Oscar y el ronroneo como de un gatico
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por camaron64.
Oscar y el runrunear como de un gatico me pide lo inesperado.
Estando de visita en casa de unos amigos y luego de muchas veces que por esos lados estuve, Michel el hijo de Misleidy la señora de la casa se acerca y susurrando me dice al oído, que los lleve al rio a él y a su primo Oscar.
Luego de un merecido descanso, puesto que llegar a aquel lugar, era de hecho una labor bien difícil, mis amigos me habían invitado a una visita de algunos días, que luego de atravesar lomas y montañas de arduo sacrificio llegamos hasta un claro en el bosque donde una casita, muy modesta conformaban un paisaje campestre que por su verdor y naturaleza llenaban mi alma de paz y tranquilidad.
Yo soy Arsenio y tengo 43 años de edad y mido 1.72, tengo por costumbre en no fijarme en las cosas que no puedo alcanzar, por esa razón no sufro de ansias, mi vida es muy tranquila.
Estoy casado y tengo dos hijos de los que estoy muy orgulloso.
Después de un rato pasado el almuerzo me dispongo a descansar y de manera sorpresiva llegan a la casa el hijo de la señora y su primito que de un pueblecito no lejano habían regresado.
El chico de la casa e hijo de Misleidy me conoce de inmediato y después de abrazos y besos me presenta a su primito que con dos años mayor que él con 12 años, aparentaban casi la misma edad y estatura este se llamaba Oscar y tenía la piel fruncida por el sol de tanto bregar por esa naturaleza tenía el pelo trigueño y las cejas se le unían a la altura de la nariz, auguro de muchos bellos, en tanto Michel con 10 años era sobre lo rubio el pelo corto, supongo que es la cultura del campo.
Empapados de sudor, pues la tarde era calurosa, me dirijo a mi cuarto y saco de la mochila algunos regalos que le traía, pero que al ver al otro niño y por pena decido compartir algunos de estor con Oscar, Michel me indica que ellos lo compartían todo, al igual que cuando él se quedaba en la casa de su primito, que no debía tener pena por eso, pero que con una seña, me indica que quería decirme algo al oído, me agacho un poco y él acercando su boca a este me dice que su mama no los deja ir al rio solos que es algo peligroso y sin la compañía de un adulto no les dejaría ir, que por favor le dijera a su mama que les dejara ir con migo, después de meditar un poco esto me pide a mi esta vez que los llevara, puesto que hacía mucho calor y el deseo de mojarse con el agua del rio que no muy lejos de la casa estaba, asiento en llevarlos pero que se debían portar bien o de lo contrario no podían contar con mi apoyo en tan deliciosa idea.
Misleidy sin dudar un segundo autorizo a los chicos en mi compañía a un merecido baño, cosa esta que ella misma deseaba hacer, pero que el llamado del deber domestico no le permitía en ese preciso instante.
Y cuál fue mi sorpresa antes de llegar al rio, durante el camino y de manera no poco precavida los dos se fueron quitando la ropa que llevaban puesta hasta que llegaron a la ropa interior y sin cuidado alguno fueron sacándose de sus cuerpecitos para quedar completamente desnudos, en algún momento los vi susurrando algo entre ellos, cosa esta que no doy importancia pues para mí, solo eran dos chicos con la dicha de la libertad a su antojo, en ocasiones veo a Michel como con cuidado acaricia sus dos nalguitas, cuando Oscar se muestra muy atraído por el rose que traía entre las nalgas de Michel, Oscar luego de haber llegado al rio tenía su rabito ya bien erecto, algo me decía que estaba punto de presenciar algo que no era costumbre en mí.
Michel deja su cuerpo entrar en el agua y despacio se vira hacia donde estaba yo y con cara de pícaro se pone el dedo índice en la boca como queriendo decir que lo que estaría a punto de hacer con su primo debía quedar en secreto.
Para describir lo que vi comienzo por decirles que entre el sol que había y el color de las nalgas de Michel no había diferencia y que para mi asombro el miembro de este niño para su tamaño era normal recto como unos 12 cm y los huevitos que le colgaban eran preciosos para tan corta edad.
No así Oscar que para tener solo dos años más conservaba la frescura de aquella infancia que va quedando atrás unos bellos comenzaban a aparecer en su pubis y su miembro erecto, mostraban un futuro digno de desarrollo, midiendo quizás un cm más que Michel solo que un poco más gruesa, luego de entrar los dos en el agua, comenzaron a zambullirse por intervalos no muy largos uno primero y después el otro, si pude ver que sus narices bajaban pegada a la barriga del uno al otro, dándome a entender que estaban succionándose las pinquitas respectivamente y que en el bajar y subir se acariciaban desde la espalda hasta las nalgas.
Sorpresa me dio cuando al cabo de un rato tenía mi miembro erecto como el de un infante, no deja de sorprenderme el que al cabo de un rato Oscar que se veía mucho más tímido se bira de espalda para que Michel lo cogiera, al ver yo aquello se me colmo la paciencia y de un salto ya desvestido yo, pero con la trusa puesta me decido a meterme en el agua, para de esta manera y sin este tipo de experiencia, indicarles que algo faltaba cuando sin reparo aceptan mi intromisión supongo que no sería algo nuevo para ellos que alguien más hubo de mostrarles ese modo de satisfacción, cuando ambos desnudos y muy cerca de mí, se me abrasan y sin que pronunciara yo palabra alguna, Oscar bajo y se introdujo mi pinga que ya bien erecta en su boca y chupándola muy despacio primero y más rápido después, que respirar le costaba, subió y me pregunta que si me había gustado, en aquel ir y venir de las cosas y casi sin expresión les digo que sí y ante mi asombro le pregunto a Oscar que como había llegado a eso y si alguien los había enseñado, de modo muy simple y sin muchos argumentos me dice que un día desataban en el monte no muy lejos de la casa y vieron como dos hombres lo hacían entre ellos y sin más le propuso a Michel que primero reacio a la idea y desconociendo al igual que yo lo mucho que en algún momento se puede disfrutar sin riesgo de embarazo que al final ser un momento de tanto estupor.
Michel acepta después de que su primo le indica como seria y luego de varias ocasiones y ganando confianza deciden los dos avanzar un paso adelante al aceptarme a mí como parte de su pasa tiempo.
Luego de convencerme a mí mismo decido poner un poco más de acción en estas cosas.
Pido a Oscar que me abrase con sus dos piernas y frente a mí se dispone y subiendo con sus piernas abrasa mi cadera frente a mí, luego Michel decide pegarse y muy despacio le coloca su rabito en el culito y comienza a empujar sintiendo como entra y se dibuja una expresión primero de dolor y luego alcanzado a penetrarlo se dibuja un jubilo y alegría como antes no había visto en él, pasado un ratico de ir y venir Michel pide que quiere cambiar de posición que deseaba probar el de esa manera también y Oscar renuente de querer soltarme del cuello accede a la solicitud por Michel, puesto que Oscar con su tendencia a ser pasivo se mantiene en alguna medida un poco osco, hablo despacio con él y le planteo que bajo ninguna circunstancia me imaginaba lago así y que al igual que él Michel, deseaba experimentar algo así también y desde luego que siempre fue Michel quien penetrara a Oscar.
En mi sangre ardía un torrente de ideas locas que me consumía por dentro, y con ganas de gritar contenía mi impulso para no desbocar tanto deseo de comérmelos a los dos, después de tanta orgia en la que sin darme cuenta estaba participando.
Luego de ponernos de acuerdo decido que debíamos proseguir pero que esta vez seria fuera del agua, la cual Michel asiente con la cabeza y saliendo muy despacio del agua los tres pido a Oscar que examinara el culito de Michel con sus manos primero y que después con su lengua acariciara este, Oscar imprevisto de esta experiencia me pregunta: Como es que se hace eso que nunca lo había hecho.
Michel estas tendido boca abajo con sus dos nalgas blancas como coco y empinando la cadera un poco hacia arriba me muestra ese orificio de muchos deseos, me le aproximo y oliendo algo acabado de salir del agua, olía a maravilla y luego de recorrer con mi lengua todo su delicioso culito incluyendo el orificio de su culo, que saboreo como algo inaudito en mi conciencia, me despego y luego se incorpora Oscar que con destreza realiza la misma maniobra solo que esta vez además de comerle el culito acaricia su rabito y las huevos a la misma vez, de la mochila que llevaba saco un pequeño frasco que siempre llevo con migo y se lo alcanzo, Oscar lo toma, lo abre y unta en la rayita de las nalgas de Miche y saboreando con gusto le vuelve a comer el culito a Miche.
Solo que en esta ocasión esta su rabito tan erecto que sin desperdiciar la ocasión se lo presenta primero en el borde de tan apreciado orificio.
Entre saliva y miel al presentarle el rabo bien erecto el Himen resplandecía por encima de su color que más bien era parejo en todo su cuerpo con un color entre rojizo y purpura.
Al comenzar a introducirlo la expresión de la cara de Michel era de pena y dolor la cual interpreto como desaprobación y considero que quería hacerlo para experimentar, pues nunca lo había hecho, al pasar un instante pude ver como contraía las deliciosas nalguitas y me dispongo a detener por un instante a Oscar, que con deseos embestía las bellas nalgas de Miche.
Detente un momento y les explicó a los dos que cuando algo así sucedía debían averiguar por qué, antes de seguir para que no se convirtiera en algo desagradable.
Michel con gesto de aprobación acepta lo por mi explicado y sin esperar mucho embarre los dedos de la mano de Oscar con miel para que los introduzca el agujerito de Miche.
Michel seguía reposando boca abajo en gesto de aprobación que deseaba seguir con tal prueba, primero el índice y después el dedo del medio a la vez, lo metía y lo sacaba despacio y luego de un instante Michel le pide a Oscar que probara de nuevo, en este caso ni había resistencia por la entrada del rabo de Oscar.
Al principio quizás un poco de dolor que al instante se convertiría en un placer que aria que Miche se sonrojara al ver que podía hacerlo él también, con mucha satisfacción comienza Oscar a bombear dentro del culito de Miche y para sorpresa de Oscar logra su primera eyaculación y quien diría que sería tan bien aceptada por Michel, al terminar Oscar le pide que repitiera en la misma forma que lo habían hecho.
Extenuados todos, pero aún más Oscar, deciden poder fin a tanta lujuria que entre ambos tuvieron y decidimos ir al agua de nuevo para que se limpiaran.
Oscar se acerca a mí y sin prejuicio me entrega sus dos nalguitas, pidiéndome que le hiciera algo igual que él había hecho con Michel, lo miro y le pido que en otra ocasión seria puesto que todavía no podía digerir lo que había presenciado y hecho, además.
Sosteniendo mi erecto miembro con sus dos piernas y muy cerca de su orificio lo abrazo y acariciando todo su cuerpecito me vengo dándole así un beso que jamás olvidaría.
Continuara:
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