asi mas, mas, gritaba ante cada embestida, hasta que senti los chicotazos espezos y tibios de su liquido mojando mis piernas y mis huevos. Saco la verga de entre mis piernas y la apoyo en la entrada de mi culo hasta largar las ultimas gotas. Feliz comence a jugar con ese nectar acariciandome el culo, los huevos y la pija obscenamente. Se quedo parado mirando extasiado lo que yo hacia. Tomo papel higienico y me limpio las piernas y me lavo el culo en la pileta, me seco y mientras se lavaba la verga me pregunto si me habia gustado y si mañana queria volver a hacerlo.
Que rikooooo, sigue contando..