Padre, perdonemé por que he pecado (Completo)
Mi padre estaba arrodillado sobre el sofa totalmente desnudo, su verga erecta latía de manera caliente y furiosa envuelta por su mano derecha que subía y bajaba apretando sin piedad su culebra de carne mientras tanto….
Cuando era pequeño crecí en un hogar cristiano estricto, mi padre era una persona callada en casa pero muy sociable en su iglesia, era alto, piel morena y simpático, con ojos color miel y cuerpo cuidado por los ejercicios. A nosotros siempre nos trató de manera rígida y con muchas restriccciones, siempre se la pasaba leyendo sus libros de iglesia y siempre diciendo que todo estaba mal ante los ojos de Dios…
Recuerdo tener 8 años y levantarme a orinar de madrugada, pasé por el cuarto de estudios y vi que una luz tenue salía de ahí, un leve quejido me alertó y me acerqué…
Mi padre estaba semiechado en el sofá, los ojos cerrados y la boca murmurando cosas que no lograba escuchar, con una mano se apretaba y pajeaba lenta su verga larga y dura, con una forma suave pero amenazante llena de venas y de precum… con la otra mano apretaba las hojas de su biblia vieja mientras aumentaba la velocidad de sus caricias, por ratos apretaba su verga y con un dedo recogía el precum para llevarselo a los labios y saborear su pecado…
Yo esta un simple expectador fantasma alucinando con algo que no entendía pero que hacía que mis genitales empezaran a darme cosquillas, mi padre ignorando a su hijo expectador seguía con lo suyo, acelerando de manera endemoniada la caricia sobre su verga hasta que se detuvo de golpe y apretando su verga pues esta explotó en un chorro potente de leche hacia su pecho duro, pero la cosa no terminó ahí ya que mi padre siguio apretando su verga mientras saboreaba su propia leche que había embarrado su otra mano y él devoraba con ganas y emitiendo gruñidos placenteros.
Me quedé totalmente en shock pero reaccione a tiempo para desaparecer a mi cama y con una mezcla de sensaciones en la cabeza, me dejó alucinado la manera como vi disfrutar a mi padre, quien aparentaba la dureza del mundo pero en el fondo era otra alma mas en busca del verdadero placer, ahora lo se…
Pasaron algunas semanas y mi curiosidad aumentaba, cada vez trataba de buscar momentos donde poder volver a encontrar a mi padre en esas situaciones raras para mi corta edad. Mi padre era autoritario y muy serio y casi amargado, yo como muchacho siempre era algo introvertido y temeroso de él.
Una noche que llovió muy fuerte y que mi madre quedaba en casa de mis abuelos, mi padre se quedó a cuidarnos, cenamos y nos mandó prontamente a la cama mientras mi mente infantil se hacía mil preguntas y se me aceleraba el pulso…
La lluvia acrecentaba y mis hermanos quedaron dormidos, mi interior era un revuelo y no sabía que hacer, estaba casi seguro que mi padre estaba en las misma situación anterior, el recordar como se apretaba la verga larga, fina y con una cabecita color ébano que a contraluz aquella cabeza de mi padre se tornaba roja como un tomate, estaba totalmente confundido por esa curiosidad tan rara y tan persistente.
De tanto pensar el sueño se apoderó lentamente de mi y quedé en una oscuridad total y calma… que fue interrumpida por un relámpago que hizo que despertara de golpe. Algo asustado me levante pesadamente hacia el baño sin siquiera despertar por completo, mientras tanto la lluvia persistente hacía sonar de manera adorecedora las calaminas de casa. Entré al baño sin prender la luz y en medio de mi somnolencia creí escuchar un leve quejido.
Mi cerebro reaccionó automáticamente y quedé paralizado ante la idea de volver a encontrar a mi padre en esa situación tan pecaminosa para alguien tan religioso como él y sinceramente tenía mucha curiosidad y miedo a montones, me entraba un miedo terrible pero automáticamente recordaba a mi padre probando perversamente su pus propia leche paterna caliente de esos huevos no tan grandes pero con mucha leche que a primera vista era casi como una nata viscosa pero enimágica para mi.
Salí con sigilo hacia donde suponía que se encontraba, avancé lentamente tratando de escuchar algún ruido que me alertara que algo pasaba. Lo que a continuación vi cambió para siempre mi manera de ver el sexo aún a corta edad, como una verdad que se desnudanba ante mi. Mi padre estaba arrodillado sobre el sofa totalmente desnudo, su verga erecta latía de manera caliente y furiosa envuelta por su mano derecha que subía y bajaba apretando sin piedad su culebra de carne mientras tanto con su mano izquiera se apretaba los pezones de manera muy erotica y varonil mientras tenía la biblia abierta a sus pies mientras decía frases sin sentido, como si estuviese en un trance. mientras tanto estaba parado a un lado de la puerta, tras las sombras y apenas a la luz de una leve vela encencida en el cuarto de mi padre, el aire frío de la noche lluviosa hacía que mi piel se erizara al ser testigo en primera fila del placer en su estado mas grande, mi propio padre dándose un placer hasta ahora inadvertido por nadie y menos por mi…
Mi padre seguía sacudiendo acompasadamente su verga erecta y desafiante mientras pude escuchar claramente proferire en un estado de total excitación:
– Padre, mi placer es tuyo, tómalo y acepta mi leche como santa ofrenda,como sangre de mi sangre-
Mi padre rotaba su mano derecha al rededor de la cabeza caliente de su verga mientras con su otra mano acariciaba sus bolas firmes y Los bordes de sus nalgas lascivamente mientras se pajeaba rítmicamente cerrando sus ojos y apretando su mano contra el tronco caliente de su pinga paterna, en eso se inclina para adelante las caricias de su mano mojada contra su verga empezaron acelerar mientras no dejaba de repetir que su placer era el placer de su dios. De repente quedó paralizado, como si le faltase el aire con los ojos abiertos mirando desorbitadamente el techo y lanzando chorros abundantes y blanquecinos sobre su biblia abiertas y profiriendo la palabras «‘¡DIOS!» mientras de desvanecía lentamente hacía atrás, quedando parte de su leche agundante sobre su abdomen y pecho.
Quedé sin poder proferir palabra alguna y sin saber que decir o hacer, totalmente fuera de mi sin entender lo que había visto, simplemente me quedé pasamado pensando, estaba turbado …
pero por extraño que pareciece sentía un calor diferente en el cuerpo, algo agradable, raramente seductor para un pequeñin curioso como yo…
Mi padre lentamente abrió los ojos contemplando su corrida regada y su biblia abierta embadurnada por su leche, la tomó y lentamente empezó a lamer su corrida mientras limpiada las hojas de su libro sagrado… mientras su otra mano seguía masturbando lentramente mientras sonreía con el característico tono serio y duro que sabía tener, tal cosa lo hacía ver masa severo y ahora para mi, mas perverso. A pesar de corrido su verga seguía semierecta mientras gotas de leche blanquecía escurrian lentamente por su cabeza babeante y descubierta.
Retrocedí lentamente mientras mi padre se regodeaba en su placer y mi mente de alguna manera inconciente le agradecía el haberme enseñado sin querer él (o no lo se…) el camino del placer que uno mismo se podía dar, para empezar…
Mi padre había activado algo en mi que ahora hizo que mi curiosidad infantil se disparara a picos jamas pensados por mi, quería entender por que mi padre hacía eso y le generaba tanto placer. Tenía que saberlo…
-Entra y cierra la puerta.
El golpe de realidad fué brutal ya que en medio del éxtasis por quedarme abstraído en mis pensamientos y a pesar de estar en la oscurdad de alguna manera mi padre me vió y no tenía escapatoria… No me quedó otra que ingresar al recinto donde mi padre aún tenía su verga inflamada colgando de su vientre.
-Pasa hijo mio, te voy a enseñar algo…
Mientras ingresaba y cerraba todo mi padre acomodaba sus libros y me hacía espacio a su alrededor, me invitó a desnudarme y a relajarme.
– Ama a tus semejantes como a ti mismo, eso nos enseña este libro, lo decía mientras apuntaba todo su libro embadurnado de semen goteante y caliente. Por alguna razón empecé a sentir mucho calor, la situación con mi padre lejos de asustarme me llenaba de mucho morbo ya que siempre quise su atención y que mejor ahora de tener toda su atención.
Me desnudé por completo y me arremoliné al lado de mi padre quien me miraba de manera seria pero con un halo de perversidad, me abrazó y empezo a contarme historias antiguas de los libros religiosos donde algunas historias contaba como Lot y sus hijas habían tenido sexo y la forma como lo contaba mi padre al detalle y sus razones volvían mas erótico el relato, mientras me relataba todo su verga se empezó a inflmar de una manera obscena. Mi padre no paraba de relatarme la historia y sus caricias a mi cuerpo aumentaban, yo solo lo escuchaba embelesado ante cada palabra que salía de su boca y ya siendo tan pequeño quería saber mas.
-¿Sabes de donde naciste?, lo decía mientras se apretaba la verga y las bolas.
– Dios dice que honres a tu padre y a tu madre, hoy te eneñaré como…
Empezó a masturbarse lentamente a mi lado mientras las velas proyectaban sombras en la pared, todo se veía tan pecaminoso como íntimo. Mi padre seguía ritmicamente sobandose la verga mientras miraba muy atentamente como sus largos dedoas acariciaban de manera descontrolada la verga paterna que se ponía ya roja de la excitación.
De repente mi padre para y me ordena que le pase una biblia que estaba al lado y había estado usando, me acerco decididamente y se le paso y es cuando me pide que me siente a su lado, empiezo a sudar de nervios y mi padre se da cuenta, deja su libro y me abraza, me dice que esto va a liberar mi manera de pensar y voy a honrar a mi padre… en eso coge mi mano y la pone encima de su caliente verga dura… empieza a subir y bajar su mano lentamente a travéz de toda su verga roja y deseosa, aún no llegaba a los 10 años y sentía ese ardor inexplicable en mis ojos y mi pequeña verga sentía calores y mi papá de daba cuenta a cada momento que pasaba, su calentura era extrema pero mi padre era un viejo mañoso que sabía prolongar su calentura y su placer…
Empezó a enseñarme como pajearlo lentamente, subiendo y bajando mi mano pequeña de sobre su pinga caliente…
-Escúpeme la verga hijo, será mas rico para ambos. Lo miré de manera cándida, seguro de sus indicaciones y procedí a tirar escupitajos, cosa que empezó a calentar aún mas a mi padre. En eso me pide que empieze a embadurnar la cabeza roja de su pinga con los escupes de hace un momento. La visión era totalmente perversa: Un adulto cuarenton desnudo en una habitación a oscuras , enseñando a un niño de menos de 10 años casi arrodillado esparciendo tiras se baba caliente sobre la cabeza babeante de su progenitor.
Me tenía hipnotizado el color y la forma de esa verga particular, su olor a severidad mezclado al sudor propio de las bolas paternas era toda una locura, no tenía idea del por qué pero me excitaba en extremo, solo quería que papa me enseñase a gozar como él. Se paró frente a mi y me pidió que le empezara a sobar solito con mis manos tremenda verga dura y palpitante, empezé por cuenta propia a acercarme mas y a olerla y pasarla por mi inocente carita de niño, a mi padre se le cruza una sonrisa oscura y perversa en la cara, hace que le pare la verga con ambas manos y se le presione todo el falo duro y erecto… toma su biblia y empieza a leerla en silencio mientra con la otra mano guía mi mansa cabeza directamente hacia la punta de su pinga movediza, por inercia abrí la boca y acaparé su cabeza con un toque sabor salado pero suave… Empezé a chupar con cuidado mientras sentía temblar el cuerpo de mi padre , esto era algo que nunca había buscado pero que llegó a mi y lo aceptaba. Aceptaba ese placer impío.
Mi padre seguía taladrando acompasadamente mi viciosa boca mientras el entrecerraba los ojos y se mordía la comisura de los labios mientras sostenía en alto su libro siniestro. Mi calentura era tal que me prendí de la verga de mi padre y empezé a lactar como si fuese un becerrillo buscando el nectar de leche paterno, lamía y estrujaba su verga de manera natural, como si su adn perverso fuese una herencia obligada de placer natural.
– Hijo mío, es hora de conocer mas placeres, deja de lamer mi pinga por un momento.
Paré la mamada que le aplicaba a papa y me abrazó oliendo mi cuerpo y juntando nuestros sudores, se sentó y me sentó encima de él, justo apuntando su vergaza contra mi culito virgen y cerradito.
– No tengas miedo hijito, el Señor aguantó mas que nosotros por salvarnos, debemos honrarlo siendo placenteros… Además es algo que te va a gustar siempre, nada mejor que mi pinga y mis calientes orificios para enseñar la palabra a mi hijo mayor.
Mientras decía todo esto empezó a acariciarme mi pequeña verga y puntear por fuera con su tremenda barra de carne el arito de entrada de mi tembloroso culito, su pinga colorada babeaba precum por todos lados y al sobarse con mi culito era una locura de placer para mi padre como para mi, me volvía loco que me picara el culito con su vergota paternal sin entrar, solo presionando lo necesario para sentir el calor de su punta y el deseo de sentir y aprender mas cosas.
Empecé a sentir un calor mas fuerte de lo habitual y es cuando mi padre pega la jugosa cabeza de la verga contra la entra de mi hoyito, haciendo saltar hilos de leche caliente por todas direcciones mientras presionaba parte de su mano sobre mi pequeña verguita erecta a mas no poder. Era demasiado placer y el pecado nos dió la oportunidad de redimir nuestras almas…
Si deseas mas historias escribenos en el foro.
Me encantó este relato, me puso la verga buen dura y con ganas de experimentar cosas así. Continúa
No manches buen relato sigue contando me gusto tu relato amigo… 🙂 😉 🙂 😉
Excelente relato, espero que haya continuación.
mmm mas mas quiero q el padre le enseñe mas a su hijito goloso y a sus otros hermanos tambien juju salu2
esta zaga me ha encantado va a continuar muchas puñetas me he hecho felicidades
Que rico relato, espero continues
Excelente relato me la jale riquísimo pensando que yo era el padre y después el hijo tengo telegram para quien quiera charlar @zeusmx_1