OSCAR EL MORENO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por logtree.
Moreno activo, siempre moviéndose, cuarenta y algo, divorciado, sin hijos, estatura mediana tirando a bajo, morrudo, siempre bromeando y de esos hombres que cuando hablan con otros se mueven mucho y rozan con sus propias manos sus pijas y bolas .
Faltan algunos dientes de atrás, casi sin barba ni pelos en el cuerpo.
Lampiño por decirlo y el cabello grueso duro y muy muy negro.
Es chofer en la empresa de mi padre, trabajamos en el mismo sector.
Oscar es de esos hombres que se acercan mucho cuando habla con todos y cuando pasa por el depósito le pone una piña a sus compañeros, a veces fuerte y a veces se la devuelven y luchan.
Los sorprende por atrás y les pellizca el pecho o les apreta los huevos y eso desencadena la pelea en broma.
Luego siguen su trabajo.
Un día se acercaba por un pasillo angosto mientras yo llevaba una caja, se va acercando a paso vivo y poniendo sus puños como boxeador y riendo haciendo como que me pegará, pasa por detrás mio apretados porque el paso era muy angosto y me toma por atrás, cuidando de no apoyarme y pasa sus manos por mi pecho y por encima de la camisa toca mis pezones y hace como que gruñe a mi oído.
Cierro los ojos y hago como que me quiero zafar pero me gusta.
Oscar tiene una camisa azul de polyester que multiplica el olor de su cuerpo.
Ya a las mañanas huele a hombre y por las tardes el olor a cebolla es muy fuerte, pero él parece no notarlo y se rie cuando la gente lo comenta.
La gente dice: uyyy ya trajiste la camisa olorosa? Che! Yo me baño!! Y casi en broma se pone la camisa a propósito.
Siempre quiere ser el centro.
-Cuidado Oscar que llevo esas cosas en la caja.
No me hizo caso y metió la mano en mi camisa y me tocó el pezón, me hizo aflojar las piernas, casi dejo caer la caja y viendo lo que provocó me soltó y tomó la caja para ayudarme disculpándose.
Pasaron los días y solamente nos saludábamos.
Un mediodía no fui a comer porque quería poner al día unos pedidos.
Estaba en mi escritorio sentado en un banco largo que pongo de punta para sentarme a caballo.
Queda un espacio detrás mio y ahí se sentó Oscar cuando entró con un pretexto…con su camisa azul.
-Hola
-Hola
-No salís?
-No, estoy atrasado capaz más tarde
-Bueno, te dejo trabajar
Yo pensé que se iba, pero se sentó detrás mio, pasó las manos por mi pecho, metió las manos dentro de mi camisa, apoyó su mentó en mi hombro y con la una larga de sus dedos pulgares suavemente rascó mis pezones y me dice:
-Te molesta?
-Algo…me mareo, dejame
-A mi también me gusta que me lo hagan sabés….
dale
Nos dimos vuelta y frente a frente abrió su camisa para que acaricie sus pezones, negros importantes ya medio erizados y con la areola arrugada, muy parados.
Los acaricié con el dorso de la mano.
Tomó mi mano y la apoyó en su pecho
-Te gusta?
-No sé, es raro…
-Por?
-Somos dos hombres….
-Apretame los pezones….
más fuerte….
más…eso así, con las uñas, pellizcalos ….
eso así….
más fuerte
Puso una mano en mi nuca y abrió los ojos.
El calor y la calentura eran fuertes y los olores brotaban de los dos cuerpos.
Con la otra mano acercó el dedo índice a mi labio inferior, lo tiró suave y firmemente para abajo y lo soltó varias veces y me miraba a los ojos con esos ojos negros profundos .
Enfocó la mirada en mi boca.
Suspiró profundamente y su aliento me pegó de lleno mientras él se humedecía los labios secos con la lengua y acercaba su boca mientras yo seguía trabajando sus pezones.
Apoyó la boca con la mia y como no pasó nada empezó a explorar con la lengua mis labios.
Como todo iba bien fue un poco más allá controlando mi cabeza con la mano en mi nuca.
Devolví el beso dando participación a mi lengua, luego metió toda la lengua en mi boca y me dediqué a chuparla como si lo hubiera hecho toda la vida.
Era la primera lengua en mi boca.
La alejó y siguió mirando mis labios mojados.
-Vení, abrazame y pasame los brazos por el cuello.
-Y si viene alguien
-Están todos comiendo.
-Te gusta no?
-y sí….
Levantó el brazo para exponer el sobaco y lo olí y lo besé y lo lamí.
Luego el otro y luego los pezones y me volvió a besar.
-Basta Oscar que estoy muy caliente
-Sí, mejor….
Se puso de pie, tenía el bulto muy inflado, se cerró la camisa y cubriéndoselo se fue.
Fui al baño a clavarme dos pajas y seguro él había hecho lo mismo.
Por qué se fue?
Pasaron los días y nadie comentaba y todo pasaba normalmente.
Cuando había camisa azul me guiñaba y yo ya sabía que venía a mi piso a mediodía.
El segundo mediodía con la misma rutina fuimos directo al beso y cuando él me llevaba mis brazos a su cuello, fui abajo, acaricié su bulto, abrí el cierre, metí una mano y amasé su pija ya bien hinchada.
Me arrodillé, la puse en mi boca en el momento que me interrumpió, se puso de pie y me llevó a un pasillo donde nadie podía vernos.
Me miró a los ojos y me empujó para abajo.
Lamí los huevos, detrás de los huevos, los pelos que los recubrían y descubrí que todo tenía aromas distintos: las ingles, los huevos y la pija al arremangarla.
Me pidió que la mordiera cuando llegaba al fondo y eso hice cuando empezó a acabar y acabar gimiendo profundamente y se le aflojaban las piernas.
Tragué todo y estaba muy caliente, traspiraba mucho.
Me levantó, me dio vuelta y mientras yo me pajeaba y tocaba un pezón, él me amasaba los huevos y se ocupaba de mi otro pezón.
No tardé mucho en acabar y él me sostenía por la cintura.
De espalda a él tomé con mis manos su cabeza, nos volteamos y nos besamos.
-Te gustó?
-Si Oscar….
te puedo pedir algo?
-Sí, decime
-Saliva…me das saliva?
-Si, lindo, tomá
Pasaron 10 días y nos cruzamos en un pasillo y me dice:
-El sábado a la mañana voy a la isla de mi hermana a pasar el día y vuelvo ese mismo día, van a estar todos, querés venir?
-Averiguo y te aviso
-Te paso a buscar a las 8 para aprovechar el rio y volvemos en la última lancha de las 20.
No traigas short ni toalla porque allá hay.
Así fue.
Pasó a buscarme a las 8, y viajamos en silencio hasta el muelle, él ponía su mano sobre la mia y el viento que entraba por la ventana agitaba la camisa azul.
-Viste qué me vestí como te gusta no?
Short amplio y sandalias, nada más y la camisa azul….
Me guiñó un ojo.
Yo ya , de alguna manera, sabía que en la isla no había nadie.
El viaje en lancha fue de 50 minutos y la gente subía y bajaba como un bus.
El viento llevaba mi aliento a su nariz y él me decía que respirara por la boca, cerraba los ojos y disfrutaba mientras se le hinchaba el bulto hermoso con esos huevos moros, negros bastante grandes.
Llegamos, bajé en el muelle y entramos al jardín, caminamos hasta la casa y me dijo
-Tomá la llave andá arriba y en el cuarto hay unos cajones.
Ponete lo que quieras, yo prendo el fuego mientras tanto.
Subí, encontré todos slips pequeños que no cubrían casi nada, me lo puse y bajé.
Oscar estaba en cuero haciendo el fuego y cuando terminó y dejó todo encaminado.
El sol estaba muy fuerte y me tomó de la mano y me llevó a un arroyo secundario cubierto por ramas de árboles.
El agua bajaba cálida, dejó caer el short y desnudo se metió al agua.
Era tal cual.
Morocho, petizo, chorizo grueso, no muy largo y los huevos oscuros y colgantes grandes.
-Venís?
-Me zambullí y nadé hasta él
-El piso es medio barroso, vení agarrate de mi.
Beso profundo, saliva y metió la mano dentro de mi slip y dedeó el orto.
Me incomodó pero lo dejó y yo me dejé.
Ya estaba, me daba por cojido.
Salimos del agua y sin secarnos comimos lo de la parrilla y bebimos cerveza y limpiándose la boca con el dorso de la mano dijo
-Vení, vamos a hacer la siesta
Ya arriba me sacó el slip nos abrazamos y nos besamos.
Me acostó en la cama boca abajo , separó mis piernas y se dedicó a comerme el culo con mucha pasión y bufando; que rico ojete papi, está lindo y cerradito.
Primera vez no?
-Si Oscar, cuidame
-Tranquilo, estrené muchos y todos volvieron (con zorna)
Lamió y chupó hasta que estaba bien blando.
Me ericé porque no sabía que me iba a gustar tanto y ahí me quedé con los ojos que se me iban para arriba y gimiendo.
Sacó un frasco y se untó la pija y mi ojete.
Yo estaba transpirando porque hacía mucho calor y de la calentura infernal que me agarré y del miedo al dolor .
Oscar no dejaba que me toque la pija ni los pezones.
Arrimó la cabeza, puso una pierna mia apoyada en la cama a noventa grados y torció mi cuerpo para acceder al pecho y a mi boca.
Subido encima mio comenzó a poner saliva en mis labios y con la uña larga rascaba el pezón.
Se fue abriendo mi ojete como una flor y de a poco fue metiéndola.
A medio camino le pedí
-despacio papi
-si amor, disfrutá el aliento, lindo.
Voy a parar un poquito querés?
-Si, ya va pasando
-Eso, ahí va bombón.
Te gusta?
-Si pa
-Qué te gusta?
-Tu aliento me come la cabeza pa
Empujó suavemente y llegó al fondo y siguió rempujando y separando las cachas con la mano.
Me puso completamente boca abajo y ahí comenzó un bombeo firme y sostenido.
Lllegaba al fondo, yo gemía, rempujaba y ahí se quedaba un rato, varias veces.
Hasta que le dije que iba a acabar.
Entonces sacó la pija con cuidado y me desilusióné.
Pero me dio vuelta, chequeó el ojete y dijo
-Todo joya ahí abajo, se morfó todo el canuto sin chistar, nada roto ,jajajaja.
Levantá las patas lindo….
esooo….
muy bien.
Escupió un pollo en mi ojete, arrimó la pija y sin parar fue hasta el fondo.
Ahí envolvió su espalda con mis piernas y se apoyó en los codos y con las manos me tocaba los pezones y yo los suyos.
-Pa…
-Que pasa? Estás bien? Te gusta?
-Si pa, muy caliente, no se ni donde estoy.
Ese pollo que me pusiste en el orto recién…
Si…que
Tenés otro para mi boca?
Si vida, y mientras me hacía lamerle los sobacos, carraspeó y tras pedirme que abra la boca escupió un pollo caliente y duro.
Rico.
Le avisé que acababa sin tocarme y acabamos juntos mientras me pedía: besame, comeme la boca, escupime, esoooo….
Ahhhhhh.
Y así nos quedamos , abotonados un rato.
La sacó, nos limpiamos con una toalla y cucharita nos dormimos una siesta.
Se despertó él primero, hizo pis en una escupidera que había debajo de la cama (el baño era afuera) y con ese pis se hizo un par de buches para matar el aliento a oso.
Se puso encima mio y me levantó las piernas y me volvió a coger y llenarme el orto de leche.
-Pa
-Que?
-Por qué el buche con meo?
-Para no matarte con el aliento a oso
-Y si me gustaba?
-La próxima, chanchito.
-Pollo tenés?
-Si lindo, ahí va….
Lo dejó caer en mi boca y lo compartimos en un beso y después me lo tragué.
-Sos terrible che, que pibe asqueroso (riendo) vamos al arroyo y llevá ese jabón.
Me puse su camisa azul y se rió, el aroma era algo delicioso.
Sentados en la escalera del muelle, a solas me enjabonó todo el cuerpo con mucho amor.
Yo hice lo mismo.
Me prometió que dormiríamos juntos y no se enjuagaría la boca por la mañana.
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