OTRAS HISTORIAS 1 “LAS LLAVES, EL INICIO”
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por angelblack.
En la mañana después de desayunar partimos rumbo a la ciudad, después de dos horas de camino llegamos al lugar. Era la casa de la hermana de lucia, los niños y lucia estarán ahí por unas semanas mientras yo regresaría al rancho pues no podía dejarlo solo tanto tiempo. Después de instalarnos y platicar por un rato fuimos a ver el médico, al ver que todo estaba bien, decido dar una vuelta por la ciudad; recordé que Eduardo medio el número de su esposa ya que ella es enfermera y la podría llamar en cualquier momento para solicitar ayuda. (Saco el celular y la llamo)
Lizet: bueno ¿Quién habla?
Lizet: hola David! como esta lucia.
David: pues bien, ya estamos acá en la ciudad pues ella ya está teniendo ciertas molestias, al parecer ya está empezando con dolores de parto.
Lizet: ¿ya fueron con un medico?
David: ya, dijo que tal vez en dos días nazca él bebe.
Lizet: que bien. Pronto serán padres de nuevo.
David: si claro, oye Lizet estará por ahí Eduardo me gustaría saludarlo.
Lizet: no se encuentra, fue al trabajo, pero en las 4 de la tarde en adelante ya lo encuentras, tienes donde anotar te paso la dirección y su número para que le hables.
David: si gracias. Me gustaría saludarlo.
Después de dar el número y la dirección, me despedí, regrese a donde mis hijos y lucia estaban; comimos, charlamos un rato y las horas pasaron, no quise hablarle a Eduardo para no interrumpirlo y como ya tenía la dirección decidí ir a su casa. (Al llegar toco el timbre 2 veces) la puerta se abrió era Eduardo.
Eduardo: que tal David, como estas?
David: muy bien Eduardo, acá pase a saludarte, hoy llegue a la ciudad con la familia y quería tomarme un trago contigo amigo.
Eduardo: que bien he, pasa adelante y nos tomamos los tragos acá en mi casa.
David: gracias!!!!
Platicamos un rato tomando unos tragos, en uno de esos momentos llego Luisito el hijo de Eduardo a saludarme.
Luisito: hola señor David.
David: hola Luisito como estas.
Luis: ¿también vinieron sus hijos?
David: si, pero se quedaron en casa de su tía con su mama.
Luisito: quería verlos y jugar con ellos. ¿Mañana Me llevas a verlos papa?
Eduardo: mañana no puedo tengo que trabajar, pero tu mama está libre le diré que te lleve.
Luisito: que bien, gracias papa.
David: al parecer se hicieron buenos amigos.
Eduardo: si, así son los niños. Mi hijo Mañana ira a visitarlos.
Nos tomamos unos tragos más y me despedí porque que tendría que manejar, así partí de la casa de Eduardo y me fui a dormir a casa de mi cuñada.
En la mañana desayunamos y estábamos viendo tv. A eso de las 10 de la mañana cuando tocaron a la puerta, era Lizet con su pequeño hijo Luis, habían llegado a ver a mi esposa y Luis jugar con mis hijos. Las mujeres estaban platicando de sus cosas “típico de las mujeres” Yo veía un programa de tv, estaba un poco aburrido así que decidí ir a dar la vuelta por la ciudad, los niños al ver que yo saldría quisieron ir conmigo, a mí me pareció buena idea en salir con ellos, Luisito también pidió permiso con su mama, la cual me pregunto si tardaría mucho, le dije que no que solo iríamos a dar la vuelta que pronto regresaríamos. Le dije que se preocupara, mis hijos son tranquilos y yo cuidaría de su hijo.
Salimos sin rumbo alguno, tras dar varias vueltas compramos helado y seguíamos dando vuelta por las calles, en una de esas calles fuimos a dar con un balneario, los niños se emocionaron querían entrar. Y como no tenía otra cosa que hacer regresamos a la casa para ir por toallas, short y dinero claro.
Luisito pidió permiso a su mama en poder ir con nosotros y nadar un poco, la madre del pequeño dudo un momento, pero le dije que no se preocupara yo cuidaba de él; me comprometí que lo llevaría a su casa, así que mis hijos le prestaron algo de ropa y salimos rumbo a las albercas.
Al llegar estacione la camioneta, bajamos a conocer el lugar, tenía varias albercas los niños rápido corrieron a ver las albercas, había poca gente me senté y pedí una jarra de naranjada para los niños mientras que yo pedí una cerveza. Los niños no tardaron en cambiarse frente a mí. Corrieron rápidamente al agua empezaron a jugar y hacer bromas que todos los niños de esa edad hacen.
Los niños Salieron corriendo hasta donde yo estaba vinieron a tomar jugo e insistían a que yo me metiera a nadar con ellos, pero les dije que no, que en un rato más iría a jugar con ellos. Yo estaba tomando mi segunda cerveza, cuando Sebastián mi hijo pequeño tomo las llaves de la camioneta salió corriendo y las tiro en lo profundo de la alberca para adultos, como había mencionado antes ninguna adulto estaba nadando en esa alberca.
David: ¿porque hiciste eso Sebastián?
Sebastián: (jajajajaja) es para que te metas a nadar.
Todos salieron corriendo a la siguiente alberca, se metieron a jugar. llame al mesero para que me trajera una 3ra cerveza, camine hasta la alberca para ver donde estaban las llaves, luego de verlas salte para recogerlas, la alberca estaba profunda por el desnivel que tienen pues me desaparecía, nade un poco y luego camine hasta la parte más baja donde el agua me daba hasta la cintura. Luisito se acercó a mí por la parte de afuera de la alberca se sentó con los pies hundidos “me dijo que no tomara”, porque su mama le dice a su papa que no debe de tomar mientras va a manejar.
David: no te preocupes niño, solo me tomo esta cerveza y ya no tomo ni una cerveza más.
Luis: es que mi mama dice que es malo manejar tomado.
David: si es malo pero cuando tomas mucho, pero solo he tomado una.
Luis: no es cierto, ya vi que no es verdad.
David: bueno tienes razón pero no digas nada he.
Luis: si está bien, oiga señor ¿qué tan profundo esta?
David: esta parte me da en la cintura pero si camino para allá está más profundo. ¿Sabes nadar?
Luis: no mucho, estoy aprendiendo aun.
David: Alberto y Alejandro saben un poco, menos el más pequeño él no sabe nadar, si quieres puedes meterte aquí conmigo yo te sujeto.
Luis: ok, ayúdenme a bajar por favor.
El niño eso era lo que quería escuchar, lo ayude a bajar; el al ser más pequeño que yo el agua le daba en el pecho y yo lo sujetaba de una mano del brazo, camine un poco para lo más profundo el agua me daba en el pecho, el niño no tocaba piso con los pies, flotaba porque yo lo ayudaba. Camine un poco más el agua ya me daba en los hombros.
David: ¿tienes miedo?
Luis: no, me gusta mucho el agua, por eso mi mama me va a meter a clases de natación.
David: que bien, así sabrás nadar muy bien.
Mis hijos seguían con lo suyo en la alberca pequeña, le dije a Luis que se sujetara de la orilla de la alberca que sin soltarse fuera dando vuelta alrededor que yo iba tras él, que no le pasaría nada, lo hizo pero solo avanzo un poco dijo que no quería continuar, lo hice pasar a mi espalda para que él se montara sobre mí. Puso los brazos en mi cuello; sus piernas las cruzo alrededor de mi cintura, su pancita y pecho pegaban en mi espalda camine un poco hacia lo más profundo, nade un poco. El niño bajo un poco sus pies cruzados tocando mi pene y en mi espalda sentía como su pequeño penecito estaba parado.
Como flash en mi mente recordé lo de mi sueño que al parecer tenía mucho de realidad, (recordé esa rica sensación que sentí esa noche; cuando estaba a punto de tirar mi leche, abrí los ojos, todo estaba completamente oscuro pero frente había un pequeño bulto que lo tenía aprisionado con mis brazos y piernas, sentí mi pene húmedo estaba a punto de acabar y sin pensarlo moví fuertemente mi cadera sintiendo como se abrió un poco y me derrame por completo dentro)
Mi pene comenzó a crecer quizás por la abstinencia, pero por el efecto de las cervezas que me había tomado agarre valor. Era curiosidad o vi la oportunidad de confirmar y volver a sentir lo de esa noche (oportunidad que no se me presentaría jamás y así saldría de dudas)
Nadé un poco hacia la parte baja cuando pude sentir que mis pies tocaban piso, hice girar al pequeño quedando frente a frente mis manos sujetaban sus pequeñas nalguitas mientras movía un poco los dedos, sabía que estaba mal, pero algo dentro seguía avanzando. El niño miraba hacia otro lado, mi pene estaba completamente parado moví un poco al niño para abajo para que sintiera mi hombría ya que era el quien había provocado tenerme así.
Lo hice dar vuelta, le dije que se agarrara de la orilla mientras yo tomaba su cintura y me pegaba a él. Mi pene era una estaca hacia un pequeño movimiento para darle unas pequeñas estocadas (todo esto estaba pasando, ambos sin decir nada). Yo vi hacia todos lados nadie nos veía, mis hijos seguían jugando con unas pelotas grandes que ni sé de donde las sacaron, los otro adultos a lo lejos en lo suyo tampoco nos veían gracias al nivel que estábamos sumergidos no podían ver lo que estaba pasando.
No era yo en ese momento, no sé porque estaba actuando de esa manera mi instinto animal me hizo dar el siguiente paso, como tenía las manos en la cadera del niño con ambos pulgar deslice un poco hacia abajo el pequeño bañador junto con el bóxer blanco, el niño no dijo nada eso me calentó aún más, el bañador que yo andaba era con elástico en la cintura, me facilito bajarlo por enfrente un poco junto con mi bóxer para que solo saliera mi pene junto mis bolas, me volví a pegar junto a él, mi pene toco sus nalguitas me movía lentamente rosando esas ricas nalguitas.
Le dije que no se fuera a soltar, con ambas manos abrí sus nalguitas y acomode mi pene dentro de esas dos pequeñas nalguitas, la cabeza de mi pene toco ese anito pequeño.
David: que rica está el agua, verdad.
Luis: sí señor.
David: ¿te gusta lo que estamos haciendo?
Luis: siiiii….
Empecé a puntear ese pequeño culito, sin penétralo, mi mente no podía controlar mi cuerpo, se sentía rico, movía mi cadera, hacia un poco de presión pero no podía entrar pues sin lubricación era difícil. Era una sensación indescriptible la lujuria se había apoderado de mí.. Veo hacia todos lados nadie nos veía, en eso veo un lugar perfecto para ir.
David: ve a jugar con mis hijos, cuando veas que salgo de la alberca y entro al baño me sigues. (Pero vas tu solo)
Luis: si, está bien.
Acomode el bañador de Luisito, metí mi pene en mi bañador, Lo lleve a la orilla para que fuera con mis hijos, yo me termine la cerveza; espere a que se me bajara un poco la erección, después de 5 minutos Salí y camine hacia el baño, al entrar observe que no había nadie (que suerte dije) Unos minutos después entro el pequeño Luis, al verlo mi pene empezó a crecer.
(Tengo poco tiempo, además el temor de ser descubierto. así que me dispongo hacerlo rápido)
Lo tomo de la mano, lo llevo al último de los cubículos, cierro la puerta con seguro, le digo al niño que baje su ropa interior, observo ese pequeño traserito blanco, respingado. Bajo la tapa, Lo hago subir mientras lo pongo de rodillas y con las manos recargado en la pared. Bajo mi short junto con mi bóxer hasta las rodillas, tomo mí pene que empieza a tirar lubricante con mi mano derecha guiándolo a ese pequeño culito rosadito y cerrado. Lo empiezo a puntear mojándolo con mi líquido seminal.
Escupo una fuerte cantidad de saliva en mi mano, lo unto en ese pequeño traserito introduciendo mi dedo índice rápidamente.
Luis: aayyy Me dolió.
David: shhhhh calladito, nos pueden escuchar.
Mi dedo índice mojado se deslizaba dentro y fuera, girando para abrir un poco ese culito, mientras que con mi mano izquierda me masturbaba muy rápido. No era mi intención penetrarlo pues es un niño y mi pene nunca entraría ahí. (Pero tener el platillo servido y que no le des una probadita)
Saque mi dedo escupí un poco en la cabeza de mi pene, lo puse en la mera entrada del culito de Luis, puse ambas manos en la cintura sujetando firme e hice presión, la lubricación permitió abrirse paso, avanzando lento y despacio para no lastimarlo.
Luisito: solo se quejó un poco (aaaahhhhh)
David: ¿Te duele?
El pequeño no dijo nada solo movió la cabeza diciendo que no, (que rica sensación, el culito de ese pequeño apretaba de lo más rico), no lo podía creer la cabeza casi había logrado entrar, se sentía caliente, me quede quieto y empecé a masturbarme sin sacarlo. Cuando sentí esa sensación que indica que pronto te vas a deslechar, empecé a mover mi cintura en un leve vaivén, sacaba un poco de la cabecita y la hundía, era indescriptible ese gran placer obtenido y no sabía que un pequeño te lo puede dar.
Lo hice dar vuelta, mi pene quedo a la altura de su cara, sin decir palabra alguna, tomo mi pene con ambas manos abrió la boca y empezó a chuparlo… wooo, casi me corro al sentir sus pequeños labios en la cabeza de mi pene, pero sentir su húmeda y caliente boquita, no tarde en deslecharme
Lo sujete fuerte de la cabeza, introduciendo un poco más mi pene en el fondo de su boquita, mi pene se hincho y empezó a convulsionar y de el salía chorros de leche que fueron a dar en lo profundo de su garganta y se los trago….
David: aaaaaahhhhhhh aaaaahhhhhhhh aaaaahhhhh que rico chiquito. aaaaaaahhhhh
Justo en ese gran momento en el que estaba disfrutando de tan rico placer, el cubículo de al lado se abrió. Alguien entro y se sentó en el inodoro, Luisito volteo a verme y yo le hice seña con el dedo índice en la boca (de guardar silencio)
Me retire del pequeño lentamente, tome un poco de papel higiénico me limpie el pene, subí mi bañador y bóxer. Tome más papel para limpiar su boquita y el culito de ese niño, “me imagine, como seria poder introducirme dentro de el con mi gran barra de carne, sería difícil, pero tenía que averiguarlo… (El tipo de alado se puso de pie halo la palanca del inodoro, salió), esa fue la señal para ponerle su pequeño bóxer y bañador a lusito y salir del cubículo.
David: ¿estás bien? ¿No te hice daño?
Luisito: estoy bien, me gusta mucho cuando me lo hacen!
David: esto me ha gustado mucho a mí también. ¿Pero, quien te lo hace?
Estaba a punto de decirme Cuando escucho la voz de Sebastián. El niño venia entrando y caminando hacia nosotros.
Sebastián: papi, ¿Dónde andabas, te estabas buscando?
David: si hijo, espérame tantito, ahorita te alcanzo.
Sebastián: no papi, ya nos queremos ir.
David: bueno, está bien a cambiarnos todos y nos vámonos.
Al salir del baño con los dos niños, había un hombre de aproximadamente 34 años viendo su celular que me quedo viendo, me dijo (buenas tardes amigo), correspondí a decir (buenas tardes). Caminamos hacia donde estaban las cosas, mientras él se iba a su mesa donde estaba su familia; los niños regresaron al baño para cambiarse de ropa, yo me senté a esperarlos….
Algo que me llamo mucho la atención fue, que el tipo me quedo viendo, llamo a un pequeño de 8 o 9 años que andaba jugando cerca, lo hizo sentar en su regazo mientras acariciaba su cabeza y bajaba su mano hasta su cintura. Luego lo beso en la frente e hizo que el niño se fuera a jugar. yo sigo viendo sin perder detalle.
Se levanta, camina con una cerveza en mano, llega hasta mi mesa se para frente a mi dando la espalda a su familia y dice “a que chiquillos si no te los quitas de encima te paran la verga” agarrándose el paquete pude ver una gran erección que denota un gran tamaño. (Te dejo mi tarjeta amigo y se retiró riendo)
Los niños salieron, pague la cuenta y nos fuimos del lugar. Pasamos a dejar a Luisito a su casa, pero antes de que entrara le dije que nuca fuera a decirle nada a nadie eso sería nuestro gran secreto.
Luis: no se preocupe señor, me gusta guardar secretos…..
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