Oso en Movimiento
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era el año 2008, tenia 22 años y acababa de darme de darme baja de la universidad, me encontraba sin hacer mucho. Soy un chico que vive en México, delgado, blanco, de cabello castaño, ojos verdes, 1.60m de estaturas, con predilección por los osos y los maduros, en combinación ¡me vuelven loco! Como mencionaba, estaba en un como estado de "stand-by", sin estudiar ni trabajar pero mi cuerpo necesitaba acción, en una pagina de contactos, especifica de osos y sus admiradores, conocí a Javier, un oso cincuenton a principios de agosto.
Empezamos a hablar por teléfono, vernos por Messenger (aun existía, mandarnos mensajes y así, total que por sus ocupaciones no se daba vernos, menos que el señor solo podía entre semana. Javier tenia entonces un cibercafé, o al menos eso me dijo, no tenia mucho de concluir una relación de varios años, era calvo, barbudo, de origen árabe y de complexión grande, lo cual me excitaba mucho, pues en ese momento empezaba a ser muy fuerte mi fascinación por los osos y gorditos, porque desde que recordaba el inicio de mi vida sexual me atraían bastante los maduros….
La distancia era un ligero impedimento. Un sábado salí con mi padre a la ciudad de México, pues vivo en la área cercana al D.F. y mientras comíamos, le mande un mensaje a Javier, quien vivía en ese entonces en el centro de la ciudad, pero él se hallaba ese día en el sur con su hermana. Al otro día lo llame y finalmente quedamos de vernos a las doce el lunes afuera de una estación de metro cerca de donde vivía. El plan era coger y ya me saboreaba comerme su carne de oso.
Salí temprano y llegue a la ciudad como una hora antes, por lo que se me hizo fácil ir a la Zona Rosa a comprar un disco. tras esto me entro la angustia después pues creí no llegaría a tiempo a la hora acordada. Llegue a la estación a las doce en punto y me angustie de no verlo, por mas que buscaba no había ningún oso calvo maduro , salí y seguía sin ver ningún rastro suyo. Le llame y no contestaba, entonces veo tenia un mensaje de que había tenido que ir al banco. Espere una hora a que llegara después de la una, yo sumido en la desesperación y el aburrimiento. Subí a su auto, me saludo y pude ver a un atractivo oso en sus 50´s, bien conservado con un prominente calva y muy sonriente. Pude apreciar mejor sus ojos café, su piel apiñonada y su rica panza sobresalía. Arrancó y me dijo no podríamos coger como habíamos quedado, pues su hermana se encontraba en su casa. Me cayó como balde de agua helada. Primero su tardanza, ahora esto…
Estuvimos varias horas en el auto, yendo de un lado a otro, pues tenia que comprar cosas para este y llevarlo a reparar. De repente me tocaba la pierna o yo a él, además platicábamos de varias cosas, desde luego de cosas sexuales también, que nos gustaba, nuestras primeras veces, etc. En el mecánico, nos sentamos en la calle y comenzamos a hablar en ingles, pues Javier estudió varios idiomas, me empezó a decir que le gustaría chupármela y así, le dije que lastima que estábamos en un lugar en el cual no se podía, y me retó, me dijo:
-¿Crees que no me atrevería a mamártela a media calle? -dijo muy seguro
-No te creo capaz de hacerlo -le conteste
-¿Quieres ver que sí? -dijo con una mirada muy segura, retadora y picara
-Ah, vamos…Están los del taller mecánico y la gente que pasa -advertí
-No me importa, yo te la chupo si quieres….-siguió insistiendo ante mi nerviosismo.
Mejor no le seguí dando cuerda y ahí quedó, me dio miedo, todavía no lo hacia en un,lugar publico. La cosa se volvió a enfriar. Repararon su auto y a medio camino le dieron ganas de orinar, paramos en un tienda de autoservicio y entramos al baño, apenas pude ver su verga, un poco cabezona. Seguimos sin ir a ningún lado, y de vez en cuando tocaba mi pierna. Me excitaba pero a la vez me confundía, parecía que solo buscaba calentar y no ir mas lejos…Incluso decía era una pena que yo no supiera manejar porque podría chupármela mientras yo manejaba, que ya lo había hecho en alguna ocasión con varias personas.
Ya anochecía, eran como las 7 y tanto de la noche, inesperadamente toca mi pene mientras conducía, sin quitar su mano me la acariciaba encima del pantalón. Me calentó y sin pensarlo me atreví a sacármela, con lo cual comenzó masturbarme con su mano derecha mientras manejaba con la izquierda. Tenía buen tacto, sabia tocarla y provocarme sensaciones muy placenteras, con sus dedos acariciaba de manera sensacional mi glande, yo me retorcía de placer. Un éxtasis incontrolable que yo buscaba llegara mas lejos. En ese momento dejó de preocuparme que nos pudieran ver, pues los autobuses que pasaban al lado del auto podían vernos al estar mas arriba…eso me excitó mucho , fue un poco exhibicionista y lo estaba disfrutando. En los altos, nos besábamos insaciablemente, locos de calentura y yo aprovechaba para pellizcarle un pezón o tocarle encima del pantalón su verga que ya daba señales de querer mas. Mientras él no dejaba de acariciarmela muy rico, la tenia super dura, era una sensación inigualable.
-¿Sientes rico?- preguntó con voz cachonda.
Continuo tocando de forma inigualable mi frenillo, mientras mi mente volaba imaginándolo en una cama desnudo y proporcionándonos mutuo placer. El placer no resistía mas, de repente paramos, entonces vi estábamos en un a calle solitaria, hizo el asiento hacia atrás y me la toco con ambas manos, vi malicia en sus ojos mientras su cabeza bajaba y sacaba la lengua, con la punta comenzó a lamerme la verga, lo cual hizo me retorciera en el asiento y lanzara gemidos.
La lengua siguió bajando lamiéndola toda, entonces se introdujo en la boca la mitad de mi dura verga, sentía que no resistiría mas, lle dio unas cuantas chupadas mas y dijo:
-Mmmmm….la tienes muy rica
-¡Y tú la chupas muy bien! -dijo un poco exaltado
Volvió a comérmela mientras sus dedos acariciaban mis huevos, yo por mi parte acariciaba su calva, se sentía tan suave mientas su boca insaciable no dejaba de prodigarle caricias linguales a mi verga, sentía que no existía el tiempo ni nada, solo ese momento. Ver la acción me excitaba de manera incontrolable, ver a un oso que debía pesar mas del doble que yo, 30 años mayor, agachado chupando mi verga era descomunal, entonces no pude mas, sentí las contracciones y exploté, me sentí fuera de control, mi verga se convulsionaba y lanzaba sus chorros saltar por doquier, ya no podía resistir mas, sus ojos picaros me vieron y vi su lengua con rastros de semen, la cual metió, cerrò sus ojos y saboreo con pasión.
-Mmmmm, tiene un sabor exquisito, nene -dijo con sonrisa perversa
-No pudo creer todo lo que pasó. -alcancé a decir.
-Lástima sea tarde…Ya en otra ocasión me la chuparas y haremos mas cosas ricas
-¡Claro!- contesté un tanto fatigado.
Nos fundimos en un rico beso, y volví a la realidad al acomodarme la ropa y notar que mi pantalón negro ¡estaba manchado de semen!, Javier me dio una franela pero fue insuficiente para limpiar adecuadamente, por suerte traía mi mochila y eso lo cubriría en el trayecto a mi casa. Me llevó al paradero y nos despedimos de beso en la boca, antes de que me bajara. Al bajar me sentí soñado, como si no hubiese sido real. Lo único malo fue la mancha de mi pantalón por lo que mi mochila la traía de lado para cubrir el rastro de mi aventura.
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