Orgasmos de un niño precoz
Hola, soy un nuevo usuario, llevo ya un año siendo un lecto silencioso de esta página. He de confesar que las constantes lecturas de los relatos que aquí se escriben me han ayudado a aceptar partes de mi que no me atrevía a reconocer.
Actualmente soy un hombre homosexual de 26 años, moreno, 1.75 mts, ligeramente robusto y según las personas atractivo. Por ahora iniciare por contar de mi agitada y precoz vida sexual.
Corrían los años 2000, por la pequeña edad de ese momento no recuerdo mi edad, pero podría asegurar que tenía al menos 5 años.
Mi madre solía vestirme de shorts y camisas de algodón usualmente todos los días, ya que vivimos en lugares calurosos así que cuando jugaba en mi habitación a las luchas solito, era común que mi cuerpo rozara las almohadas. Un día, utilizando solo mis shorts de color azul marino, jugaba a los carritos sobre mi cama, deslizándome boca bajo contra la cama pude sentir de repente un rosé que hizo que mi cuerpo temblara, al parecer, mi prepucio bajo y subió repetidamente por la fricción y me dio un cosquilleo delicioso. Una vez al sentir esto, lo repetía una y otra vez contra la cama. Mi pequeño pene tuvo una erección, me toque y lo sentía durito, mire dentro de mi pequeña trucita, ahí estaba ese pequeño pene de niño bien duro.
Cerré la puerta de mi habitación, me quite la ropa y me puse frente al espejo, mire mi cuerpo de una manera diferente, mis piernas gruesas y mi pene erecto pequeño de 5 años sin un solo bello y los pequeños testículos colgando, tenían toda mi atención, así que me coloque de nuevo desnudo contra la cama y comencé a moverme, esa fricción era una delicia. Metí mi mano debajo de mi cuerpo, me moví y descubrí el motivo del placer, así que comencé a subir y bajar mi prepucio con mi mano, una y otra vez, si la velocidad aumentaba, el placer también, eventualmente tuve un orgasmo, no me salió nada evidentemente, pero fue delicioso.
Mi pequeño cuerpo de 5 años tuvo su primer orgasmo, quede agotado.
Los días siguientes seguía tocándome, descubrí que si cambiaba el objeto debajo de mi cuerpo para frotar mi pene contra él podría sentir diferente. Así que lo hice, podría jurar que diario jugaba con mi pene, hasta que me descubrieron mis papás, me explicaron lo que significaba la masturbación y el sexo, lejos de asustarme me llamo mas la atención, abrieron en mi mente una fuente infinita de placer.
Si les gusto este relato les agradecería sus comentarios, próximamente subiré de mis aventuras precoces con vecinitos, amigos de la primaria y más. Si gustan también me pueden escribir a telegram: Stelary
Que buena historia amigo, sigue escribiendo
que lindo
Hermoso relato… me parece muy genuino. Sigue contando…
Buen inicio