Pacifico
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ElianOcho.
En aquel verano en que cumplí 8 años mis tíos organizaron un plan a la playa de fin de semana pero como mi tía estaba embarazada resultó que días antes de salir se sintió mal y no quiso ya ir por lo que finalmente mi tío político invitó a un amigo suyo, se llevó a su hijo de seis años y como por arte magia le pregunto a mis papas si podía ir con ellos, así estaría con mi primito al que siempre lo consideraba como un hermanito, yo también era hijo único y los dos nos llevábamos muy bien.
Mis papas aceptaron ya que varias veces antes me había quedado en casa de mis tíos, usualmente era mi tío el que se encargaba de su hijo y a mí me trataba como si fuera otro hijo suyo, en su casa él me bañaba y yo jugaba con mi primito.
Mi papa me compro algunas cosas para la playa y un día mi tío pasó por mí ya con su hijo y su amigo y nos fuimos al aeropuerto yo no había viajado nunca antes en avión así que todo eso hizo que ese viaje fuera tan increíble.
Primer día:
Llegamos a la playa y entramos a un hotel muy bonito, muy grande con muchos jardines y albercas y el mar enfrente, nos dirigimos al cuarto que estaba fresco por el aire acondicionado pero mi tío lo apago y mejor dejo correr el aire por el balcón, él decía que no quería que su hijo se enfermara por el aire acondicionado.
Su amigo se metió al baño a cambiar mientras mi tío empezó a poner todo en orden: su maleta, la de su hijo y la mía, solo me dijo “prepárate para que salgamos a las albercas y el mar”
Me senté sobre una cama y me fui quitando la ropa hasta solo quedar con mi playerita encima, aunque ya muchas veces mi tío me había visto encueradito sentí un cierto gusto de libertad por lo que no me apure a ponerme el traje de baño y más bien me dedique junto con mi primito a saltar encima de las camas, de una a la otra y hacer maromas y también a asomarme por nuestro balcón que daba a unos jardines y pasillos atrás del hotel, mi tío no me apuraba a vestirme, más bien reía de mis saltos y “acrobacias”, fue hasta como una hora después de que llegamos que me puse el traje de baño y unas sandalias y todos salimos las albercas y a conocer la playa hasta que oscureció y nos regresamos al cuarto para bañarnos y salir a cenar.
Llegando al cuarto mi tío dijo que pusiera a secar mi traje en el balcón por lo me lo quite y lo colgué junto a las toallas, cuando su amigo salió del baño mi tío fue a poner la tina y se metió en ella con su hijo, al pasar y verlos dentro de la tina mi tío dijo, vente a bañar también, como ya estaba desnudo entre a la tina con ellos en donde entre que jugaba con mi primito y mi tío nos enjabonaba y ponía el champú. Salimos del baño y antes de vestirnos mi primito y yo nos pusimos a saltar las camas y jugar luchitas, yo quería mucho a mi primito y todo eso parecía gustarle mucho a mi tío. Después nos puso unas playeras limpias unos shorts de esos con muchas bolsas, nos peino y nos salimos al restaurant,
Cenamos y salimos a caminar a la playa apenas iluminada por la luna hasta que nos sentamos en unas sillas del hotel, de ahí le tomé la mano de mi primito y nos fuimos corriendo hasta las olas y cuando llegaba una salíamos corriendo de regreso para que no nos mojáramos pero eso no evitó que nos empezáramos a mojar todo y como no teníamos más ropa ni toallas mi tío nos dijo que nos quitáramos los shorts para no mojarlos, los dejamos sobre una silla junto a las sandalias y como estaba ya oscuro y casi no pasaba nadie nos quedamos así haciendo castillos y dejando que las olas nos mojaran hasta la cintura levantando nuestras playeras para que no se mojaran.
Correr así prácticamente desnudos me producía un extraña sensación incluso no trataba de ocultarme si es que alguien pasaba junto: parejas de recién casados o familias. Pronto mi primito empezó a bostezar, mi tío lo cargo me puse el short y las sandalias y nos regresamos al cuarto pero de camino pasamos por las albercas que no tenían casi gente le pregunte a mi tío si me podía meter, el dijo que sí, así que me quite la playera y me metí con el short a una alberca no muy profunda. Mi tío se sentó en las sillas de la alberca y su amigo se fue a dar una vuelta, y así estuve hasta que mi tío que había dejado a su hijo dormido sobre la silla se paró se acercó a mi por la orilla y me dijo, “préstame tu traje, lo voy a exprimir” por lo que me lo quite, lo avente a la orilla y por primera vez sentí esa rica sensación de nadar encueradito, una sensación de libertad y cierta excitación. Mi tío tomó el traje y lo exprimo y lo dejó sobre las sillas, yo me dedique a seguir dando vueltas dentro de la alberca ocultándome debajo de un puentecito que pasaba sobre la alberca cuando pasaba alguien.
Después mi tío me dijo “ya salte, ya nos vamos” y me salí de la alberca, mi tío tomó mi playera y me seco con ella, se quitó la playera que traía debajo de su polo y me la puso encima ya que los shorts seguían empapados y nos regresamos al cuarto.
Mi tío acomodo a su hijo dormido sobre la cama y yo me acosté en la otra orilla y me dijo “es el primer día y ya estás todo quemado por el sol”, tomó una crema para bebes del buró, se sentó a la orilla de la cama junto a mí, me pidió que me diera la vuelta y empezó a ponerme crema como las otras veces en que me había quedado en su casa, comenzó por los pies, después en mis piernas y muslos y arremango la playera dejando mis nalguitas descubiertas y se dedicó a ponerles crema lo que me causaba placenteras sensaciones y una curiosa sensación en mi pipi que se había puesto durito en especial cuando pasaba sus dedos entre mis nalgas sobre mi hoyito.
Y así siguió, regresaba a mis pies, de dedicaba a ellos y luego subía hasta mis nalguitas. Entonces me tomo la playera para quitarla me hinque y levante los brazos para que el de un tirón me la quitara y sentir algo muy especial en mi estomago al sentirme desnudo, el me abrazo por detrás con sus brazos sobre mi pecho y una de sus manos bajo hasta mi pene paradito, cuando me soltó dejé caer mi cabeza sobre la almohada siguiendo con mis rodillas sobre la cama por lo que mi colita quedó al aire con mi hoyito a la vista de mi tío el cual no resistió semejante visión porque empezó a besarme las nalgas y lamer mi hoyito lo que hizo que mil sensaciones placenteras recorrieran todo mi cuerpo y fue más porque con de sus manos que seguía con crema la metió entre mis piernas y simultáneamente acariciaba mi penecito que estaba parado a mil, en su mano ahuecada cabía mi pitito y mis huevitos y yo pronto sentía que iba a explotar de placer cuando se oye que alguien pone las llaves del cuarto, por lo que mi tío solo logro a cubrirme con una sábana y se acostó en medio de su hijo y de mi y cuando se abrió la puerta era su amigo, saludo a mi tío, él le explicó que los niños ya se habían dormido y que estaba viendo la tele, su amigo se acomodo en la otra cama le dijo que había ido a beber unas copas y ambos se quedaron viendo la tele hasta que les gano el sueño
De noche como hacía calor luego me destapaba o me cambiaba de posición y me dormía nuevamente, algunas veces sentía que mi tío dormido tenía su mano sobre mi penecito y yo me volvía a dormir y otras veces cuando tenía mi cabeza a los pies de la cama sentía su mano sobre mis nalgas o con su mano entre mis piernas con mi pene sobre su mano. No recuerdo más que eso porque el resto de la noche dormí profundamente, con una rica sensación de placer de dormir desnudo y todas esas caricias placenteras.
Segundo Día
En la mañana me levanto mi primito jalandome las sábanas para que me levantara, fue entonces cuando me acordé que estaba desnudo, me estire bostezando y con me penecito un poco paradito, mi primito también estaba desnudo y me dijo “¡despierta para ir a la playa!” Mi tío vistió a su hijo y me dio un juego de playera y short, era uno de los shorts nuevos que me había comprado mi papá pero al ponerlo note que me quedaban como dos tallas más grandes. Salimos a desayunar al buffet del hotel y tomamos un taxi que nos llevó a un muelle, ahí una lancha nos cruzó a una isla que está enfrente de la playa, eso fue muy emocionante para mí y para mi primito “ir a una isla” mi tío comento que la isla tiene playas con pocas olas ideales para los niños.
Llegamos a la isla y nos sentamos en una de esas sillas con sombrilla en la primera playa, mi tío pidió jugos para nosotros y cervezas para ellos, mi primito y yo nos acercamos al mar a jugar, las olas estaba un poco fuertes y en cada ola mi short se bajaba y se me llenaba de arena, mi tío me trato de arreglar el short poniendo una agujeta como cinturón lo que hizo que no se bajara mas pero me empezó a rozar la cintura, me sentí incómodo y mejor me salí del mar.
Mi tío noto que estaba incómodo y le dije que mi short me molestaba mucho, entonces me dijo “ponte tu playera” y “dame tu short”. Como la playera me llegaba casi a las rodillas yo sentí una sensación de libertad y comodidad sin ese short mojado, pesado y lleno de arena. Me senté en la silla a un lado de la mesa a tomar mi jugo y luego vino un joven mesero a traernos alguna botana, mi playera se me había subido un poco y discretamente pero al propósito abrí un poco mis piernas cuando el mesero me dio mi plato por lo que note que clavó su mirada en mi penecito lo que me hizo sentir una curiosa sensación en el estómago.
Terminando las botanas nos fuimos por un sendero a la siguiente playa de olas pequeñas, en esta había más familias y muchos niños, al pasar junto a ellos notaba que algunos pequeños estaban encueraditos o usaban ropa interior que se transparentaba con el agua, nos sentamos en una de las últimas sombrillas junto a unas rocas. El amigo de mi tío se había ido a snorkelear a otra playa.
Aunque la playera cubría bien, no faltaba que alguna ola me la subiera, hincados tratábamos de hacer castillos de arena cerca de las pequeñas olas antes de que la siguiente ola los destruyera, no faltaba que mi colita quedara al aire. Cuando más tarde trajeron nuevamente jugos a esa mesa mi tío llamó a mi primito le quito el trajecito y lo seco este se sentó bajo la sombra a seguir haciendo castillos, como yo seguía contento en las olas se me acercó y me dijo “ya están los jugos y pronto van a traer algo de comer, dame la playera para que la ponga a secar”, yo le di mi playera y sentí nuevamente esa sensación de estar encueradito, aunque la gente estaba a distancia yo me mantenía con el agua encima de la cintura y a veces me dejaba llevar hasta la orilla por una ola pero pronto me regresaba un poco más atrás. Vi como un mesero trajo la comida y se fue entonces mi tío me hizo una seña y salí corriendo hasta la mesa solo otros niños que ya se habían acercado me voltearon a ver y sonrieron cuando llegue mi tío me envolvió en una toalla y nos sentamos a comer y descansar un poco.
Después de un rato llego el amigo de mi tipo súper emocionado, resulta que pasando las rocas había otra playa “nudista” en la que habían europeos, mujeres en “Top less” y algunos completamente encuerados así que convenció a mi tipo a que fuera a ver mi tío dijo “yo no me voy a desnudar” a lo que su amigo contestó “yo tampoco, pero mira ya tus niños desnudos, solo caminemos con ellos…” y como no nos podían dejar solos en la playa los cuatro nos fuimos hacia las rocas,
Así que rodeamos las rocas y vimos que era una playa pequeña con algunos grupos de persona separados en grupos, algunas familias. Mi tío me jalo la toalla y me tomó de la mano y yo se la tome a mi primito que ya venía encueradito y el al amigo de mi tío, así los cuatro caminamos de una orilla a la otra, yo nunca había estado desnudo en la playa de día y sentía cierto placer al ver a las demás gentes desnudas y cuando los otros nos veían a pasar a nosotros, me dio gusto ver a otros niños y jovencitos desnudos a hombres y mujeres, todos bellos en todas formas y tamaños, lampiños y peludos. Nos sentamos a disfrutar “la vista” y mi primito y yo entramos al mar, hicimos unos castillos en la arena y nos paseábamos jugando entre toda la gente pero al final estuvimos poco tiempo porque nuestra lancha ya debía de estarnos esperando para regresarnos.
Regresamos a nuestra mesa, nos vestimos y regresamos al hotel en donde estuvimos en la las albercas hasta que oscureció.
Cuando salimos de la alberca mi tío le quitó el traje mojado a mi primito y lo envolvió en una toalla tipo bata, yo también hice lo mismo, me quite ese short molesto y me cubrí con la toalla y nos regresamos al cuarto, El hotel era largo al centro el lobby con los elevadores pero a los lados solo tenía escalera, solo estábamos como en un tercer piso, mi tío le dio la tarjeta para abrir el cuarto y como niños empezamos a decir “yo abro, yo abro!” y mi primito con tarjeta en mano se echó a correr por las escaleras hacia el cuarto, cuando iba a salir corriendo detrás de él mi tío me sujetó por la toalla que me envolvía y dijo “déjalo que abra el” pero yo también jugueteando me solté de él, dejándolo con la toalla en la mano y así encuerado corriendo subí por las escaleras lo rebase y llegue primero al cuarto y espere un poquito a que llegara mi primito, inserto la tarjeta y entramos al cuarto y pronto entraron atrás mi tío y su amigo.
MI primito se quitó su batita y así los dos desnudos brincabamos sobre las camas, jugábamos luchas, mi tío y su amigo nos agarraban para enseñarnos “llaves de luchas”, también nos salíamos a ver al balcón o nos acostamos sobre la cama para ver caricaturas, donde era el único momento que estábamos quietos y mi tío aprovechaba para ponernos crema para las quemaduras del sol lo que me aliviaba de ardor pero a la vez hacía que me recorrieran ricas sensaciones en todo mi cuerpo.
Yo estaba tan cómodo encuerado que la idea de vestirme para salir no me gusto por lo que solo me puse otra playera de las grandes y las sandalias y todos salimos al restaurant.
Después de cenar salimos a la playa medio oscura y nos sentamos en las sillas de playa, en medio de esas sillas mi tío sacó uno de esos juegos de playa con palas cubetas y moldes para hacer figuras de arena, ahí le quitó las sandalias y el pantaloncito que traía mi primito y nos pusimos a jugar a hacer castillos, luego nos parábamos e íbamos a traer agua de mar en las cubetas y aprovechamos para que el mar nos mojara los pies y las piernas o nos subimos la playeras para que no se mojaran en las olas mas grandecitas. Mi tío acabó mejor quitándole también su playerita a mi primito y el tomo una cubeta y se fue por más agua, yo me pare lo vi corriendo encueradito hacia el mar y me pareció algo particularmente bonito sin pensarla y sin que nadie me lo pidieran yo también me quite la playera, tome otra cubeta y salí atrás de mi primito.
Así nos la pasamos jugando en la playa, corríamos desnudos agarrados de las manos o nos parábamos a hacer castillos o a enterrarnos en la arena. Pocas gentes pasaban y solo se notaban nuestras siluetas. Así hasta que ya se hizo tarde y nos teníamos que ir, pero mi primito y yo estábamos “empanizados” de arena, mi tío vio que no había gente en la entrada del hotel, nos tomó de la mano y nos llevó a la regaderas que ponen a la entrada del hotel donde el agua fresca se sentía muy rica y no liberó de la arena y agua salada del mar.
Mi primito se salió de la regadera y cruzó en pocos pasos hacia las albercas que solo tenían algunos grupos de personas y se tiró al agua. Mi tío me dijo “¡van!” vi que nos miraban y también me tire un clavado a la alberca, se sentía tan rico el agua tibia y la sensación de libertad, mi primito y yo nos fuimos “nadando de perrito” por en medio de la alberca, esquivando las pocas personas que nadaban cerca, mi tío y su amigo iban caminando al lado de la alberca que era grande y rodeaba el hotel hasta que llegamos nuevamente hasta la orilla de las escaleras que nos quedaban cerca del cuarto, esperamos tantito a que unos viejitos acabaran de bajar por las escaleras, pasaron junto a nosotros y mi tío dijo “al cuarto corriendo!” nos salimos encuerados de la alberca cruzamos unos metros hasta las escaleras, las subimos corriendo sintiendo esa sensación curiosa en el estómago llegamos al piso cruzamos el pasillo y con la tarjeta en la mano abrí y nos metimos al cuarto. Así mi primito y yo ya no nos vestimos, nos metimos a la cama prendieron la tele y se apago la luz, me di la vuelta hacia donde estaba mi primito que quedándose dormido lo abracé y sentí muchas sensaciones en la piel al estar los dos con los cuerpos pegados y desnudos por lo que pronto con una mano empezaba a recorrer suavemente su cuerpecito e incluso por alguna curiosidad puse con mi mano empecé a explorar su penecito y sus huevitos, yo nunca había tocado ningún pene antes pero mi primito se me hacia tan bonito tan tierno, yo lo quería mucho y así abrazados me quede dormido.
En algún punto en la noche me desperté y sentí como mi tío acostado de lado como yo estaba pegado junto a mí, yo sentía como una de sus manos recorría mi cuerpecito desde mi pecho hasta mis rodillas sintiendo mil sensaciones placenteras mas cuando se detenía siempre mi penecito a acariciarlo y sobar mis huevitos y yo de placer me estiré como gato con los brazos hacia arriba arqueando mi cuerpo y fue cuando note que tenía su pene entre mis piernas y al moverlos causaba sensaciones sobre mi anito y mis huevitos, el noto que desperté y me sujeto de mi pecho, al ver que no reaccione negativamente continuó su movimiento lo que me hizo sentir placeres no antes imaginados.
Yo baje mi mano buscando eso que tenía entre mis piernas hasta que lo agarre y empecé a descubrir su forma, su cabeza su tronco y bajas y sentir sus bolas grandes, después lo volvía a agarrar y yo trataba de apretarlo, entonces no sabía qué hacer, solo me dedique a explorarlo y sentir un curioso placer.
Ya no aguanté la curiosidad y me di la vuelta quedando cerca de su pene con lo que con las dos manos me dedique a explorarlo y lo rozaba con mis labios hasta que me anime y quise probarlo, primero lo toque con la puntita de la lengua y luego lo lamia de arriba a abajo, abrí la boca y me lo metí dentro de la boca, en ese momento sentí a mi tío que me tomo de las nalgas y se metió todo mi penecito con todo y huevos en la boca, con su pene en mi boca mi tío empezó a meterlo y sacarlo mientras el movía mis nalguitas y metía y sacaba mi penecito de su boca. Con su grandes manos sentí como con un dedo empezó a acariciar mi anito y empujarlos hacia adentro recordando las sensaciones de la noche anterior, sentía tanto placer por tantos lados hasta que nuestros penes empezaron a palpitar y de manera súbita y de sorpresa mi tío soltó unos chorros dentro de mi boca de los cuales trague la mitad y los demás se escurrieron por un lado, en ese entonces no sabía que era una eyaculación pero yo me deje llevar por tanto placer sin poner ninguna resistencia y sin ninguna carga moral previa.
Después de esa explosión de placer quedamos exhaustos me di nuevamente la vuelta y me subí sobre mi tío el me abrazo puso nuevamente sus manos sobre mis nalguitas yo metí mi cabeza en su cuello y le di unos besitos, levante la cara el me dio unos besitos tiernos en mi boquita lo que hizo que nuevamente sintiera sensaciones en mi penecito y sintiera como debajo de mi su pene se empezara a agrandar nuevamente y lo acomodo entre mis piernas, y con una mano suavemente medio si dedito pequeño en mi hoyito, así abrazados caí rendido dormido y no supe más hasta el siguiente día.
Tercer día
Amanecí abrazando a mi primito con mi mano sobre su penecito y sentí como el mío andaba medio paradito, Mi tío y su amigo ya se había arreglado y dijo “ya despierten flojos” por lo que le empecé a hacer cosquillas a mi primito por todo su cuerpecito y decirle “despierta, despierta, despierta” y él reía como pajarito y con tanta cosquillita y quizás ganas de ir al baño sentí su penecito paradito y de un salto nos salimos de la cama y nos fuimos corriendo al baño a hacer pipi juntos.
Mi tío dijo, “voy a ir a recepción no tardo” y cuando salió nos salimos al balcón a verlo pasar y decirle “adiós” ahi nos quedamos un rato sinetinedo la brisa en nuestros cuerpos, viendo los jardines y alguna que otra persona caminando y así pasó por el pasillo una señora con un carrito de las que hacen las camas y le dijimos “adiós, adiós” y ella nos saludó con la mano y dijo un “adiós primores” y siguió su camino, nosotros nos reímos porque ya sabíamos que estábamos encueraditos en el balcón, también abajo por el jardín pasó un joven en uniforme cargando toallas para la alberca y también le dijimos “adiós, adiós” el nos volteo a ver, se paró un momento como sorprendido, sonrió se y siguió su camino volteando hacia atrás mientras nosotros seguimos agitando nuestras manos y sonriendo.
Ese fue nuestro último día, antes de salir al aeropuerto desayunamos estuvimos en las albercas y un poco en el mar y regresamos para bañarnos y prepararnos para dejar el cuarto. A mí me encantaba que mi tío nos enjabonara lo que hacía mi penecito y el de mi primito quedarán paraditos y siempre tenía tiempo para jugar con mi hoyito. Es bonito recordar que todo el tiempo dentro del cuarto estaba desnudito más la sensación de la brisa cálida al correr desnudos por la playa de noche y jugar en la arena tibia. El haber visto desnudo a mi primo y algún otro niño en la playa y haberlo podido tocar me trae mil recuerdos placenteros. Saliendo del baño mi tío me tomó de la mano y nos paramos desnudos junto a un espejo de cuerpo completo junto al baño, él con sus brazos sobre mi pecho y sus dos manos cada al lado de mi penecito medio paradito y su pene recargado sobre mi colita me dijo “Que bueno que viniste y espero que recuerdes todo lo bonito de este viaje…” se inclino y beso tiernamente mi cuello.
Ese fue mi primer viaje al mar con mi tío y en otros relatos contare de otros que se hicieron años después.
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