Oso de Grindr
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por victorugld.
Hola me llamo Víctor, soy un chico bastante tímido y a la vez muy caliente, cosa que me dificultaba conocer gente, piel aperlada, no estoy ni delgado ni llenito.
Mis ganas de tener un encuentro con alguien más me mataban, no podía dejar de meterme a apps de citas a enviar fotos mías y pedir también, pero nunca me animaba a vernos en persona por temor a no saber que decir ni hacer, hasta hace poco que habían empezado las vacaciones y no tenía nada más que hacer, así que me metí a ver que había de nuevo, para mí sorpresa había más gente debido a que vienen de visita a visitar a su familia o cosas asi, la ciudad en la que vivo es bastante pequeña y hay que aprovechar cuando hay algo nuevo ya que siempre es lo mismo, había muchas opciones pero en especial uno me llamó la atención,(Ramón, 38 años) tenía una foto de cuerpo completo donde dejaba apreciar unas grandes y gruesas y peludas piernas dejadas al descubierto por un short, su espalda era muy ancha y dejando ver una barriga muy bonita, sin dejar de verse fortachon además de tener una barba muy densa.
Le envié un mensaje y me respondió a los 10 minutos y me dijo, que onda?
Yo: eres de aquí?
R: no, ando de visita para ver a mi hermana, y tú eres de aquí?
Yo: si
R: Pues sales muy bien en la foto, me gustaría conocerte en persona, que dices?
No podía dejar pasar esta oportunidad, mi corazón latía muy rápido y mi verga se paraba solo con la idea de conocerlo, así que accedí, quedamos de vernos en un parque, el parecía muy seguro y pues yo estaba que me moría de los nervios, por poco y no voy a dónde quedamos pero la calentura me llevo a hacerlo.
Eran las 3:30 cuando lo veo venir caminando hacia mi, un hombresote, tanto que ya sentía una gran erección, yo estaba sentado en una banca y llega y me saluda, su mano tan grande y áspera, yo no podía dejar de ver su barba y sus pelos en sus brazos, el notó que lo estaba haciendo y me dijo que si quería ir a algún otro lugar, le pregunté, donde? Y me dijo que quedaba algo retirado pero accedí con miedo a que me fuera a pasar algo pero ya no podía decir que no, caminamos hasta su camioneta y me subí, me preguntó si estaba seguro de hacerlo ya que mis nervios parecían decirle otra cosa, para relajarme me acarició la cara y me dió un beso, con sus labios gruesos y esa espesa barba, después siguió con mi verga acariciándola hasta hacerme mojar, yo también hice lo mismo, pero el me ayudó sacándose la verga y dejándola para que yo la pudiera acariciar y jalarla a mi gusto, era una verga muy gorda y venuda, con una cabeza roja y muchos pelos, la acaricie hasta que saliera precum y el soltaba una que otra risa, parecía gustarle la idea de cojerse a alguien como yo, ya que a pesar de tener 17 parezco de menos.
En el camino me dijo que le gustaban los chavos aguantadores y que les guste que les peguen, yo le dije que podíamos intentarlo, no quedaba muy lejos el lugar al que iríamos, es un río donde puedes hospedarte en cabañas bastante bien construidas, con cama, y muchas comodidades, escogimos la que estaba más retirada ya que así nadie nos molestaría, nos bajamos de su camioneta y me dijo que lo esperara mientras iba por las llaves para abrir, me quedé un rato en la puerta hasta que después de unos 5 minutos llego, abrió la puerta y lo primero que hizo fue lanzarme hacia adentro y tomarme de las nalgas para acariciarlas y morderlas, me bajo el short y me puso con el culo abierto y empezó a lamer muy intensamente, su barba me hacía cosquillas pero a la vez me excitaba.
Me agarró de los brazos para que no me moviera, después de un rato me soltó y lo primero que hice fue quitarle la playera, al hacerlo pude apreciar un hermoso pecho peludo y su espalda también estaba bastante peluda dejando resaltar unos pezones rosas y gorditos que no dude en lamer, también me puse a lamerle las axilas que a pesar de no traer desodorante olían muy rico, baje a su panza y pase mi cara muchas veces por ahí ya que era la parte del cuerpo donde tenía más vello concentrado, luego el llevó mi cara hacia su boca y dió un besó muy apasionado, dejando mucha de su saliva en mi boca, quería tenerlo dentro de mí ya, pero parecía querer jugar un poco más conmigo, me hizo bajar a su verga y empeze a olerla sobre su short, empezaba a ponerse durísima, tanto que cuando la saque de su boxer dió un salto, con sólo verla se me hacía agua la boca, ese pedazo de carne bien jugoso y grueso, que solo era para mí, se la chupe por un rato hasta que me dijo que ya me quería cojer, me llevo a la cama y me puso patas arriba, abriendo mi culo y poniendo dos de sus dedos alrededor de mi ano ya lubricado por su saliva dando giros suavemente y introduciendo sus dedos lentamente hasta que me hizo gemir, mientras tenía metidos dos dedos más en la boca, me puso una que otra nalgada y en eso se movió muy rápido para ensartarmela entera, fue muy doloroso pero verlo con esa cara de enojado y muy caliente viendome me puso a 1000, mi corazón palpitaba muy rápidamente sentía que se me salía, él decidió agarrarme del cuello y apretarme, lo hizo despacio ya que yo era nuevo en esto y no quería lastimarme, puso mis piernas bajo sus axilas y me agarro por la parte de atrás del cuello para tenerme más cerca a el y poderme besar, después la cosa se fue poniendo más intensa y empezó a escupirme en la cara y en el pecho y se detuvo por un momento y me puso boca abajo, con sus pesadas manos empezó a nalguearme hasta dejarme bien rojas las nalgas, ya no sentía nada, el dolor se había convertido en excitación.
El también quería que lo golpearan así que me dijo que le golpeara el pecho y eso hice, mis golpes no eran tan fuertes como los de el pero parecía gustarle bastante ya que sus embestidas eran más profundas y rapidas, hasta que llego un momento donde me levanto rápido y puso mi boca enfrente de su verga, lanzando unos buenos chorros de leche acompañados de unas cachetadas, me quedo gran parte de su semen en mi boca y decidí pasármelo ya que sabía muy bien.
Descansó por un momento y me dijo que quería sacarme la leche a mí pero a puro sentón, eso hizo, me puso sobre sus piernas y me cargó como si fuera un niño con tremenda fuerza que tiene, su verga estaba algo menos dura que antes pero el grosor lo compensaba, podíamos sentir nuestras respiraciones muy calientes y continúas, más la mía, porque estaba a punto de venirme, él supo que ya casi estaba en mi punto y decidió bajar la velocidad pero con más fuerza cada metida que daba, no tardó mucho cuando sentí que ya no me podía detener y lo abrazé fuerte mientras el mejor sacaba la verga del culo y se venía también, nos quedamos en la cama muy cansados, no podía creer que alguien mayor, aguantará más que yo.
Nos quedamos un rato acostados abrazado el uno al otro.
Me dió su número y me dijo que cuando el viniera a la cuidad me avisaría para poder quedar.
Ya quiero volver a probar esa salada verga y tenerla dentro de mí.
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