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Gays, Sexo con Madur@s, Travestis / Transexuales

Octava vez con Ronny, el semental cubano de la verga de 25 cm y muy gruesa

de nuevo me coge mi negro hermoso y me hace acabar varias veces y me llena el culito de lñeche dos veces seguidas, ahh que potencia la de mi follador.
Octava vez con Ronny

 

¡Hasta que llegó el día tan anhelado! Por fin después de más de mes y medio iba a volver a ver a mi semental cubano, el hombre de la enorme verga de veinticinco centímetros y la más gruesa que había visto en mi vida.

No veía la hora de que me volviera a coger Ronny con su prieta y gigantesca herramienta. Llegué al parque donde siempre nos encontrábamos, eran las dos de la tarde, tuve que esperarlo media hora hasta que llegó mi negro hermoso, nos saludamos, lo invité a una avena y nos fuimos caminando a buscar un nuevo hotel que él me recomendó, al mismo precio que el de siempre pero más bonito y con aire acondicionado.

Estaba algo lejos de allí, unas siete u ocho cuadras, fuimos caminando mientras hablábamos de cómo me había ido en la operación, le conté todos los pormenores del caso, él me comentó de su trabajo con el carrito de frutas, y así se nos pasó el tiempo hasta que llegamos al sitio. Un enorme hotel, muchas habitaciones, bonito, bien decorado, tomamos una habitación y entramos. Ronny tomó su ducha de siempre mientras yo lo esperaba ansioso en la cama. Cuando salió del baño yo tomé su lugar y me dispuse a volver a lavar mi culito, no quería que me fuera a salir nada durante el acto sexual y estuve lavándome exhaustivamente unas ocho o diez veces hasta que solo agua cristalina salía de mi colita alborotada que moría de ganas de sentir adentro la vergota de mi machote cubano.

Había llevado un consolador de los del tipo balita, delgado y con punta de lanza, le eché lubricante y me lo metí en mi culito para ordeñar mi próstata como preludio a la culeada que me iba a dar Ronny en pocos instantes. Conseguí tocar mi próstata fácilmente con el consolador y empecé a acariciarla y en pocos segundos me hizo orinar del gusto, ¡ay! qué delicia! boté chorros y chorros de mis líquidos en el piso de la ducha, hasta que me saqué el consolador, revisé que no saliera sucio, volví a echarle lubricante y me lo metí de nuevo. Me hacía sentir muy rico ese pene de plástico, hasta que otra vez de estimularme la próstata se me vino la orina a chorros junto con mis líquidos preseminales y yo cerraba los ojos y disfrutaba del placer que sentía, imaginando algo similar o mejor cuando tuviera la vergota de Ronny adentro de mí, estaba preparando mi culito para lo que me esperaba: la verga enorme de mi machote negro que me aguardaba impaciente en la cama.

¡Salí del baño y allí estaba mi macho ardiente con su vergota bien parada, lista para la faena!

Me acerqué y me acosté a su lado, le mostré mi cuerpo todo depilado, mi piel suavecita la pasé por sus piernas, lo besé tiernamente en la boca y le dije que quería que me mamara el culito. ¡Me le senté en su cara poniendo mis nalgas en su boca y así dándole la espalda quedé al frente de su vergota que estaba dura y enorme! lo metí en mi boca con ansias y empecé a mamarlo con dedicación, con admiración, con deleite, tantos días deseando tenerlo me parecía mentira que por fin tuviera de nuevo a mi disposición esa hermosa herramienta de mi querido amante.

Lo masturbaba, me lo metía como hasta la mitad, le lamía su glande, lo chupaba con ganas, ¡yo estaba muy excitado y él también! Y mientras tanto Ronny abría con sus grandes manos mis nalgas y estaba metiendo su lengua en mi culito y me hacía derretir de gusto, sentir su boca caliente en mi esfínter le daba un toque de mayor excitación al momento, estaba como mareado de tanto placer, Ronny se esmeraba mucho dándole lengua a mi culo, y luego tomó mi verguita en sus manos y se la metió a la boca y empezó a mamármelo la cosa más rica de este mundo, tanto que me lo hizo parar y se me puso muy duro, por lo general cuando estoy con un hombre no se me para, me vuelvo una mujer y lo que quiero es verga de macho dentro de mí, sólo se me para cuando me masturbo para acabar, mi verguita sabe que no le va a tocar trabajar ese día, que el trabajo le toca es al culito pero Ronny estaba cambiando eso con su espectacular mamada, lo hacía con ganas, con pasión, lo succionaba, lo lamía, se lo metía todo a la boca, él sí podía hacerlo, mi verguita era chiquita, yo si no podía meterme a la boca semejante vergota tan grande como la de mi negro, mientras él se esmeraba en darme placer, lamiéndome el culo, las bolas y mi verguita, yo también me concentraba en mamarle su vergota, pero apenas podía meterme una tercera parte de ella en mi boca.

Abría mis labios y separaba lo más que podía mis dientes para no lastimarlo y dejaba que él mismo me lo metiera hasta el fondo de mi garganta hasta que me daban arcadas y me ahogaba y tenía que tomar aire y luego volvía a intentarlo, me excitaba mucho sentirlo adentro de mi boca, era un reto ver cuanto podía engullir de aquel maravilloso tolete masculino, miraba hasta donde lo había metido y sólo lograba introducir la mitad en mi boca hambrienta, quedaba sin aire, con lágrimas en los ojos, la nariz chorreándome líquidos por la sensación de ganas de vomitar, pero me aguantaba estoicamente, quería darle placer a mi hombre y él se veía que le gustaba, literalmente me follaba la boca con los ojos cerrados mientras le seguía dando lengua a mi culo y a mi pequeña verguita, movía sus cadera hacía arriba y hacia abajo cuando lo sentía dentro de mi boca y me llegaba hasta lo profundo de mi garganta y me ahogaba pero me gustaba mucho acariciarlo con mis labios, lamerlo, besarlo; lo contemplaba admirado de ver tanta belleza de macho, tan firme y gruesa esa verga, no joda, por Dios, no podía abarcarlo con mi mano pero por mucho, me faltaba lograr cerrar mis dedos sobre tanta carne. Esa cabezota redondita, grande y gruesa me enloquecía, la miraba, la saboreaba, la olía, la besaba, la chupaba, estaba extasiado mamándole esa vergota a mi negro, y la sensación era doble, con su lengua en mi culo magistralmente me acariciaba muy rico y me tenía a millón.

Tenía muchas ganas de verga y no quise esperar más, quité mis nalgas de su boca y me dirigí a la hermosa vergota de mi macho cubano y me le fui sentando poco a poco. No entraba, me eché saliva y nada, me eché lubricante en spray que había comprado nuevo, de sabor a frutas, delicioso, no lo había probado y me gustó, parecía líquido preseminal, le coloqué en la puntica de su glande el lubricante y volví a intentar sentarme en esa polla enorme y empezó a entrar de a poquito y yo a hacer fuerza y presión para que entrara y no podía, me daba frustración, quería tenerlo adentro y para acabar de ajustar se estaba aflojando por el esfuerzo y que no entraba, tuve que voltearme y volver a mamárselo para que se volviera a poner bien duro.

Estaba suavecito por el lubricante, no olía a nada de sucio afortunadamente, se sentía divino el sabor de ese líquido viscoso y más como estaba tan excitado, pues todo me parecía muy rico. Lo chupé un ratico y se volvió a endurecer y volví a sentarme en él y tampoco entraba, me movía y hacía presión hasta que logré meterme como la mitad y empecé a cabalgarlo subiendo y bajando mis caderas suavemente, disfrutando las sensaciones que me producía esa vergota taladrando mis intestinos, haciéndome sentir bien puta y femenina, dejaba de ser hombre por completo, aquel machote de raza superior doblegaba mi orgullo con su enorme miembro viril y me hacía sentir que mi culo solo era una cuca para complacer a mi hombre y mi verguita era un clítoris que se paraba en señal de la excitación que me producía ser cogido por aquel guapo semental cubano, que quería destrozar mi culo con su verga y yo lo dejaba hacer, eso era lo que había buscado, lo que quería y lo había encontrado, un machote con una verga grande, que le gustara cogerme, lo hiciera con ganas y que me hiciera sentir como una mujer en sus brazos, eso hacía Ronny conmigo en ese momento, yo cerraba los ojos y solo disfrutaba de aquel enorme falo dentro de mí, me acariciaba muy rico por dentro y tenía mi verguita chorreando líquidos preseminales o prostáticos, estaba super mojado y temblando de tanto placer.

Hasta que otra vez se le aflojó y volví a mamárselo de nuevo y rápidamente se le endureció de nuevo lo más de rico y me dijo que me pusiera en cuatro paticas, inmediatamente obedecí a mi amo, me dijo que clavara la cabeza en la cama, que tocara con el pecho la sábana, para que el culo quedara más abierto y el conducto en mejor posición para la entrada de su vergota, le echó un poquito de lubricante a la punta de su glande y me lo insertó de una vez, haciéndome saltar del dolor y del gusto, entró como la mitad y yo no lograba aguantarlo cuando me lo metía hasta el fondo, me dolía, me daba una sensación de no poderlo soportar, ni sé describir lo que sentía, solo sé que tocaba poner mi mano para que no lo empujara tanto porque Ronny es necio y cuando se lo está cogiendo a uno, quiere meter toda su vergota dentro, como si fuera fácil recibir tanta carne en el culo; yo trataba de aguantar para complacerlo, viendo que estaba muy excitado y con ganas de darme verga.

Decidí entonces inhalar un poquito de la ayudita que llevaba por ahí escondida; saqué el frasquito todo nervioso, no hallaba como abrirlo, Ronny no paraba de darme verga duro por ese culo y me tenía todo caliente y desesperado, logré abrir el frasquito, inhalé por un orificio de mi nariz, luego por el otro y qué sensación tan abrumadora, me volví toda una loca con ganas de verga, perdí todas mis inhibiciones, ahí mismo le dije a Ronny que me encantaba esa verga, que me gustaba mucho que me cogiera, que estaba muy ansioso y todos los días deseaba volver a sus brazos, y lo que quería era mi macho dentro del culo, la quería toda adentro, mi esfínter se relajó y recibió toda la carne de mi semental adentro hasta el fondo, qué delicia, qué placer, qué calentura tan grande la que agarré, pero la vergota de Ronny es tan enorme que aun así con la ayuda de esa sustancia arrebatadora, todavía no lograba acostumbrarme cuando me la metía hasta lo más hondo, pero me encantaba verlo dándome verga parejo, culeándome la cosa más sabrosa, moviendo sus nalgas duro y duro para introducirme toda su vergota dentro de mí, en rápidos movimientos, sonaban los chasquidos de sus piernas rebotando contra mis nalgas, sus bolas danzando en mis nalgas y yo en la gloria. De nuevo todas mis fantasías cumplidas, todo lo que había imaginado para aquel momento se estaba cumpliendo. Se me pasó el efecto del acelerante y desesperado volví a inhalar otra dos veces de mi frasquito y de nuevo ese arrebatamiento, ese calor que se sube a la cabeza y esas ganas de sexo locas que le dan a uno, me giré y le pedí que me cogiera en pollo asado, todo excitado por la sensación de euforia que me producía aquella deliciosa sustancia, me sentía toda loca, toda puta, toda marica con ganas de macho y me puso una almohada debajo de mis nalgas, me abrió las piernas, puso su vergota frente a mi esfínter, que se abrió como una flor esperando ser penetrada por su invasor y para adentro se fue todo ese enorme coloso de ébano.

Me lo metió todo, pero todo lo que se dice todo dentro de mí, en esa posición queda uno expuesto por completo y entra hasta la base de la verga y aun con los vapores que me enloquecían de gusto de la sustancia euforizante, me estremecía cuando me lo clavaba hasta el fondo.

Ronny se veía muy excitado, me estaba clavando su verga con mucho ritmo, con pasión, con ardor, con deseo, como si yo fuera su mujer y llevara tiempo sin cogerme, qué delicia de embestidas! ¡Qué pasión para follarme!, ¡qué gusto me estaba dando! Su vergota dentro de mi culo me hacía ver estrellas de gusto, estaba totalmente eufórico, diciéndole lo mucho que estuve esperando por repetir ese momento tan divino, lo mucho que me gustaba que me cogiera con su vergota. Empecé a masturbarme con ganas, quería terminar a cómo diera lugar pero me estaba costando, por el alucinógeno, por la pasión, por las ganas, por tantos deseos reprimidos, sentía que se me iba el orgasmo, que no lograba llegar y sin embargo sentía esa vergota dentro de mí taladrando mis entrañas con tanta pasión, que empecé a acalorarme cada momento más y más, volví a conectarme de nuevo, me imaginé a Ronny cogiéndome todos los días así, imaginé también esa vergota dentro de la cuca de la mujer mía, me imaginé cómo lo habría disfrutado ella, que siempre quiso tener una verga grandota en su cuca y la mía no le daba el placer que ella se merecía y entonces más me excitaba, además sentía a Ronny todo excitado y morboso dándome verga por ese culo ansioso de macho y cerré los ojos, disfrutando del momento, seguía masturbando mi verguita al ritmo de la penetración de su verga, al mismo ritmo con que entraba su verga en mi culo, yo movía mi mano sobre mi pene y me imaginaba a Ronny dándome verga así todos los días, me imaginaba los dos viviendo juntos como me lo había propuesto, que le consiguiera un aparta estudio para volverlo nuestro nido de amor y podernos ver sin que miradas extrañas nos vieran, sin tapujos, poder tener intimidad  cuando quisiéramos, imaginaba todo eso y empecé a sentir oleadas de placer mientras me masturbaba, por alguna extraña razón me estaba acariciando la próstata en esa posición, en pollo asado, con mis piernas levantadas, las nalgas en la almohada, sus manos apretando mis  muslos, abriendo mis piernas y su verga durísima, gigante, 25 centímetros de carne negra gruesísima y muy parada, le había dado un sildenafil una hora antes y en este momento estaba el macho en todo su esplendor, poseyendo a su mujer, a su hembra totalmente entregada y con las piernas abiertas, los ojos cerrados y mis manos en mi verguita dándole parejo y rápido, buscando mi orgasmo, mi placer que llevaba rato tratando de encontrar y no podía, por fin se vinieron una serie de movimientos de él rebotando hasta el fondo de mi culo con su vergota, deslizándola de adentro hacia afuera rápidamente al ritmo de sus embestidas.

Al parecer mi próstata empezó a ser acariciada por alguna parte de su miembro en la posición en que me tenía, debo aclarar que no siempre pasa y con unas cuantas embestidas me puso a delirar y por primera vez en la vida, en mi existencia, en esa posición, con una verga dentro de mí de verdad, gigantesca, muy gruesa, muy bien parada y muy bien manejada por mi macho cubano que me daba duro y duro por mi culo hambriento, empecé a venirme de una manera fenomenal, larga, larga lo que se dice larga la sensación de gusto cuando exploté a chorros con mi orgasmo, qué sensación tan agradable, se me vino solito y sin esfuerzo, como quien no quiere la cosa, sin apresuramientos.

Simplemente explico lo que sentí: mi verguita estaba flácida mientras yo la masturbaba, tenía muchas ganas de acabar pero mi pene no quería pararse pero si estaba sintiendo muy rico, pero cuando Ronny empezó a clavarme de una manera especial y me acomodó de alguna forma particular, lo más probable es que tocándome la próstata, ese frote hizo que mi pene se endureciera en un instante, sus embestidas me acaloraron por completo, se me aceleró el pulso, seguí masturbando mi verguita pero ahora sí súper dura y llena de líquidos preseminales y con unas cuantas sacudidas, sintiendo su verga llenando mi culo y acariciándome algo por dentro de manera fantástica, me llegó un orgasmo potente, apoteósico, suelto, fácil, profundo, fuerte, divino, ni me lo esperaba tan rico, sólo cerré los ojos y me puse a disfrutar del momento, por esos segundos de dicha había hecho tantas locuras, contratar un negro con una verga gigante para que me cogiera, pagarle a mi macho para que me hiciera suya, para que muchas veces me diera verga por el culo pero una verga tan grande que casi no me cabía y era casi un martirio sentirla toda adentro de mí, pero también era un placer exquisito e inenarrable.

Varias veces que había salido con Ronny, no había podido terminar, se me cortaba el orgasmo y por más que lo intentaba no lograba acabar, hasta que me tocaba desistir del intento, así sucedió dos veces, no me importaba, igual siempre fue muy rico, el sólo hecho de que me cogiera Ronny con su verga un rato, ya con eso me daba por satisfecho, complacer los deseos de mi culo de ser penetrado a pelo por Ronny, con la verga bien dura, eso valía por todo el oro del mundo, si además también acababa, pues mejor, sino, pues no me importaba, me daba igual, ya había salido con varios hombres que no me dejaban masturbar mientras me cogían como el profesor Nery o el profesor Ramón, no me dejaban tocarme la verga, solo querían darme verga por el culo y llenármelo de leche pero no me dejaban acabar y a mí no me importaba, el solo hecho de que me cogieran bien rico ya eso para mí era suficiente, claro que mejor si acababa, como acabé varias veces también con la verga de Ronny adentro.

Era nuestro octavo encuentro  en medio año que llevábamos de habernos conocido y me había hecho acabar cinco veces muy rico mientras me penetraba con su vergota pero fueron orgasmos normales, buenos pero no fantásticos pero el que me acababa de hacer sentir Ronny era el mejor de todos, el mejor de mi vida, el más intenso de mis orgasmos en tantas salidas con hombres, nunca había sentido tanto placer, tanto gusto, me iba muy satisfecho y con ganas de repetir lo más pronto posible, me excito de solo recordar esa culeada tan deliciosa que Ronny me dio y ese orgasmo tan rico que me hizo sentir, eso paga tanto esfuerzo y dedicación tanto de él hacia mí para darme gusto como de mí hacía él para ayudarle cuando me necesitaba, colaborarle en sus cosas, era feliz ayudándolo, pero todo porque quería tenerlo a mi lado, un hombre dispuesto a complacerme, a darle gusto a su mujercita con esa vergota rica que se manda, con esa enorme herramienta que le cuelga entre las piernas, valía la pena cualquier cosa para poder disfrutar de semejante macho vergón tan bueno para coger y no pienso dejarlo ir fácilmente, voy a disfrutarlo lo más que pueda, quiero que me siga cogiendo todo el tiempo hasta que el cuerpo aguante, hasta si fuera posible y se dan las cosas, me voy a vivir con él… lo que hace uno por una buena verga y más si el dueño sabe manejarla y le da a uno ese gusto que Ronny me da, viviré por seguir saliendo con él. Si quieres ver fotos y videos de este y de otros candentes encuentros que he tenido con ronny, puedes buscarme en manyvids con el  nombre de whiteyandbbc76, te espero!

 

11 Lecturas/19 diciembre, 2025/0 Comentarios/por whiteyandbbc25cm
Etiquetas: baño, cogiendo, culito, culo, hotel, mayor, orgasmo, sexo
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