Padre de familia
El papá de mi alumno me invita una cerveza y así acabamos.
Parecía mentira que me estuviera tirando al papá de un alumno, un hombre guapo de contextura grande y ojos color verde, fuertes piernas y barba poblada, un hombre en toda la extensión de la palabra.
No me gusta mezclarme con mis alumnos de esa forma y pues los papás a veces se me acercaban con la excusa de hablar de sus hijos (un disfraz para acercarse a mi aunque ninguno me había llamado la atención). Fue esa tarde de reunión con padres de familia un viernes que esté papá se me acercó al final, ya todos se habían ido y eran casi las 8:30, me ofreció llevarme a casa pues aún no tenía auto, compró algunas cervezas y acepté, era un papá muy guapo y me dejé llevar, fuimos a beber a una presa cercana a la cabecera de mi ciudad, era común encontrar gente bebiendo los fines de semana, ese día no fue la excepción, había varios coches y motos, nosotros nos bajamos a seguir bebiendo recargados en el cofre del auto, su teléfono sonó
Pepe: si, al rato llego. Esta mujer, llevamos más de dos años peleados y a veces se pone de tóxica pero nomás un rato.
Yo: se van a divorciar?
Pepe: no creo, no quiere dejar de torturarme.
Yo: por qué pelearon?
Pepe: pues me cacho echándome a una amiga suya, pero es que ella se me ofrecía, me hablaba para ayudarle en su casa con cosas y siempre andaba con shorecitos y blusitas sin nada abajo, pues me la tuve que almorzar, pero mi mujer se enteró porque la otra se puso de intensa y me mandaba mensajes y fotos de su panocha, una vez lo dejé desbloqueado el cel y me llegó su foto y se enputo.
Yo: chin, pues bueno, es que estás carita
Pepe: jajajajaja, soy carita?
Yo: si
Ya estaba algo ebrio y se me soltó la lengua, nadie nos escuchaba porque estaban todos alejados y con música fuerte.
Yo: no es nada malo aceptar que otras personas son atractivas
Pepe: no, aunque nunca me lo había dicho otro hombre
Yo: bueno, es que la mayoría piensa que decirlo es algo gay
Pepe: si es verdad, tu eres gay?
Yo: si
Pepe: quieres pasar a la parte de atrás del coche?
Yo: por qué?
Pepe: pues para poder hacer cosas que aquí afuera nos verían
Yo: ok…
Pasamos al coche, solo la luna está a alumbrando, entraba por la ventana de mi lado y el quema cocos, yo lo veía perfectamente, a mí me daba la luz de espalda así que supongo que no me veía muy bien, empecé por levantar su playera y lamer sus pezones, eran rositas, todo su pecho era peludo, sus pezones también, su estómago estaba algo abultado pero no duró, sin embargo su tipo de cuerpo hacia que no se viera obeso, lamía y chupaba sus pezones, mis manos acariciaban su torso, era delicioso todo él y lo quería disfrutar al máximo, una porque quizás no tendría otra oportunidad y otra porque si me esforzaba quizás hubiese muchas más oportunidades.
Pepe: quítate todo, te quiero desnudo
Me quité todo, sus palabras eran órdenes, me monte sobre él y seguía chupando, lamiendo, se estremecía y daba leves gemidos, era delicioso verlo así, un hombre en principio de sus 40, yo en mis 24, el era un hombre, yo alguien que jugaba a sentirse totalmente adulto. Mi cuerpo era casi nada junto a él, era casi tan alto, pero delgado, eso sí, firme y bien delineada mi figura, nalgas pequeñas pero bien en su lugar. Mis manos acariciaban una su panza y otra su bulto, ya se sentía una humedad a través de sus shorts (siempre trae shorts, haga calor o frío), no alcanzaba a palpar su dimensión, pero no me importaba, lo que me importaba era que estuviera en mi interior.
Su shorts bajó hasta sus rodillas y luego salió junto con su trusa tipo bikini, a lo lejos aún se escuchaba el alboroto y se veían un par de fogatas de los demás asistentes. Su pene ahora podía sentirlo en mi perineo, estaba duro y baboso, no quise hacerlo esperar y como pude en ese espacio me acomodé entre sus piernas, hincado en el piso del auto, su pene ahora frente a mi, muy peludo, con huevos que colgaban hasta el asiento, pesados y blancos, con poco vello en ellos que no se notaban casi por su color cobrizo, su pene erecto, durísimo de unos nada despreciables 17cm, no era delgado, tampoco grueso, era un término medio, su glande era rojo, con el tronco blanco también, es un pene digno de adular y eso hice; con mi boca lo adule a manera de felación, chupaba todo, succionaba animalmente, lo frotaba contra mi rostro y sus testículos recibían el mismo trato.
Pepe: súbete
Monte sus piernas que de nuevo se cerraban para permitirme estar con las mías abierta, puse saliva en mi entrada y lentamente descendí en ese pene, dolía, no diré que la excitación me ayudó a dilatar o que no sentía miedo que un accidente por no asearme correctamente sucediera, pero me valía, el dolor pasa y las manchas se quitan, si ocurría un accidente sería leve pues mi dieta es muy buena por esa razón.
Yo: aaaah, déjame llevar el ritmo de entrada, ya dentro te alocas lo que quieras y me partes
Pepe: si… Aaah estás muy apretado, ninguna panocha me había quedado tan justa… Aaaah
Yo: nunca lo habías metido por atrás?
Pepe: no, siempre me decían las viejas que eso era de jotos y mejor ya no pregunté.
Yo: pues ya está a la mitad, ahora sí viene lo bueno.
Aumente la velocidad de mi descenso, estaba entrando en mi este hombre enormemente guapo y la gente a nuestro al rededor eran compañeros de esto sin saberlo.
Su pene estaba totalmente dentro, me levanté un poco y le pedí que ahora sí se moviera, su peso y movimientos hacia que el coche se moviera de manera más que evidente y de no ser porque todos estaban enfiestados… Seguro lo habrían notado.
Pepe: aaah aaah si, está buenísimo
Empezó a dejarse llevar más, me sujetaba con sus manotas de las caderas para hacerme seguir su ritmo, sus labios se dirigieron a mis pezones que chupaba como si fueran pechos de mujer, los mordía y dejaba su huella por toda el área, cosa que noté al día siguiente por los chupetones y enrojecimiento de toda la zona.
Yo: si, si!! Metemela más, parteme, hazme un hijo.
Pepe: hasta dos te hago
Su vaivén de tro de mi era bestial, sudabamos y nuestra piel hacia ruido al despegarse y luego al chocar encontrándose de nuevo, los ruidos eran exagerados para el lugar en qué estábamos, solo pensábamos en seguir y seguir.
Pepe: aquí viene, aquí viene aaaaah
Sentí su erección en movimiento en mi interior, descargando su semen profundo en mi.
Pepe: aaaaaaaah estuvo chingon
Yo: siiiiii
Me bajaba de sus piernas y el me abraza por la cintura antes de quitarme para darme otras chupadas de pezones.
Pepe: necesito otra cheve, me dejaste super sudado y me voy a deshidratar.
Yo: creo que las dejamos afuera, frente al coche
Pepe: bajate por ellas
Yo: ok, deja me visto
Pepe: nomás ponte el calzón
Yo: ok
Me bajé ante su mirada de asombro, las tomé y llevé al interior
Pepe: no mames, si lo hiciste
Yo: claro mi rey, lo que me pidas
Pepe: eso es una buena vieja, complaciente
Destapó su cerveza y se la tomó toda, yo también destapé una y no me la acabé pero si tomé la mitad.
Pepe: deja me repongo un ratito y nos echamos otro.
Sonó de nuevo su cel.
Pepe: ahora qué? No mames que voy a estar con otra vieja, estoy con un amigo, como chingas de veras… Ándale, si mejor así, ya no marques, mejor para mí. Chingau, como si ella no se echara sus palos con otros weyes, yo también me puedo echar a un wey, jajajajaja.
Yo: eso es muy cierto papi
Pepe: más con una mamasota como tú, salte del coche.
Yo: ok
Me salí, de mi lado no había gente, después salió el y me pidió recostarme en el asiento, mis piernas fuera del auto y tomó mis piernas, levantando las en el aire para que quedara a la altura perfecta para penetrarme de nuevo, mi culito estaba más relajado y su semen le permitió entrar fácilmente, el veía a toda la gente del otro lado, yo veía el techo del coche y su rostro solo hasta la nariz, sus movimientos ahora eran más lentos, pero, así podía sacar su pene casi todo y meterlo de una estocada, yo gemía por la sensación en mi interior e intentaba apretar su pene con mis paredes anales para que su placer fuera mayor.
En ese lugar me estaba comiendo al papá de uno de mis alumnos, me comía su pene con el ano.
Su vaivén de caderas duró casi 10 minutos y de nuevo descargó en mi.
Ambos nos pusimos los calzones y salimos de nuevo al cofre del auto, no había más Liz que la luna y de personas solo un montón de desconocidos que ni nos hacían caso, terminamos la cerveza y nos fuimos de ahí, él aún en ese bikini color blanco que le quedaba hermoso, yo me bajé a chupar su pene y dejarlo limpio, no logré que se parara, pero no era el punto, solo quería dejar limpio su pene.
Me dejó en casa y se fue. Según me contó al llegar su mujer le echó bronca, pero, al no percibir ningún aroma a mujer se calmó. Cada uno duerme en su habitación y no notó el aroma en su pene.
Después de esto seguimos viéndonos, no frecuente, una vez cada mes o hasta cada 3. Al final si se divorció, él se fue a otro estado, uno del norte y casi no viene, prefiere que sus hijos vayan a verlo. No volví a tener nada con otro padre de familia, fue un caso especial de este espécimen de oso.
Así fue está experiencia, hace casi 10 años que sucedió y nunca me arrepentí de dejarme llevar.
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