Ocurrió en una Fiesta de Cumpleaños
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Recuerdo que al llegar a la actividad, quedé impresionado de lo grande que era esa casa. Inmediatamente luego de parkear su automóvil, papá nos condujo al interior de la bella mansión. Ya mucha gente había llegado y así que entramos, sin ninguna pena. De repente yo vi aquel caballero que salió a recibirnos, muy sonriente y por primera vez en mi vida, sentí un escalofrio que recorrió toda mi espina dorsal y como un susto en mi corazón, que yo no pude comprender en esos momentos, pero sí me di cuenta, que me gustó ese hombre, que me fascinó y yo nunca había sentido eso, en mi corta vida.
Papá nos lo presentó y el muy cariñoso, nos dio la bienvenida. Cuando aquel caballero llamado Manuel, estrechó mi mano, sentí una fuerza inmensa, que me apretaba la mia. Él debió sentir la fragilidad de mi mano, y no se pero sentí que el tiempo se detubo por unos instantes. Luego de estar acomodados en la mesa que se nos asignó, yo no le perdía de vista, pues lo más que me llamaba la atención, de aquel hombre mayor que yo, pero joven aún, aparte de su belleza masculina y barbita de candado, era el bulto, que se le marcaba en los pantalones. La primera vez, que eso me éxitaba, de otro macho.
No era muy alto, pero de unos grandes ojos azules, pelo rubio en puntas bien paradas, fuerte en fisonomía y muy blanco. Sus brazos musculosos, marcaban su camisa de manga larga, queriendo sus pectorales salir de ese encierro. En varias oportunidades nuestras miradas se cruzaron y yo nervioso esquivaba la mirada. El niño agasajado en el festejo era hijo de él, y asi que nos lo llevó para que lo conocieramos y mi mamá le entregó el presente (regalo) que le llevabamos. No se pero sin tener ganas de orinar, le pedí si me podía, indicar dónde era el baño, para yo ir. Manuel bien educado, me dijo, ven conmigo y mi papá muy seguro, me dijo, ve Tito, con él que estás en buenas manos. Yo para mi, pensé, "en buenísimas manos", y yo mismo luego me dije a mi mismo "Pero que te pasa Tito?"…
Manuel me dijo muy amable que no me iba a llevar a dónde los invitados iban, si no a otra parte dónde era más discreto, a una de las habitaciones de la gran casa, que tenían baños. Me explicó que era la habitación de los húespedes y que estaba vacía, o sea tenía cama, muebles, etc, pero estaba desocuapada. No hicimos más que entrar a la habitación, el cerró la puerta y puso el seguro y muy sonriente me dijo, ven mira por esta ventana, de aquí se ve la fiesta, las personas… pero ellos no te ven a ti. Al yo caminar hacia él noté, que el bulto se veía aun más marcado… que lo tenía bien parado, Cambié mi vista y me puse a mirar. Inmediatamente senti sus respiración casi en mi cuello, su barbita que me hincaba, produciéndome una rica sensación de calentura y como se me pegaba por detrás, su bulto bien duro, buscaba acomodarse entre mis nalgas, las cuales por instinto yo paré más, no hubo más palabras, lo sentí gemir y comenzar a moverse detrás de mi, como si me etuviera cogiendo, pero vestidos. Mi corazón se me quería salir del pecho y mi pene, de los jeans.
Cariño, me dijo, nunca has echo esto con nadie? Yo nerviosamente le dije que no, que nunca. Cúpido nos flechó verdad? Sí le dije, tu me gustas, me gustas mucho Manuel! Estás seguro papito, que nunca has echo "cosas malas", con nadie? Le volví a repetir que no, que era la primera vez, que otro hombre me daba chino, que me rosaban mi culo, con una verga. Eso lo puso mas caliente y sus manos recorrían todo mi cuerpo, ya su lengua, pasaba por mi cuello, oídos y su boca buscó la mía. Era mi primer beso! Se dio cuenta, que yo era virgen de todo, hasta de besar. Y me llevó al mismo paraíso, con sus besos. Comenzé a gemir y cuando viene a ver, ya Manuel me había desvestido y él también. Se que te gusté, desde que nos vimos, yo me volví loco con ese culo, tan parado, que se te marca, en esos jeans. Yo perdí un poco la vergüenza y mientras nos recorríamos nuestros cuerpos desnudos, llenos de placer, le contesté que sí, y volví a repetirle, él me fascinó, desde que llegamos y que nunca, nunca, yo había sentido, esa emoción cauzada por otro hombre, le dije que él estaba bien, bien… bueno! Por toda respuesta Manuel, me besó, que hasta me mordió el labio inferior, haciéndome gemir fuertemente.
Me metí su verga en la boca, casi no me cabía, pero mis lenguetazos al principio rudos y luego contraloados, lo enloquecieron. Mi lengua penetraba la ranura de su verga una y otra vez. Cométela, toda esa vergota, que ahora es tuya, comémela así, decía Manuel, bien caliente. Me acomodó de tal manera, en la cama de aquella solitaria habitación, que mi culo quedó en su cara y yo encima devorando su enorme verga con mi boca. Supe ese día, lo que era una magistral mamada de culo, sí mi culo virgen, blanco, apretadito, de grandes nalgas duras y firmes. Creía que moría de placer, era algo desconocido por mi, que sentía por vez primera, en mi piel, en mi cuerpo. Comenzé a mover el culo sobre su cara, buscando que su lengua, me penetrara más, y me vine irremediablemente, sin tocarme siquiera, llenándole todo el cuello y casi en la cara de mi leche a Manuel, creo que hasta lloré, de lo rico que sentí en ese momento. Manuel me dijo que debiamos avanzar, para que no notaran nuestra ausencia, y que me lo iba a clavar, a meter.
Le dije que lo hiciera suave, que era mi primera vez, que yo no sabía nada de eso, que si me iba a doler mucho. Me dijo que tránquilo, y buscó en el buró una crema y me enbadurnó todo mi hoyito con ella. Como ya su lengua había dilatado bastante mi virginal hoyito, sus dedos me entraron con facilidad, los metía… los sacaba y yo gemía y a la vez, le aguantaba a veces la mano, si me sentía que me dolía. Luego de aplicarse de la crema en su enorme verga, me indicó que parara más el culo y se colocó detrás de mi…y me comenzó a clavar, sentía como la cabeza entraba y traté de salirme, pero sus brazos, me apretaron fuertemente, para que no huyera…lo que conseguí con eso, fue que me metiera más de la mitad, de aquel gran mástil de carne maciza y dura. Gemí, grité y Manuel me tapó la boca con su mano. Se quedó quieto, dentro mio, no se movía…Tito te duele mucho, sigo? Y cuando le di mi aprobación, pues me sentí más relajado, sentí como me entró toda, de una vez, respiré profundo y entonces comenzé a gozar, de las delicias del sexo. Manuel lo entraba y me lo sacaba poco a poco, yo gemía y con mis manos me abría, yo mismo las nalgas, como queriendo que aquel macho, entrara todo en mi culo. Sus enormes bolas casi trataban, por entrar también en mi recien partido culo. Al darse cuenta, que yo estaba todo lujurioso y pidiendo verga bien duro, Manuel cogió velocidad y me empezó a castigar, con su mástil bien fuerte. Me la metía toda y la sacaba luego, volvía y entraba y la sacaba…. Me dolía pero me gustaba, lo sentía increíble y echaba el culo para atrás, para buscar a su rica verga, más y más. Yo quería más, que rico era eso.No sabía hasta entonces, que por el culo se pudiera gozar tanto, sentir todo eso que sentía! Supe entonces que hay hombres, que sí saben hacer gozar a uno metiendo, que por esas razones, tantas mujeres y gays; se enchulan y mueren de amor por su hombre, que les sabe complacer sexualmente…un mundo de placer se abría a mis ojos y sentidos!
Así, Manuel cogeme así, mi amor, dame así, comeme el culo, si que… me gusta, que rico es esto, coño, sigue, sigue. Y más caliente se ponía Manuel al escucharme. Que caliente eres nene rico, desde hoy vas a comer verga cuando la quieras, por que esta pinga es toda tuya, y vas a ser todito mio, solo mio. Y me dió entonces un enpujón de verga que sentí que aquel pene, se me salía por la boca, grité, Ayyyyyyyyyy, me partes, me rompes el culo y me abandoné a mi suerte. Manuel se estaba viniendo dentro, muy dentro de mi y su verga roció de semen todo mi interior. Apreté mi esfínter y aquel hombre gemía como desesperado y me hacía promesas, de siempre cogerme… en su locura, de ser mi primer macho, el que me desvirgó el culo.
Rápido que terminamos, nos lavamos, para volver a la fiesta. Me dijo que teníamos que repetir, yo le dije que hoy no, por que me había desbaratado todo, y él me dijo, intercambiamos celúlares, pues yo me tengo que comer ese culo, de hoy en adelante dos o tres veces a la semana. Yo ya sin vergüenza le dije, que yo quiziera estar todo un día mamándole su verga, y a la vez se la agarré, esta se empezó a parar de nuevo, y me la metí a la boca, la chupé un rato, que delicia!. Ya Tito, que tenemos que irnos, si sigues te la tendré que meter de nuevo, yo soy muy bellaco. Nos vestimos y nos dimos un gran beso de lengua, de despedida. Chiquito eres un encanto, me hicieste gozar, más que ninguna mujer, ni siquiera huelo a culo, que limpiecito eres. Yo soy así, le dije, desde hoy soy todo tuyo y espero me sigas cogiendo cuando quieras.
Cuando nos incorporamos a la fiesta, Manuel le dijo a mis papás, que yo lo estaba ayudando en algo de su PC (Computadora Personal) y que yo era "muy bueno en eso"…Papá le dijo ahí lo tienes, a tu orden! Y yo pensé: Ay, papá si tu supieras, la clase de clavada, que me ha dado tu amigo…mi primera clavada! Y desde entonces, cojo cada vez que puedo con Manuel, pero cuando no lo puedo ver, me carcome el deseo, de que me penetren y me gozen, ya ando buscando otro suplente, para cuando él, no está… y tengo unos cuantos candidatos que se me insinuan, por mi llamativo culo. Inclusive ya le he tocado la verga bien parada, al Orientador de mi escuela, que es un hombre joven y bello, guapísimo y caliente, a la vez que él me masajea las nalgas y nos besamos. Ya les seguiré contando!
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