pasivo de closet
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Doble vida ll (viviendo de recuerdos)
Hola! Aquí estoy una vez más con mis vivencias, mis aventuras, ya que para los que no han leído mis relatos, les comento que soy un hombre de 40 años de edad, casado ya con una vida hecha. Pero que descubrí tarde mis inclinaciones, soy bisexual y a pesar de que vivo en una ciudad chica pues me di mis buenas escapadas y llegue a tener un amante por un buen tiempo.
Por desgracia pues él tuvo que irse, es joven, termino su carrera y se fue a buscar su vida, es la ley de la vida, pero bueno esa es otra historia, lo que me trae aquí es contarles mis relatos, ya que como nadie sabe de mis gustos aquí saco todo, lo que traigo dentro.
Pues como le comento anduve con él un buen de tiempo y como es de esperarse pues tuvimos un montón de encuentros. Siempre con discreción, ya que pues la gente es cruel y ¿se imaginan?, aun en este tiempo no es aceptable y bien visto, pero bueno. Que se le hace.
Quiero recordar la primera vez que me cogió en una cama, fue en su casa, en su cuarto, ya que él estudiaba y aún vivía con sus papas, pero cuando salían y había oportunidad me avisaba y se podía escaparme. Me iba de inmediato para allá, ¡qué momentos!
Los días viernes, sábados y domingos eran los nuestros. Lo que les contare fue un día sábado, me aviso que tenía chance y por fortuna también yo, así que sin pensar me fui a su encuentro. Ya me esperaba, con todo cuidado entre a su casa, y de inmediato me llevo a su cuarto, libre de miradas indiscretas dimos rienda a nuestra pasión contenida ya que como le cuento, nadie sabe de mis gustos, pues casi no nos veíamos muy seguido, en esa ocasión sus papas habían salido de la ciudad, así que teníamos tiempo, también en esa ocasión lo hicimos totalmente desnudos, ya que con anterioridad solo nos desvestíamos parcialmente, por la premura del tiempo y el lugar.
El andaba solo en short, así que me desvestí rápido, y me senté en el borde de la cama, se me acerco y lo comencé a acariciar sobre su ropa, pude sentir su pene bien erecto, duro, lo tome con mis manos y se lo sobe bien rico, casi de inmediato se lo baje, Y pude tocarlo al natural, se lo quite todo y se acostó en la cama, me le fue encima de inmediato, lo acariciaba, recorría su piel, mis manos habidas de su cuerpo tocaban todo o que podían, alternaba con mi boca, chupe sus pezones, recorrí su cuerpo, llegue a su pene, y con toda la calma del mundo empecé a mamárselo bien rico, gimió de placer ya que le gusta mucho que se lo chupe, se lo hice por un buen tiempo, estábamos los dos desnudos, acostados en la cama, disfrutando de una rica sesión de caricias.
El tiempo pasaba lento, disfrutábamos del momento, ya que no es lo mismo coger así que de rápido y con ropa (algunos de ustedes lo saben).
.- ¡ya quiero penetrarte! Me dijo y se paró, se puso un condón y me paso un lubricante, el cual me puse en mi entradita_ ¿cómo lo hacemos?- le dije
Me acosté, y lo invite a que se acostara conmigo, lo hizo y me le subí, me acomode y empecé a poner su pene en mi entradita. La excitación, el lubricante, las ganas hicieron su parte y sentí como poco a poco me iba entrando, lento pero firme se me fue metiendo, ¡que delicia!
Deje que se me metiera todo y me quede quieto un rato, después me comencé a mover bien rico, mis manos acariciaban su pecho y podía ver sus gestos de placer, sus manos acariciaban mis piernas, y de repente mi pecho, estuvimos un rato así, después me pidió que cambiáramos de posición y me acosté, se acomodó y me levanto las piernas, me sujeto bien y busco mi entradita ya dilatada así que sentí como empujo y me penetro bien rico. Se comenzó a mover rápido me penetraba delicioso, no podía creer que estuviera así, siendo penetrado en esa posición, lo deje que se diera gusto hasta que se cansó, se detuvo un momento, se quedó quieto con su cosita dentro de mí. Solo se oía su respiración agitada, lo abrace con mis piernas y nos quedamos así un rato, descansando, de pronto se acomoda y vuelve a la carga, me sigue dando otro rato más.
Estábamos como locos disfrutando, se detiene y se para al pie de la cama y me jala hacia la orilla, me acomoda bien empinadito en el borde y me penetra bien rico, siento sus manos en mis caderas y su cosita entrando y saliendo de mi culito, solo me dejaba coger y empecé a gemir del placer que me estaba dando mi hombre, el solo respiraba más fuerte, de la excitación que tenía, me abandone a sus embates, el tiempo se me detuvo, hasta que sentí unas nalgadas que me pego, retumbaron en el cuarto ¡delicioso! ¡Qué maravilla! Continuo así hasta venirse! Sentí el jalón y se detuvo, sus manos me sujetaban fuerte, terminamos bien agotados, pero satisfechos, me quede quieto, sentí como me la saco, me quede un rato empinadito en el borde de la cama, voltee a verlo y se quitaba el condón, me paso papel y nos limpiamos.
Fue una de las cogidas más ricas que me dio, ya que como les comento anduve un buen tiempo con él, así que ya se imaginaran cuantas veces fui a su casa y cuantas veces me cogió, de las últimas veces que me dio
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