Orgía en el cine Alba.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por gordito19madrid.
Hasta ahora he ido unas cuatro veces al cine X Alba, que está en Madrid. Y siempre que decido ir, desde que salgo de casa, siento un nudo en el estomago, mezcla de miedo y expectación morbosa. Al ir por la calle Duque de Alba, donde está el cine, empiezo a sentir la vergüenza y el morbo…¿quién me verá entrar por el largo pasillo que conduce a la taquilla? ¿Se quedarán estupefactos de que un chico de 19 años entre a esos sitios? ¿Se creerán que soy chapero? Poco me importa lo que la gente piense cuando pido la entrada, y se la doy al portero. Ya estoy mucho más relajado. Entro en el país de las maravillas. Un cine hermosamente decorado (aunque no muy cuidado) en los estilos de los setenta más elegantes. Voy a mi lugar favorito del cine: El segundo piso, donde todo vale.

Como siempre espero un rato a habituarme de la excesiva oscuridad, cuando puedo apreciar un poco las siluetas subo torpemente a la última fila, y si no hay nadie follando todavia, o mamandola, me pongo en el centro, y me desnudo, metiendo mi ropa en la mochila. Pronto se acercan hombres maduros lujuriosos y empiezan a tocarme… alguno me excita, otro no me gusta e intento ser cortés rechazándole. Pero ese dia fue especial. Un hombre joven y muy atractivo se acerca a mi, y delante mía, de pie, se masturba su polla. Un corrillo de viejos está rodeandole como si fuese el mismísimo jesucristo. Una belleza así no se encuentra todos los dias. Y esa belleza se fija en mí, el joven con cara de inocente… me la come, y me da su polla para que se la chupe entera. Me pregunta si me gusta, y le dice a uno de sus viejos que me la coma. El viejo obedece encantado y empieza a succionar mi pequeña polla como si no hubiera mañana. Me retuerzo de placer y no logro ocultar un gemido en voz alta, atrayendo y calentando más a los viejos que me rodean. El chico joven se sienta al lado mio y le dice a un viejo que se la coma. Los dos viejos nos la comen y él me mira, y me dice.
-Esta noche te pajearas pensando en esto ¿eh?

Yo le beso y el me agarra del pelo y me besa, y le dice al viejo que me la come que me la coma con más ansía, y le agarra del pelo y le mueve a un ritmo vertiginoso y yo creo morir de placer y de morbo. Pronto otro viejo se arrodilla al lado del que me la come y a dos bocas empiezan a succionar. Es algo totalmente nuevo para mi y no se ni como reaccionar, las piernas se me tensan y me tiemblan y me agarro fuertemente al joven. Que se rie, risueño al ver mi excitación, aún puramente adolescente. Que te la coma un buen mamon maduro es lo mejor que se puede pedir. Pero dos ya es el edén. Entonces, como una aparición celestial, el joven sentado le dice a su mamón.
-¿La quieres en la boca? ¡Pues toma!

Se corre, y se va, como un espejismo, no sin antes despedirse de mi con un tierno beso. Yo me quedo con mis dos mamones hasta que entre gemidos incontrolables y espasmo echo mis gotitas de leche y me quedo relajado, pensando en ese chico, un buen rato.