Parte 2 – Con mi tío.

Bueno aquí contaré como continuó la historia sexual con mi tío.
Bueno, https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/mi-tio-me-hizo-su-puta/ como en éste relato tuve comentarios que me pedían una continuación de mi historia con mi tío, sigo contando lo qué sucedió.

Tras mantener nuestra relación sexual mi cabeza se hacia preguntas, era realmente algo extraño ya que mi tio estaba casado de muchos años, no me esperaba que a él le gustase tener sexo conmigo.

Los dias fueron pasando tras nuestro encuentro y no coincidimos tanto, pero de nuevo mi mamá tuvo que irse de viaje por un largo tiempo, mi papá nunca estaba pendiente de mi así que gozaba de más libertad para hacer lo que quiera a pesar de mi corta edad jajaja.

había días en los que cogía un plátano y jugaba chupando con él, pensando en el pene de mi tío, me lo metía hasta donde aguantaba en la boca, también en la ducha de vez en cuando me metía un dedo o dos, para intentar sentir la sensación tan rica de algo entrando dentro de mi.

No podía sacar de mi mente la experiencia que había tenido con mi tío, desde ese día empecé a pensar en él, y mi pene que en esa época no era muy grande pero se ponía duro y soltaba ya liquido preseminal de la excitación.

Un día normal, tras llegar yo de la escuela mi tío se acercó con su vieja furgoneta.

Mi tío: Ven, sube sobrinito, vamos a dar una vuelta.

Me subí a su furgoneta y bueno, condujo como 20 minutos sin decirme a donde, suponía que era un paseo porque habíamos salido de la ciudad e íbamos hacia las afueras, una zona tranquila, mi tío paró el vehículo era una zona a las afueras de la ciudad, había una pequeña casita apartada, nunca la había visitado  la verdad.

Mi tío: Pasa, ven te voy a mostrar algo.

Al entrar a la local pues era algo sencillo, tenia un baño, una nevera, un cuartito un fregadero, una mesa y poco más…

Mi tío: Ven mira he estado toda la semana acomodando un lugar para que los dos podamos estar más comodos

(Me llevó a un cuarto con una cama, las ventanas con cortinas oscuras, un par de muebles y todo ordenado)

Mi tío: Ven, siéntate vamos a hablar.

Yo: ¿Qué ocurre?

Mi  tío: La otra vez parecías disfrutar de lo que hicimos, ¿te gustó?

Yo: Fue extraño… pero me gustó mucho.

Mi tío: pues tenemos este lugar para los dos para poder repetir sin riesgos de que nos descubran o nos molesten, ¿te parece?

Yo: MMMM, sí tío.

Mi tío: Desde aquel día no pude dejar de pensar en ese culito respigón que tienes nene, llevo los huevos cargados reservándome para ti.

Yo: Bueno, tengo que confesar que yo también pensé en ti, me metí los deditos recordando lo que me hiciste y se sentía muy rico.

Mi tío: Ah, pues deberíamos estrenar el lugar.

*Empezó a quitarme el uniforme escolar me dejó solo con los calzoncillos, él también se quitó casi todo menos los calzoncillos, la verdad era un hombre directo y eso me gustaba*

Sin dudarlo mucho se sacó la verga por encima del calzoncillo y al principio estaba blanda pero al toque de mi mano fui notando como se empezó a poner dura y caliente a la vez, podía notar las venas de su pene con la punta de mi dedo, no podía creérmelo iba a suceder otra vez

Yo: Estuve practicando con un plátano, espero hacerlo bien.

Mi tío: MMM querías complacerme eh putita, pues enséñame lo que has aprendido.

Sin más miramiento me lleve su tremenda verga a la boca, lo primero que hice fue meterme el glande para sentir el sabor el tacto suave de la piel del glande con la punta de la lengua, empecé a chuparlo como si fuese una piruleta, pude notar que a mi tio eso le gustaba ya que soltaba gemidos tímidos, se quitó la poca ropa que le quedaba y se puso cómodo en la cama, mientras yo entre sus piernas gruesas le chupaba el pene sin dejarme ningún centímetro de carne que recorrer con la boca, bien despacito con mis labios pequeños de vez en cuando le daba besitos o bajaba hasta sus huevos para lamerlos con mi pequeña lengua, me sentía con gusto de complacer a mi tío, yo era su puta, mi tío empezó a agarrarme la cabeza, eso significaba que vendría una parte que me excitaba mucho, la busca de meter lo máximo posible su polla en mi pequeña y tragona boca, cada vez empujaba mas mi cabeza e introducía mas y mas su pene en mi boca, mis ojos llorosos le pedían más y más.

Yo: mmmm tío me gusta que me domines así.

Mi tío: Me encanta oír como te atragantas y como la estas dejando toda babeada.

Poco a poco mi tío me fue dando la vuelta y llevando hacia él mi cintura y trasero, una posición similar al 69, yo estaba tan concentrado en darle la mejor mamada posible que no percibí que me quitó mi pequeño calzoncillo, y cuando quise darme cuenta noté su mano tocando mi pene que estaba también duro, le pasó la lengua y fue recorriendo todo hasta llegar a mi culito.

Mi tío: Hoy no traje lubricante pero con la saliva es suficiente putita.

Se sentía rico su lengua gruesa recorriendo al rededor de mi ano, escupiendo y esparciendo su saliva por todo el entorno de manera suave

Yo: MMMMMMummmm solté con la verga en la boca, debido al placer que estaba sintiendo, después empezó a meter sus gruesos dedos poco a poco, esta vez ya costaba menos, y él lo sabía.

Mi tío: Ya estás preparado para recibir putita.

Me agarró y me llevó al borde de la cama, de espalda al colchón me abrió las piernas mientras él de pie con su mano dirigió su pene hacia mi ano, despacito la fue introduciendo, primero el glande y luego un poco de su pene erecto y caliente, me agarró de la cintura para empezar empujar su verga hacia dentro de mi, yo estaba sintiéndome en la gloria, porque ya no había dolor, todo entraba fácil sin llegar al fondo.

Mi tío: mira que puta eres, como disfrutas cuando te la meto.

Yo: Tío quiero probar algo que vi en la película porno, quiero sentarme en tu polla.

Mi tío: mmm putita estás segura? así te entrara toda, podrás aguantar?

Yo: Sii quiero toda dentro de mi.

Mi tío se tumbó y yo me puse encima, dándole la espalda a mi tío, despacito me coloqué su verga en mi culito y me dejé caer, creo que eso fue la mayor intensidad de penetración porque efectivamente acabé con toda la verga dentro, hasta recuerdo el tacto de sus pedazos de huevos contra mis nalgas, poco a poco empecé a subir y a bajar sin sacarla toda de mi culo y la sensación era la pura gloria divina, como su verga se abría camino dentro de mi, como me sentía su puta, como sentía que mi misión era complacer a ese macho y tenia que dar lo mejor de mi, podía gemir y decir cosas porque estábamos solos y sin nadie alrededor.

Mi tío: Ahora te voy a cargar yo para meterla bien, putita.

Se puso en posición de estar sentado, me levantó las piernas y empezó a moverse para meterla bien sin parar, con un buen ritmo, y siempre hasta el fondo, hacia movimientos sin parar y de vez en cuando la dejaba un rato toda adentro mientras me masturbaba el pene, me hizo venir enseguida con esa postura, pero de ahí aprovecho para ponerme en 4 pero posición sumisa y me empezó a bombear con un buen ritmo,  ya entraba toda la verga y él sabia que yo era todo suyo.

Sus manos grandes agarraban mis nalgas en cada embestida de ese tremendo hombre y ambos soltábamos gemidos sin cortarnos, también me preguntaba si me gustaba y yo no podía responder nada mas que ruiditos del tremendo placer que me daba sentir su verga entera dentro de mi.

Mi tío: Ya me voy a venir, y quiero tu boquita para darte leche putita.

Me sacó la verga del culo y me puso delante de él de rodilla con la boca abierta, poco duró mis lamidas a su pene que esta vez empezó a soltar mucho mas leche que la otra vez, y soltando un gemido enorme me puso la cara llena de leche, si, no solo la boca sino toda la cara de la excitación que traía, no me quedo mas remedio que limpiar con la lengua lo que pude y lo que no pues con una toalla que había por ahí

Mi tío: Que gusto me has dado putita, cuando tenga ganas de descargar ya sé quien es mi garantía.

Me trajo a mi casa y estuve feliz de todo lo que pasó.